A finales del siglo XV, los europeos seguían sin conocer el mundo oriental. Los primeros viajeros, como Marco Polo, habían proporcionado a Occidente algunos datos, pero estos relatos eran demasiado coloridos y fragmentarios para ofrecer una imagen real de Asia. Los primeros informes realmente precisos y detallados llegaron en el siglo XVI de la mano de cuatro notables viajeros: Tomé Pires, García de Orta, Jan Huygen van Linschoten y Ralph Fitch.
Tomé Pires
Se sabe mucho sobre el comercio de principios del siglo XVI en el océano Índico y el Sudeste Asiático gracias al exhaustivo informe escrito por Tomé Pires para Manuel I de Portugal entre 1512 y 1515. Sorprendentemente, quedó inédito y perdido en la Bibliothèque de la Chambre des députés de París hasta 1944, cuando fue descubierto por el historiador Armando Cortesão y traducido. En esta obra maestra, Suma Oriental, Pires describe su viaje de Egipto al archipiélago malayo y ofrece un detallado relato histórico y etnográfico del comercio del emporio del océano Índico.
En su introducción, Pires afirma:
La Suma Oriental se divide en cuatro partes o libros Suma; la primera tratará del comienzo de Asia, partiendo de África hasta la Primera India; la segunda será de la Primera India hasta el final de la India Media; la tercera será la Alta India al otro lado del Ganges, terminando en Ayuthia (Odia); la cuarta será sobre el reino de China y todas las provincias sujetas a él, con la noble isla de Liu Kiu (Lequeos), Japón (Janpon), Borneo, los Lufoes y los Macasares (Macaceres) la quinta será sobre todas las islas en detalle [Indonesia].
(Cortesão, 1944, p. 4)
Pires llegó a la portuguesa Cochin (Kochi), India, en 1511, tras hacer escala en Adén, en la desembocadura del Mar Rojo, y en Ormuz, en el extremo sur del golfo Pérsico. Poco se sabe de sus primeros años, aunque es posible que fuera un boticario de segunda generación de la familia real. Su primer trabajo en la India fue como "comisario de drogas" en Cochin, pero pronto fue enviado a Malaca, Malasia como encargado de registro. Desde allí visitó Java, Ceilán (Sri Lanka), las Molucas (islas de las Especias) y finalmente fue enviado a China, donde murió en 1524 en una misión diplomática fallida.
Pires nos dejó vívidas descripciones de los principales puntos de comercio del océano Índico. Es la primera descripción del archipiélago malayo y de la red comercial que se extiende hacia el este hasta Japón. Es una notable recopilación de las actividades comerciales que incluye información histórica, geográfica, etnográfica, económica y comercial. A través de sus páginas se puede seguir toda la compleja red comercial que atravesaba el océano Índico.
Pires tenía muy claro el papel central del comercio en el océano Índico. Como él mismo describe en su prefacio:
Y en esta Suma hablaré no solo de la división de las partes, provincias, reinos y regiones y de sus fronteras, sino también de los tratos y comercio que tienen entre sí, cuyo comercio de mercancías es tan necesario que sin él el mundo no seguiría adelante. Esto es lo que ennoblece a las ciudades, lo que trae la guerra y la paz.
(Cortesão, 1944, p. 4)
Tomé Pires describe Cambay, en la provincia de Guyarat, al noroeste de la India, como el centro de la red comercial india. Fue el hogar de los que llegaron a ser los marineros más viajeros del mundo. Como él mismo observó:
No hay duda de que este pueblo tiene la flor y nata del comercio. Son hombres que entienden de mercancías; están tan debidamente impregnados del sonido y la armonía de las mismas, que los guyaratíes dicen que cualquier delito relacionado con las mercancías no es perdonable. Hay guyaratíes establecidos en todas partes. Trabajan unos para unos y otros para otros... Cambay principalmente extiende dos brazos, con el derecho tiende la mano hacia Adén y con el otro hacia Malaca, como los lugares más importantes a los que navegar....
(Ibid, p. 42)
García de Orta
Los registros de cómo se cultivaban y procesaban las especias en el antiguo sudeste asiático nos fueron legados en los notables Coloquios sobre los medicamentos simples y drogas de la India de García de Orta, publicados en 1563. De Orta fue un médico portugués, judío sefardí, que trabajó durante décadas para la élite de la colonia de la Goa portuguesa, en la India.
Dejó numerosos relatos sobre antiguas prácticas agrícolas orientales. Así lo cuenta:
Los árboles [de canela] son del tamaño de aceitunas o más bien más pequeños, las ramas son numerosas y no torcidas, sino algo rectas. Las flores son blancas, el fruto negro y redondo, más grande que un mirto, o entre este y una nuez. La canela [en portugués] es la segunda corteza del árbol: pues tiene dos cortezas como el alcornoque, que tiene corteza y cáscara... Primero, quitan la corteza exterior y limpian la otra. La corteza exterior, cortada en cuadrados, se tira al suelo. Cuando está en el suelo, se enrolla en forma redonda, de modo que parece la corteza de un palo, que no lo es. Los palos tienen el tamaño del muslo de un hombre. La corteza más gruesa tiene el grosor de un dedo. Toma un color bermellón, o el que se da cuando la quema el sol; o más bien como ceniza mezclada con vino tinto, muy poco de la ceniza y mucho del vino...Se coge la corteza de este año y luego de tres años el árbol renueva su corteza.
(de Orta, 1563, pp. 129-130)
Nos habla de la cosecha del jengibre en la India:
Se recoge en diciembre y enero, se seca y se cubre con arcilla en agujeros para evitar que se pudra. También se encierra en arcilla para que pese más y se mantenga fresco, conservando su humedad natural. Además, si no está bien cubierto de arcilla los gusanos se lo comen. También es más húmedo y tiene mejor sabor.
(Ibid, p. 399)
García de Orta describió el árbol de la nuez moscada de la siguiente manera:
Es como un peral, o, para ser más exactos, como un pequeño melocotonero. La corteza es dura, la piel exterior es más dura que la de las peras verdes. Si se quita la corteza gruesa, aparece una corteza muy fina como la que rodea nuestras castañas. Esta rodea la nuez. La nuez es como un pequeño fruto seco. La delicada piel que la rodea es la maza... Debes saber que cuando la nuez moscada empieza a hincharse, rompe la primera corteza, al igual que nuestras castañas rompen su espinosa cubierta, y la maza se vuelve muy roja, y parece una fina gramínea. Es el espectáculo más hermoso del mundo cuando los árboles están cargados...
(Ibid, pp. 272-273)
También proporcionó el registro más antiguo del cultivo de la pimienta negra. Escribió:
El árbol de la pimienta se planta al pie de otro árbol, generalmente al pie de una palmera o cachou. Tiene una raíz pequeña y crece a medida que crece el árbol que lo sostiene, trepando a su alrededor y abrazándolo. Las hojas no son numerosas, ni grandes, más pequeñas que una hoja de naranjo, verdes y puntiagudas, arden un poco casi como el betel. Crece en racimos como las uvas, y solo difiere en que la pimienta es más pequeña en los granos, y los racimos son más pequeños, y siempre verdes en el momento en que la pimienta se seca. La cosecha alcanza su perfección a mediados de enero. En Malabar, la planta es de dos clases, una es la pimienta negra y la otra blanca; y además de estas hay otra en Bengala llamada pimienta larga...
(Ibid, p. 399)
Jan Huygen van Linschoten
En gran medida, el camino holandés hacia las Indias Orientales fue allanado por el aventurero Jan Huygen van Linschoten, que en 1595 publicó su Itinerario, casi una exposición del comercio portugués de especias. Huygen nació en Haarlem (Holanda) en 1563, hijo de un posadero. A los 16 años marchó a España para trabajar con su hermano en Sevilla durante cinco años y luego se dirigió a Lisboa, donde se empleó como mercader. En 1583 consiguió un empleo como contable del arzobispo de Goa, Joa͂o Vicente da Fonseca, y se embarcó rumbo a la India. Una vez allí, Huygen se dedicó a aprender sobre Goa y sus habitantes, asimilando gran cantidad de información náutica y mercantil visitando los muelles y hablando con los marineros. Obtuvo muchos conocimientos de primera mano sobre las rutas y prácticas comerciales portuguesas "secretas", e incluso entabló amistad con el virrey portugués, que le permitió ver cartas de navegación de alto secreto que copió con astucia. Huygen amaba su vida en Goa, pero se vio obligado a abandonarla en 1588 al morir su padrino. De camino a casa, su barco naufragó cerca de las Azores y permaneció dos años en la isla de Terceira trabajando para rescatar y vender las especias que había a bordo del barco. También comenzó a escribir sus futuras publicaciones.
Finalmente volvió a casa en 1592, pero su afán viajero no se había extinguido, y navegó al Ártico con Willem Barents en las dos primeras de sus fallidas misiones para encontrar el Paso del Noreste a China. Hubo que esperar hasta 1595 para que Huygen se asentara definitivamente y terminara el Itinerario, en el que describía sus experiencias en Oriente y ofrecía información detallada sobre la ruta a la India, la naturaleza de los mercados de especias y el estado del Estado da Índia portugués. El libro documentaba claramente la creciente sospecha europea de que el Estado da Índia se había vuelto decadente y sobrecargado. Demostró que los portugueses no controlaban realmente los mercados de Java, que terminaría convirtiéndose en el centro de la Indonesia holandesa. Y lo que es más importante, el libro ofrecía información náutica y económica casi completa sobre el océano Índico, que hasta su publicación había sido un secreto muy bien guardado por los portugueses.
Ralph Fitch
En 1591, el primer viajero inglés del mundo, Ralph Fitch, regresó a casa tras un asombroso viaje de ocho años por Mesopotamia, el golfo Pérsico, el océano Índico, la India y el Sudeste Asiático. Regresó con increíbles conocimientos de primera mano sobre el funcionamiento interno del comercio de especias y sus oportunidades. Su viaje comenzó en febrero de 1583, cuando se embarcó rumbo a Alepo (Siria) con dos mercaderes, John Newberry y John Eldred, un joyero, William Leedes, y un pintor, James Story. Su viaje tenía por objeto establecer alianzas comerciales y políticas con el Imperio otomano.
Los cinco viajaron por el Éufrates, cruzaron el sur de Mesopotamia hasta Bagdad y siguieron el Tigris hasta Basora, donde Eldred se quedó para comerciar. Fitch y los demás encontraron un pasaje por el golfo Pérsico hasta la fortaleza portuguesa de Ormuz, donde fueron detenidos como espías y enviados a través del océano Índico hasta Goa. Allí permanecieron cautivos hasta que dos jesuitas ingleses les ayudaron a escapar. Story optó por unirse a su secta y quedarse, mientras que los otros dos continuaron a través de la India hasta llegar a la corte del gran líder mogol Akbar en Agra.
Leedes consiguió un puesto de Akbar y se quedó, mientras que Fitch y Newberry continuaron hasta Allahabad, tras unirse a un enorme convoy que transportaba sal, opio, plomo y alfombras. Newberry decidió regresar a casa, pero nunca más se supo de él. Fitch siguió viajando, navegando por los ríos Yamuna y Ganges de 1585 a 1586, y luego por mar hasta Pegu y Birmania, donde siguió adentrándose en el interior del continente por el río Irrawaddy. A principios de 1588 visitó Malaca e intentó, sin éxito, entrar en el mar de la China Meridional. Decidió entonces que había llegado el momento de volver a casa, y viajó primero a Bengala, rodeó la península de la India hasta Cochin y Goa, luego a Ormuz, remontó el golfo Pérsico hasta Basora y bajó por el Tigris y el Éufrates hasta Alepo y Trípoli. Fitch regresó a Londres el 29 de abril de 1591, ocho años después de su partida, tras haber recorrido toda la ruta de las especias, desde el Levante hasta el sudeste asiático. Apareció en Londres después de haber sido dado por muerto durante mucho tiempo y, hasta su desaparición real 20 años más tarde, sus relatos como testigo ocular sirvieron de revulsivo y modelo para las primeras misiones inglesas en el océano Índico.
El legado de los cuatro grandes viajeros
Los informes de estos cuatro aventureros pioneros animaron a holandeses e ingleses a seguir los pasos de los portugueses hacia las riquezas del Índico. A finales del siglo XVI, la red comercial del Índico ya no era un misterio para ellos y entraron exuberantes en una lucha de poder con Portugal y entre ellos por su control.