A pesar de que los vikingos habitualmente se representan como rudos, sucios y violentos, en realidad eran bastante refinados, se tomaban en serio la higiene personal y vestían ropa fina adornada con joyas. Algunos cronistas cristianos que condenaron a los vikingos también resaltaron su elegante vestimenta y su atención a la apariencia personal.
La ropa vikinga estaba hecha de lana, lino y pieles de animales, y, para los ricos, de seda. Los peines, que al parecer todo vikingo llevaba consigo, estaban tallados en asta, hueso, marfil y madera, y frecuentemente se guardaban en sus propios estuches. Las joyas de las clases altas se fabricaban con plata, oro, piedras preciosas y vidrio pulido, pero las clases bajas también se adornaban dentro de sus límites, utilizando estaño, plomo, hierro y posiblemente cobre. Los zapatos y botas estaban hechos de piel de animal y sin tacones. A excepción de los esclavos, generalmente los escandinavos vestían bien y se enorgullecían de su apariencia personal. Comenzaban cada mañana con un régimen de higiene personal, y el sábado lo reservaban para bañarse y lavar la ropa; una práctica que los cronistas anglosajones encontraron extraña y objetable.
La reputación vikinga por estar bien arreglados proviene de relatos cristianos que condenaban tal comportamiento como posturas vanas.
Los vikingos eran escandinavos (aunque no todos los escandinavos eran vikingos), y su interés en estar bien arreglados y vestidos reflejaba el valor de la cultura en general. Se ha sugerido que el concepto del destino jugaba un papel en esto, ya que nunca se sabe el día de nuestra muerte y, por lo tanto, se debe lucir lo mejor posible para la inevitable llegada al más allá. La poesía nórdica, especialmente el Hávamál y el Reginsmál, enfatizan la importancia de comenzar el día "peinado y lavado", ya que no había certeza de donde se estaría al anochecer o incluso si todavía se estaría entre los vivos.
Se creía que el alma del difunto llegaba a uno de los diversos destinos de la otra vida con el mismo aspecto que tenía en vida. Los héroes del Valhalla, por ejemplo, tienen la misma armadura y armamento que cuando murieron. El vestirse y arreglarse diariamente aseguraba que uno no tendría que avergonzarse ante la presencia de los dioses y las almas que se fueron primero y también tenía un significado cósmico al mantener el orden y evitar el cataclismo de Ragnarök que acabaría con el mundo.
Fuentes sobre el vestuario, la higiene y la joyería vikingas
La información sobre la vestimenta vikinga proviene de evidencias arqueológicas, representaciones artísticas, y obras escritas por sus enemigos. La académica Kirsten Wolf comenta:
Se pueden distinguir dos tipos de evidencia [para determinar qué vestían los escandinavos del período vikingo]. Uno de ellos está formado por retazos de tela que se han conservado mediante el contacto con broches, y estos fragmentos proporcionan información sobre los tipos de tejido utilizados. Además, la colocación de los broches, que se utilizaban principalmente como cierres de vestimenta, en un cadáver completamente vestido ofrece pistas sobre los diseños y cortes de la ropa. El otro tipo consiste en arte figurativo contemporáneo, como las piedras pictóricas de Gotlandia erigidas entre los siglos V y XI, los pendientes de figuras y el tapiz encontrado en el barco funerario de Oseberg, (100-101).
Los ajuares funerarios han proporcionado algunas de las evidencias más interesantes de la moda vikinga, ya que las mujeres eran enterradas con una cantidad significativa de joyas que incluían broches que mantenían la capa o túnica en su sitio. Dado que los textiles se pueden conservar por medio del contacto con metales, se han encontrado trozos de tela que sugieren el tipo de vestimenta que se usaba e incluso cómo se usaba. La moda femenina está mejor atestiguada que la masculina en los ajuares funerarios ya que muchos hombres fueron incinerados. Algunas de las piedras pictóricas de Gotlandia también proporcionan información sobre la moda nórdica como la que representa a Odín llegando al más allá y que muestra vestimentas femeninas y masculinas.
La reputación vikinga de estar bien arreglados proviene de relatos cristianos que condenan tal comportamiento como una postura vana que sedujo a los cristianos a emular costumbres paganas y así enojar a Dios. Después del saqueo vikingo del monasterio de Lindisfarne en 793, el erudito Alcuino (muerto en torno a 804 d.C.) escribió varias cartas a los reyes ingleses denunciando a aquellos cristianos que habían empezado a vestirse y a cuidarse como lo hacían los vikingos paganos, ya que esto obviamente había provocado la ira de Dios. Las incursiones vikingas en Gran Bretaña, afirmaba, eran un castigo de Dios por el pecado de cuidado personal del pueblo, evidente en su emulación de los vikingos:
Considera la vestimenta, la forma de llevar el cabello, los hábitos lujosos de los príncipes y el pueblo. Mira como te arreglas la barba y el cabello, en lo que has deseado parecerte a los paganos. ¿No te has sentido amenazado por el terror de aquellos cuyo estilo has deseado seguir? (Somerville & McDonald, 187)
Los escritos cristianos demonizan frecuentemente a los vikingos, pero periódicamente dejan escapar el resentimiento cristiano hacia los invasores escandinavos mejor cuidados y con mejor olor. El académico Magnus Magnusson cita el famoso pasaje del cronista inglés del siglo XIII John de Wallingford en el cual justifica la masacre de los daneses en 1002:
Los daneses se hicieron demasiado aceptables para las mujeres inglesas por sus modales elegantes y su cuidado personal. Se peinaban el cabello todos los días, se bañaban todos los sábados e incluso se cambiaban de vestuario frecuentemente. Se exaltaban a sí mismos con muchos de estos frívolos artificios. De esta manera, sitiaban la virtud de las mujeres casadas y persuadían a las hijas, incluso de los nobles, para que fueran sus concubinas (135).
El resentimiento inglés hacia los recién llegados ciertamente no era solamente por los mejores hábitos de aseo e higiene de los vikingos, sino que éstos aumentaron las tensiones en Gran Bretaña ya que, como observa Magnusson, la costumbre vikinga de "bañarse y cambiarse la ropa interior les daba una ventaja injusta sobre sus rivales anglosajones en cuanto al afecto de las doncellas locales" (135). Sin embargo, la higiene vikinga era sólo un aspecto de su atractivo, ya que también prestaban cuidadosa atención a su ropa y accesorios.
Los vikingos se vestían por capas, empezando con ropa interior de lino. Se cree que tanto hombres como mujeres llevaban camisas interiores y lencería debajo de su vestimenta, pero esto es más una suposición ya que no hay evidencia real de ropa interior. La siguiente capa era una túnica a la altura de las rodillas y pantalones. Parece que había dos tipos de estos, uno holgado y otro más ajustado. Usaban un cinturón alrededor de la cintura del que a veces colgaban un cuchillo y un bolso, así como otros objetos personales como amuletos. La túnica se abrigaba por encima del cinturón y llegaba hasta la mitad del muslo.
La sociedad escandinava se dividía en tres clases:
Jarls: aristocracia
Karls: la clase baja
Thralls: esclavos
El atuendo descrito anteriormente podría haber sido el uso diario básico de un jarl o un karl. Luego, un jarl complementaba con una capa, a veces forrada de piel o bordeada en seda. Los abrigos, chaquetas y capaza a veces se bordaban con hilo de oro o plata. Un karl podía llevar una chaqueta de lana sobre la camisa exterior y ambas clases llevaban algún tipo de joyería, normalmente collares, brazaletes y tocados que servían para mantener el cabello en su lugar. Los esclavos sólo vestían una túnica de lana hasta la rodilla sujeta a la cintura por un cinturón o cuerda.
Existían dos tipos de zapatos: con suela y de cuero; la suela se hacía cosiendo un tipo de piel de animal a otra suela más áspera, mientras que el zapato de cuero era una sola pieza cosida a sí misma. El zapato de cuero se parecía más a un calcetín muy grueso que uno se ponía y ataba por encima de las rodillas con un lazo. Usualmente, las botas eran zapatos de suela y se hacían con cuero de vaca y ciervo.
El vestuario de las mujeres era menos variado que el de los hombres, pero también consistía en capas que comenzaban con una prenda interior de lana o lino. Las mujeres de clase alta habrían usado una camisa de lino, con o sin mangas, con un vestido encima suspendido por correas sobre los hombros. Los vestidos se usaban sueltos o ajustados dependiendo de cómo se los pusiera la mujer y cómo de apretados los llevara. El vestido envolvía a la mujer y se sujetaba con uno o más broches que eran los que dictaban cómo ceñían la figura. Wolf comenta:
De uno de estos broches, usualmente el derecho, podían colgarse de correas implementos textiles como tijeras, pinzas, un punzón o un estuche de agujas, y entre los broches se podían suspender festones de cuentas, a veces con la adición de colgantes de ámbar o plata. Alrededor de la cintura se llevaba un cinturón con un cuchillo y una cartera, y si la mujer era ama de llaves, las llaves de la comida o del cofre del tesoro. Las mujeres casadas también podían usar un tocado alto o un pañuelo alrededor del cabello (104).
Tanto hombres como mujeres preferían tocados de tres tipos básicos: un sombrero de visera, un gorro de lana ajustado y un filete (una diadema) de metal. Las capas con capucha también eran populares entre la clase alta, al igual que las capas con mangas y los chales sujetos con un broche adornado. Los tocados de las mujeres parecen haber sido más elaborados pero, nuevamente, esto es difícil de corroborar ya que, como se señaló, se han conservado más joyas femeninas como ajuar funerario y, por lo tanto, hay menos tocados masculinos con los que compararlos. La pieza más famosa de los tocados vikingos, el casco con cuernos, solo se usaba en ceremonias o puede que fuera un invento de los cronistas cristianos. Los cascos vikingos no tenían cuernos ni alas ya que tal ornamentación no habría sido práctica en la batalla.
Las mujeres, al igual que los hombres, usaban calzado con suela y de cuero, a veces decorado, y también preferían accesorios para usar alrededor del cuello más elaborados que los utilzados por los hombres. Los collares de las mujeres frecuentemente se elaboraban con cuentas pulidas o piedras preciosas pero también podían ser de plata o de oro. Los accesorios para el cuello de los hombres a menudo eran más sencillos, a veces cuentas de vidrio alrededor de un amuleto del martillo de Thor o algún otro talismán.
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Joyería
La joyería nórdica era variada y ambos sexos la utilizaban. Entre los artículos favoritos se encuentran anillos para el cuello, collares, pulseras, anillos para dedos de manos y pies, brazaletes, aretes, amuletos y pendientes, cuentas y broches. Wolf comenta sobre la popularidad y necesidad de los broches:
Los broches eran lo que uno podría llamar joyas obligatorias, ya que tenían una función en el vestuario como cierres. Se han encontrado muchos broches que van desde artículos individualizados de metales preciosos hasta artículos producidos en masa de materiales básicos y económicos. Estos últimos a veces se cubrían con una capa de material dorado para darles la apariencia de oro o plata. Los broches ovalados y abovedados que las mujeres usaban para abrocharse los vestidos son los más comunes. Utilizados en pares, suelen tener entre 10 y 12 cm (3,9 a 4,7 pulgadas) de largo, con una atrevida decoración en relieve y a veces adornados con filigrana. Por lo general el adorno es una especie de decoración de "bestia fascinante". (105)
Los hombres generalmente usaban anillos para el cuello que estaban hechos de varillas de metal entrelazadas entre sí que a veces sostenían una gema, un amuleto o un colgante, mientras que los collares de las mujeres, como se señaló, eran más elaborados. Los anillos para las manos diferían entre los sexos sólo en el tamaño, al igual que las pulseras, aunque tanto las manillas como los brazaletes (anillos más gruesos) también parecen haber tenido un significado ceremonial y social.
El brazalete nórdico era esencialmente una billetera. estaba diseñado para poder doblarlo fácilmente y rompen una pieza para ofrecerla a cambio de bienes y servicios.
El brazalete nórdico era esencialmente una billetera. Estaba diseñado para poder doblarlo fácilmente y romper una parte para ofrecerla a cambio de bienes y servicios. El brazalete también servía para marcar la transición de niño a hombre o como regalo de alguien de mayor estatus social a un subordinado. Un ejemplo de esto es la figura del rey Hrothgar en Beowulf a quien se conoce como "el dador de anillos", un señor generoso que otorga obsequios a aquienes le agradan.
Una de las piezas más famosas de joyería, además del broche, era el colgante que adoptaba muchas formas. Los colgantes usualmente honraban a los dioses y por lo tanto podían tomar la forma de un trono, de un caballo en honor al corcel de Odín, Sleipnir, de diferentes armas asociadas con las deidades y la más popular de todas, el martillo de Thor, Mjölnir. El martillo de Thor como colgante se entendía no sólo como un amuleto protector contra las amenazas, sino también como una fuente de fuerza personal a la que uno podía recurrir para navegar por la vida.
Destino y apariencia personal
En la creencia nórdica, el destino de cada uno se decidía al nacer, pero lo que se hacía entre el nacimiento y la muerte dependía totalmente del individuo. En el Völuspá de laEddapoética, la vidente describe a las Nornas (los Destinos) que viven en las raíces del árbol del mundo Yggdrasil junto al pozo de Urd y tejen los destinos de todos los seres vivos:
Tres mujeres viven ahí, junto al pozo debajo de ese árbol. Una se llama Urth, la otra es Verthandi, la tercera se llama Skuld. Ellas tallan el destino de los hombres, determinan las leyes del destino, deciden la esperanza de vida de cada niño y cómo terminará la vida de cada uno. (verso 20, Crawford, 6)
El individuo no tenía forma de saber lo que habían decidido las Nornas, por lo tanto, lo mejor era vivir cada día como si fuera el último. Un aspecto de vivir bien era prestar atención a la apariencia personal, fomentada por pasajes de la poesía nórdica como el Hámavál y el Reginsmál. Ambas obras tienen versos que advierten específicamente al público de que cuiden su apariencia antes de salir de casa en la mañana:
Todo hombre debería mantenerse bien arreglado y limpio, y comer en la mañana. Nunca sabes dónde estarás en la noche, por lo que es malo salir de la casa hambriento. (Reginsmál, 25; Crawford 240)
Siempre debes salir con el pelo peinado y con una comida en tu vientre, incluso si no puedes comprar buena ropa. No debes sentir pena de tus zapatos y pantalones ni de tu caballo incluso si no es bueno. (Hávamál, 61; Crawford 28)
En ambos versos se enfatiza la importancia de la apariencia personal en la vida diaria, pero el cuidado y la higiene personal también tenían un significado cósmico ya que los esfuerzos individuales ayudaban a mantener el orden colectivo de los nueve reinos de la cosmología nórdica. Los humanos vivían sólo en uno de estos nueve reinos y todos serían destruidos en Ragnarök, el crepúsculo de los dioses, cuando las fuerzas del caos romperían sus ataduras y enfrentarían a los dioses en una batalla final.
Al comienzo del Ragnarök, el gran lobo Fenrir aúlla afuera de las puertas de Hel, y su hermana le proporciona un ejército de los muertos para luchar contra los dioses. Este ejército llega al campo de batalla en el barco Naglfar que está hecho de las uñas de las manos (y posiblemente de los pies) de los muertos. El barco no puede navegar hasta que esté completo y no se puede completar hasta que tenga suficientes uñas humanas. Se entendía que cortarse las uñas contribuía al orden universal porque, si uno moría con las uñas descuidadas, acercaba a Naglfar un paso más hacia su finalización.
Conclusión
Los vikingos, y los escandinavos en general, entendían que estaban viviendo en los últimos días porque el primer signo de la llegada de Ragnarök, la muerte del dios Baldr, ya había ocurrido. El destino individual de cada uno, al igual que el destino colectivo de los nueve reinos, ya había sido sellado por las Nornas, por lo que lo mejor que podía hacer cada uno era disfrutar de la vida tanto como fuera posible y esto incluía presentarse bien vestido. Aunque algunas prendas de vestir se dejaban con su pigmentación natural, muchas se teñían de colores brillantes como azul (de añil), verde (de añil y una sustancia amarilla), púrpura (de liquen y añil), rojo (de rubia roja) y amarillo (posiblemente de la piel de la cebolla) así como otros colores como el marrón, al mezclar cáscaras de nueces con otros elementos.
Aunque habitualmente se imagina a los vikingos como salvajes sedientos de sangre que arrasan pueblos y ciudades (lo que ciertamente hicieron), en realidad eran mucho más cultivados y cultos que los cronistas responsables de esa reputación. El baño y la higiene personal no eran un valor cristiano ya que estaban asociados con prácticas paganas. La acusación de Alcuino contra aquellos cristianos que emulaban la moda vikinga no fue la única, ya que varios escribas cristianos, antes y después del período vikingo, denunciaron la higiene personal como vanidad.
Sin embargo, para los vikingos, los cristianos eran los salvajes que claramente no comprendían la importancia de bañarse, lavar la ropa y lucir lo mejor posible. Los informes sobre los hallazgos en tumbas vikingas a menudo enfatizan el armamento, pero es mucho más común encontrar utensilios en las tumbas asociados con el aseo, como pinzas, peines, palillos para los dientes y cuencos para lavarse. Los vikingos ejemplificaban el concepto de "vestirse para el éxito" y lo usaron bien aunque este aspecto de la cultura se ha ignorado en gran medida en las representaciones modernas.
Joshua J. Mark no sólo es cofundador de World History Encyclopedia, sino también es su director de contenido. Anteriormente fue profesor en el Marist College (Nueva York), donde enseñó historia, filosofía, literatura y escritura. Ha viajado a muchos lugares y vivió en Grecia y en Alemania.
Mark, Joshua J.. "Higiene, vestuario y joyería vikinga."
Traducido por Natalia Andrea Padilla Sánchez. World History Encyclopedia. Última modificación septiembre 27, 2021.
https://www.worldhistory.org/trans/es/2-1840/higiene-vestuario-y-joyeria-vikinga/.
Estilo MLA
Mark, Joshua J.. "Higiene, vestuario y joyería vikinga."
Traducido por Natalia Andrea Padilla Sánchez. World History Encyclopedia. World History Encyclopedia, 27 sep 2021. Web. 20 nov 2024.
Licencia y derechos de autor
Escrito por Joshua J. Mark, publicado el 27 septiembre 2021. El titular de los derechos de autor publicó este contenido bajo la siguiente licencia: Creative Commons Attribution-NonCommercial-ShareAlike. Por favor, ten en cuenta que el contenido vinculado con esta página puede tener términos de licencia diferentes.