La colección de proverbios sumerios y babilónicos de Asurbanipal
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La colección de proverbios sumerios y babilónicos de Asurbanipal (siglo VII a.C.) formaba parte de su famosa biblioteca, establecida en Nínive con el propósito expreso de preservar el conocimiento del pasado para las generaciones futuras. Se piensa que estos adagios influyeron en las obras incluidas en el libro bíblico de Proverbios, y en otros textos de sabiduría escritos con posterioridad.
Los apotegmas, escritos en caracteres acadios, incluían observaciones de sentido común y profundas reflexiones. El más antiguo de los proverbios sumerios se habría tomado de la tradición oral y registrado en ese idioma en el Período Dinástico Arcaico (2900-2334 a.C.), para luego conservarlos en acadio. Por otra parte los proverbios babilónicos datarían del Período paleobabilónico (2000-1600 a.C.) y de fechas posteriores. Los llamados «proverbios babilónicos» o «proverbios acadios» son por lo general de origen sumerio, copiados o reescritos con un estilo diferente en textos posteriores.
De entre ambos conjuntos de proverbios, algunos resultan de fácil comprensión, mientras otros, como hacen referencia a cosas que hoy en día se han perdido, tienen escaso sentido para el lector moderno. Por ejemplo, es probable que «El sacerdote en come pescado y come puerros; pero el berro le produce malestar» (5.6) resultara de fácil comprensión por un sumerio de la Antigüedad, pero no resuena en un público de la actualidad; sin embargo, «Una casa construida por un hombre justo se destruye por un hombre traicionero» (23.4), mantiene su relevancia. Aun así, la frase sobre el sacerdote en estimula la imaginación, dado que alguien de hace 2.000 años consideró que la observación tenía suficiente importancia como para ponerla por escrito.
los proverbios ILUSTRAN LA MANERA EN QUE LAS GENTES VEÍAN AL MUNDO, LO QUE valoraban y A QUÉ LE TEMÍAN.
El descubrimiento de las obras se realizó entre los años 1850 y 1853 en las ruinas de la antigua ciudad de Nínive, en Kouyunkik, Irak, gracias a los arqueólogos sir Austen Henry Layard y Hormuzd Rassam, que hallaron la Biblioteca de Asurbanipal. En excavaciones realizadas con posterioridad, que se extendieron hasta alrededor de la década de 1930, se encontraron otros refranes. No se conoce la ubicación exacta de las tablillas encontradas en Nínive puesto que las de la biblioteca de Asurbanipal se mezclaron por accidente con las de la biblioteca del Palacio del Norte al transportarse al Museo Británico, donde se conservan hoy en día.
Los refranes se escribieron en caracteres cuneiformes sobre tabletas de arcilla de distintos tamaños, las cuales proveen a los investigadores de la actualidad una visión de los mecanismos internos del sistema educativo mesopotámico. Muchas tablillas muestran con claridad la mano de un instructor y la copia de un alumno, mientras que en otras figuran las tareas que se asignaban para realizar en el hogar; otras más contienen textos completos muy elaborados. Además de proporcionarnos una ventana a la educación de los escribas de la antigua Mesopotamia, también ofrecen una panorámica general acerca de la manera en que se desenvolvía la vida de las gentes, su visión del mundo, lo que valoraban y a qué le temían, cuestiones que no resultan ajenas en la actualidad.
Las escuelas de escribas y los proverbios
Los proverbios eran claramente un aspecto importante del sistema educacional de la edubba («Casa de las Tablillas»), la escuela sumeria dedicada a los escribas establecida en la época del Período Dinástico Arcaico. El currículo de la edubba perduró, más o menos sin cambios, a lo largo del resto de la historia de Mesopotamia. Por lo común, los estudiantes eran varones, si bien existen pruebas de la existencia de mujeres escribas. Todos procedían de familias de clase alta que podían permitirse pagar la matrícula y enviar a sus hijos a la escuela durante unos 10 o 12 años, en vez de ponerlos a trabajar. También se educaba a los esclavos de los amos de mayor afluencia, quienes necesitaban que supieran leer y escribir para llevar a cabo actividades mercantiles, o a los de los sacerdotes, que requerían de contadores y secretarios instruidos, para emplearlos en los templos.
La mayoría de las sentencias tenían una extensión de una sola línea, razón por la cual se empleaban como textos durante las primeras etapas de la educación de los estudiantes, que comenzaba a temprana edad, alrededor de los 8 años. Sin embargo, antes que un alumno pudiera siquiera intentar escribir los adagios, necesitaban dominar los aspectos básicos de la escritura cuneiforme, que después de alrededor de 3200 a.C. contaba con 600 caracteres. El estudiante también tenía que aprender cómo moldear su propia tablilla de arcilla y crear su propia herramienta de escritura, el estilo o estilete, a partir de una caña afilada. Más adelante, antes de pasar a escribir palabras y oraciones, el discípulo comenzaría a practicar la confección de signos y caracteres apretando la punta del estilo, en forma de cuña, sobre la superficie húmeda de la tablilla de arcilla.
El académico A. Leo Oppenheim ha concebido un esquema que describe el progreso de un alumno, desde sus primeros intentos hasta obras completas. Los asiriólogos Megan Lewis y Joshua Bowen explican claramente la progresión en Digital Hammurabi (Hammurabi Digital):
1ª Etapa: Se empleaban tablillas de «forma de lenteja» para que el estudiante practicara la forma correcta de hacer signos y marcas acuñadas y más tarde dominara listas de palabras.
2ª Etapa: Se utilizaban tabletas algo más grandes en las que el instructor escribía el texto en el lado izquierdo y el estudiante lo copiaba en el derecho. El lado derecho de las tablillas era a menudo más delgado que el izquierdo, debido a que el estudiante borraba sus errores. El reverso de la tablilla contenía una lección anterior, ya dominada por el alumno.
3ª Etapa: Se usaban tablillas de una sola columna, que contenían la cuarta parte o más de una larga composición que se había completado y memorizado.
4ª Etapa: Las tablillas de múltiples columnas incluían composiciones memorizadas que se habían completado y pulido.
Los proverbios sumerios y babilónicos hallados en la biblioteca de Asurbanipal, así como en los yacimientos de Sultantepe, Nippur, Uruk, y otros, demuestran la manera en que se empleaban a lo largo de las cuatro etapas. El especialista Jeremy Black explica la forma en que se introducían los proverbios en el entrenamiento de los escribas, durante su tránsito por las cuatro etapas de Oppenheim:
Algunas de las tablillas son pequeñas y redondas, y contenían por el frente un único proverbio de dos o tres líneas, escrito con buena caligrafía, que se supone que pertenecía a un maestro o un estudiante avanzado; por el reverso también estaban marcadas de forma más torpe, es probable que por un alumno que lo aprendía por primera vez. Otro tipo de tableta estándar mucho más grande presenta por lo común entre 10 y 20 líneas (de 5 a 10 proverbios) en el anverso rectangular, también en dos copias: el modelo a ser reproducido a la izquierda y el intento del estudiante de replicarlo a la derecha. En el reverso de estas tablillas el estudiante acostumbraba copiar un extracto mucho más largo de un ejercicio anterior, o de una parte precedente de la colección de proverbios. El tercer tipo de tableta es un rectángulo por lo general más pequeño, que solo contenía la copia del alumno de un extracto similar de entre 5 a 10 proverbios. Por último, existen tablillas de varias columnas que contienen toda una colección, o partes significativas de ella, al parecer escritas por alumnos que completaban esa etapa de su educación. (282)
Los proverbios, por tanto, hacían la función de textos educacionales estándar desde la introducción inicial del escriba a la alfabetización hasta alcanzar la destreza al graduarse.
El uso cotidiano de los proverbios
Sin embargo, una vez graduados, los escribas mesopotámicos llevaban consigo los proverbios, copiaban otros, generaban los suyos propios y desarrollaban algunos de los conceptos hasta convertirlos en obras didácticas, a menudo en forma de fábulas. El profesor Samuel Noah Kramer, comenta:
Los hombres de letras sumerios incluían en sus numerosas colecciones de proverbios no solo dichos de todo tipo, sino también máximas, trivialidades, adagios, refranes y paradojas, así como fábulas. Estas últimas eran bastante parecidas a las clásicas fábulas de Esopo, pues contaban con un corto pasaje introductorio en estilo narrativo. (123)
En muchos proverbios figuran bueyes, asnos, y en especial, perros, que representaban varios aspectos de la vida, los cuales se especificaban en el contexto de una línea. En ocasiones el perro constituye una clara personificación del «hambre», o de la «pereza», o del «destino», y en ocasiones un perro no es más que un perro, como en el proverbio en que se hace una sencilla observación acerca del comportamiento de los canes: «El perro del herrero no pudo tumbar el yunque; de modo que viró el cántaro». (Kramer, 121)
Algunos proverbios parecen paradójicos y su significado resulta oscuro, mientras otros, como «La amistad dura un día; el parentesco resiste una eternidad», son explícitos. (Kramer, 121). Muchos adagios se expresan en más de una escueta línea, como el que sigue, que habla de qué atesorar y de qué cuidarse:
La cantina del desierto (oasis) es la vida del hombre El zapato es el ojo del hombre La esposa es el futuro del hombre El hijo es el refugio del hombre La hija es la salvación del hombre La nuera es el demonio del hombre. (Kramer, 121)
Tal y como resalta Kramer, los antiguos mesopotámicos empleaban los proverbios en la misma forma que los usan las gentes en la actualidad. El refrán sumerio «Tras escapar del toro salvaje, la vaca salvaje me confrontó», no es más que una versión anterior del dicho moderno «Huir del fuego para caer en las brasas» (122). Estos primeros proverbios de los sumerios ejercieron influencia en la creación de los que los babilonios y otros acuñaron con posterioridad, hasta arribar más adelante a los escribas hebreos, responsables de los bien conocidos trabajos que aparecen en el Libro de los Proverbios de la Biblia.
El texto
Los siguientes pasajes se extraen de The Literature of Ancient Sumer (La literatura de la antigua Sumeria), traducida por Jeremy Black et al., y de The Electronic Text Corpus of Sumerian Literature (Texto electrónico del cuerpo de la literatura sumeria), de los mismos traductores. Los proverbios babilónicos provienen de Ancient History Sourcebook (Libro de referencia de historia antigua), que utiliza como fuente original Archaeology and The Bible (La arqueología y la Biblia), obra de George A. Barton publicada en 1920. A continuación se presenta una breve muestra de una colección mucho más amplia seleccionada como una representación general de proverbios mesopotámicos.
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Proverbios sumerios
1.4. Se nubló, pero no llovió. Llovió, pero nadie se zafó el cinto. Aunque el Tigris se encontraba en su crecida, no hubo agua que alcanzara las tierras arables. Llovió en la ribera, pero a la tierra seca nada llegó.
1.8. «Aunque aún tengo pan, ¡me comeré el tuyo!» ¿Acaso por esto querrán más a un hombre los de la casa de su amigo?
1.11. No hablas de lo que has hallado. Mencionas solo lo que has perdido.
1.31. El pan prestado no se devuelve.
1.55. Si eres pobre, estás mejor muerto que vivo: si tienes pan, no puedes permitirte sal; si tienes sal, no puedes concederte pan.
1.91. El corazón de mi prometida es un corazón hecho para mí.
2.14. El destino es un perro que siempre camina detrás del hombre.
2.71. Di una mentira y luego di la verdad; se escuchará como mentira.
2.81. Uno no se casa con una esposa de tres años, como hace el asno.
2.121. Lo bueno es encontrarlo; lo malo es perderlo.
5.6. El sacerdote en come pescado y puerros; pero el berro lo enferma.
5.67. Nadie camina una segunda vez por el sitio donde el león se ha comido a un hombre.
5.78. El perro le dijo a su amo: «Si mi placer no te importa, tampoco te importará que me pierda».
5.97. El perro con el que se juega se convierte en cachorro.
5.112. Es un perro sin cola.
7.8. El señor maldijo a Unug, pero la señora de Inanna lo maldijo a él.
7.14. El esquilador de ovejas se viste con trapos sucios.
7.31. Todo lo recogió para sí, pero tuvo que sacrificar a su cerdo.
7.79. El sol jamás abandona mi corazón, lo cual supera a un jardín.
7.81. El buey del forastero come hierba mientras el propio se queda hambriento.
7.104. Los que se emocionan no deben ser capataces. El pastor no debe ser labriego.
9.15. Nanni apreciaba su avanzada edad. No había terminado la edificación del templo de Enlil. No [había terminado] la construcción de la muralla de Nippur. Había abandonado la construcción del E-ana. Había apresado a Simurrum, pero no había podido recibir su tributo. No se le confirió poderosa monarquía de tipo alguno. ¿No fue Nanni, así, conducido al inframundo con el corazón deprimido?
14.1. Que el favor se devuelva a quien devuelve favores.
14.19. Tanto el palacio como el infierno exigen obediencia de sus habitantes.
21.2. A una ciudad asolada por plagas uno tiene que ser conducido como mulo de carga.
23.4. La casa construida por el hombre recto se destruye por el hombre traicionero.
25.6. El palacio es un lugar resbaloso donde se patina. Cuida tus pasos cuando decidas irte a casa.
27.1. El palacio se inclina, pero solo por voluntad propia.
28.1. El palacio: un día una madre que se lamenta, al siguiente una madre que da a luz.
29. Ni el palacio puede evitar el páramo. Ni la barca puede evitar la paja. Ni el noble puede evitar trabajar sin paga.
31.4. Lo que fluye hacia adentro jamás es suficiente para llenar, y lo que fluye hacia afuera jamás puede ser detenido: ¡no envidies la propiedad del rey!
31.6. Cuando un hombre que navega río abajo se encuentra con otro cuya barca viaja río arriba, la inspección es una abominación [para los dioses].
Proverbios babilónicos
1. No realizarás acto hostil, para que no te consuma el temor a la venganza.
2. No harás el mal, para que puedas obtener la vida eterna.
3. ¿Acaso concibe una mujer que es virgen, o engorda sin comer?
4. Si suelto algo, lo arrebatan; si hago más de lo que se espera, ¿quién me pagará?
5. Ha cavado un pozo donde no hay agua, ha cultivado una vaina sin granos.
6. ¿Recibe el pantano el precio de sus carrizos, o los campos el precio de su vegetación?
7. El fuerte vive de su jornal; el débil del jornal de sus hijos.
8. Es absolutamente bueno, pero está revestido de tinieblas.
9. No pegarás con aguijón en la cara del buey que se afana.
10. Mis rodillas andan, mis pies no se fatigan; pero un tonto ha interrumpido mi rumbo.
11. Su asno soy; enjaezado estoy a un mulo: de una carreta tiro, en busca de cañas y forraje ando.
12. La vida de anteayer ha partido hoy.
13. Si la vaina no sirve, el grano no sirve, no producirá semilla.
14. El grano excelente prolifera, ¿pero qué concluimos de eso? El grano modesto prolifera, ¿pero que concluimos de eso?
15. La ciudad cuyas armas no son poderosas, no debe apurar a que entre al enemigo que se encuentra a sus puertas.
16. Si vas y tomas el campo de un enemigo, el enemigo vendrá y tomará tu campo.
17. En un corazón feliz se vierte un aceite del cual nadie sabe.
18. La amistad es para el día de la tribulación, la posteridad, para el futuro.
19. Un burro en otra ciudad se convierte en su guía.
20. La escritura es la madre de la elocuencia y el padre de los artistas.
21. Se gentil con tu enemigo, como con un viejo horno.
22. El don del rey constituye la nobleza de los encumbrados; el don del rey constituye el favor de los que gobiernan.
23. La amistad en días de prosperidad es servidumbre para siempre.
24. Donde hay sirvientes hay peleas, calumnia donde los que ungen, ungen.
25. Cuando veas las ganancias del temor a dios, exalta a dios y bendice al rey.
Conclusión
Al igual que lo ocurrido con otros textos descubiertos en las ruinas de la biblioteca de Asurbanipal durante el siglo XIX, los proverbios sumerios y babilónicos cambiaron la forma de entender su historia, así como las anteriores interpretaciones de la Biblia. El hallazgo de La Epopeya de Gilgamesh, que contiene un relato sobre el Diluvio Universal, y El Mito de Adapa, acerca de la caída del hombre, dos historias que anteceden en miles de años a las narraciones bíblicas, significó que no podía continuarse afirmando que la Biblia constituía una obra original, ni que era el libro más antiguo del mundo, como se creía con anterioridad.
Se entiende hoy que los proverbios bíblicos se desarrollaron a partir de estas obras anteriores, aunque esto no hizo sino aumentar su relevancia y carácter humano. Según Kramer comenta:
En general, una de las características significativas de los proverbios es la relevancia universal de sus contenidos. Si en algún momento se dudara de la hermandad entre los hombres y de una humanidad común a todos los pueblos y razas, recurramos a sus refranes y máximas, sus preceptos y adagios. Más que cualquier otra obra literaria, estos atraviesan la corteza de los contrastes culturales y las diferencias de entorno, y ponen al descubierto la naturaleza fundamental de todos los hombres, sin importar dónde y cuándo viven. (117)
El descubrimiento de los proverbios sumerios y babilónicos de la colección de Asurbanipal, así como los que se han hallado en otros lugares, conectaron a las gentes de la era moderna con las del más remoto pasado en el más básico y profundo de los niveles, al expresar las mismas preocupaciones, esperanzas, humores, relaciones, temores, y alegrías. Los proverbios de la Antigüedad proveen hoy un tipo idéntico de conexión con una inmediatez que no se experimenta en obras más largas, lo que los convierte en los mejores emisarios entre el pasado y el presente.
¿Cuándo se escribieron los proverbios sumerios y babilónicos?
Los proverbios sumerios se comenzaron a escribir alrededor del período 2900-2334 a.C.; los proverbios babilónicos datan de alrededor del período 2000-1600 a.C.
¿De qué tratan los proverbios sumerios y babilónicos?
Los proverbios sumerios y babilónicos contienen observaciones acerca de la vida y profundas reflexiones originadas en la antigua Mesopotamia.
¿Los proverbios sumerios y babilónicos son más antiguos que el libro bíblico de Proverbios?
Sí, los proverbios sumerios y babilónicos anteceden a la Biblia en varios miles de años.
¿Dónde y cuándo se hallaron los proverbios sumerios y babilónicos?
Los proverbios sumerios y babilónicos se encontraron en las ruinas de la biblioteca de Asurbanipal, en Nínive, entre 1850 y 1853 y después, tanto en este sitio como en otros, en Nippur, Uruk, Sultantepe, y Babilonia, hasta 1930 y más tarde.
Interesado en el estudio de las migraciones, costumbres, las artes y religiones de distintas culturas; descubrimientos geográficos y científicos. Vive en La Habana. En la actualidad traduce y edita libros y artículos para la web.
Joshua J. Mark no sólo es cofundador de World History Encyclopedia, sino también es su director de contenido. Anteriormente fue profesor en el Marist College (Nueva York), donde enseñó historia, filosofía, literatura y escritura. Ha viajado a muchos lugares y vivió en Grecia y en Alemania.
Mark, Joshua J.. "La colección de proverbios sumerios y babilónicos de Asurbanipal."
Traducido por Waldo Reboredo Arroyo. World History Encyclopedia. Última modificación enero 24, 2023.
https://www.worldhistory.org/trans/es/2-181/la-coleccion-de-proverbios-sumerios-y-babilonicos/.
Escrito por Joshua J. Mark, publicado el 24 enero 2023. El titular de los derechos de autor publicó este contenido bajo la siguiente licencia: Creative Commons Attribution-NonCommercial-ShareAlike. Por favor, ten en cuenta que el contenido vinculado con esta página puede tener términos de licencia diferentes.