La medicina en la antigua Mesopotamia se basaba en la creencia de que las enfermedades estaban causadas por agentes sobrenaturales y, aunque se administraban medicinas y se trataban las heridas, los hechizos y encantamientos mágicos también se consideraban eficaces. De entre estos, la obra conocida como Tabla 11 de los Demonios Malvados, del período paleobabilónico (2000-1600 a.C.) se utilizaba para desterrar a los espíritus que causaban enfermedades.
La enfermedad se entendía comúnmente como un castigo de los dioses por el pecado (una persona había hecho algo, o no había hecho algo, que enojaba a las deidades colectivamente o a una en particular), pero también podía ser obra de demonios o fantasmas. Los dioses podían enviar demonios, especialmente el tipo conocido como sebettu (o también sebitti o sebittu), para afligir a una persona, pero en la antigua Mesopotamia también se entendía que los fantasmas causaban graves problemas de salud.
El entierro en la antigua Mesopotamia se ocupaba principalmente de la observancia de ritos adecuados para evitar que los fantasmas regresaran y causaran problemas a los vivos. Aunque algunos fantasmas a veces podían escapar solos del inframundo, la diosa Ereshkigal, reina de los muertos, generalmente se aseguraba de que los espíritus de los difuntos permanecieran en su reino de Irkalla, el inframundo. Sin embargo, Ereshkigal, con la aprobación de los demás dioses, podía permitir que un espíritu regresara para perseguir a su familia si esta no había llevado a cabo los ritos funerarios adecuados.
todas las ALMAs SE DIRIGÍAn AL MISMO LUGAR YA QUE NO HABÍA CONCEPTO DE JUICIO DE LOS MUERTOS.
Sin embargo, en algunos casos, uno o más espíritus que habían regresado a la tierra sin autorización aparecían en una ciudad, aldea o casa para causar problemas simplemente porque no estaban contentos con su destino. En estos casos, se llamaba a un profesional para que recitara un hechizo y enviara las almas de regreso a donde pertenecían. La llamada Tabla 11 de Demonios Malvados (una designación moderna) era uno de estos hechizos. Aunque algunos de sus pasajes se podrían aplicar a demonios, se cree que se ocupaba principalmente de fantasmas y podría denominarse correctamente un hechizo de fantasmas.
La vida después de la muerte y los fantasmas en Mesopotamia
El inframundo se imaginaba como un reino oscuro de eterno crepúsculo, donde las almas de los muertos vagaban sin rumbo y sin propósito, comiendo polvo y bebiendo de charcos. Todas las almas que partían de la tierra iban a este mismo lugar ya que no existía el concepto de un juicio de los muertos a la par de culturas como Egipto, Persia o Grecia. Tanto el rey más importante como el campesino más humilde podían esperar la misma experiencia después de la muerte y esta solo difería en cómo se cuidaba su tumba y qué ofrendas hacían los vivos. El erudito Stephen Bertman, en una cita de Georges Contenau, describe la otra vida mesopotámica:
En esta región, sin ningún rayo de luz, totalmente envuelta en polvo, sin aire y sin comida ni bebida, el único sustento de los espíritus de los muertos eran las ofrendas funerarias. Si ningún hombre los recordaba, entonces regresaban a la tierra para plagar a los vivos, subsistiendo lo mejor que podían con los miserables restos de comida que podían encontrar en las alcantarillas. Como habitaban en un oscuro inframundo llamado "la tierra sin retorno", los espíritus de los muertos ansiaban el alimento que habían conocido en esta vida. En un mundo que no era ni el cielo ni el infierno, sino un reino de vacío sin fin, los muertos anhelaban el alimento del recuerdo. (281)
Si a un espíritu se le daba permiso para regresar y recordarle a la familia lo que le debía, normalmente después regresaba al inframundo sin incidentes. Aun así, al parecer había muchos (a juzgar por los hechizos, encantamientos, inscripciones y menciones en la literatura) que no tenían a nadie que los recordara o se negaban a regresar a Irkalla simplemente porque preferían ser mendigos entre los vivos que aceptar su lugar en la tierra de los muertos. En tales casos, había que llamar a un profesional para que se ocupara de la situación.
Por fantasma se entendía el espíritu de un ser humano que había muerto, mientras que los demonios eran entidades sobrenaturales que nunca habían tenido forma humana. El término "demonio" no debe entenderse según su definición moderna, sino como lo entendían los mesopotámicos, como señalaba la académica Gina Konstantopoulos:
La palabra inglesa "demon" es intrínsecamente problemática, ya que implica una dualidad del bien y del mal que no estaba presente en la religión y la cultura mesopotámica. Incluso la palabra "sobrenatural" tiene problemas similares, ya que estas figuras eran un aspecto aceptado e integrado de la religión y la sociedad. En Mesopotamia, los demonios eran a menudo la razón externa o la causa de una serie de dolencias (como enfermedades, impotencia e incluso mala suerte o desgracia) que podían afectar a un individuo. Sin embargo, también podrían representar una amenaza para la sociedad en general, para los dioses y para la naturaleza ordenada fundamental del universo... Los demonios, que podemos entender como seres más allá de la esfera humana en sus habilidades, orígenes y acciones, en algunos casos podían actuar de manera positiva o negativa, y esa primera función se cumplía cuando actuaban como proctectores contra otra amenaza demónica. (Demonios, 2)
El mejor ejemplo de esto es el demonio Pazuzu, que los profesionales médicos invocaban con frecuencia para ahuyentar a cualquier demonio o demonios menores que pudieran estar causando la enfermedad, la mala suerte o el sufrimiento del paciente. Los sebettu, a veces asociados con el dios de la sabiduría Enki, y otros como ellos, también podrían causar problemas de salud a los humanos, pero en este caso actuaban como agentes de los dioses castigando el pecado o enseñando una lección. Sin embargo, incluso en estos casos, el problema podría ir demasiado lejos o durar demasiado y tendría que ser abordado por un profesional de la salud.
En Mesopotamia, había dos tipos principales de médicos (ambos asociados con la diosa de la curación, Gula): los asu, que trataban las enfermedades con medicinas, y los asipu, que dependían de lo que hoy se considerarían hechizos mágicos, encantamientos, amuletos y otros objetos rituales que se cree que poseen poderes sobrenaturales. Konstantopoulos señala:
La primera respuesta contra estas amenazas malévolas era el asipu, a quien se puede equiparar vagamente con el término "exorcista"... El exorcista era un especialista en rituales altamente capacitado, uno más de una gama de profesiones con especializaciones similares... Mientras que el límite entre el asu y el asipu no siempre estaba perfectamente claro, en general el primero trataba los síntomas fisiológicos de la enfermedad a través de medios farmacológicos mientras que el segundo abordaba la causa raíz sobrenatural de la aflicción usando encantamientos rituales... El asipu tenía una variedad de herramientas sobrenaturales a su disposición... y trabajaba con la protección y legitimación del dios Enki, o Ea, quien, a su vez, se asociaba con la sabiduría y la magia ritual benevolente o mayoritariamente apotropaica. (Demonios, 9)
Ya se tratara de demonios que actuaban por sí solos, de aquellos que habían ido demasiado lejos al cumplir la voluntad de Enki o de todo tipo de fantasmas, el asipu primero evaluaba la situación, de la misma manera que un médico moderno examinaría los síntomas de un paciente, y luego decidía qué tratamiento aplicar, en el que casi siempre había que realizr un hechizo, canto o encantamiento.
Resumen y comentario
En el caso de la Tabla 11 de los Demonios Malvados, después de un prólogo inicial que llama la atención del espíritu o espíritus e invoca a los dioses, el asipu nombra específicamente los tipos de fantasmas que podrían estar causando el problema para enviarlos de regreso al inframundo. El académico Irving Finkel proporciona un breve resumen del texto sobre los tipos de fantasmas involucrados, que se identifican por sus acciones:
En las líneas 5 y 7 y 23-24, estos fantasmas espían a la gente; en las líneas 25-63, por el contrario, están dentro de la casa, justo en la habitación de alguien que ya está enfermo, con una variedad de tormentos y acciones vengativas (¡incluido hacer muecas y sacar la lengua!) diseñadas para acelerar la muerte del enfermo; con la esperanza de que su fantasma se rinda y que siga a sus torturadores al Inframundo. Las líneas 85-99 complementan nuestra lista establecida de aparecidos que tuvieron un final difícil con uno o dos casos nuevos y confirman los clásicos casos perturbados para quienes no hay una familia que los reconforte en la muerte... la calificación "quien proceda" indica que este texto estaba pensado para recitarse, de manera que habría que insertar el nombre del paciente (y el de su padre). Esto demuestra que un fantasma es sin duda el problema y representa un intento detallado y persistente de frustrar todos sus trucos. (77)
Finkel (entre otros) interpreta la Tabla 11 de los Demonios Malvados como un hechizo para fantasmas porque las entidades mencionadas parecen encajar más en la definición de fantasma que de demonio (aunque, como él señala, algunas podrían aplicarse a cualquiera de los dos). El vínculo entre el nombre del padre y el del paciente sería común simplemente como identificación, pero en este caso podría sugerir que el padre tuvo algo que ver con la situación actual.
El padre era la cabeza de la familia en la antigua Mesopotamia y era su responsabilidad asegurarse de que el hijo mayor cumpliera con las obligaciones hacia los muertos. Si no lo hacía, un espíritu al que se le había dado permiso para regresar a la tierra podría atacar a una esposa, al hijo mayor, al hijo menor, a la hija u otro miembro de la familia, aunque era el padre el que había cometido el delito por omisión al no instruir adecuadamente a su hijo mayor.
Texto
El siguiente pasaje está tomado de The First Ghosts (Los primeros fantasmas) de Irving Finkel, páginas 77-80. Los paréntesis indican que faltan versos o palabras, mientras que los signos de interrogación sugieren traducciones alternativas para una palabra. Se omite el prólogo en el que el asipu se dirige a los espíritus con "Yo conjuro" en nombre de los dioses, pero los siguientes versos deben entenderse como que comienzan con "Yo os conjuro..."
Tanto si sois de los que trepan constantemente por paredes de barro...
5. A quien es el búho (?), el Vigilante, que tiene el mal a su disposición...
A quien... cuyo dios...
A quien es bennu, el Vigilante de la noche
Al que rasca constantemente como un lobo
Al que constantemente destella como un relámpago
10. A los que parpadean constantemente como una llama.
Al que constantemente... como el fuego
Al que brilla constantemente como la luz del día
Al que brilla constantemente como una estrella
Al que esta constantemente oscuro como un punto negro
15. A los que abruman constantemente como un demonio alu
Al que constantemente molesta a las víctimas como un demonio Lilu
Al que entra constantemente en las casas
Al que constantemente pasa por encima de los umbrales
Al que trepa constantemente por los tejados
20.Al que constantemente deambula por los cimientos de las casas
A los que están constantemente presentes en los agujeros
Al que constantemente busca un buen joven o una buena joven en la calle
A quien es el vigilante al mediodía
A quien es el vigilante de lo que dice la gente
25. Al que está constantemente a la cabeza de un enfermo
Al que se sienta constantemente ante la cabeza de un enfermo
Al que camina constantemente delante de la cabeza de un enfermo
A quien come con él cuando come
A quien bebe con él cuando bebe
30.Al que asusta constantemente al enfermo, quien proceda
A los que aterrorizan constantemente al enfermo, quien proceda
A quien asusta al enfermo, quien proceda
Al que constantemente crea obstáculos ante un enfermo
Al que constantemente arruga la nariz ante un enfermo
35. A quien muestra los dientes ante un enfermo
A quienes se sientan constantemente delante de un enfermo
Al que rechina constantemente los dientes ante un enfermo
A quien constantemente le saca la lengua a un enfermo
A los que constantemente abren la boca ante un enfermo
40. Al que constantemente finge estar cojo ante un enfermo
Al que choca como un buey ante un enfermo
A quien se muestra como un buey salvaje delante de un enfermo
Al que es enorme como un cerdo salvaje ante un enfermo
Al que ladra como un perro ante un enfermo
45. A los que constantemente gimen como un tejón (?) ante un enfermo
Al que ruge como un león ante un inválido
Al que constantemente se desliza como una serpiente ante un enfermo
Al que constantemente se desliza como víbora delante del enfermo
Al que constantemente se desliza como una culebra ante un enfermo
50. Al que constantemente se desliza como un camaleón (?) ante un enfermo
A los que constantemente se deslizan como gusanos ante un enfermo
Al que constantemente se desliza como un lagarto ante un enfermo
Al que siempre esta oscuro como el pelo arrancado ante un enfermo
Al que siempre es un macho cabrío oscuro ante un enfermo
55. Al que siempre es como una cabra oscura ante un enfermo
Al que siempre es negro como un niño ante un enfermo
Al que siempre es denso como un cordero ante un enfermo
Al que siempre es... como un zorro ante un enfermo
Al que siempre vuela como avispa ante un enfermo
60. Al que siempre se entrelaza como una cuerda ante un enfermo (?)
A los que os cubrís como un hombre desnudo delante de un enfermo
A quien está siempre negro como el betún ante un enfermo
Al que es blanco como el yeso delante del enfermo
Al que constantemente camina por la calle
65. A los que constantemente se sientan en las calles
Al que constantemente se reclina en las plazas
Al que constantemente molesta a la ciudad por la noche
Al que vaga constantemente por la ciudad en la tarde
Al que busca constantemente la ciudad en la tarde
70. Al que constantemente trepa paredes
Al que constantemente se esparce en los baños
Al que constantemente se agacha en los cimientos
A los que frecuentan constantemente las casas
Al que constantemente saltan zanjas
75. Al que constantemente se esconde en grietas
Al que está expuesto en el río
A quien es masacrado en el río
A quien está dividido en el río
A quien constantemente se moja en el río.
80. Al que merodea en el río cuando está en crecida
A los que merodean en un río
Al que camina constantemente por los bosques
Al que constantemente se escabulle en los bosques
A quien recorre caminos
85. A los que no tienen guía en la estepa
A quien ha muerto en batalla
A los que han sido heridos con un arma
Al que ha sido herido con un arma poderosa
Al que ha sido masacrado con una daga
90. A los que han sido asesinados con un palo de amarre
Al que ha sido trillado con picas
Al que ha sido empalado en un poste
Al que ha perecido durante la destrucción
Al que no tiene padre ni madre
95. Al que no tiene hermano ni hermana
Al que no tiene familia, amigos o parientes
Al que no tiene ni hijo ni hija
A quien tiene heredero para libar agua
A los que ha sido sepultados entre sus pares.
Conclusión
Una vez recitado el hechizo, se esperaba que el espíritu dejara en paz al paciente y regresara al inframundo. En el hechizo anterior, hay muchos fantasmas malévolos nombrados que no habrían sido los aparecidos de miembros de la familia pero, ya fueran intrusos no deseados o visitantes a quienes se les había dado permiso divino y luego se habían aprovechado de él (a menudo el encantamiento se usaba en conjunto con amuletos, encantamientos y aromas), se esperaba que funcionara como lo haría cualquier medicamento recetado por un médico hoy en día para abordar los síntomas de un paciente.
¿Te gusta la historia?
¡Suscríbete a nuestro boletín electrónico semanal gratuito!
Sin embargo, los mesopotámicos no invocaban instantáneamente un asipu ante la aparición de un fantasma; el espíritu tendría que haber causado alguna dificultad, presentado algún problema o desencadenado alguna enfermedad para requerir la intercesión de un profesional médico. Finkel escribe:
Los fantasmas de la familia, cuando decidían hacer acto de presencia, no siempre encontraban miedo u hostilidad si no eran una molestia excesiva: no era raro que se consideraran con simpatía. Una manifestación repentina, por supuesto, haría saltar a cualquiera, pero parece que para un babilónico, simplemente ver un fantasma de la familia era un poco como encontrar un ratón en la cocina: un susto, una sensación de irritación y saber que habría que hacer algo al respecto. El encuentro con un fantasma, sin embargo, siempre conllevaba implicaciones, que a menudo variaban mucho desde el simple miedo hasta un peligro siniestro extremo y una enfermedad física o psicológica. (82-83)
Se entendía que los dioses habían establecido el orden a partir del caos y parte de su diseño incluía el breve tiempo que los humanos tenían que pasar en la tierra. Cuando ese tiempo pasaba, se esperaba que el alma del difunto partiera con gracia y tranquilidad hacia el lugar reservado para ella en el inframundo. Al parecer, la mayoría de las almas cumplían con esta expectativa, pero para aquellas que no lo hacían, los hechizos como la Tabla 11 de los Demonios Malvados garantizaban que el mundo ordenado continuaría funcionando de acuerdo al plan.
La Tabla 11 de los Demonios Malvados es un hechizo mágico mesopotámico del período paleobabilónico (2000-1600 a.C.) empleado para regresar a los fantasmas que causan enfermedades al inframundo, lugar donde pertenecían.
¿Por qué se llama Tabla 11 de los Demonios Malvados si está escrito para lidiar con fantasmas?
La Tabla 11 de los Demonios Malvados es un nombre moderno para el texto, el cual probablemente no tenía nombre. Esta designación se estableció antes de que los investigadores entendieran la diferencia entre ser atormentado por un fantasma en Mesopotamia y la actividad demoníaca.
¿Cómo se usaba la Tabla 11 de los Demonios Malvados?
La Tabla 11 de los Demonios Malvados la usaban los profesionales en medicina (los asipu) para retornar a las entidades sobrenaturales al inframundo, su lugar de procedencia, de la misma forma en que se entienden hoy en día las medicinas, tratamientos y procedimientos modernos en los problemas de salud.
¿Funcionan realmente los hechizos mágicos como la Tabla 11 de los Demonios Malvados?
Según los antiguos textos de medicina mesopotámicos, los hechizos mágicos como la Tabla 11 de los Demonios Malvados eran efectivos para enviar de regreso a los espíritus a su lugar de pertenencia y curar las enfermedades de los pacientes.
Konstantopoulos, G. "They Are Seven: Demons and Monsters in the Mesopotamian Textual and Artistic Tradition." University of Michigan Dissertation, 2015, pp. 1-423.
Magíster en Historia Militar con más de 20 años de servicio militar, actualmente realizando trabajos de investigación sobre desarrollo tecnológico en buques y memoria histórica con veteranos.
Joshua J. Mark no sólo es cofundador de World History Encyclopedia, sino también es su director de contenido. Anteriormente fue profesor en el Marist College (Nueva York), donde enseñó historia, filosofía, literatura y escritura. Ha viajado a muchos lugares y vivió en Grecia y en Alemania.
Mark, Joshua J.. "Antiguo hechizo mesopotámico para fantasmas."
Traducido por Rodrigo Pedraza. World History Encyclopedia. Última modificación marzo 02, 2023.
https://www.worldhistory.org/trans/es/2-2180/antiguo-hechizo-mesopotamico-para-fantasmas/.
Estilo MLA
Mark, Joshua J.. "Antiguo hechizo mesopotámico para fantasmas."
Traducido por Rodrigo Pedraza. World History Encyclopedia. World History Encyclopedia, 02 mar 2023. Web. 20 nov 2024.
Licencia y derechos de autor
Escrito por Joshua J. Mark, publicado el 02 marzo 2023. El titular de los derechos de autor publicó este contenido bajo la siguiente licencia: Creative Commons Attribution-NonCommercial-ShareAlike. Por favor, ten en cuenta que el contenido vinculado con esta página puede tener términos de licencia diferentes.