El comercio local en la antigua Mesopotamia comenzó en el período El Ubaid (c. 5000-4100 a.C.), se desarrolló como comercio de larga distancia en el período Uruk (c. 4100-2900 a.C.), y floreció en los tiempos del período Dinástico Arcaico (2900-2334 a.C.). El comercio se siguió desarrollando hacia el 651 d.C., en el comienzo del período moderno del Oriente Próximo.
El comercio comenzó en Mesopotamia por la misma razón que lo hizo en todas partes: por necesidad. Los mesopotámicos tenían un excedente de grano, arcilla y caña (entre otros recursos) que podían ofrecer a cambio de recursos de los que carecían, tales como metales preciosos, minerales, y madera de otras regiones.
Las mercancías exportadas en el comercio a larga distancia incluían:
- cerámica
- vidrio
- grano
- productos de cuero
- pescado, palma y aceite vegetal
- canastos y esteras de caña
- telas
Las mercancías importadas desde el exterior de la Mesopotamia incluían:
- cobre, marfil, perlas, piedras semipreciosas, cuentas de cornalina (de la civilización del Valle del Indo)
- oro, plata, otros metales preciosos (de Egipto y Asia Menor)
- madera (de Levante y Elam – después Persia)
- lapislázuli (del antiguo Afganistán)
El desarrollo del comercio de larga distancia durante los períodos El Ubaid y Uruk llevaron a la invención de la escritura en la forma cuneiforme alrededor de c. 3500 a.C. para que los comerciantes pudieran comunicarse con los clientes de regiones lejanas o de ciudades mesopotámicas distantes. El cuneiforme fue mejorado en Uruk c. 3200 a.C., para llegar a una forma escrita que permitía una comunicación más clara y precisa y que, eventualmente, llevó al desarrollo de la literatura. El comercio estimuló también la aplicación de la rueda a los vehículos para el transporte, el desarrollo de los caminos, y la posterior crianza de animales domesticados para tirar de los carros y trasladar a los mercaderes.
La Revolución agrícola (c. 10.000 a.C.), con la domesticación de plantas y animales, es considerada como la fundación de la civilización, pero el comercio local y de larga distancia estimuló su desarrollo. El comercio desarrolló o estimuló aún más los cinco aspectos que definen la civilización: el excedente de alimentos, la división del trabajo, la urbanización, el gobierno y un sistema de escritura.
El comercio primitivo
El comercio local comenzó entre las comunidades mesopotámicas del período El Ubaid y lo debieron realizar mercaderes que viajaban a pie o, tal vez, usando animales de carga. Los productos que han sido identificados positivamente son: cerámicas, lo que incluye cuencos, jarras y figurillas (incluidos los famosos “reptilianos”). El sello cilíndrico, que identificaba al artista o al mercader, el lugar de fabricación o el valor, ya había sido desarrollado en este tiempo, que fue cuando comenzó a usarse con mayor frecuencia.
Aunque el período El Ubaid por lo general se asocia con el comercio local, algunos eruditos sugieren que ya existía el comercio de larga distancia con regiones tan remotas como China. También parece claro que las comunidades de El Ubaid del norte de Mesopotamia comerciaban con regiones tan al sur como Bahréin en el Golfo Pérsico, un centro vital del comercio que unía el Oriente Próximo con regiones mucho más al Este, incluido el Valle del Indo. La ciudad de Eridu era la participante principal en el comercio antes de c. 5000 a.C. y debió estar involucrada en este intercambio, que habría comprendido a las ciudades de Uruk, Ur, y Nippur durante el período Uruk.
El período Uruk y el comercio
El período Uruk vio el establecimiento del comercio con Egipto durante su período Gerzense (conocido también como Naqada II (c. 3500-3200 a.C.). La cerámica mesopotámica de Sumeria —que habría provenido de ciudades como Eridu, Nippur, U y Uruk— datada de c. 3500 a.C., ha sido encontrada en excavaciones en Egipto, incluyendo cerámicas, sellos cilíndricos y pendientes de lapislázuli. La riqueza generada por las ciudades gracias al comercio se refleja en su expansión durante este período, especialmente la de Uruk, que estableció varios asentamientos más allá de sus límites iniciales, en intersecciones importantes de las rutas comerciales.
Durante este período, el comercio terrestre a través de Mesopotamia se desarrollaba a lo largo de rutas establecidas y por los ríos Tigris y Éufrates hasta el Golfo Pérsico. La isla de Bahréin, identificada por los sumerios como Dilmún, la Tierra de los Dioses, servía como depósito principal para las mercaderías provenientes de la civilización del Valle del Indo (7000-60 a.C.). En ese tiempo no existía un sistema monetario con moneda acuñada; las mercaderías se intercambiaban por otras de un valor considerado similar. Los historiadores M. Wayne Alexander y William Violet comentan:
Los gobiernos todavía no acuñaban dinero en forma de monedas estandarizadas. Sin embargo, la plata y el grano se habían estado utilizando como medios de intercambio durante el cuarto al segundo milenio. (14)
La práctica de intercambiar bienes de igual valor era lo más común, sin embargo, como señalan Alexander y Violet con respecto a los textiles de la ciudad de Ur durante este período:
Los registros indican que alrededor de seis mil mujeres trabajaban en la cercana Girsu y trece mil trabajaban en Ur y sus alrededores tejiendo telas de lana... Las telas producidas en los talleres del templo se exportaban a tierras lejanas a cambio de metales, piedras preciosas... cebada y otros recursos naturales. (14)
Entre las regiones a las que se enviaban las telas de Ur estaba el Levante, donde las mercancías sumerias se comerciaban con las ciudades del antiguo Líbano alrededor del 3000 a.C., y en ese mismo tiempo, la ciudad de Biblos en el Levante intercambiaba esas mercancías con Egipto junto con su muy valorada madera (y el papiro). La madera era importada también desde la región de Elam a cambio de cerámicas. El comercio de Mesopotamia con Elam ya estaba establecido desde el período Protoelamita (c. 3200 a c. 2700 a.C.) influenciando el desarrollo del arte, la arquitectura y la cultura elamita durante el período Elamita Antiguo (c. 2700 a c. 1600 a.C.).
Según algunos historiadores, el comercio mesopotámico — específicamente sumerio— influenció también el arte y la arquitectura de Egipto. La académica Margaret Bunson, por citar un ejemplo, hace notar cómo la famosa Paleta de Narmer (c. 3150 a.C.) "con su representación de monstruos y serpientes de cuello largo entrelazadas, tiene un diseño particularmente mesopotámico" (267). Un trozo de vidrio azul encontrado en Eridu en 1919 d.C., identificado positivamente como proveniente de una antigua fábrica de vidrio cercana y fechado en 2000 a.C., coincide con piezas de vidrio azul similares encontradas en Egipto y sugiere que la fabricación egipcia de vidrio llegó a través del comercio con Mesopotamia. Las estatuillas egipcias y los diseños arquitectónicos de este período también sugieren una influencia mesopotámica, que continuaría durante el Período Dinástico Temprano.
Los períodos Dinástico Temprano y Acadio
Durante el período Uruk floreció el comercio, y se desarrolló el zigurat – la característica arquitectura monumental mesopotámica. El zigurat no solo servía a propósitos religiosos, sino que también tenía el uso práctico de identificar a determinada ciudad desde la distancia y servía como punto de referencia. Uruk siguió dominando el comercio de Mesopotamia durante esta era, pero entonces, como señala el historiador Paul Kriwaczek, algo sucedió:
Los arqueólogos nos dicen que ocurrieron cambios trascendentales alrededor del 3000 a.C. Súbitamente, o así lo parece, cesó el contacto entre los principales centros de la civilización, repartidos por toda la Mesopotamia. Las rutas comerciales, como la que llevaba a las minas afganas de lapislázuli, se interrumpieron. Los puestos avanzados de Uruk desaparecieron de toda la región: de Irán, Siria y Anatolia. (72)
Kriwaczek da algunas razones para lo sucedido, incluido un cambio climático, pero sostiene que la causa primaria fue la agresividad y los excesos de Uruk, que al final se encontró con la resistencia de otras ciudades-estado. Para el tiempo del período Dinástico Temprano, más o menos, esta situación ya se había resuelto (cómo sucedió, no se sabe), y las ciudades de Mesopotamia que participaban en el comercio de larga distancia incluían (aunque no eran las únicas):
- Adab (con Egipto hasta el 2000 a.C.)
- Akshak (con Afganistán y probablemente Egipto)
- Ebla (con Egipto y otros)
- Eridu (con Egipto y otros)
- Kadesh (con Egipto)
- Kish (con Elam)
- Larsa (con la civilización del Valle del Indo hasta c. 2358, cuando fue destruida)
- Mari (con Egipto por oro, con Levante, y otros)
- Nippur (incierto)
- Shurupak (con Egipto —grano por oro— y con otros)
- Sippar (incierto)
- Tell Brak (con Egipto y otros)
- Umma (posiblemente con Egipto bajo el rey Lugalzagesi, que reinó de c. 2358 a 2334 a.C.)
- Ur (con Egipto y otros)
- Uruk (con Egipto y otros)
Por el tiempo del período Dinástico Temprano III (2600-2334 a.C.), Kish y Uruk eran los poderes dominantes en lo político y lo comercial. Cada ciudad-estado era una entidad política autónoma y, naturalmente, competían entre ellas comercialmente y por los recursos como la tierra y los derechos de agua. Esto cambió con el ascenso de Sargón de Acad (el Grande, que reinó de 2334 a 2279 a.C.) quien conquistó la región y estableció el Imperio acadio.
Durante el período Acadio (2334-2218 a.C.), las ciudades-estado estaban bajo el control de la ciudad de Acad (también conocida como Agadé) y el comercio era regulado por funcionarios acadios elevados a posiciones de autoridad en las diferentes ciudades. El comercio local y el de larga distancia florecieron bajo la burocracia acadia, que eliminó la rivalidad entre las ciudades-estado y estandarizó los precios y las prácticas comerciales, además de mejorar los caminos. Kriwaczek describe los resultados de las políticas acadias:
Los barcos llegados de lugares tan lejanos como Bahréin (en acadio, Dilmún), Omán (Magan) e incluso el Indo (Meluhha) atracaban en los muelles de Acadia y descargaban sus tesoros; los marineros extranjeros que hablaban con extraños acentos llenaban las calles cercanas a los puertos. Diariamente llegaban al puerto barcas cargadas hasta la borda con granos de lejanos campos lluviosos, mucho más allá de la llanura aluvial, desembarcaban sus cargamentos y eran desmanteladas rápidamente, la madera se destinaba al reciclaje en extensos proyectos locales de construcción. (125)
Sin embargo, al mismo tiempo que la región estaba experimentando este auge económico a través del comercio, se vio sacudida periódicamente por el malestar social cuando las ciudades-estado se rebelaron contra el dominio acadio. Sargón y sus sucesores sofocaron revueltas en toda la región continuamente, hasta que Acad cayó finalmente ante los gutis, un pueblo asiático occidental de las montañas Zagros. Kriwaczek (así como otros) ha señalado que Acad probablemente cayó por muchas razones, incluido el cambio climático, y que los escribas sumerios culparon a los gutis al estar resentidos por el control que ellos tomaron de la región.
Los períodos Gutiano y Ur III
El período Gutiano (2218-2047 a.C.) muestra una marcada decadencia del comercio; según los escribas del posterior período Ur III (2047-1750 a.C.), por entera culpa de los gutis. De acuerdo con esos relatos posteriores, tanto el comercio terrestre como el marítimo se estancaron y los ladrones merodearon por los caminos y las rutas comerciales.
La evidencia arqueológica demuestra la caída del comercio y la decadencia económica durante este período, y es posible, incluso probable, que los gutis fueran malos administradores, pero la causa probable fue la sequía, que trajo hambruna y terminó con el excedente de grano que era el elemento básico del comercio mesopotámico.
Los sumerios liderados por Utu-Hegal, rey de Uruk (que reinó de c. 2055 a 2047 a.C.) se rebelaron contra el dominio guti y, después de su muerte, por Ur-Nammu (que reinó de 2047 a 2030 a.C.), fundador de la Tercera Dinastía de Ur, y que más adelante eliminó el control guti de la tierra y reestableció el comercio. La evidencia arqueológica confirma la descripción que hacen los escribas sumerios del reinado de Ur-Nammu como uno próspero. Esto lo muestran claramente el que el zigurat de Ur comenzara a construirse durante su reinado, su código legal (el Código de Ur-Nammu), como también las mejoras en la infraestructura y la reconstrucción y renovación de ciudades como Lagash y de varios templos. Cuando los gutis se levantaron de nuevo en el 2030 a.C., Ur-Nammu murió combatiendo y asumió el trono su hijo Shulgi de Ur (que reinó de 2029 a 1982 a.C.)
El comercio volvió a florecer bajo Shulgi quién, después de expulsar a los gutis, conquistó la región correspondiente al moderno Kuwait a través de Irak, para luego estandarizar los pesos, las medidas, la medición del tiempo y el calendario, para que todo su reino funcionara en concordancia. Las principales ciudades-estado mesopotámicas bajo el reinado de Shulgi parecen haberse involucrado en el comercio a larga distancia. lo que impulsó la prosperidad, la estabilidad económica y el resurgir de la cultura de la región en lo que se conoce como el Renacimiento Sumerio.
El gobierno, ya sea de las ciudades-estado individuales durante los períodos desde Uruk hasta el Dinástico Temprano, o una autoridad central durante los períodos Acadio y Ur III, era responsable de regular y supervisar el comercio local y de larga distancia, así como de construir y mantener almacenes, muelles y carreteras. Shulgi estableció posadas para los viajeros a los costados de las carreteras (y las adornó con jardines). El éxito comercial de Mesopotamia se vio reflejado en sus socios comerciales de larga distancia y, a medida que se satisfacían las necesidades esenciales, los artículos de lujo se convirtieron en un producto de primer orden. La académica Gwendolyn Leick comenta:
A medida que los países alrededor de Mesopotamia también desarrollaron sus propios estados estratificados y élites ricas, creció la demanda de artículos de lujo producidos en Mesopotamia. Estos eran productos textiles (tela de lana, prendas terminadas, túnicas bordadas), ropa de cuero, muebles de madera y con incrustaciones, armas de bronce, metales altamente elaborados y artefactos y joyas de piedra. Dichos productos se exportaron a todo el Oriente Próximo, incluido Egipto, durante el segundo milenio y luego nuevamente durante el período neobabilónico. (174)
Después de la muerte de Shulgi, sus sucesores trataron de mantener la cohesión del reino, pero esta se fue desmoronando a medida que los nómadas amorreos establecieron asentamientos permanentes y desafiaron la autoridad de Ur. En el año 1750 a.C. Ur cayó finalmente ante los elamitas, pero por ese tiempo los amorreos ya se habían establecido firmemente en la región y fueron el siguiente pueblo en controlar y estimular el comercio mesopotámico.
Hammurabi y el Club de las Grandes Potencias
El rey amorreo Hammurabi (que reinó de 1793 a 1750 a.C.) comenzó su reinado en Babilonia construyendo y armando silenciosamente un ejército, para luego conquistar rápidamente toda la región. Después de establecer su autoridad, se puso a la tarea de mejorar la infraestructura, ganándose así el título de bani matim (“Constructor de la Tierra”) por sus construcciones, el mejoramiento de caminos, posadas, almacenes, y otros proyectos de edificación. El profesor Lionel Casson escribe:
En una carta a un funcionario en Larsa, [Hammurabi] ordena que cierto personal debe presentarse ante él lo más rápido posible, especificando que deben “viajar de día y de noche de manera de estar en Babilonia dentro de dos días”. Las dos ciudades distan unos 190 kilómetros; si aceptamos un plazo de 36 a 48 horas, significa que él contaba con que viajaran a una velocidad de 4 a 5 y medio kilómetros por hora, y esto es casi tan bueno como lo que hacían los viajeros en carretas tiradas por mulas, en las tan elogiadas calzadas romanas dos milenios después. (26)
Casson señala asimismo que el pavimento era casi inexistente y, que, salvo por las obras viales ejecutadas posteriormente por los hititas, los mercaderes, los viajeros y los ejércitos se movían por caminos polvorientos, y puesto que los puentes eran escasos, tenían que usar trasbordadores para cruzar los cursos de agua (lo que significaba que había que desmantelar los vehículos como los carros, a efectos de adecuarlos), alquilar botes, o encontrar la manera de sortearlos. Las bandas de asaltantes era otra dificultad que los mercaderes debían considerar, por lo que muchos contrataban guardias armados, a veces en número sustancial, para proteger sus intereses.
El reino de Hammurabi, como el de Shulgi, se derrumbó poco después de su muerte y fue tomado por los hititas en 1595 a.C. y después asumió el control la dinastía Casita (c. 1595 a 1155 a.C.), que de nuevo mantuvo el comercio, aunque no se tiene claro en qué extensión. Hacia 1500 a.C. los asirios se habían establecido como una potencia, y por el 1400 a.C. ya se habían independizado del reino de Mitanni. La fuerza económica y militar de los mayores estados individuales del Oriente Próximo, y de sus vecinos, favorecieron la igualdad y la cooperación.
Entre 1500-1200 a.C., el así llamado Club de las Grandes Potencias supervisaba y regulaba el comercio internacional. Este incluía a:
El profesor Marc van de Mieroop escribe:
Durante los siglos que van del 1500 al 1200, el Oriente Próximo llegó a integrarse en un sistema internacional que cubría toda la región desde el Irán occidental al Mar Egeo y de Anatolia a Nubia. Varios estados con territorio extenso interactuaban entre ellos como iguales o como rivales. Ubicados en medio de ellos, especialmente en el área sirio-palestina, había una serie de estados pequeños que juraban lealtad a sus vecinos más poderosos, y que eran usados a menudo como intermediarios en sus rivalidades. (129)
Durante el tiempo de las Cartas de Amarna (la correspondencia entre los miembros del "club" y Egipto durante el período Amarna de c. 1348-1320 a.C.), el Club de los Grandes Poderes incluía a:
- Asiria
- Alasiya (en Chipre)
- Arzawa (suroeste de Anatolia)
- Babilonia
- Egipto
- Hatti (Reino de los hititas)
- Mitanni
El comercio continuó entre esas potencias (y otras, aún tan al norte como Dinamarca) con periódicos disturbios y enfrentamientos militares hasta el colapso de la Edad de Bronce (c. 1250 a c. 1150 a.C.) cuando el cambio climático, las catástrofes naturales, el malestar social, la inestabilidad política, y las invasiones de los Pueblos del Mar, derribaron civilizaciones y alteraron el comercio y el orden social en todo el Mediterráneo y el Oriente Próximo.
Conclusión
Para el año 525 a.C., todos los estados del Club de las Grandes Potencias habían desaparecido. Hatti y Mitanni desaparecieron en 1200 a.C., el Imperio asirio cayó en 612 a.C., y Babilonia, Arzawa y Alasiya habían sido tomadas por el Imperio persa aqueménida (c. 550-330 a.C.). Egipto cayó ante los persas en 525 a.C., y fue solo en este momento que se introdujo la acuñación de moneda en las prácticas comerciales egipcias. Las monedas se acuñaron por primera vez en Lidia bajo el reinado del rey Aliates (c. 635-585 a.C.) de Sardes, pero el comercio en el Oriente Próximo había seguido utilizando el sistema de trueque. Ciro II (el Grande, que reinó de c. 550 a 530 a.C.) introdujo las monedas en el comercio después de su conquista de Lidia, y se cree que Darío I (el Grande, que reinó de 522 a 486 a.C.) creó el dárico, la primera moneda de oro con un valor estandarizado, que luego se utilizaría en el comercio en todo el Imperio aqueménida.
Esta práctica continuó después de que el imperio cayó ante Alejandro Magno en 330 a.C. y fue mantenida por las entidades políticas que siguieron: el Imperio seléucida (312-63 a.C.), el Imperio parto (247 a.C. a 224 d.C.) y el Imperio sasánida ( 224-651 d.C.), todos los cuales tomaron la regularización del comercio como un aspecto integral del gobierno. Después de que el Imperio sasánida cayera ante los árabes musulmanes en 651 d.C., y los nuevos gobernantes instituyeran sus propias políticas con respecto al comercio, solo siguieron, en esencia, los patrones establecidos miles de años antes.
Un agradecido reconocimiento a la Sra. Marjorie Hilton por la inspiración para escribir este artículo.