El caso Dreyfus y la separación de la Iglesia y el Estado en Francia

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Stephen M Davis
por , traducido por Agustina Cardozo
Publicado el 16 junio 2022
Disponible en otros idiomas: inglés, afrikáans, francés
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El caso Dreyfus, o L'Affaire, como se lo conoce, mostró las fuerzas contrapuestas que hubo en juego para restablecer la monarquía y la Iglesia en el poder o para solidificar y avanzar en los ideales incumplidos de la Revolución francesa de 1789. Este acontecimiento se considera el desencadenante del movimiento que condujo a la Ley de separación de la Iglesia y el Estado en 1905.

Alfred Dreyfus Stripped of Rank
Alfred Dreyfus despojado de su rango
National Library of France (Public Domain)

El caso sacudió a Francia en lo más profundo y condujo a la reexaminación generalizada de sus valores republicanos. Puede ser difícil apreciar adecuadamente la importancia de L'Affaire más de cien años después. Sin embargo, los historiadores modernos siguen mostrándolo como una importante contribución a la necesidad de establecer una República laica en la que la libertad, la igualdad y la fraternidad pudieran prevalecer para todos los ciudadanos, con independencia de su credo o sin él, y en la que se protegieran tanto las creencias como la incredulidad. L'Affaire "hizo posible una coalición de todos los defensores de la República sobre la base del anticlericalismo... Incluso después de que Dreyfus fuera reivindicado, el caso siguió dividiendo a la nación" (McManners, 1972: 119).

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Clericalismo y anticlericalismo

El capitán Dreyfus se convirtió en un peón involuntario para galvanizar a ambos bandos en la contienda por la forma de gobierno francesa.

El caso Dreyfus está relacionado con la intensificación de la lucha clerical y anticlerical entre las fuerzas católicas y republicanas tras la aplastante derrota francesa de 1870 a manos de los prusianos. La derrota militar fue un golpe para el orgullo nacional, llevó consigo la anexión de Alsacia-Mosela y contribuyó a la baja moral de los militares franceses. Por un lado, los de la izquierda política anticlerical atribuyeron la derrota a la continua influencia de la Iglesia en las instituciones de enseñanza superior. Por otro lado, los que apoyaban a la Iglesia y a la monarquía vieron la derrota como una señal de juicio sobre una nación que se había alejado de Dios y del derecho divino de los reyes. Estas dos fuerzas opuestas lucharían por dominar, y el capitán Dreyfus (1859-1935) se convertiría en un peón involuntario para galvanizar a ambos bandos en la contienda por la forma de gobierno francesa. La detención, el juicio, el exilio, la exoneración y la reinserción de Dreyfus ampliarían la brecha entre la izquierda y la derecha políticas.

El capitán Dreyfus era un judío de Alsacia-Lorena, una región largamente disputada que había vuelto a estar bajo el control prusiano después de 1870. Se convirtió en un conveniente chivo expiatorio para asignar la culpa de la gloriosa derrota de Francia y reveló la división entre los partidarios de la Iglesia y los partidarios de una República laica. El incidente comenzó con un memorando secreto (bordereau) que una empleada descubrió en una papelera, dirigido al agregado militar alemán en la embajada alemana en París. El bordereau, escrito en francés, contenía información sobre diversos aspectos del ejército francés: artillería francesa, colocación de tropas y una discusión sobre la obtención de información sobre un manual de funcionamiento de la artillería de campaña. El capitán Dreyfus estaba asignado a una unidad de artillería, y las sospechas recayeron sobre él como autor del bordereau, en parte porque era judío. Fue detenido y acusado de traición. El caso recibió poco interés al principio, pero fue inflamado por elementos de la prensa antisemita, incluida la publicación católica La Croix "que pedía la expulsión de los judíos de Francia" (Begley, 2009: 75).

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Zola y J'Accuse

Los detalles del caso Dreyfus no solo hipnotizaron al público francés, sino que repercutieron a nivel internacional. El novelista y dramaturgo francés Émile Zola (1840-1902) publicó su famosa J'Accuse (Yo acuso) en 1898, una elegante y mordaz carta abierta escrita al presidente francés Félix Faure. La carta se publicó en el periódico L'Aurore en defensa de Dreyfus. Zola "denunció la inculpación de Dreyfus por la jerarquía militar y construyó el caso como una lucha entre la libertad y el despotismo, la luz y la oscuridad" (Gildea, 105). Se dirigió al presidente con respeto y gratitud para informarle de lo que Zola consideraba que sería una mancha en el nombre del presidente: "este abominable caso Dreyfus" (cette abominable affaire Dreyfus).

Zola informó al presidente sobre el proceso y la condena de Dreyfus. Habló de "la nada de la acusación" (le néant de l'accusation) y describió la trama con todos los elementos de una novela de misterio necesarios para cautivar al público: complicidad en los más altos niveles militares, conspiradores en la sombra, documentos falsificados, cartas anónimas, mujeres misteriosas, pruebas fabricadas y reuniones secretas. Advirtió a los franceses de la dictadura. Contó que el capitán Dreyfus fue condenado por traición, sometido a un consejo de guerra, avergonzado públicamente, despojado de su rango en el patio de la Escuela Militar de Francia y exiliado a la Isla del Diablo con la complicidad de la Iglesia y los militares. Reveló que solo cuando el coronel Sandherr murió y fue sustituido por el coronel Picquart (1854-1914) como jefe de la inteligencia, se supo la verdad de que el comandante Esterhazy era el verdadero traidor. Incluso entonces, los militares se negaron a reabrir la investigación por temor a que la condena de Esterhazy condujera a una revisión del proceso judicial de Dreyfus. Picquart fue enviado fuera del país en misiones a Túnez y otros lugares para acallar su insistente voz y petición de exculpación de Dreyfus. El Estado Mayor no podía confesar su crimen ya que mancharía la reputación del ejército, un ejército que aún se tambaleaba por la derrota en la guerra franco-prusiana. Había que evitar el desprestigio y el escarnio público a toda costa.

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J'Accuse
J'Accuse
Émile Zola (Public Domain)

La condena, la degradación y el exilio de Dreyfus pondrían en marcha su defensa por parte de los republicanos. Zola dio nombres, empezando por el del teniente coronel du Paty de Clam, el funcionario judicial del caso, al que identificó como nocivo, el más culpable del caso, y que amenazó a la esposa de Dreyfus para que guardara silencio. Zola reprochó a otros oficiales militares, como Sandherr, Mercier, Boisdeffre y Gonse, que cometieran errores judiciales, que fueran cómplices de lo que consideraba uno de los complots más perversos del siglo, que ocultaran pruebas de la inocencia de Dreyfus y que cometieran el crimen por fervor católico e investigación sesgada. Acusó a tres grafólogos de fraude en su análisis de los documentos, acusó al ministerio de la guerra de utilizar la prensa para influir en la opinión pública y condenó al primer consejo de guerra por introducir documentos secretos que condujeron a la absolución del culpable. Admitió que no conocía personalmente a los que acusaba y que no hablaba por odio. La enorme influencia de Zola contribuiría a la eventual exoneración de Dreyfus y más tarde proporcionaría apoyo a la justificación y la defensa de la ley que separaba a la Iglesia católica del Estado.

Zola describió L'Affaire como un crimen que se escondía detrás del antisemitismo y explotaba el patriotismo.

Varias referencias ocupan un lugar destacado en J'Accuse que demuestran las presuntas influencias religiosas subyacentes en la forma en que se llevó a cabo L'Affaire. Según Zola, el general Boisdeffre (1838-1906), jefe del Estado Mayor, parecía ceder a sus opiniones clericales. El teniente coronel du Paty de Clam (1853-1916) fue acusado de estar involucrado con el espiritismo y el ocultismo y de hablar con seres espirituales. Los generales Gonse y Mercier también fueron sospechosos de ceder a sus pasiones religiosas. Du Paty de Clam fue acusado además de formar parte de un entorno clerical, a la caza de "judíos sucios"(sales juifs) que deshonraban la época en la que vivían. Zola describió L'Affaire como un crimen que se escondía tras el antisemitismo y explotaba el patriotismo. El escándalo fue visto como una amenaza para la sociedad y la supervivencia de la República en la que Zola temía que los derechos humanos (droits de l'homme) murieran (Zola, 1898).

Por sus esfuerzos, Zola sería condenado por difamación y experimentaría el autoexilio en Inglaterra durante un año. Sin embargo, no había vuelta atrás, ya que los antidreyfusards (opositores a Dreyfus) y los dreyfusards (partidarios de Dreyfus) fijaron sus posiciones. Los opositores contaban con el apoyo de la Iglesia y el ejército y estaban convencidos de la existencia de un sindicato que agrupaba a fuerzas antifrancesas, judías, protestantes y masónicas. Los partidarios contaban con el apoyo de escritores, artistas y científicos. Los radicales y los librepensadores denunciaron la alianza de la Iglesia y el ejército. Hubo llamamientos más insistentes para la expulsión de todos los judíos de Francia. L'Affaire y su eventual resolución, incluido un segundo juicio en 1899, dejaron a Francia conmocionada. En la mente de muchos, "dado que fueron los anticlericales, y no los eclesiásticos, quienes rescataron a un hombre inocente de la Isla del Diablo, se dedujo que los católicos, en última instancia, antepusieron la conveniencia a la verdad y el orden a la justicia" (McManners, 120). Esto pasaba por alto el hecho de que algunos eclesiásticos, aunque relativamente pocos, apoyaban a Dreyfus y que el coronel Picquart era católico. Sin embargo, alimentó la narrativa que seguiría enfrentando a las fuerzas anticlericales con sus oponentes clericales.

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Complicidad de la Iglesia católica

El Papa León XIII (1810-1903) ya había "instado a los católicos franceses a apoyar a la República, pero los efectos del caso Dreyfus anularon en gran medida sus esfuerzos" (Walker et al, 672). Esta política de adhesión de los católicos a la República pudo parecer por un momento una oportunidad para una República moderada, pero en 1898, tras el caso Dreyfus, muchos republicanos reforzaron su compromiso anticlerical.

Como otra obra de teatro, pero más sombría, el increíblemente prolongado caso Dreyfus despertó pasiones y prejuicios en todo el mundo. En Francia, la cadena de fechorías (razón, coacción, perjurio, falsificación, suicidio e injusticia manifiesta) recreó la escisión de las "dos Francias", siempre recurrente en momentos críticos. (Barzun, 630)

Elegido primer ministro en 1899, Waldeck-Rousseau (1846-1904) "tomó una decisión política contra la Iglesia porque había visto cómo el clero hacía política contra la República" (McManners, 127). En su primer juicio, en 1894, la condena de Dreyfus fue pronunciada por unanimidad. Desde entonces, las pruebas de la inocencia de Dreyfus eran abrumadoras. Dreyfus fue condenado por segunda vez en 1899, pero sin unanimidad entre los jueces y con circunstancias atenuantes. Fue indultado tras el segundo consejo de guerra con el consentimiento del presidente Émile Loubet (1838-1929). El gobierno justificó su decisión de indultar a Dreyfus basándose en el deterioro de su salud tras cinco años de exilio y encarcelamiento en la Isla del Diablo. Tanto Waldeck-Rousseau como Loubet fueron considerados traidores y enemigos de la Iglesia. Los partidarios de Dreyfus seguirían luchando por su plena rehabilitación, que el indulto no proporcionó, y finalmente fue reincorporado al ejército en 1906 (1932: 39-40).

Alfred Dreyfus on Devil's Island
Alfred Dreyfus en la Isla del Diablo
F. Hamel (Public Domain)

Un primer paso contra la Iglesia se dio en 1901 con la Ley de Asociaciones que exigía la autorización gubernamental para las órdenes religiosas de enseñanza (congrégations). La denegación de la autorización conllevaba el cierre y la confiscación de los bienes y obligaba a muchos religiosos a exiliarse. Era solo cuestión de tiempo para que la Iglesia sufriera una presión más intensa. Émile Combes, que seguía a Waldeck-Rousseau, aplicó la ley con saña. El Parlamento rechazó la mayoría de las solicitudes de autorización de las congregaciones religiosas, y las relaciones diplomáticas con el Vaticano se resintieron. En 1899, René Waldeck-Rousseau, tras el caos político provocado por el caso Dreyfus, fue llamado a dirigir el gobierno como Presidente del Consejo. Finalmente, en 1905, "una legislatura republicana radical consciente de las diatribas de La Croix y publicaciones afines (bautizadas colectivamente como"la bonne Presse") votó la separación de la Iglesia y el Estado" (Brown, 218).

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Conclusión

Siglos de luchas religiosas han producido, como es lógico, mucho cinismo y desconfianza hacia la religión en Francia. El caso Dreyfus, durante la Tercera República, personificó el conflicto entre las fuerzas clericales/monárquicas y las anticlericales/republicanas. La Ley de separación de 1905 derogó el Concordato Napoleónico de 1801, que había favorecido al catolicismo, al luteranismo, al protestantismo reformado y, posteriormente, al judaísmo. El estatus obtenido por las confesiones religiosas reconocidas en virtud del Concordato no se concedió a otras confesiones, que fueron reprimidas por ser confesiones no reconocidas. El historiador Carluer afirma que la libertad concedida por Napoleón no era liberal; era un medio para gobernar. El primer artículo del Concordato prohibía el ministerio en Francia a todos los extranjeros, lo que obstaculizaba gravemente la expansión evangélica en el país. El código penal napoleónico sancionaba con dureza toda posibilidad de reunión al margen de las confesiones religiosas oficiales.

Law of Separation of Churches and the State
Ley de separación de la Iglesia y el Estado
National Archives of France (Public Domain)

Francia vivió una larga y delicada transición hacia la libertad religiosa. Esta agotadora lucha explica el débil desarrollo del evangelismo en Francia. Sin embargo, los evangélicos adquirieron un nuevo estatus debido al apoyo de muchos líderes evangélicos al capitán Dreyfus durante L'Affaire. Las iglesias evangélicas experimentaron un gran impulso con campañas de evangelización ampliamente celebradas. Los bautistas y los independientes (libristes) fueron los más activos en política con varios senadores influyentes hasta 1905. Se hizo hincapié en la moralidad y la justicia económica y se produjo un aumento sin precedentes de la evangelización protestante en Francia, ya que la Iglesia católica era considerada hostil a la República. "En su pequeña escala, los protestantes evangélicos se beneficiaron plenamente del déficit de las élites en la cumbre de la República debido a la disputa temporal con la Iglesia católica" (Fath, 128-29). El caso Dreyfus sigue siendo uno de los acontecimientos más significativos de la historia de Francia, que condujo a la separación de la Iglesia y el Estado y contribuyó al principio de libertad religiosa y de conciencia en Francia.

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Preguntas y respuestas

¿Qué fue el caso Dreyfus?

El caso Dreyfus fue un escándalo político en la década de 1890 en Francia. El incidente comenzó con un memorando secreto (bordereau) descubierto en una papelera, dirigido al agregado militar alemán y que revelaba secretos militares franceses. Las sospechas recayeron sobre Dreyfus como autor, en parte porque era judío. Aunque era inocente, Dreyfus fue condenado.

¿Por qué fue importante el caso Dreyfus?

El caso Dreyfus se considera el desencadenante del movimiento que condujo a la Ley de separación de la Iglesia y el Estado en 1905.

Bibliografía

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Sobre el traductor

Agustina Cardozo
Agustina es traductora pública (inglés/español), uruguaya, con estudios avanzados de Lingüística. Sus áreas de experiencia como traductora son la traducción biosanitaria y la traducción jurídica. Le interesan la Historia y las humanidades en general.

Sobre el autor

Stephen M Davis
Stephen M. Davis (PhD) es decano de la iglesia Grace en Filadelfia. Es autor de varios libros, entre ellos "Rise of French Laïcité" y "The French Huguenots and Wars of Religion".

Cita este trabajo

Estilo APA

Davis, S. M. (2022, junio 16). El caso Dreyfus y la separación de la Iglesia y el Estado en Francia [The Dreyfus Affair & the Separation of Church and State in France]. (A. Cardozo, Traductor). World History Encyclopedia. Recuperado de https://www.worldhistory.org/trans/es/2-2011/el-caso-dreyfus-y-la-separacion-de-la-iglesia-y-el/

Estilo Chicago

Davis, Stephen M. "El caso Dreyfus y la separación de la Iglesia y el Estado en Francia." Traducido por Agustina Cardozo. World History Encyclopedia. Última modificación junio 16, 2022. https://www.worldhistory.org/trans/es/2-2011/el-caso-dreyfus-y-la-separacion-de-la-iglesia-y-el/.

Estilo MLA

Davis, Stephen M. "El caso Dreyfus y la separación de la Iglesia y el Estado en Francia." Traducido por Agustina Cardozo. World History Encyclopedia. World History Encyclopedia, 16 jun 2022. Web. 20 nov 2024.

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