La vida de las mujeres en la Antigua Mesopotamia estaba regulada por una jerarquía patriarcal, pero dentro de esa estructura social hubo muchas que se distinguieron por sí mismas y algunas lograron asumir puestos tradicionalmente masculinos. Hubo mujeres que se desempeñaron como generales, escribas, y aún gobernantes por derecho propio.
Aunque las mujeres parecen haber tenido en gran medida derechos igualitarios durante el periodo Dinástico Temprano de Mesopotamia (2900-2334 a.C.), existe evidencia de que en períodos posteriores existieron mujeres fuertes, capaces de determinar su propio destino dentro de los confines del patriarcado. Entre aquellas estaban las mujeres naditu de la ciudad de Sippar en torno a 1880-1550 a.C., sacerdotisas dedicadas a la deidad masculina de la ciudad, Samas (aunque las naditu también ministraban a los dioses, Marduk en Babilonia y Ninurta en Nippur). Esas mujeres participaban en “actividades administrativas” bastante lucrativas, aunque no está clara la naturaleza de tales actividades (Leick, 189). Estaban eximidas de la convención social que obligaba a tener hijos, aunque podían casarse y al parecer llevaban una vida, más o menos, a su gusto.
La reina Ester, del bíblico Libro de Ester, ejemplifica la clase de poder que podía ejercer una mujer, aun cuando puede que sea un personaje ficticio.
La reina Ester, del Libro bíblico de Ester (siglo IV a.C.), ejemplifica la clase de poder que podía ejercer una mujer, aun cuando puede que sea un personaje ficticio, como sostienen muchos historiadores. En la narración, se la describe como una mujer con suficiente poder como para denunciar ante su esposo el rey persa Asuero (asociado a Jerjes I, que reinó de 486-465 a.C.) el complot del virrey Haman para exterminar a los judíos del reino. Asuero ordenó la ejecución de Haman, los judíos se salvaron, y el tío de Ester pasó a ocupar un puesto en la corte. Puede que el personaje de Ester estuviera basado en algunas reinas de la Antigua Mesopotamia que fueron capaces de ejercer ese mismo grado de influencia.
Aunque hay varias mujeres a lo largo de la historia de Mesopotamia que merecen ser mencionadas, las siguientes diez son las más destacadas:
Azadokht Shahbanu (esposa de Sapor I, que reinó de 240-270 d.C.)
Todas estas mujeres, excepto la Oráculo de Nuska, fueron personajes de la realeza y son conocidas gracias a inscripciones relativas a reyes mesopotámicos, a sus propias inscripciones o trabajos literarios, a registros mantenidos por negocios familiares, gracias a historiadores antiguos, o en el caso de la reina Puabi, por su enorme tumba que incluye artefactos que la identifican. Las mujeres tenían derechos significativos a lo largo de la historia de Mesopotamia, pero la historiadora Gwendolyn Leick hace notar:
Al parecer el estatus de las mujeres de rango alto disminuyó progresivamente después del período Dinástico Temprano. Quedaron algunos remanentes de puestos influyentes, tales como las sacerdotisas de la diosa Luna en Ur, que a menudo eran hijas del monarca reinante. Las reinas y princesas debían su rango social a su relación con el rey, y particularmente algunas reinas podían, a veces, mantener el equilibrio del poder después de la muerte de sus esposos. (189)
Aunque esto es cierto, no todas las reinas e hijas del monarca reinante podían conseguir y mantener con éxito una posición de influencia. De hecho, la mayoría de las mujeres nunca tuvo la oportunidad de hacer el tipo de contribución o ejercer la clase de autonomía que tuvieron las anteriormente nombradas.
Situación de las mujeres en la Antigua Mesopotamia
Se considera que en la Antigua Mesopotamia el rol primario de las mujeres era el de ser esposa y madre. Se esperaba que las mujeres se casaran, tuvieran hijos, los criaran y cuidaran del hogar y de la familia extendida de su esposo que podría haber vivido junto al matrimonio. Las mujeres, al igual que los hombres, se clasificaban de acuerdo con la escala social, que iba de arriba a abajo de esta manera:
rey/nobleza
sacerdocio
clase alta
clase baja
esclavos
Sin embargo, dentro de esta jerarquía, las mujeres estaban clasificadas además como sigue:
mujeres libres de la nobleza o la clase alta
mujeres libres en el sacerdocio
mujeres administradoras
mujeres libres de la clase baja
prostitutas y/o mujeres solteras
mujeres subordinadas a un templo (no a una casa particular)
mujeres esclavas
Subir en la escala social era posible pero muy poco probable, y la mayoría de las personas morían en la misma clase social y circunstancias en las que nacieron. Algunas de las mujeres de la lista precedente nacieron en la nobleza, por lo que se puede pensar que no es tan sorprendente que hayan llegado a ejercer el tipo de poder que tuvieron. Sin embargo, las mujeres mesopotámicas de clase alta y la nobleza eran consideradas, de todos modos, de menor valor que los hombres, por lo tanto, que cualquiera de ellas pudiera alcanzar y mantener la autoridad suprema sobre los hombres es bastante impresionante.
En todos los casos de mujeres gobernantes o en puestos de autoridad, todas las pruebas sugieren un reinado efectivo y próspero, y donde la mujer no es la figura gobernante central, se hace evidente su influencia y, según la erudición moderna, se vuelve más evidente en el caso de Azadokht Shahbanu. Los detalles relativos a muchas de estas mujeres se han perdido (o están a la espera de ser descubiertos), pero lo que se sabe de sus vidas sugiere que fueron personas poderosas que se negaron a vivir sus vidas según las imposiciones de los demás.
Reina Puabi (en torno a 2600 a.C.)
Puabi se hizo conocida solo cuando se descubrió su tumba en el siglo XX. Los restos de la reina Puabi fueron encontrados por el arqueólogo británico Leonard Wooley en el sitio que llamó Cementerio Real de Ur en 1922, en uno de los descubrimientos arqueológicos más grandes de la historia, pero que fue eclipsado por el descubrimiento de la tumba de Tutankamón ese mismo año. Puabi es muy conocida por su tocado de hojas doradas, cintas y adornos de abalorios de cornalita y lapislázuli. Wooley recuperó de su tumba muchos artefactos fascinantes y valiosos históricamente, entre ellos su sello cilíndrico, que servía como identificación personal en Mesopotamia, que la identificaba como una reina sin mencionar un consorte masculino. Los arqueólogos y los historiadores concluyeron que al parecer ella gobernó por derecho propio como reina de Ur en el Periodo Dinástico Temprano II (2800-2600 a.C.) o en el Periodo Dinástico Temprano III (2600-2334 a.C.). El número de sirvientes y asistentes sepultados con ella, además de la gran riqueza desplegada, demuestran que fue una monarca rica y poderosa.
Reina Kubaba (en torno a 2500 a.C.)
Kubaba, en la Lista de Reyes Sumerios (en torno a 2100 a.C.), fue una tabernera antes de convertirse en reina de Kish. No hay registros de como pudo llegar a tan elevado puesto, pero es la única mujer que aparece en la Lista de Reyes como monarca reinante.
“Se dice que la Tercera Dinastía de Kish fue fundada por una mujer, la “tabernera” Kubaba … quien fue derrotada por el gobernante de Akshak. Su hijo, Puzur-Sin, recuperó el poder e inició la Cuarta Dinastía de Kish” (Leick, 99-100)
Así que está asociada con las Dinastías III y IV de Kish. Según algunos historiadores, fue la inspiración, en parte al menos, de la posterior diosa anatolia Cibeles. La dinastía que estableció terminó, al igual que el período Dinástico Temprano, con el ascenso de Sargón de Acadia (el Grande, que reinó 2334-2279 a.C.) fundador del Imperio acadio.
Ama-e (en torno a 2330 a.C.)
Ama-e fue una exitosa mujer de negocios sumeria de la ciudad de Umma quien, aunque estaba casada, dirigía una empresa personal registrada a su nombre. H. J. Marsman dice:
Parece que en la sociedad mesopotámica primitiva las mujeres vivían con bastante independencia [y] podían incluso ser aval de otra persona [como por ejemplo] la mujer de negocios Ama-e, que vivió en la ciudad sargónica de Umma. Ella se dedicaba al comercio de cereales, lana y metales (401).
Ama-e supervisaba una amplia red comercial e invertía algunas de sus utilidades en propiedades y proyectos de construcción. Los detalles se conservan en los registros del negocio familiar, pero no se sabe nada de su vida personal a excepción de que estaba casada con un hombre llamado Ur-Sara.
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Enheduanna (2285-2250 a.C.)
Enheduanna es la primera escritora del mundo conocida por su nombre.
Enheduanna era hija de Sargón de Acad, aunque no está claro si era su hija natural o si “hija” era un título honorífico. Es la primera escritora del mundo en ser conocida por nombre y fue famosa en vida como Sumo Sacerdotisa de la diosa de la luna Nanna de Ur y por sus poemas de alabanza a la diosa Inanna, los que proporcionan una imagen más íntima de la relación con la divinidad que la que daban los anteriores himnos escritos por varones. También escribió poesía personal, sobrevivió a un golpe de estado que la obligó a exiliarse de la ciudad, para luego regresar y continuar siendo sacerdotisa y poeta por más de 40 años. Sus obras influeyeron en la escritura de los salmos posteriores y todavía sirve de modelo para la poesía litúrgica y personal en el día de hoy.
Sammuramat (que reinó de 811-806 a.C.)
Sammuramat fue la reina regente de su joven hijo Adad Nirari III (que reinó de 811-783 a.C.) en el Imperio asirio después de la muerte de su esposo Shamshi-Adad V (que reinó de 823-811 a.C.) Estaba prohibido que las mujeres ocuparan puestos de autoridad por sobre los hombres, y antes de ella no hubo una reina asiria. Ella inició proyectos de construcción, comisionó su propio obelisco con la inscripción de su nombre, y pudo haber liderado campañas militares para asegurar el imperio y mantener su estabilidad. Se cree que su reinado inspiró las historias de la legendaria reina Semíramis, quién fue criada por palomas, conquistó Mesopotamia, tuvo una serie de apuestos amantes y, a su muerte, se convirtió en paloma para alejarse volando. Los detalles acerca del verdadero reinado de Sammuramat no están claros (algunos historiadores afirman que nunca existió), pero su habilidad para gobernar por derecho propio, y por demás la comisión de un obelisco con su propia inscripción, dan testimonio de que fue una mujer poderosa capaz de construir su propio destino.
Zakutu (en torno a 728 a en torno a 668 a.C.)
Zakutu es otra de esas mujeres que surgen de la oscuridad de ser una esposa secundaria para convertirse en Reina Viuda, Madre del Rey, y abuela de otro rey. Ella era una "mujer del palacio", esposa secundaria de Senaquerib (que reinó de 705-681 a.C.), de quién tuvo a su hijo Asarhaddón (que reinó de 681-669 a.C.) nominado como su sucesor a pesar de ser el menor de por lo menos once hijos, muchos de ellos nacidos de la reina y esposa principal de Senaquerib, Tashmetu-sharrat (muerta en torno a 684-681 a.C.). Durante el reinado de Asarhaddón, ella comisionó la construcción de su palacio en Nínive y emitió su propia inscripción dedicatoria. Entre los años 670 y 668 a.C. emitió su famoso Tratado de Zakutu, que aseguraba una fluida transición del poder a su nieto Asurbanipal (que reinó de 668-627 a.C.) al ocupar el trono a la muerte de su padre. Continuó teniendo una fuerte presencia en la corte a principios del reinado de su nieto hasta su retiro de la vida pública o su fallecimiento.
Seruaeterate (en torno a 652 a.C.)
Otra mujer poderosa de la misma familia fue Seruaeterate, la hija mayor de Asarhaddón y hermana mayor de Asurbanipal. Es la única de las hijas de Asarhaddón conocida por su nombre ya que aparece junto a sus hermanos en las listas relativas a los festivales. Aunque por ser mujer se la consideraba inferior a un varón, está en el tercer lugar de la lista debajo de Asurbanipal (el heredero) y su hermano menor que gobernaría Babilonia, pero por encima de sus otros hermanos, lo que sugiere que tenía un rango alto en la corte. Al igual que su abuela, parece haber ejercido un poder considerable y es conocida por una carta en la que reprende a su cuñada (esposa de Asurbanipal) por ser floja en el estudio y arriesgar la vergüenza de la familia por su falta de educación.
Oráculo de Nuska (en torno a 671 a.C.)
La Oráculo de Nuska era una joven esclava de nombre desconocido que se vio implicada en un complot para derrocar a Asarhaddón en torno a 671 a.C. A diferencia de cualquier oráculo oficial, la muchacha no estaba adscrita a un sitio o templo sagrado, sino que era propiedad de un hombre llamado Bel-ahu-usur. En algún momento en torno a 671 a.C., comenzó a actuar como si estuviera poseída por espíritus divinos y profetizó que Asarhaddón caería pronto y que un funcionario llamado Sasi se convertiría en el rey del Imperio asirio. Sasi se tomó en serio su profecía y la llevó a su casa comenzando a tramar un golpe, pero Asarhaddón, que tenía un interés de toda la vida en la astrología y la profecía, también se tomó en serio el oráculo y tomó medidas para protegerse, incluso buscando capturar a la joven en el centro de la conspiración. En el 670 a.C., tuvo éxito, y aunque se desconoce su destino, es probable que fuera ejecutada junto con Sasi y los demás conspiradores. Es destacable por su posición poco convencional como esclava no adscrita a un sitio o templo, por lo que se asume que tenía un tipo de personalidad poderosa y carismática que hacía que la gente la escuchara y la elevó de esclava a invitada de honor en la casa de Sasi y la convirtió en instigadora de un complot para derrocar a un poderoso rey asirio.
Artemisia I de Caria (en torno a 480 a.C.)
Artemisia I fue la reina de Caria (en la moderna Turquía) y es conocida por su papel en la batalla de Salamina en el 480 a.C. durante la invasión de Grecia por Jerjes I. Ella era la reina regente de su joven hijo después de la muerte de su esposo, pero gobernó de acuerdo con su propio juicio sin supervisión ni consejo masculino.Heródoto la inmortalizó en su relato de Salamina:
Dejo de lado a todos los demás oficiales porque no es necesario que los mencione, excepto Artemisia… su escuadrón era el segundo más famoso de toda la armada. (VII.99).
Artemisia es conocida, no solo por su actuación en Salamina sino también por el consejo que dio a Jerjes I antes de la batalla, sugiriendo rendir a los griegos por hambre en lugar de enfrentarse a ellos en una batalla. Jerjes I ignoró su consejo, fue derrotado en Salamina y su invasión fracasó. Artemisia I escoltó al hijo de Jerjes I en su regreso a Persia para desaparecer después de los registros históricos.
Azadokht Shahbanu (esposa de Sapor I, que reinó de 240-270 d.C.)
Azadokht Shahbanu hace mucho que se conoce como una diplomática del Imperio sasánida bajo Sapor I, por ser su esposa principal y una hábil espadachina, pero la historiografía moderna tiende a indentificarla como la fuerza motriz del reinado de Sapor I y la considera responsable de establecer un gran centro intelectual, cultural y médico en Gundeshapur, Su nombre, Azadokht, significa “joven libre” mientras que Shahbanu es un título (esposa del rey). Se ha reconocido como uno de los hitos principales del impresionante reinado de Sapor I el establecimiento del hospital y la biblioteca destinados a la enseñanza en Gundeshapur. Pero los estudios recientes apuntan a Azadokht como la persona que invitó a los médicos griegos a la corte de Sapor I con el propósito de fundar el centro médico y de enseñanza. También es conocida por su habilidad con las armas y puede que también haya dirigido sus propias empresas, aunque esta afirmación es discutida.
Conclusión
Como han hecho notar Leick y otros historiadores, los derechos de las mujeres disminuyeron después del período Dinástico Temprano, y para las causas existen varias teorías. Entre ellas está la relativa al alza de las deidades masculinas que comenzaron a reemplazar a muchas de las diosas sumerias del período anterior. Esta teoría, propuesta por el historiador Samuel Noah Kramer entre otros, es discutida, pero cuando la religión monoteísta del Islam se hizo dominante después de la caída del Imperio Sasánida en el 651 d.C., ocurrió un claro deterioro de la situación de las mujeres. De todos modos, el historiador Jean Bottero dice:
En Mesopotamia, como en todas partes, toda mujer tenía bajo la manga dos cartas seguras para hacer frente a cualquier representante del llamado sexo "fuerte", e incluso para dominarlo, a pesar de todas las restricciones habituales o legales: primero, su feminidad; luego, su personalidad, espíritu y carácter. Y dependía de ella hacer uso de dichas cartas para nadar contra la corriente opuesta de la mentalidad contemporánea. (118-119)
Aún después del 651 d.C., existieron mujeres que encontraron la manera de expresarse a sí mismas y vivir de acuerdo con su propia visión. En el caso de estas diez mujeres famosas, su personalidad, su espíritu y carácter parecen haber jugado un papel muy importantea la hora de labrarse un lugar en el registro histórico, y lo mismo puede haber sucedido con otras que no se mencionan aquí. Sin duda hubo muchas mujeres más con talentos y habilidades igualmente impresionantes, pero sus nombres se perdieron simplemente porque no encontraron la oportunidad de hacerse conocidas.
¿Cómo sabemos acerca de la vida de las mujeres en la Antigua Mesopotamia?
La información acerca de la vida de las mujeres en la Antigua Mesopotamia proviene de las inscripciones, los archivos familiares, los registros comerciales, las facturas de venta, los historiadores, otras obras escritas y la evidencia arqueológica.
¿Quién es la mujer más famosa de la Antigua Mesopotamia?
La mujer más famosa de la Antigua Mesopotamia es Enheduanna, hija de Sargón de Acadia y primera escritora del mundo en ser conocida por nombre. La segunda más conocida podría ser la legendaria Semíramis, reina de Asiria.
¿Por qué en la Antigua Mesopotamia se clasificaba a las mujeres más detalladamente que los hombres?
Las mujeres de la Antigua Mesopotamia se clasificaban más detalladamente que los hombres porque se consideraban inferiores a estos y había que supervisar y regular su vida de manera más estricta.
¿Había mujeres en el sacerdocio en la Antigua Mesopotamia?
Sí. Había mujeres sacerdotisas, como también había médicas, dentistas, escribas, supervisoras de construcción, empresarias, cerveceras, guerreras, y reinas. El sacerdocio femenino normalmente estaba asociado, aunque no siempre, al templo de una diosa.
Joshua J. Mark no sólo es cofundador de World History Encyclopedia, sino también es su director de contenido. Anteriormente fue profesor en el Marist College (Nueva York), donde enseñó historia, filosofía, literatura y escritura. Ha viajado a muchos lugares y vivió en Grecia y en Alemania.
Mark, Joshua J.. "Diez grandes mujeres de la Antigua Mesopotamia."
Traducido por Recaredo Castillo. World History Encyclopedia. Última modificación octubre 12, 2022.
https://www.worldhistory.org/trans/es/2-2084/diez-grandes-mujeres-de-la-antigua-mesopotamia/.
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Mark, Joshua J.. "Diez grandes mujeres de la Antigua Mesopotamia."
Traducido por Recaredo Castillo. World History Encyclopedia. World History Encyclopedia, 12 oct 2022. Web. 23 nov 2024.
Licencia y derechos de autor
Escrito por Joshua J. Mark, publicado el 12 octubre 2022. El titular de los derechos de autor publicó este contenido bajo la siguiente licencia: Creative Commons Attribution-NonCommercial-ShareAlike. Por favor, ten en cuenta que el contenido vinculado con esta página puede tener términos de licencia diferentes.