Los nativos americanos de la Norteamérica precolonial construyeron miles de montículos por todo el continente que tenían diversos usos y que a veces medían más de 30 metros. Muchos eran prósperos centros urbanos (como Cahokia en Illinois) y otros se cree que tuvieron fines estrictamente religiosos o rituales, como sucedió con los montículos de Pinson en Tennessee.
Los colonos europeos destruyeron muchos montículos por pura ignorancia, sin saber qué eran y confundiéndolos a veces con colinas formadas de manera natural, otros los eliminaron a propósito para hacer sitio a las expansiones de pueblos y ciudades y otros los saquearon en busca de tesoros para venderlos en el mercado de antigüedades, dañándolos de forma irreparable o gravemente o demoliéndolos directamente. Incluso cuando entendieron la importancia de estos montículos como parangones significativos de la antigua arquitectura nativa, los terratenientes siguieron destruyéndolos para evitar que el Estado u otros organismos intentaran hacerse con sus tierras en aras de la conservación.
Hoy día aún existen muchos yacimientos de montículos en todo Estados Unidos, algunos protegidos como parques arqueológicos, otros en propiedades privadas, y cada uno presenta una visión diferente de las culturas de las distintas naciones nativas americanas que los construyeron. Yacimientos poco conocidos como el de Man Mound en Wisconsin, son igual de importantes que otros más conocidos, como el de Serpent Mound en Ohio. A continucación presentamos una lista en la que no incluimos todos y cada uno de los sitios importantes, pero los seleccionados han sido elegidos por el tipo que representan y su contribución a una mejor comprensión de las culturas nativas americanas.
Períodos de tiempo y ubicaciones
Los montículos se construyeron desde el año 5000 a.C. hasta el período de la colonización europea, que en este caso lo situaríamos en torno al año 1540, cuando el conquistador español Hernando de Soto (hacia 1500-1542) viajó con su ejército por las regiones de las actuales Florida, Georgia y Mississippi (todas ellas con montículos) en busca de oro y su expedición registró a los nativos que vivían en estos grandes montículos o en sus inmediaciones. De Soto mató a varios nativos cuando no quisieron entregar el oro que insistía en que escondían, aunque causaron más daño al propagar enfermedades europeas a las que los nativos no eran inmunes. Cuando los posteriores exploradores europeos llegaron a la región, los nativos desconocían quién había construido los montículos porque sus ancianos, que mantenían viva la historia de la nación a través de la tradición oral, habían muerto hacía tiempo. Los diez sitios que se presentan a continuación y que ejemplifican esta tradición son:
- Watson Brake(Luisiana, hacia 3500 a.C.)
- Poverty Point (Luisiana, hacia 1700-1100 a.C.)
- Montículo de la Serpiente (Ohio, construido hacia el 320 a.C. o hacia el 1000-1750 a.C.)
- Montículos de Efigies (Iowa, hacia 500 a.C. - 1000 d.C.)
- Montículos de Pinson (Tennessee, hacia 1-200 a.C.)
- Montículos de la Colina del Observatorio (Wisconsin, hacia 500-1200 d.C.)
- Cahokia (Illinois, hacia 600-c. 1350 d.C.)
- Etowah (Georgia, hacia 1000-1550 d.C.)
- Moundville (Alabama, hacia 1100-1450 d.C.)
- Montículos de Spiro (Oklahoma, hacia 900-1450 d.C.)
No fue hasta el siglo XIX cuando los descendientes de los primeros inmigrantes europeos se interesaron por los montículos aunque se negaban a creer que habían sido construidos por los nativos americanos, a los que consideraban "demasiado simples" para haber realizado una empresa tan enorme. Aunque los eruditos e intelectuales de los siglos XVIII y XIX reconocieron que los montículos eran "de origen nativo", hasta mediados del siglo XX no se aceptó de forma amplia dicha afirmación.
Hoy día sabemos que fueron distintas culturas nativas americanas quienes crearon los montículos en diferentes momentos, utilizando métodos similares, comenzando en el Período Arcaico (hacia 8000-7900 a.C.), continuando a través del Período de las Tierras Boscosas (hacia 500 a.C.-1100 d.C.), y hasta el período de la Cultura Mississippiana (hacia 1100-1540 d.C.). Independientemente de su propósito original, los montículos se caracterizan por un alto grado de destreza técnica en ingeniería, una ingente mano de obra y una autoridad central que dirigía la logística, el suministro y la construcción.
Watson Brake
El túmulo más antiguo que se conserva en Norteamérica es el de Watson Brake, en el noreste de Luisiana. El sitio incluye once montículos conectados por crestas y se construyó durante el período arcaico hacia 3500 a.C. (lo que lo hace más antiguo que la Gran Pirámide de Giza, fechada en el reinado de Keops, 2589-2566 a.C.). El lugar fue construido y ocupado por una cultura de cazadores-recolectores que también fabricaban herramientas y cerámica y vivían de la pesca del río Ouachita y sus afluentes. La finalidad de los montículos no está clara, ya que no se utilizaron para enterramientos, residencias o ceremonias rituales. Una residente local, Reca Bamburg Jones, descubrió este yacimiento en la década de 1980 después de que retirar la madera del terreno. La Archaeological Conservancy compró una parte del terreno en 1996, aunque otra sección sigue siendo propiedad de la familia que la posee desde la década de 1950, que se niega a venderla o a permitir el acceso del público, aunque ha dado permiso para realizar las excavaciones.
Poverty Point
Poverty Point es el nombre de la plantación del siglo XIX propiedad de Phillip Guier, que cultivaba la tierra en la que se encuentran los montículos sin darse cuenta de que las "colinas" eran construcciones artificiales. De hecho nadie se dio cuenta hasta el año 1953, cuando una fotografía aérea mostró que las pequeñas "colinas" eran seis crestas en forma de C construidas frente a una plaza central con seis montículos más grandes alrededor de las crestas. Ya en la década de 1830 se reconoció el yacimiento como un "poblado" de los nativos americanos por los objetos encontrados, pero las crestas y los montículos se consideraron formaciones naturales. Las crestas se crearon por etapas a lo largo de varias generaciones y se utilizaron como residencias (casas construidas en la cima), mientras que los montículos se construyeron rápidamente (el Montículo A en menos de tres meses) para otros fines, incluidos los rituales religiosos. El centro del yacimiento es la plaza, donde había un calendario solar de postes de madera y es muy probable que también se realizaran rituales. La llamada cultura del Punto de Pobreza, que construyó el yacimiento, también era cazadora-recolectora y, al igual que los de Watson Brake, creó herramientas y artefactos, pero en este yacimiento hay más pruebas de comercio a larga distancia que en el anterior.
Montículo de la Serpiente
El Montículo de la Serpiente es una representación de tierra de 1.346 pies de largo (411 metros) de una serpiente construida en una meseta nivelada. Los arqueólogos no están seguros de su fecha, ya que en un principio se pensó que era producto de la Cultura Adena (hacia 800 a.C.-1 d.C.), pero más tarde se afirmó que había sido construido por la Cultura del Fuerte Antiguo (hacia 1000-1750 d.C.). El yacimiento no contiene artefactos que lo vinculen de forma concluyente con ninguna de las dos culturas y es posible que lo empezara la primera y lo terminara la segunda, ya que ambas vivieron en la región y crearon otros montículos. La datación por carbono del carbón encontrado en el montículo data al menos una sección en el año 1070 d.C., lo que según algunos estudiosos lo sitúa en ese periodo, ya que creen que se creó para reflejar el cometa Halley, que apareció en el año 1066 d.C. y se pudo ver desde este punto durante el tiempo suficiente para dejar huella. La cabeza de la "serpiente" se alinea con el solsticio de verano, mientras que las espirales se alinean con el amanecer del solsticio de invierno y los equinoccios. No hay duda de que se construyó con fines astronómicos, pero aún se debate quién lo hizo.
Montículos de Efigies
Los montículos de Efigies deben su nombre su forma, que representan o caracterizan efigies en tierra de osos, pájaros y otros animales. Los montículos se atribuyen pueblos nativos americanos que trabajaron durante muchas generaciones, aunque algunos de los más de 200 montículos indican una construcción bastante rápida. Este yacimiento es uno de los más grandes de América del Norte y cuenta con los más variados tipos de montículos. El más conocido, el Túmulo del Gran Oso, tiene 137 pies de largo y 70 de ancho (42 x 21 metros), y representa una serie de osos en línea. Se cree que los montículos eran ceremoniales (aunque algunos se utilizaban con fines funerarios) y que los símbolos animales representaban fuerzas totémicas asociadas a los pueblos que trabajaron en el lugar.
Montículos de Pinson
Se cree que los montículos de Pinson se construyeron y utilizaron con fines religiosos o ceremoniales, ya que no hay pruebas de que existieran viviendas permanentes, sino sólo una zona adyacente a los montículos como residencial temporal, como se esperaría encontrar en un lugar de peregrinación. Aunque a principios del siglo XX se registraron 30 montículos, algunos resultaron ser formaciones naturales y el sitio en la actualidad cuenta con 15. El más grande es el montículo de Sauls (llamado así por el dueño de la propiedad, John Sauls), de 22 metros de altura. Algunos montículos muestran evidencias de enterramientos pero parece que la mayoría se utilizaron con fines religiosos por la gente del periodo de las tierras boscosas, posiblemente los antepasados de la Nación Chickasaw propietaria de las tierras en el siglo XIX. El montículo de Ozier, el segundo más grande, ha sido identificado por su uso en rituales, mientras que algunos otros se utilizaron como lugares de enterramiento y el propósito de otros es desconocido.
Montículos de la Colina del Observatorio
En la actual colina del Observatorio (en el campus de la Universidad de Wisconsin-Madison) hubo al menos cinco túmulos, de los que hoy quedan dos, uno con forma de gran pájaro y otro conocido como el espíritu del agua de dos colas. El resto fueron destruidos entre 1900 y 1922, cuando la universidad amplió su campus, y es seguro que en el lugar hubo una aldea o ciudad de nativos americanos, según los artefactos descubiertos y documentación anterior. Se cree que los montículos existentes, al igual que los de Efigies, representan energías totémicas asociadas a los constructores; la efigie del pájaro canaliza el aire y el viento y el espíritu de dos colas, el don del agua. Sin embargo, sin el contexto de los otros montículos, estos montículos son difíciles de interpretar.
Montículos de Cahokia
Los montículos de Cahokia son el lugar más conocido de los Estados Unidos y uno de los más impresionantes. Cahokia es el nombre de la tribu que vivía cerca del lugar en el siglo XIX. Se desconoce el nombre original, pero entre los años 600 y 1350, fue el mayor centro urbano del continente de América del Norte y se dedicaba al comercio a larga distancia en todas direcciones. Se cree que la ciudad se desarrolló en respuesta a un llamamiento de la clase sacerdotal para que la gente participara en la construcción del Montículo de los Monjes, el más alto del lugar, que requirió 814.000 yardas cúbicas de tierra (622347 m³) y se elevó a una altura de 100 pies (30 m). De los 120 montículos construidos se han conservado 80 y formaban parte de un complejo que contaba con campos de pelota, una gran plaza, un calendario solar (conocido ahora como Woodhenge, 48 postes de madera que rodean un poste central), distritos residenciales y comerciales, y campos de diversos cultivos. El cultivo del maíz favoreció el crecimiento de la ciudad, que utilizó el excedente para el comercio. Los artefactos y herramientas excavados hasta ahora en el yacimiento muestran un alto nivel de sofisticación que se refleja en la habilidad en la ingeniería de la construcción de los montículos.
Montículos de Etowah
Los montículos de Etowah se construyeron en tres etapas durante el periodo de la Cultura Mississippiana y, en la actualidad, se conservan seis. Parece ser que tres de ellos de plataforma se utilizaron con propósitos rituales y los más pequeños como residencias. El montículo A tiene 19 metros de altura y una base de 3 acres. Los templos con patios coronaban los montículos que rodeaban una plaza central utilizada para fines comerciales y un campo de juego de pelota conocido como Chunkey. La ciudad estaba rodeada por una empalizada de madera con torres de vigilancia separadas por 80 pies (2 m), lo que sugiere que la gente vivía temiendo una posible invasión y conquista por parte de otras naciones indígenas. Esta observación se ve respaldada por el ajuar funerario, que incluye armas ceremoniales y de uso cotidiano. Este yacimiento es más conocido por el descubrimiento de estatuas emparejadas de hombre y mujer que representan a un hombre sentado con las piernas cruzadas y a una mujer arrodillada, que se cree que simbolizan los espíritus de los antepasados del pueblo y que probablemente se utilizaban en rituales religiosos.
Moundville
Moundville es el segundo yacimiento de este tipo más grande de EE.UU., después de Cahokia, y cuenta con 28 montículos de plataforma, que en su día estuvieron coronados por residencias, frente a una plaza con un montículo central (montículo A) que se eleva 18 metros con dos rampas que suben por lados alternativos. La élite y la nobleza vivían en casas en los montículos, y las clases bajas vivían al otro lado de la plaza en chozas de paja. Se cree que la arquitectura del yacimiento refleja la estratificación social al elevar literalmente a la clase alta sobre montañas artificiales por encima de las demás. El túmulo A tiene vistas al cercano río Guerrero Negro, lo que sugiere que las celebraciones que allí se realizaban honraban los cuatro elementos: agua, aire, fuego (el sol) y tierra. Al igual que muchos de estos montículos, el nombre original de Moundville se ha perdido y, al igual que los demás, fue abandonado antes de la época de la colonización europea, debido probablemente a la superpoblación y al agotamiento de los recursos.
Montículos de Spiro
Los montículos de Spiro, de los que hoy se conservan 12, se construyeron en cuatro fases y se completaron antes del año 1250 d. C. Nueve de los montículos rodean una plaza central con un montículo más grande (el montículo marrón) en el centro que tenía un propósito religioso o ceremonial. Estas ceremonias parecen haberse centrado en los rituales funerarios de los líderes de la comunidad y los miembros del clero (que a menudo, aunque no siempre, eran los mismos). Los otros dos túmulos existentes (Craig Mound y The Great Mortuary) se utilizaban para enterrar y tenían cavidades internas construidas para la conservación de diversos artefactos, como bonetes y tocados de plumas, abrigos de pieles y plumas, y estatuas de madera o cobre, así como otras piezas. El túmulo de Craig fue saqueado y parcialmente destruido entre 1933 y 1935 por un grupo que compró derechos temporales al propietario del terreno para excavar y luego, cuando terminaron, volaron a propósito la cámara central del túmulo por razones desconocidas. Los objetos saqueados en esa época se han perdido en gran parte en el mercado de antigüedades. La población disminuyó en el sitio entre aproximadamente el año 1250 y 1450 d.C., cuando fue abandonado.
Conclusión
Como se ha señalado, los eruditos europeos y estadounidenses de los siglos XVIII y XIX se negaron a creer que los nativos americanos hubieran construido los miles de montículos que salpican el paisaje norteamericano porque consideraban que los nativos eran "salvajes primitivos" que carecían de la habilidad y la visión necesarias para una obra tan monumental. El erudito Charles C. Mann comenta:
Los escritores del siglo XIX atribuyeron los complejos de montículos, entre otros, a los chinos, los galeses, los fenicios, la nación perdida de la Atlántida y varios personajes bíblicos. Una teoría muy difundida atribuyó la autoría a los emigrantes escandinavos, que más tarde recogieron estacas, se trasladaron a México y se convirtieron en los toltecas. (289-290)
Rechazando constantemente estas posibilidades, los estudiosos acuñaron entonces los términos "constructor de montículos", "gente de los montículos" y "cultura de los túmulos" para referirse a una raza desconocida que una vez habitó la tierra, construyó los complejos y se marchó, y nunca más se supo de ellos. Se afirmaba que los nativos americanos llegaron entonces y se apoderaron de la tierra (o quizás incluso conquistaron a la "gente de los montículos" y se apoderaron de sus tierras), lo que ayudó a justificar el robo de tierras a los nativos por parte de la colonia europea, ya que se suponía que ellos antes habían hecho lo mismo con estos otros pueblos misteriosos.
Este absurdo no fue refutado hasta 1894, cuando Cyrus Thomas, de la Oficina de Etnología Americana, funcionario nombrado por el Gobierno de los Estados Unidos para resolver el asunto, declaró que los montículos eran creación de los pueblos nativos americanos. Como Thomas representaba la opinión del gobierno, el asunto quedó oficialmente zanjado, pero en ese momento se hicieron pocos esfuerzos para preservar los sitios o devolverlos a los descendientes de las naciones indígenas que los habían construido, muchos de los cuales siguen considerando estos sitios como terreno sagrado.
El reconocimiento de la importancia de los montículos no comenzó hasta principios del siglo XX, cuando arqueólogos aficionados, como C.B. Moore (1852-1936), empezaron a excavar los yacimientos, a extraer objetos y a publicar sus descubrimientos. Entonces se promulgaron leyes para proteger los montículos del saqueo pero, como muchos estaban en terrenos privados, las autoridades no podían hacer nada. En ocasiones, los ciudadanos compraban terrenos con montículos para preservarlos, entregándolos al gobierno de sus respectivos estados, y éstos se han convertido en parques arqueológicos dedicados a la preservación y al estudio de las grandes ciudades de montículos y centros ceremoniales de los primeros pueblos de Norteamérica.