La pintura miniatura persa

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Pegah Eidipour
por , traducido por Gilda Macedo
Publicado el 24 agosto 2021
Disponible en otros idiomas: inglés, francés, turco
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La pintura en miniatura de Persia es un arte cortesano y aristocrático, con colores exquisitos, composiciones equilibradas y una meticulosa atención a los detalles. Aunque sus orígenes pueden ser difíciles de rastrear, muchos consideran el Arzhang, el libro ilustrado del profeta Mani (fundador del maniqueísmo y también artista) del siglo III d. C., durante el Imperio sasánida, como la base de las escuelas de pintura persas.

Nighttime in a City
Noche en la ciudad
Mir Sayyid ‘Ali (CC BY-NC-SA)

A lo largo de su historia, la pintura en miniatura persa ha tenido una estrecha afinidad con las cortes reales y su progresión y desarrollo estaban estrechamente relacionados con el mecenazgo real y el grado en que los gobernantes y sus gobernadores regionales apoyaban y alentaban a los artistas. Además de las capitales de cada periodo, algunas regiones y ciudades también fueron testigos y acogieron la aparición de diferentes escuelas de pintura, siendo algunas de las más conocidas Tabriz, Shiraz y Herat.

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Aunque cada escuela tenía sus propias características que la diferenciaban de las demás, como la elección de la paleta de colores o las proporciones de las figuras humanas, todas compartían algunos rasgos estilísticos similares, como la representación de los rostros desde la vista de tres cuartos, la ausencia de profundidad perspectiva y el uso de varios ángulos para representar los elementos dentro de un mismo cuadro. Además, la pintura en miniatura persa ha experimentado diversas influencias de la pintura china y, luego, de la europea en los siglos XVIII y XIX d. C. Sin embargo, siempre ha conseguido mantener su identidad y esencia persa.

Temática y características

Existen numerosas características tanto visuales como simbólicas que distinguen a la pintura persa de sus homólogas orientales, y estas cualidades reflejan la visión artística y filosófica de los artistas persas. La creencia común entre los estudiosos es que durante los últimos años del siglo XIV y el XV d. C., la pintura persa estaba alcanzando su cima y, según Arthur Upham Pope, fue durante estos dos siglos cuando tomó forma un estilo definitivo de pintura persa. Señala:

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Toda la composición está en un solo plano. No hay cortinas sucesivas de luz decreciente, ni perspectivas convergentes que rompan la superficie. Las figuras no están rodeadas por ninguna atmósfera ni proyectan sombras. Ni la figura individual ni los colores se mezclan o fusionan y el modelado, salvo el más superficial y delicado, se evita cuidadosamente. (107)

Las miniaturas persas están libres de cualquier espacio particular o tiempo que les otorgue de cualidad trascendental.

Debido en parte a la influencia del sufismo y su sistema de pensamiento, las miniaturas persas están libres de cualquier espacio o tiempo particular que las dote de una cualidad trascendental. Aunque se representen elementos como la luna, las estrellas o incluso el sol en el cielo, que las marque como diurnas o nocturnas, no tienen ningún efecto particular sobre el resto del cuadro, ya que no hay ningún juego de luces y sombras en la composición. En algunos ejemplos, mediante el uso de un marco separado (con un color de cielo y vegetación diferentes) dentro de la composición, el pintor persa ha conseguido incluso crear dos líneas temporales simultáneas. Además, como ya se ha mencionado, las miniaturas persas carecen de profundidad perspectivista. En su lugar, todo lo que está dentro de la composición se mueve hacia arriba y se representa en capas, en lugar de disminuir de tamaño y parecer que se mueve hacia dentro.

Antes de la influencia predominante del arte europeo, la vestimenta de las figuras de las miniaturas persas era casi la misma en casi todos los periodos. Revestida de ricos colores lisos y a veces decorados con delicados motivos, tanto los personajes masculinos como los femeninos visten casi igual, lo que a veces hace difícil distinguirlos. Los tocados son una de las especificaciones que ayudan al espectador a distinguirlos. Mientras que las mujeres suelen llevar delicados pañuelos y coronas ornamentadas, los hombres llevan diferentes sombreros de pieles de animales y distintos turbantes. En el caso de los hombres, el estilo del tocado también suele ayudar a identificar el periodo al que pertenece el cuadro. Por ejemplo, los safávidas, también conocidos como los "cabezas rojas", pueden identificarse con la vara roja que se coloca sobre sus gorros con turbante.

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Otro aspecto interesante de las figuras de estos cuadros es el ángulo desde el que se representan las partes del cuerpo. Al pintar las manos, los pulgares suelen estar alejados del resto de los dedos y la mano en su totalidad tiene un delicado movimiento de danza. Los pies también se representan casi siempre de perfil. Además, en el conjunto de la composición se observa que cada elemento (ya sea arquitectura, vegetación o jardines) se representa desde distintos puntos de vista y ángulos. Esto recuerda al arte egipcio y su representación de la figura humana y otros elementos pictóricos, cada uno desde su ángulo perfecto.

Zal Consults the Magi
Zal consulta al Mago
Sultan Muhammad (Copyright)

Desde el punto de vista temático, las pinturas en miniatura persas representan principalmente escenas de cacerías reales, escenas de batallas y, sobre todo, mitología y poesía persas; en concreto, historias del Shahnameh (Libro de los Reyes Persas) de Ferdowsi (c. 940-1020). Entre las historias más ilustradas de la literatura persa se encuentran los Siete Trabajos de Rustam, Yusuf y Zulaikha, Khosrow y Shirin, y Leyla y Majnun. A partir del reinado del sha Abbas el Grande (que reinó de 1588 a 1629) de la dinastía Safávida, se observa un notable aumento de la influencia del arte europeo en la pintura persa, que se experimentaría no solo en la aparición de nuevos temas, como las pinturas de género, las figuras semidesnudas y las pinturas solistas de pájaros y plantas, entre otros muchos ejemplos, sino también en el uso de la luz y la sombra y en un cambio en la vestimenta de las figuras.

Técnica y material

Para adquirir la habilidad de crear cualquier forma visual de memoria y con precisión, el pintor persa aficionado debía estudiar y practicar copiando obras de los maestros durante años antes de intentar ejecutar una pintura por su cuenta. Cabe mencionar que incluso los propios maestros copiaban ocasionalmente ciertas partes de sus obras para ahorrar tiempo. El proceso de copiado se realizaba con un abanico. Al principio, se perforaba una piel de animal muy fina con una aguja fina, trazando las líneas de la pintura por debajo. Una vez terminado el proceso de perforación, se sustituía la pintura por papel en blanco y se pasaba carbón vegetal en polvo sobre la hoja perforada. El carbón pasaba por los agujeros y dejaba un rastro de la obra copiada en el papel en blanco, tras lo cual el pintor procedía a colorear y detallar más.

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Para crear las finas líneas características de las miniaturas persas, se utilizaban pelos de la cola de ardillas y gatos persas para hacer pinceles.

Aunque el papel propiamente dicho se inventó en China en el año 105 d. C., fue siglos más tarde, a mediados del siglo VIII, cuando los persas empezaron a utilizarlo en lugar del pergamino y el papiro. Para crear las finas líneas características de las miniaturas persas, se utilizaba el pelo de la cola de las ardillas y de los gatos persas para fabricar pinceles de distinto grosor, y para crear los vivos y ricos colores que se utilizaban en las pinturas, se utilizaban pigmentos de fuentes orgánicas y no orgánicas y minerales. Lamentablemente, con el paso del tiempo, algunos de estos colores eran propensos a dañarse y decolorarse, por lo que han perdido su riqueza.

Aunque en siglos posteriores las pinturas de una sola página se hicieron más comunes, los libros ilustrados eran favorables para los nobles y la corte real. La producción de estas obras maestras requería todo un equipo de pintores de miniaturas, escribas, encuadernadores, doradores, etc., que trabajaban todos juntos en un atelier o biblioteca real bajo la supervisión de un director.

Artistas famosos

A lo largo de la historia de la pintura persa, ha habido numerosos artistas que han atribuido a las miniaturas persas muchas características y cualidades únicas. Uno de los miniaturistas persas más conocidos de todos los tiempos es Kamāl al-Dīn Bihzād (c. 1450-1535). Siendo huérfano, se formó con el hábil pintor de miniaturas Mirak Naqqash, pero pronto desarrolló su propio estilo, que marcaría un apogeo en la pintura persa. Bajo el hábil y delicado pincel de Bihzād, la pintura persa encontró vida y movimiento, perdió gran parte de su rigidez y formalidad, y se le inyectó un grado de realismo y dramatismo. Bihzād desplazó el tema de los cuadros hacia la vida cotidiana, creó pinturas y casi como un género en las que las figuras se movían libremente. Con el patrocinio de cuatro gobernantes diferentes desde finales del siglo XV hasta principios del XVI de la época safávida, Bihzād no sólo dirigió las bibliotecas y los ateliers reales, sino que también tuvo un gran número de estudiantes y seguidores que imitaron su estilo de pintura. Más tarde, esto crearía un problema para los estudiosos e investigadores a la hora de identificar las obras que podrían atribuirse realmente al propio artista.

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Dancing Dervishes
Derviches danzando
Kamāl al-Dīn Bihzād (Copyright)

Otro conocido y hábil miniaturista fue Aqa Riza (c. 1565-1635), también conocido como Riza-yi 'Abbasi. Tras disfrutar del patrocinio del sha Abbas el Grande, se le concedió el título de "Abbasi" a principios del siglo XVII. Aunque pasó algunos años de su vida alejado de la corte real y del mundo artístico y se dedicó a actividades humildes, a lo largo de su carrera, Aqa Riza fue "una de las figuras más innovadoras de la época y, debido a sus desarrollos estilísticos durante su carrera, se llegó a pensar que eran dos personas diferentes" (Canby, 98). Además de utilizar nuevos temas, como las mujeres semidesnudas y los jeques y derviches contemplativos, también tenía un enfoque innovador de las técnicas pictóricas. Al describir un dibujo de Aqa Riza que es ilustrativo de su estilo anterior y que puede haber sido falsamente atribuido a Bihzād, Sheila Canby señala:

Ha elegido representar un momento de gran dramatismo y no ha rehuido mostrar la ansiedad del hombre... Para realzar la sensación de movimiento, Riza ha empleado una línea de distinto grosor, que algunos estudiosos creen que fue él, y no Sadiqi Beg, quien introdujo en el dibujo persa. (Canby, 98)

Drawing of a Man Attacked by a Bear
Dibujo de un hombre siendo atacado por un oso
 Riza-yi 'Abbasi (CC BY-NC-SA)

Un artista muy conocido del siglo XVI es Sultān Muhammad, que estuvo activo en la escuela de Tabriz y no solo recibió la influencia de las obras de Bihzād, sino también de la escuela de pintura turcomana. No se sabe mucho sobre su vida, pero sí que trabajó en el atelier del sha Ismail I (que gobernó del 1501 al 1524) y que tuvo muchos alumnos, entre los que se encontraba Tahmaps I. Además de los mencionados aquí por su nombre, hubo muchos artistas de talento que trabajaron tanto de forma independiente como en las cortes y ateliers reales que produjeron algunas de las obras de arte más exquisitas y detalladas.

Influencias posteriores

Las pinturas en miniatura persas han mantenido su encanto y atractivo y, con sus numerosas características únicas, estas pinturas fueron y siguen siendo una fuente de inspiración no solo para los artistas persas contemporáneos, sino también para artistas occidentales como Wassily Kandinsky (1866-1944), Paul Gauguin (1848-1903) y Henri Matisse (1869-1954). En las obras de estos artistas se pueden distinguir rasgos de los colores vivos y ricos, de los patrones, de las composiciones y de la falta de profundidad de la perspectiva que se observa en las pinturas persas.

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Sobre el traductor

Gilda Macedo
Escritora y traductora independiente. Respeto el conocimiento y las formas que cada región y país tiene para narrar su historia. La historia tiene la característica de ser una disciplina que conecta todas las áreas del conocimiento de forma interrelacionada.

Sobre el autor

Pegah Eidipour
Una entusiasta innata de arte y de historia, Pegah recibió su licenciatura de la Universidad de Arte de Teherán y su maestría en Historia del arte de la Universidad Academia de Arte en San Francisco. Ella centra su atención en el arte de Medio Oriente, la historia y la filosofía.

Cita este trabajo

Estilo APA

Eidipour, P. (2021, agosto 24). La pintura miniatura persa [Persian Miniature Painting]. (G. Macedo, Traductor). World History Encyclopedia. Recuperado de https://www.worldhistory.org/trans/es/2-1811/la-pintura-miniatura-persa/

Estilo Chicago

Eidipour, Pegah. "La pintura miniatura persa." Traducido por Gilda Macedo. World History Encyclopedia. Última modificación agosto 24, 2021. https://www.worldhistory.org/trans/es/2-1811/la-pintura-miniatura-persa/.

Estilo MLA

Eidipour, Pegah. "La pintura miniatura persa." Traducido por Gilda Macedo. World History Encyclopedia. World History Encyclopedia, 24 ago 2021. Web. 23 nov 2024.

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