David y Goliat

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Rebecca Denova
por , traducido por Recaredo Castillo
Publicado el 25 agosto 2021
Disponible en otros idiomas: inglés, francés
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David (que llegaría a ser rey de Israel), siendo joven, mató a Goliat, un gigante, campeón de los filisteos, enemigos de Israel. La “historia de David y Goliat” se convirtió en una metáfora de cómo alguien débil puede, a pesar de todo, resultar victorioso sobre un oponente más poderoso, aplicable particularmente a las historias de deportes y de grandes corporaciones que a veces atacan a las más pequeñas en ofertas de adquisición; a veces estas últimas resisten los ataques con éxito.

David with the Head of Goliath
David con la cabeza de Goliat
Caravaggio (Public Domain)

Contexto histórico y literario

La historia del ascenso de David se encuentra en los libros bíblicos de 1 y 2 de Samuel. Estos libros narran las historias del establecimiento de los israelitas en las tierras de Canaán. El material contiene el desarrollo de dos instituciones de Israel: los profetas y los reyes. De acuerdo con la cronología bíblica, cuando los israelitas escaparon de Egipto (en el Libro de Éxodo), invadieron y se instalaron en Canaán, la original “tierra prometida” de Abraham. En términos de gobierno, en este período los habitantes fueron regidos por una confederación de las doce tribus, los hijos de Jacob. Cada una de las doce tribus recibió un territorio. Dentro de los territorios existían santuarios en los que se mantenía la tienda de reuniones. Este santuario portátil contenía el Arca de la Alianza con las tablillas de la Ley de Moisés, recibida en el Monte Sinaí. Este santuario portátil rotaba entre las tribus para evitar los celos o el intento de una tribu de dominar sobre otra.

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Los filisteos establecieron cinco grandes ciudades a lo largo de la costa sur de Israel.

Samuel era un sacerdote, un juez de circuito, y se convirtió en el primer profeta tradicional. Los profetas de Israel servían a los judíos como el equivalente a un oráculo en el mundo antiguo. Los oráculos eran el medio por el cual la gente se comunicaba con sus dioses. En el proceso conocido como adivinación o predicción, una persona generalmente entraba en trance, momento en que era poseída por el dios o la diosa. Las palabras de la deidad eran expresadas, algunas veces en un lenguaje secreto o desconocido, por lo que los sacerdotes debían interpretarlas. Este era el proceso en el más famoso de los oráculos, el de Delfos en Grecia.

Cada uno de los profetas de Israel era “llamado por Dios”, al recibir una intervención divina que le ordenaba proclamar la voluntad de Dios o declarar las injusticias del pueblo. En los libros de los Profetas Judíos, las palabras de Dios son fácilmente distinguibles. Cada oráculo comienza con “Así dice el Señor” y luego sigue el mensaje, como en poesía.

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Los filisteos establecieron cinco grandes ciudades a lo largo de la costa sur de Israel. Uno de los nombres, Gaza, se convirtió en el de la región entre Israel y el Sinaí (la Franja de Gaza). El nombre de toda la región nos viene del latín, Palestina. El dominio de los filisteos se estableció en el siglo XII a.C. y terminó al ser absorbido por la conquista babilónica de la región en el 604 a.C. La animosidad bíblica hacia los filisteos derivó en una acepción moderna de la palabra filisteo: 3. adj. despect. “Dicho de una persona: cerrada a la innovación artística y cultural” (Diccionario de la RAE). Sin embargo, las excavaciones modernas de esas ciudades han revelado que eran un pueblo con una cultura avanzada y con gran sentido artístico en su arquitectura y cerámica.

Philistine Pottery Sherd
Fragmento de cerámica filistea
Osama Shukir Muhammed Amin (Copyright)

Abundan las teorías acerca del origen de los filisteos. Pueden haberse originado a partir de varias tribus de Canaán. Una teoría popular es la que los asimila a los Pueblos del Mar que invadieron el Mediterráneo Oriental en el tiempo del Colapso de la Edad de Bronce (c. 1200 a.C.). No se ha podido verificar de donde llegaron los Pueblos del Mar, pero su presencia está registrada en Egipto. Este período marca el comienzo de la Edad de Hierro (c. 1200 a.C.). Si los filisteos tenían conocimiento de la fabricación de armas de hierro, esta puede ser la razón por la que dominaron a los israelitas. A lo largo de los libros de Samuel, los filisteos son un problema recurrente.

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El primer rey: Saúl

En el antiguo Oriente Medio, a menudo los reyes eran descritos como divinos; podían ser el hijo de un dios y una madre humana o descender directamente de un dios. Esto validaba su autoridad sobre la tierra. Israel era excepcionalmente único por el hecho que el Dios de Israel no tenía una consorte, y que se le había dicho en el monte Sinaí que ellos no debían ser como las demás naciones. Dios era el rey. La situación con los filisteos era tan mala que el pueblo se acercó a Samuel y le dijo: Constitúyenos ahora un rey que nos juzgue, como tienen todas las naciones (1 Samuel 8:5) Samuel lo hizo, pero les advirtió acerca de cómo actuaban los reyes; los reyes toman a las hijas para que los sirvan y reclutan a los hombres para los ejércitos. A través de la historia de este período (como se cuenta en los libros de 1 y 2 de Reyes) siempre hubo un profeta en la corte de cada rey. El rey debía asegurarse de que todos obedecieran la Ley de Moisés, y el Profeta debía supervisar al rey.

El primer rey fue Saúl, de la tribu de Benjamín. Aunque Saúl era un buen guerrero, a menudo malinterpretaba los consejos de Samuel y a veces los ignoraba. El libro de Josué introdujo el concepto de “guerra santa”. Dios podía establecer que ciertas batallas debían ser dedicadas a Él, por lo que no había botín de guerra. “Dedicadas” significaba destruidas; todos los cultivos y almacenes de alimentos debían ser quemados como sacrificio a Dios. Esto incluía que no había prisioneros de guerra; debían ser muertos. Aparentemente Saúl veía esto como un desperdicio y no le hacía caso.

David & Saul by Rembrandt
David y Saúl, de Rembrandt
Rembrandt (Public Domain)

Este es el trasfondo de la introducción de un nuevo rey. Dios le dijo a Samuel que fuera al pueblo de Belén y buscara al hijo de Jesé. Jesé tenía varios hijos, el mayo de los cuales estaba luchando en el ejército de Saúl. David, el más joven permanecía en casa para cuidar de las ovejas. Samuel tomó un jarro con aceite y lo derramó sobre la cabeza de David. La palabra hebrea era meshiach, “frotar” o “ungir”, “mesías” en castellano. Esta unción de los monarcas se convirtió en parte del ritual de coronación.

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El desafío de los filisteos

Los ejércitos se organizaban a menudo con medios privados; los soldados traían sus propios caballo y armadura y dependían de sus familias y amigos para alimentarse. David fue escogido para llevar alimentos a sus hermanos en el ejército de Saúl. El ejército estaba acampado en el valle de Ela, mientras que los filisteos acampaban cerca. Si han visto la película Troya, recordarán que comienza con el ejército griego enviando a su campeón, Aquiles, a enfrentarse con el campeón enemigo. Los filisteos propusieron una solución similar:

De las filas del ejército filisteo salió un guerrero llamado Goliat, que era de Gat, el cual medía unos tres metros de altura. Llevaba puesto un casco de bronce, y una cota de malla, también de bronce, que pesaba cincuenta y cinco kilos. Unas placas de bronce le protegían las piernas, y llevaba al hombro una jabalina del mismo metal. El asta de su lanza era gruesa como un rodillo de telar, y la punta era de hierro y pesaba unos seis kilos. Su escudero iba delante de él. Con fuertes gritos, el filisteo les dijo a los soldados israelitas:

«¿Para qué se forman en orden de batalla? Yo soy un guerrero filisteo, y ustedes están al servicio de Saúl. Escojan a uno de sus guerreros, para que venga y luche contra mí. Si en la pelea él me vence, nosotros nos pondremos a su servicio; pero si yo lo venzo, entonces ustedes serán nuestros esclavos.»

Todavía añadió el filisteo:

«En este día, yo desafío al ejército israelita. Que venga uno de sus guerreros y pelee contra mí.»

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Cuando Saúl y el ejército de Israel oyeron el reto del filisteo, se quedaron atónitos y se llenaron de miedo.

…Durante cuarenta días seguidos, y a mañana y tarde, el filisteo Goliat estuvo desafiando a los israelitas. (1 Samuel 17:4-16)

David quedó horrorizado por el hecho que nadie iba a enfrentarse con Goliat: ¿Quién es este filisteo incircunciso, para provocar al ejército del Dios vivo? (1 Samuel 17:26). Su hermano mayor lo reprendió por dejar el rebaño y por atreverse a cuestionar al ejército. Saúl supo de eso, mandó a llamar a David y le recordó que él era solo un pastor. David le contó cómo había muerto a leones y osos que habían atacado a su rebaño: El Señor me ha librado de las garras de leones y de osos, y también me librará de este filisteo (1 Samuel 17:37). Entonces Saúl le permitió vestirse con su armadura y su casco, pero no le quedaban bien. David tomó entonces cinco cantos de un arroyo para su honda. Los honderos eran una unidad separada en los ejércitos y usaban unas largas tiras de cuero con un receptáculo en que se alojaba una piedra. La honda se hacía girar y se lanzaba la piedra al enemigo.

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Pero David le respondió:

«Tú vienes contra mí armado de espada, lanza y jabalina; pero yo vengo contra ti en el nombre del Señor de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, a quien tú has provocado. Hoy mismo el Señor te entregará en mis manos. Te voy a vencer, y te voy a cortar la cabeza, y los cadáveres de tus compatriotas se los voy a dar a las aves de rapiña y a los animales salvajes. Así en todos los pueblos se sabrá que hay Dios en Israel. Toda esta gente va a saber que el Señor no necesita de espadas ni de lanzas para salvarlos. La victoria es del Señor, y él va a ponerlos a ustedes en nuestras manos.»

(1 Samuel 17:45-47)

David dirigió su piedra a la frente de Goliat haciéndolo caer al suelo. Con la misma espada de Goliat le cortó la cabeza.

David and Goliath
David y Goliat
Titian (Public Domain)

Los filisteos trataron de huir, pero los israelitas, ahora envalentonados, los persiguieron. Saúl de dio a David un alto puesto en el ejército, en el que ganó cada batalla. Esto volvió a Saúl celoso de David:

Después de que David mató al filisteo Goliat y regresó con el ejército, las mujeres de todas las ciudades israelitas se reunieron para recibir al rey Saúl y danzar y cantar al son de panderos y otros instrumentos musicales, pero en sus cantos y danzas decían:

Saúl mató a miles de guerreros,
pero David mató a más de diez mil.

(1 Samuel 18:6-7)

En este punto de la narración, Saúl se volvió contra David y comenzó a mandarlo adelante en las batallas contra los filisteos buscando que lo mataran. Saúl ya vivía temeroso, porque era claro que el Señor ayudaba a David y se había apartado de Saúl (1 Samuel 18:12).

El resto de 1 Samuel cuenta cómo David y su banda de seguidores comenzó una guerra de guerrillas contra los filisteos, pero siempre evitando dañar a Saúl o a sus ejércitos. Después de que los filisteos mataran a Saúl y a sus hijos en el monte Gilboa (1 Samuel 31), las tribus llamaron a David para que fuera el próximo rey. David organizó las tribus en lo que sería una monarquía unida haciendo de Jerusalén su ciudad capital. El rey David se convirtió en uno de los más grandes reyes de Israel y su gobierno es considerado una edad dorada.

Gigantes en el mundo antiguo

Casi desde el principio, la historia de David y Goliat fue analizada en cuanto a su autenticidad. Esto se debe a que diferentes textos tienen diferentes descripciones de su estatura. En la obra del historiador judío del siglo I d.C. Flavio Josefo y en la versión griega de las Escrituras Judías (la Septuaginta), mide "cuatro codos y un palmo" o sea 2,05 metros. Además, había varias formas de medir un codo, siendo la mayoría de las veces el codo real, desde la longitud del codo hasta la punta del dedo medio.

Los antiguos judíos tenían normalmente una estatura de entre 1,52 y 1,75 metros. Puede ser que cualquiera cuya estatura sobrepasara esa medida fuera considerado un “gigante”.

En toda la literatura antigua se encuentran historias acerca de gigantes. Cada cultura incluye historias de este tipo en lo que conocemos como folclore. Los gigantes siempre pertenecen a un pasado distante, algunas veces son buenos, otras, malos. En Génesis 6 dice que los ángeles se unieron con mujeres humanas para producir “los valientes que desde la antigüedad fueron varones de renombre”. El Génesis culpa a esos gigantes de instituir todo el mal en la tierra, el que deberá ser limpiado por Dios enviando el diluvio. En el período romano hubo quienes descubrieron accidentalmente huesos de dinosaurios y los establecieron como prueba de la existencia de los gigantes antiguos.

Los estudiosos y arqueólogos modernos continúan estudiando el tema mediante el análisis científico de restos de esqueletos antiguos. Los antiguos judíos tenían normalmente una estatura de entre 1,52 y 1,75 metros. Puede ser que cualquiera cuya estatura sobrepasara esa medida fuera considerado un “gigante”.

La composición de los Libros de Samuel

1 y 2 de Samuel, junto con Josué, Jueces y 1 y 2 de Reyes, son conocidos colectivamente como Historia Deuteronómica. Esto sucedió cuando las primeras composiciones de lo que se convertiría en las Escrituras Judías pasaron por una edición final durante el período del exilio babilónico (596-529 a.C.) (debe notarse que la descripción de la armadura de Goliat se acerca más a la de una armadura griega del siglo VI a.C. que a una del siglo X a.C.) Mirando retrospectivamente su violenta historia antigua, algunos de los editores culparon de sus desastres al establecimiento de la monarquía. Este puede ser el período cuando las historias de David se mostraban como un modelo de buen reinado en oposición al poco brillante de Saúl.

King David Writing Psalms
El rey David escribiendo los Salmos
Giovanni Francesco Barbieri (Public Domain)

La historia de David y Goliat representa varios temas que se encuentran a lo largo del resto de las Escrituras Judías. A pesar del pequeño tamaño de Israel, su pueblo debió tener el coraje de mantener su identidad étnica y sus creencias aun bajo la invasión y la opresión ejercida por los imperios. Los varios pactos con el Dios de Israel le prometen su protección si cumplen sus mandamientos. David fue simbólico por su lealtad a Dios; los detalles de la armadura y las armas de Goliat representaban a la gente que ponen su fe en los elementos materiales. Uno de los propósitos de la historia es contradecir el pensamiento tradicional de que la guerra y las armas siempre tendrán éxito. Por el contrario, la historia sugiere que la fuerza llegará incluso a los más débiles siempre y cuando la fe sea la que gobierne sus vidas.

Aunque no está en el texto, las versiones propias de Hollywood muestran a David recitando el Salmo 23 mientras se aproxima a Goliat. Por tradición David es el autor del Libro de los Salmos:

Aunque deba yo pasar por el valle más sombrío,
no temo sufrir daño alguno, porque tú estás conmigo;
con tu vara de pastor me infundes nuevo aliento.
Me preparas un banquete
a la vista de mis adversarios;
derramas perfume sobre mi cabeza
y me colmas de bendiciones.
Sé que tu bondad y tu misericordia
me acompañarán todos los días de mi vida,
y que en tu casa, oh Señor, viviré por largos días.
(Salmo 23)

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Bibliografía

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Sobre el traductor

Recaredo Castillo
Una persona sin preparación académica especial, pero que gusta de la Historia y quiere aportar con la traducción de artículos de la Enciclopedia.

Sobre el autor

Rebecca Denova
Rebecca I. Denova, Ph D. es catedrática emérita de Cristianismo Primitivo en el Departamento de Estudios Religiosos de la Universidad de Pittsburgh. En julio de 2021 se publicó su libro de texto titulado «The Origins of Christianity and the New Testament» (Wiley-Blackwell).

Cita este trabajo

Estilo APA

Denova, R. (2021, agosto 25). David y Goliat [David & Goliath]. (R. Castillo, Traductor). World History Encyclopedia. Recuperado de https://www.worldhistory.org/trans/es/2-1816/david-y-goliat/

Estilo Chicago

Denova, Rebecca. "David y Goliat." Traducido por Recaredo Castillo. World History Encyclopedia. Última modificación agosto 25, 2021. https://www.worldhistory.org/trans/es/2-1816/david-y-goliat/.

Estilo MLA

Denova, Rebecca. "David y Goliat." Traducido por Recaredo Castillo. World History Encyclopedia. World History Encyclopedia, 25 ago 2021. Web. 20 nov 2024.

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