En general, se entiende que la festividad de Acción de Gracias en Estados Unidos se inspira en la fiesta de la cosecha celebrada por los ciudadanos de la colonia de Plymouth (luego conocidos como peregrinos) y los nativos americanos de la Confederación Wampanoag en el otoño de 1621. Aunque hay pruebas de celebraciones de acción de gracias en las Américas anteriores por parte de los españoles, en la colonia de Jamestown en Virginia, en 1610, luego del período conocido como La era del hambre en 1609, no se reconocen como «la primera Acción de Gracias», expresión acuñada por el editor Alexander Young en 1841, en referencia al acontecimiento de 1621, según los cronistas de la colonia de Plymouth William Bradford (1590-1657) y Edward Winslow (1595-1655) en Mourt's Relation (publicado en 1622), la obra más antigua sobre el primer año del establecimiento de la colonia de Plymouth.
Una vez que la colonia de Plymouth se hubo establecido, luego de las dificultades que atravesaron durante el primer año, Mourt's Relation se llevó a Inglaterra y fue publicada por Robert Cushman (1577-1625), que había negociado el viaje del Mayflower. El libro parece haber sido un éxito desde el inicio hasta que se dejó de imprimir y volvió a la luz pública en 1841. La obra de Bradford, Of Plymouth Plantation, que también hace referencia al acontecimiento de 1621, se publicó en 1856 y el poema popular de Henry Wadsworth Longfellow (1807-1882), The Courtship of Miles Standish, se publicó en 1858 y extendió la popularidad de la historia de los peregrinos.
Sarah Josepha Hale (1788-1879), escritora y editora de la publicación periódica Godey's Lady's Book (publicada entre 1830 y 1878) hizo campaña a favor de la celebración nacional del Día de Acción de Gracias a partir de 1846. Le escribió a cada uno de los presidentes en ejercicio abogando por la adopción de la festividad, pero el presidente Abraham Lincoln (que ocupó el cargo entre 1861 y 1865) solo tomó medidas al respecto en 1863, durante la Guerra Civil estadounidense (entre 1861 y 1865), como medio para fomentar la unidad nacional, aunque se cree que su decisión estuvo influida por la popularidad de la historia de los peregrinos gracias a las publicaciones mencionadas anteriormente, junto con la promoción de Hale. Recién en 1963, durante la presidencia de John F. Kennedy (que ocupó el cargo entre 1961 y 1963), la celebración moderna de la festividad se formalizó en todos los Estados Unidos, aunque ya estaba presente en ciertas regiones unos 100 años antes.
En la actualidad, es una de las celebraciones más populares de Estados Unidos, donde se reúnen amigos y familiares, se hace una gran comida y se participa o mira partidos de fútbol americano; los peregrinos y sus invitados nativos americanos sirven más que nada como telón de fondo y decoración del evento, sin embargo, esta versión de la celebración es bastante reciente y a menudo no tiene en cuenta las realidades del acontecimiento histórico que la inspiró.
La colonia de Plymouth y el primer Día de Acción de Gracias
La colonia de Plymouth fue fundada por un grupo de separatistas puritanos (los peregrinos) y colonos anglicanos que habían sido contratados o invitados a unírseles por el mercader aventurero Thomas Weston (1584 - c. 1647) que les consiguió una patente de la Compañía de Virginia de Londres y les alquiló el Mayflower para que establecieran una colonia rentable en Virginia. Sin embargo, el Mayflower se desvió de su rumbo y desembarcó en Nueva Inglaterra, lejos de la colonia ya establecida de Jamestown, con la que creían poder contar para recibir ayuda.
El 11 de noviembre de 1620, los 102 pasajeros del Mayflower echaron el ancla frente a la costa de Cape Cod y comprendieron que estaban solos, que el invierno ya había comenzado, que les faltaban provisiones y que habían llegado demasiado tarde para plantar algún cultivo.
Sobrevivieron robando alijos de maíz a los nativos americanos, asaltando tumbas donde se dejaba comida como ofrenda y realizando expediciones de caza pero, aun así, entre diciembre de 1620 y marzo de 1621 CE, el 50% de los pasajeros y la tripulación morirían por desnutrición y diversas enfermedades.
Se salvaron en marzo de 1621 cuando el nativo americano Samoset (también conocido como Somerset, c. 1590-1653) entró con valentía en el establecimiento, les dio la bienvenida en inglés y les presentó a Tisquantum (más conocido como Squanto, c. 1585-1622, que también hablaba inglés) y al jefe de la Confederación Wampanoag, Ousamequin (más conocido por su título, Massasoit, c. 1581-1661). Massasoit ordenó a Squanto que permaneciera con los peregrinos y les enseñara a sobrevivir.
En el otoño de 1621, con la ayuda de Squanto, los colonos pudieron obtener una buena cosecha y se les mostraron los mejores lugares de caza y los arroyos de pesca. Los colonos decidieron celebrarlo con una fiesta de la cosecha, que desde entonces se ha definido como el primer Día de Acción de Gracias. La narración del acontecimiento se suele hacer siguiendo las líneas proporcionadas por el erudito George F. Willison en su libro de 1945, Saints and Strangers: Being the Lives of the Pilgrim Fathers & Their Families, with Their Friends and Foes, que se basa vagamente en el relato anterior de Bradford y Winslow:
Al acercarse el día de la fiesta de la cosecha, se envió a cuatro hombres a cazar aves acuáticas, que regresaron con lo suficiente para abastecer a la compañía durante una semana. Se invitó a Massasoit a asistir y pronto llegó, ¡con noventa valientes famélicos! La presión sobre la despensa se alivió un poco cuando algunos de ellos salieron y cazaron cinco ciervos. El capitán Standish organizó una revisión militar, hubo juegos de habilidad y azar, y durante tres días los peregrinos y sus invitados se atiborraron de carne de venado, pato asado, ganso asado, almejas y otros mariscos, suculentas anguilas, pan blanco, pan de maíz, puerros y berros y otras «hierbas saladas», con ciruelas silvestres y bayas secas como postre; todo bajado con vino, hecho de uva silvestre, tanto blanco como tinto, que los peregrinos elogiaron como «muy dulce y fuerte». Aunque no hay registro al respecto, es posible que en este primer festín de Acción de Gracias en Nueva Inglaterra, la compañía haya disfrutado de algunos de los pavos de piernas largas cuya velocidad en el bosque no dejaba de sorprender a los peregrinos. (189)
La historia del primer Día de Acción de Gracias procede inicialmente de solo dos fuentes: Mourt's Relation, de Bradford y Winslow, que ofrece un relato detallado, y Of Plymouth Plantation, de Bradford, que hace referencia al acontecimiento en términos más generales. Bradford escribe:
Comenzaron ahora [otoño de 1621] a recoger la pequeña cosecha que tenían, y a preparar sus casas para el invierno, estando bien recuperados y con salud y fuerza, y con abundantes provisiones; pues mientras algunos habían estado ocupados en asuntos fuera de casa, otros estaban ocupados en la pesca de bacalao, lubina y otros peces, de los que capturaron una buena cantidad y cada familia pudo tener su porción. Durante todo el verano no hubo escasez. Y ahora, al acercarse el invierno, comenzaron a llegar las aves silvestres [y] obtuvieron abundantes pavos silvestres además de la carne de venado. (Libro II, cap. 2)
Llegó el tiempo de la cosecha, y entonces, en vez de hambre, Dios les dio abundancia, y las cosas cambiaron, para regocijo de los corazones de muchos, por lo que bendijeron a Dios. Y el efecto de su siembra particular fue bien visto, pues todos tuvieron, de una manera u otra, bastante éxito en el año, y algunos de los más hábiles y laboriosos tuvieron que ahorrar, y vender a otros, de hecho, no ha habido ninguna carencia ni hambruna general entre ellos desde entonces, hasta el día de hoy. (Libro II, cap. 4)
Algunas versiones de la obra de Bradford agregan «identificaron un Día de Acción de Gracias» en lugar o a continuación de «por lo que bendijeron a Dios», aunque es posible que sea una adición posterior de un editor. La primera versión del acontecimiento, tomada de Mourt's Relation, no menciona la instauración de una festividad para dar las gracias:
Una vez que obtuvimos nuestra cosecha, el gobernador envió a cuatro hombres a cazar aves, para que pudiéramos regocijarnos juntos de manera especial después de haber recogido el fruto de nuestro trabajo. En un día y con un poco de ayuda, los cuatro mataron tantas aves para alimentar a la compañía durante casi una semana. En ese momento, como actividad recreativa, ejercitamos nuestras armas; muchos de los indios venían con nosotros, entre ellos su mayor rey, Massasoit, con unos noventa hombres, a quienes entretuvimos y agasajamos durante tres días, y salieron y mataron cinco ciervos, que trajeron a la colonia y entregaron a nuestro gobernador, al capitán [Myles Standish] y otros. (82)
Bradford menciona los pavos, que probablemente se servían como parte del festín, pero en los documentos primarios no aparece ningún menú como el que brinda Willison y, a pesar de que es probable que los arándanos provinieran de los humedales cercanos, nada sugiere que se cosecharan. Además, como en el establecimiento no había hornos, mantequilla ni trigo, tampoco había pasteles, ni de calabaza ni de otro tipo. Sin embargo, la tergiversación más flagrante de la historia del primer Día de Acción de Gracias, que habitualmente se adhiere al pasaje anterior de Willison, es que los nativos americanos de los Wampanoag fueron invitados al festín. Ninguno de los documentos primarios sugiere esto de ninguna manera.
En marzo de 1621, el primer gobernador de la colonia, John Carver (1584-1621) firmó un tratado de paz con Massasoit en el que se prometía, entre otras estipulaciones, la ayuda mutua en la defensa. Bradford y Winslow, en Mourt's Relation, mencionan a los colonos disparando sus armas («ejercitamos nuestras armas») justo antes de que llegaran Massasoit y sus guerreros, por lo que es más probable que acudieran en respuesta al sonido de los mosquetes, según los términos del tratado.
Perspectiva de los nativos americanos
Bradford menciona una segunda fiesta de la cosecha (citada anteriormente en el Libro II, cap. 4 de Of Plymouth Plantation) que tuvo lugar en 1623, pero no se menciona ninguna otra. Mourt's Relation y otra obra de Winslow, Good News from New England (publicada en 1624), contribuyeron a fomentar la migración de más ingleses a Norteamérica. Entre 1630 y 1636 llegaron más de 20.000 colonos ingleses en lo que se conoce como la Gran Migración. El tratado firmado entre Carver y Massasoit en 1621 se respetó desde 1621 hasta después de la muerte de Massasoit en 1661, pero con los que redactaron luego los colonos y los nativos americanos no sucedió lo mismo. Los nativos americanos fueron expulsados de sus tierras o las vendieron a los colonos (de forma voluntaria o no) y luego se trasladaron más al interior.
La colonización desenfrenada de Nueva Inglaterra y las continuas apropiaciones de tierras llevaron, finalmente, a la guerra Pequot de 1636-1638, cuando la tribu pequot se resistió a la colonización y a la destrucción de su patrimonio. Los pequots fueron derrotados, muchos de ellos murieron en la batalla o fueron asesinados después, y los supervivientes se vendieron como esclavos. Los colonos de la Compañía de la bahía de Massachusetts, y no de la colonia de Plymouth, decretaron un día de acción de gracias por su victoria, que los nativos americanos de hoy en día suelen interpretar como la base de la festividad de Acción de Gracias, que muchos ven como un día de luto y reflexión. La académica Yvonne Wakim Dennis, entre otros, resume el punto de vista de los nativos americanos:
Las celebraciones nacionales del Día de Acción de Gracias están llenas de mitos y desinformación. El folclore popular estadounidense sugiere que el «primer Día de Acción de Gracias» fue una fiesta idílica. Este mito, que ignora el hecho de que el banquete nunca se repitió y que Acción de Gracias es una fiesta inventada, se opone a muchas realidades. El relato ignora a los peregrinos que saquearon las reservas de maíz de los nativos para el invierno y abrieron algunas tumbas; ignora a los wampanoag, que trajeron la mayor parte de la comida; ignora a los peregrinos que veían a los wampanoag como paganos y salvajes; e ignora a los peregrinos que ni siquiera llamaron «Acción de Gracias» al evento de tres días. Las celebraciones de Acción de Gracias omiten el hecho de que prácticamente todas las naciones nativas tienen ceremonias rituales de agradecimiento al Creador, ceremonias establecidas mucho antes de que tuviera lugar la «Acción de Gracias» de 1621. (58)
Los colonos de Nueva Inglaterra de la época y los escritores inmigrantes posteriores, tenían poco interés en la cultura de los nativos americanos o en las narraciones que desafiaban la suya, por lo que se modificaron los detalles del relato de Bradford y Winslow y se ignoraron las opiniones de los nativos americanos. Los colonos del siglo XVII declararon muchos días de acción de gracias antes y después de los ataques a las aldeas de los nativos americanos, especialmente durante la Guerra del Rey Felipe (1675-1678), lo que las tribus nativas americanas citan a menudo en la actualidad como una razón para celebrar el Día de Acción de Gracias mediante el luto y no la celebración. Antes del siglo XIX, los descendientes de los primeros colonos parecen haber celebrado la fiesta de diversas formas.
Desarrollo y celebración moderna
Mourt's Relation y Of Plymouth Plantation solo estuvieron disponibles para el público general en 1841 y 1856, respectivamente, y por lo tanto no jugaron ningún papel en la Primera Proclamación Nacional de Acción de Gracias en 1777, que no tenía nada que ver con el acontecimiento de 1621 y estaba destinado a ser un día solemne de adoración y alabanza a Dios. Se fijó para el jueves 18 de diciembre de 1777 y siguió el modelo del Día de la Humillación de los puritanos, en el que la gente ayunaba, rezaba por el perdón de los pecados y se abstenía de trabajar y divertirse. Esta celebración de Acción de Gracias sería irreconocible para la mayoría de los estadounidenses que celebran la fiesta en la época actual.
La popularidad de la narrativa de los peregrinos, tal y como la presentaron Bradford y Winslow y luego la desarrollaron Longfellow y otros, se había afianzado significativamente en el imaginario colectivo estadounidense a mediados del siglo XIX, razón por la cual la sugerencia de Sarah Josepha Hale al presidente Lincoln se tomó más en serio que los anteriores intentos de que se reconociera el Día de Acción de Gracias a nivel nacional.
Hale fue una de las escritoras más populares de su época, responsable también de defender la abolición de la esclavitud, los derechos de la mujer, de elevar el estatus de los gatos desde el control utilitario de plagas hasta el de mascotas mimadas, y de fomentar la tradición de podar un árbol como elemento central de la celebración de la Navidad. Parece claro que una mujer de su fama e influencia habría tenido éxito antes en su defensa del Día de Acción de Gracias si los presidentes a los que escribió hubieran sido más receptivos a sus reivindicaciones; sin embargo, solo fue posible después de que el público estadounidense hubiera incorporado la historia de los peregrinos y el acontecimiento de 1621 como mito fundacional.
Incluso después de la proclamación de Lincoln de 1863, que designaba el cuarto jueves de noviembre como fiesta nacional, el Día de Acción de Gracias no se celebraba en todos los estados, al menos no en los estados del sur, y aunque sí se celebraba en muchas regiones, la fiesta recibió poco apoyo general del gobierno de Estados Unidos hasta el mandato de John F. Kennedy en 1963, durante un período de malestar social y conflicto, similar en algunos aspectos a la época de Lincoln. Al igual que el decreto de Lincoln, la proclamación de Kennedy fue un esfuerzo por fomentar la unidad y el entendimiento mutuo entre los estadounidenses.
Conclusión
Aunque el evento de 1621 se cita como la inspiración para la fiesta de Acción de Gracias en la era moderna, hasta la proclamación de Kennedy inclusive, las celebraciones de Acción de Gracias en Estados Unidos se han fomentado y realizado por razones que tienen poco que ver con los relatos de los documentos primarios. En el siglo XVII, los días de acción de gracias se decretaron para dar gracias a Dios antes o después de una acción militar contra los nativos americanos; en el siglo XVIII, fue decretado por el Congreso por la misma razón, solo que con la esperanza de la victoria sobre los británicos; en el siglo XIX, fue un intento de fomentar la unidad durante una época de guerra civil; y en el XX, tuvo el mismo propósito.
Sin embargo, para los nativos americanos, a quienes sistemáticamente se les arrebató su tierra, lengua y cultura, el Día de Acción de Gracias no tiene nada que ver con la unidad y se entiende como una celebración de la conquista inglesa y del robo descarado de las tierras que habían ocupado durante miles de años. Los nativos americanos de hoy en día, ya sea a través de exhibiciones públicas o rituales privados, celebran el día de manera muy diferente a los descendientes de los inmigrantes que llegaron a América del Norte en el siglo XVII.
Para muchos estadounidenses, la fiesta ahora se caracteriza por un gran banquete entre familiares y amigos y algún tipo de participación en eventos deportivos. Para otros, el Día de Acción de Gracias en la actualidad es apenas algo más que el anuncio del inicio de la temporada de compras navideñas, y los peregrinos y los nativos americanos del primer Día de Acción de Gracias solo sirven como decoración alrededor de la mesa y en los escaparates.
Sin embargo, en 1621, independientemente de la motivación de las celebraciones posteriores, durante tres días los colonos ingleses y sus vecinos nativos americanos (que ni siquiera compartían la misma lengua) disfrutaron de su mutua compañía con comida y bebida. Incluso si las encarnaciones posteriores de la fiesta se basan en aspectos inventados del acontecimiento, y por muy cínica que pueda parecer la celebración para muchos en el presente, ese acontecimiento inicial y la promesa que simbolizaba siguen mereciendo celebración como algo a lo que aspirar: como un momento de auténtica comunión entre personas de diferentes culturas, valores y objetivos, que, durante un período muy breve, y antes de que fuera quebrantado, encontraron una manera de vivir juntos en paz.