La esclavitud estaba presente entre los nativos americanos mucho antes de que los europeos llegaran a la región. Los integrantes de una tribu podían raptar a los de otra por distintos motivos, aunque sin importar la razón, se entendía que el esclavizado había hecho algo para justificar ese tratamiento: apostó su vida y perdió o permitió que lo capturaran.
Este modelo cambió con la llegada de los españoles a las Indias Occidentales en 1492 y su colonización de esa región, así como la de América del Sur y Central a lo largo del siglo XVI, cuando los nativos americanos fueron esclavizados simplemente por su condición de tales. En Norteamérica, después de la llegada de los ingleses, los nativos americanos fueron tomados como prisioneros de guerra primero, pero después, fueron vendidos a las plantaciones en las Indias Occidentales para dejar la tierra libre para la expansión de las colonias inglesas.
Esta práctica continuó a lo largo de la era colonial con la ayuda y el aliento de las propias tribus de nativos americanos hasta el 1750 y, después de la Guerra de independencia de Estados Unidos (1775-1783), los nativos fueron desplazados hacia el interior cuando la esclavitud de los africanos fue más rentable. Aun así, la esclavización de los nativos americanos continuó después de la abolición de la esclavitud que dictó la Decimotercera Enmienda a la Constitución de 1865. Los estadounidenses eludían la esclavización ilegal de los nativos llamándola de otras maneras y justificándola en el interés de «civilizar a los salvajes». La práctica continuó hasta el 1900, con un fuerte impacto en las culturas, las lenguas y el desarrollo de los nativos americanos.
La esclavización de los nativos americanos y Colón
Las tribus nativas americanas eran tremendamente diversas, cada una con su propia cultura, y lejos de la civilización homogénea y unificada con la que se los suele representar bajo el término genérico «nativos americanos» o «indios americanos». Cada tribu se sabía intrínsecamente superior a las demás y a pesar de que formaban alianzas temporales para una causa común, o por períodos más largos como confederaciones, solían entrar en trifulcas por mercancías, en nombre del honor de la tribu y para obtener prisioneros, entre otras causas.
Hombres, mujeres y niños tomados como prisioneros eran esclavizados por la tribu victoriosa, a veces para toda la vida y otras veces por una cantidad de años determinada, e incluso en otros casos, hasta ser adoptados y convertidos en miembros de la tribu. También podían ser tomados como rehenes para asegurar el cumplimiento de un tratado, y en algunas tribus, no solo se los esclavizaba de por vida sino que los niños nacidos esclavos también eran considerados esclavos, lo que dio lugar a una clase esclava mucho antes de la llegada de los europeos.
Este modelo cambió luego de la llegada de Cristóbal Colón (1451-1506) a las Indias Occidentales en 1492 y de los portugueses en 1500. Colón secuestró nativos que llevó a España como esclavos en su primer viaje y envió más de 500 en el segundo. Entre 1493 y 1496, implementó el sistema de encomienda que institucionalizó la esclavización de los nativos americanos en todas las colonias españolas del Nuevo Mundo, y para cuando los franceses, los holandeses y los ingleses comenzaron a colonizar Norteamérica, el comercio transatlántico de esclavos ya estaba establecido.
Jamestown y las guerras powhatan
Los franceses y los holandeses inicialmente intentaron sacar provecho de los nativos americanos empleándolos como guías, cazadores, pescadores y tramperos, aunque sus barcos participaban de la venta de esclavos al sur. Fue recién después que tomaron un rol activo en el secuestro y la venta de nativos a las plantaciones españolas y a otras regiones. Cuando los ingleses establecieron la colonia Jamestown de Virginia en 1607, adoptaron una postura completamente diferente y esperaron que las tribus de la Confederación Powhatan los apoyaran, ya que los primeros colonizadores no lo habían logrado. A tres años de su llegada, se desataron las primeras guerras anglo-powhatan (1610-1646) y los nativos fueron esclavizados como prisioneros de guerra hacia el 1610.
La Primera Guerra Powhatan (1610-1614) terminó cuando el colono John Rolfe (1585-1622) se casó con Pocahontas (c. 1596-1617), hija del jefe powhatan Wahunsenacah (c. 1547-1618), lo que estableció la Paz de Pocahontas hasta la Segunda Guerra Powhatan (1622-1626) que se desató luego de la masacre de 1622. Luego de estos dos primeros conflictos, los antagonistas pactaron la paz y continuaron comerciando, hasta que en la Tercera Guerra Powhatan (1644-1646) la Confederación Powhatan se disolvió y muchos de sus miembros fueron vendidos al exterior del país como esclavos.
La guerra pequot y la primera esclavización a gran escala
Conforme Jamestown y las colonias satélites estaban creciendo, los ingleses establecían las colonias de Nueva Inglaterra en el norte. Las disputas en torno a los derechos sobre la tierra y el comercio aumentaron las tensiones entre los colonizadores y la tribu de nativos americanos Pequot hacia la década de 1630, lo que finalmente dio lugar a la Guerra Pequot (1636-1638) y a la primera esclavización a gran escala de nativos americanos. El académico James D. Drake comenta:
Nada ilustra mejor la percepción de los colonizadores de la inferioridad de los nativos que la venta de los nativos enemigos como esclavos... Quizás los ingleses no hubieran recurrido a esclavizar a los enemigos nativos si hubiera habido otra forma de castigo o destierro que se usara habitualmente y fuera logísticamente posible. Los puritanos de Nueva Inglaterra solían desterrar a aquellos que percibían como amenaza para la comunidad, por ejemplo, Roger Williams y Anne Hutchinson. Pero incluso en esos casos, algunos se preguntaban en qué medida el destierro era un castigo en realidad... La esclavitud era un tipo de destierro con mayor rigor coercitivo, y por lo tanto se aproximaba más a la acción punitiva contra ingleses errantes de la región. Forzar a los nativos a la esclavitud o a la servidumbre también ayudaba a zanjar el dilema de qué «hacer» con ellos [y] la esclavitud y la servidumbre tenían las ventajas adicionales de ayudar a paliar la escasez de trabajo de las colonias de Nueva Inglaterra. (136-138)
Luego de la Masacre de Mystic de 1637 que puso fin a la guerra, muchos de los pequot derrotados fueron entregados como esclavos a las tribus Mohegan y Narragansett que se habían aliado con los ingleses, mientras que otros eran esclavizados en granjas inglesas o vendidos al extranjero. La colonia inglesa de Barbados, con sus grandes plantaciones de caña de azúcar, necesitaba importar una cantidad importante de esclavos ya que la mayoría moría dentro del primer año o incluso durante los primeros meses, y se enviaron allí a varios pequot.
Participación de los nativos americanos en la esclavitud
Los nativos americanos propietarios de esclavos en general trataban a sus esclavos mucho peor que los europeos porque se creía que los esclavizados habían perdido su honor y dignidad humana al permitirse alcanzar un estado tan deplorable. No se sabe si este paradigma era anterior a la llegada de los europeos o si imitaron el comportamiento que los colonos tenían con los esclavos. De cualquier manera, las tribus nativas no solo tenían esclavos sino que ayudaban a los colonizadores a tener más. El académico Andrés Reséndez señala:
Los nativos americanos participaban del sistema esclavista desde el inicio de la colonización europea. Al principio ofrecían prisioneros a los recién llegados y los ayudaban a desarrollar nuevas redes de esclavización, sirviendo como guías, guardias, intermediarios y proveedores locales. Pero con el paso del tiempo, conforme los nativos se hicieron de las armas y los caballos de los europeos, tuvieron más poder y lograron controlar una parte más amplia del tráfico de esclavos. (172)
Las tribus participaban en esta práctica usualmente para eliminar los rivales vecinos y adquirir sus tierras, pero más importante para este autoempoderamiento era la adquisición de los caballos y, especialmente, de las armas a las que hace mención Reséndez. Una tribu con armas de fuego europeas tenía gran ventaja en los conflictos con otros que no tenían las mismas armas. Con esto en mente, los colonizadores armaron a los nativos y consiguieron su ayuda para seguir esclavizando a otros. El estudioso Alan Taylor comenta que «Atraídos al comercio de esclavos gradualmente, los nativos no supieron, hasta que fue demasiado tarde, que prácticamente los destruiría por completo» (228). La tribu Narragansett, que además de haber ayudado a los ingleses a derrotar a los Pequot, había tomado a muchos de ellos como esclavos, aprendería esta lección durante el conflicto conocido como la Guerra del Rey Felipe.
La Guerra del Rey Felipe y la esclavización en masa
La Guerra del Rey Felipe (también conocida como la Guerra de Metacom, 1675-1678) fue un conflicto a gran escala entre las tribus nativas americanas aliadas con el jefe de la Confederación Wampanoag Metacom (también conocido como Rey Felipe, 1638-1676) y los colonizadores de Nueva Inglaterra. Metacom era el hijo de Massasoit (c. 1581-1661) que había ayudado a los peregrinos de la colonia de Plymouth a sobrevivir y establecerse. Massasoit había firmado el tratado de paz con el primer gobernador de Plymouth, John Carver (1584-1621) en 1621, tratado que se cumplió hasta después de la muerte de Massasoit. En ese momento, Josiah Winslow (c. 1628-1680), asistente del gobernador y luego gobernador de Plymouth, lanzó políticas que despojaban a los Wampanoag de más y más tierras, hasta que Metacom finalmente luchó para proteger a su pueblo y su estilo de vida.
La Guerra del Rey Felipe devastó las colonias de Nueva Inglaterra durante más de un año hasta que fue traicionado y asesinado por uno de los suyos en agosto de 1676, pero antes, los Narragansett (que habían permanecido neutrales durante la guerra) fueron atacados, muchos asesinados y otros vendidos como esclavos después de la Gran lucha del Pantano en diciembre de 1675. A pesar de que los Narragansett habían permanecido neutrales, aceptaron recibir a los heridos, las mujeres y los niños y a otros no combatientes, actitud que Josiah Winslow consideró una traición a su estatus natural. Winslow dirigió el ataque a su fortaleza y mató a más de 600 narragansetts, en su mayoría mujeres y niños, así como a otras tribus a las que se les había dado refugio.
Luego, los miembros de la tribu Narragansett que sobrevivieron se aliaron con Metacom en contra de los colonizadores, pero ya era demasiado tarde. Con Metacom muerto, a pesar de que algunas tribus siguieron peleando hasta 1678, la guerra había terminado y tanto los combatientes como los no combatientes fueron vendidos como esclavos. Una de las razones por las que estas tribus continuaron con la lucha fue, de hecho, la certeza de que serían vendidos como esclavos al exterior. El académico Linford D. Fisher explica lo siguiente:
El miedo a la esclavización y, más concretamente, el miedo a ser vendidos como esclavos fuera del país jugó un rol importante en la Guerra del Rey Felipe... La idea terrible de ser enviados al exterior como esclavos estaba constantemente presente entre los nativos, incluso en tiempos de paz. El miedo a ser «barbadoseados» (enviados a la fuerza y de manera injusta a Barbados como sirvientes/esclavos) aplicaba tanto a los nativos como a los prisioneros de guerra y los criminales en las Islas británicas. El miedo no era infundado: los registros coloniales de Nueva Inglaterra indican con frecuencia y rigor histórico que se enviaban nativos en grandes y pequeños cargamentos a Barbados, Bermudas y Jamaica, o de manera más general, «fuera del país». (Why shall we have peace, 1)
No obstante, muchos nativos se entregaron (incluso antes del asesinato de Felipe) con la esperanza de obtener clemencia y que no se los esclavizara. Sus esperanzas fueron en vano, porque Winslow declaró a todos los nativos cómplices de la sublevación de Felipe, de modo que muchos de los que habían permanecido completamente neutrales durante la guerra fueron enviados al exterior como esclavos junto con los combatientes.
Sin embargo, en virtud de la ley del 14 de junio de 1676 aprobada por la Asamblea de Barbados que prohibía la importación de nativos de Nueva Inglaterra, no se los envió allí. Barbados, que tenía una gran población esclava, acababa de impedir un intento de sublevación a gran escala de sus esclavos africanos en mayo de 1675, y no quería que se importaran como esclavos personas que ya hubieran participado en una revuelta armada en otro lugar. Los nativos de Nueva Inglaterra esclavizados fueron enviados a Jamaica, Bermudas y otras colonias inglesas, o al sur para trabajar en los campos de tabaco de Virginia.
Los westo y otros esclavistas
Conforme las colonias inglesas se expandían, también el comercio de esclavos de nativos americanos, facilitado, en parte, por las tribus nativas americanas. Carolina (que después se convirtió en Carolina del Norte y Carolina del Sur) se fundó en 1663, pero los pobladores de la región ya participaban en la esclavización de nativos americanos a través de las acciones de la tribu Westo que ayudaba a esclavizar a miles que luego se enviaban al exterior. Reséndez comenta al respecto:
En el período entre 1670 y 1730, los carolinos exportaron más nativos de Charleston, Carolina del Norte, que los africanos que importaban. A medida que se desarrollaba este tráfico, los colonos se abastecían de cautivos nativos de los westo, un grupo extraordinariamente expansivo que realizaba ataques en toda la región. El antropólogo Robbie Ethridge ha acuñado el término «sociedades esclavizantes militaristas» para referirse a grupos como los westo, que se convirtieron en importantes proveedores de cautivos nativos para los europeos y otros indios. (172)
Los westo actuaban exclusivamente por interés económico y eran enemigos de todas las tribus circundantes. Se cree que vivían originalmente en el norte, alrededor del actual lago Erie, pero emigraron al sur y aparecen por primera vez en los registros históricos en julio de 1661, cuando destruyeron una misión española en la actual Georgia. Se establecieron en las tierras salvajes de Virginia y rápidamente monopolizaron el comercio de esclavos, asaltando indiscriminadamente las tierras de otras tribus y vendiendo los cautivos a los colonos. El monopolio de los westo continuó hasta que los shawnee negociaron con los colonos un acuerdo comercial y se aliaron con ellos para destruir a los westo por completo en 1680. Los miembros sobrevivientes de la tribu westo fueron esclavizados o escaparon y no se sabe qué fue de ellos. Es poco probable que alguno haya sido acogido por otras tribus, salvo como esclavos.
La salida de los westo del comercio de esclavos no frenó ni detuvo esta actividad, ya que los shawnee continuaron atacando y tomando esclavos. Más al oeste, los españoles habían esclavizado a las tribus nativas denominadas colectivamente «Pueblo» y contaban con la ayuda de una tribu que capturaba y vendía miembros de otra. En el actual Nuevo México, esto continuó hasta 1680, cuando un líder nativo americano llamado Po'Pay organizó un levantamiento masivo, conocido como la Revuelta de los Pueblo, que expulsó a los españoles de la región durante la siguiente década.
Esta revuelta estuvo motivada principalmente por la religión, ya que los misioneros católicos españoles suprimieron las tradiciones espirituales de los nativos americanos y las sustituyeron por el cristianismo católico. Uno de los primeros actos de Po'Pay en la insurrección, de hecho, fue la declaración de que Jesucristo y la Virgen María estaban muertos, y se quemaron misiones e iglesias en toda la región. La Revuelta de los Pueblo ilustra otro aspecto y justificación de la esclavitud de los nativos americanos por parte de los colonos europeos, ya que creían que los nativos debían ser «civilizados», y este concepto era sinónimo de «cristianizados». Al esclavizar a los nativos, los colonos los alejaron de su paisaje espiritual tradicional, obligándolos a volverse hacia los amos cristianos y la Biblia para salvarse.
Las llamadas Guerras Indias del siglo XVIII condujeron a una mayor esclavización de combatientes y no combatientes, empezando por la Guerra Tuscarora (1711-1715) en Carolina del Norte y la Guerra Yamasee (1715-1717) en Carolina del Sur. Estos conflictos continuaron hasta la víspera de la Revolución de las Trece Colonias y tuvieron como resultado, entre otras cosas, el envío de más y más nativos como esclavos.
Las tribus nativas americanas siguieron participando en la esclavización de sus compañeros indígenas durante todo este tiempo. Muchos parecen haberlo hecho creyendo que, con su participación, se protegían de la esclavitud. Si demostraban ser útiles a los colonos, pensaban que recibirían mejor trato que otros, conservarían sus tierras y vivirían como lo habían hecho antes de la llegada de los europeos. Como señala Taylor más arriba, comprendieron demasiado tarde que no podían confiar en las palabras de los blancos y que cualquier tribu podía ser esclavizada o expulsada de sus tierras por cualquier motivo, por mucho que intentaran congraciarse con los recién llegados.
Conclusión
La «civilización» y cristianización de los nativos continuó a lo largo de los siglos XVIII y XIX, pero la esclavización abierta de los nativos americanos terminó alrededor de 1750 cuando los africanos se convirtieron en la «mercancía» más popular del comercio de esclavos. Los primeros africanos llegaron a Jamestown en 1619, y en la década de 1660 la esclavitud racializada estaba totalmente institucionalizada en las colonias. Sin embargo, incluso después de la abolición oficial de la esclavitud en 1865, los nativos americanos siguieron siendo esclavizados en Norteamérica bajo el pretexto de este esfuerzo por «civilizarlos».
La Ley Dawes de 1887 privó a los nativos de sus tierras tradicionales y obligó a cada tribu a demostrar su «indianidad» para poder ser devuelta. Los nativos no tenían derecho al voto y, según la Ley Dawes, no tenían derecho a las tierras en las que habían vivido durante miles de años. Además de tener que demostrar que eran «indios americanos» legítimos, las tribus se vieron obligadas a reconocer la definición europea de los derechos de propiedad, completamente ajenos a los pueblos nativos. Privados de tierras, identidad y derechos civiles, los nativos que no estaban ya restringidos a las reservas trabajaban, esencialmente, como esclavos por un pobre salario o simplemente por alojamiento y comida.
Esta situación continuó hasta 1900, cuando los blancos empezaron a reconocer la injusticia del colonialismo y comenzaron a criticarlo. Por fin se dio voz y lugar a los autores nativos americanos y se dejó claro que su cultura era igual de civilizada que la de cualquier nación europea. Los nativos americanos no obtuvieron la ciudadanía estadounidense hasta 1924, pero desde entonces no han dejado de luchar para reclamar su identidad tribal, sus tierras y su dignidad como habitantes originarios de Norteamérica. Sus esfuerzos han sido cuestionados a cada paso por el gobierno de Estados Unidos, que se promociona como campeón de la libertad mientras sigue negando los reclamos legítimos de los pueblos indígenas que esclavizó.