El Enuma Elish (también conocido como Las Siete Tablillas de la Creación) es el mito mesopotámico de la creación cuyo título se deriva de las primeras líneas de la misma obra: "Cuando en lo Alto". El mito cuenta la historia de la victoria del gran dios Marduk sobre las fuerzas del caos y cómo este establece el orden en la creación del mundo.
Todas las tablillas que contienen el mito, encontradas en Ashur, Kish, la biblioteca de Ashurbanipal en Nínive, Sultantepe, y otros sitios excavados datan de c. 1200 a.C., pero sus colofones indican que todas estas son copias de una versión mucho más antigua del mito que data de mucho antes de la caída de Sumeria en c. 1750 a.C.
Como Marduk, el campeón de los dioses jóvenes en su guerra contra Tiamat, es de origen babilónico, se cree que el dios sumerio Enki/Ea o Enlil desempeñó el papel principal en la versión original de la historia. La copia encontrada en Ashur tiene al dios Ashur en el papel principal, como era costumbre en las ciudades de Mesopotamia. El dios de cada ciudad era siempre considerado el mejor y el más poderoso. Marduk, el dios de Babilonia, solo figura tan prominentemente como lo hace en la historia porque la mayoría de las copias encontradas son de escribas babilónicos. Aun así, Ea todavía juega un papel importante en la versión babilónica del Enuma Elish al crear a los seres humanos.
Resumen de la Historia
La historia, una de las más antiguas, si no la más antigua del mundo, trata del nacimiento de los dioses y la creación del universo y de los seres humanos. En el principio, solo había agua indiferenciada arremolinándose en el caos. De este remolino, las aguas se dividieron en agua fresca y dulce, conocida como el dios Apsu, y agua salada y amarga, la diosa Tiamat. Una vez diferenciadas, la unión de estas dos entidades dio origen a los dioses más jóvenes.
Sin embargo, estos jóvenes dioses eran extremadamente ruidosos, perturbando el sueño de Apsu por la noche y distrayéndolo de su trabajo durante el día. Siguiendo el consejo de su visir, Mummu, Apsu decide matar a los dioses jóvenes. Tiamat, al enterarse de su plan, le advierte a su hijo mayor, Enki (también llamado Ea), quien pone a Apsu a dormir y lo mata. A partir de los restos de Apsu, Enki crea su hogar.
Tiamat, una vez partidaria de los dioses jóvenes, ahora está furiosa porque han matado a su pareja. La diosa consulta con el dios Kingu, quien le aconseja hacer la guerra a los dioses jóvenes. Tiamat recompensa a Kingu con las Tablillas del Destino, que legitiman el gobierno de un dios y controlan los destinos, y las usa con orgullo como coraza. Con Kingu como su campeón, Tiamat convoca las fuerzas del caos y crea once horribles monstruos para destruir a sus hijos.
Ea, Enlil y los dioses jóvenes luchan inútilmente contra Tiamat hasta que, de entre ellos, surge el campeón Marduk que jura que derrotará a Tiamat. Marduk derrota a Kingu y mata a Tiamat disparándole una flecha que la divide en dos; de sus ojos fluyen las aguas de los ríos Tigris y Éufrates. A partir del cadáver de Tiamat, Marduk crea los cielos y la tierra, designa dioses para varios deberes y ata a las once criaturas de Tiamat a sus pies como trofeos (con mucha adulación de los otros dioses) antes de colocar sus imágenes en su nuevo hogar. También toma las Tablillas del Destino de Kingu, legitimando así su reinado.
Después de que los dioses terminaron de elogiarlo por su gran victoria y el arte de su creación, Marduk consulta con el dios Ea (dios de la sabiduría) y decide crear seres humanos a partir de los restos del dios que instigó a Tiamat a la guerra. Kingu es encontrado culpable y es ejecutado. De su sangre, Ea crea al primer hombre, para ayudar a los dioses en su eterna tarea de mantener el orden y mantener a raya el caos.
Como dice el poema: "Ea formó la humanidad / Impuso sobre ella el servicio de los dioses, liberando a estos." (Tablilla VI.33-34). Después de esto, Marduk "organizó el inframundo" y distribuyó a los dioses a sus estaciones designadas (Tablilla VI.43-46). El poema termina en la Tablilla VII con un largo elogio a Marduk por sus logros.
Comentario
El Enuma Elish más tarde sería la inspiración para los escribas hebreos que crearon el texto ahora conocido como el libro bíblico del Génesis. Antes del siglo XIX, la Biblia se consideraba el libro más antiguo del mundo y se pensaba que sus narraciones eran completamente originales, sin embargo, a mediados del siglo XIX, museos europeos, así como instituciones académicas y religiosas, patrocinaron excavaciones en Mesopotamia con el objetivo de hallar evidencia física para la corroboración histórica de los relatos de la Biblia. Sin embargo, estas excavaciones encontraron todo lo contrario, ya que, una vez que se tradujeron los textos cuneiformes, se entendió que varias narraciones bíblicas eran de origen mesopotámico.
Relatos famosos como la Caída del Hombre y el Diluvio Universal fueron originalmente concebidos y escritos en Sumeria, traducidos y modificados más tarde en Babilonia, y reelaboradas por los asirios antes de que fueran utilizados por los escribas hebreos para las versiones que aparecen en la Biblia. Aunque el paradigma básico de las narrativas bíblicas y mesopotámicas se alinean estrechamente, todavía existen diferencias significativas como señaló el erudito Stephen Bertman:
Tanto el Génesis como el Enuma Elsih son textos religiosos que detallan y celebran orígenes culturales: el Génesis describe el origen y fundación del pueblo judío bajo la guía del Señor; el Enuma Elish relata el origen y la fundación de Babilonia bajo el liderazgo del dios Marduk. Cada obra contiene un relato de cómo se crearon el cosmos y el hombre. Cada obra comienza describiendo el caos acuoso y la oscuridad primigenia que una vez llenó el universo. Luego se crea la luz para reemplazar la oscuridad. Después se hacen los cielos y en ellos se colocan los cuerpos celestes. Finalmente, el hombre es creado. A pesar de estas similitudes, los dos relatos son más diferentes que iguales. (312)
Al modificar el relato de la creación mesopotámica para sus propios fines, los escribas hebreos acortaron la narrativa y el enfoque, pero mantuvieron el concepto de la deidad todopoderosa que trae el orden del caos. Marduk, en el Enuma Elish, establece el orden reconocible del mundo (tal como lo hace Dios en el Génesis) y se espera que los seres humanos reconozcan este gran regalo y honren a la deidad a través del servicio. De hecho, en Mesopotamia se pensaba que los humanos eran colaboradores de los dioses para preservar el don de la creación y mantener a raya las fuerzas del caos.
El Enuma Elish en Babilonia
Marduk ganó prominencia en Babilonia durante el reinado de Hammurabi (1792-1750 a.C.) y superó a la popular diosa Inanna en adoración. De hecho, durante el reinado de Hammurabi varias deidades femeninas anteriormente populares fueron reemplazadas por dioses masculinos. El Enuma Elish, alabando a Marduk como el más poderoso de todos los dioses, se hizo cada vez más popular a medida que el dios mismo subía en prominencia y su ciudad de Babilonia crecía en poder. El erudito Jeremy Black escribe:
El auge del culto a Marduk está estrechamente relacionado con el ascenso político de Babilonia de ciudad-estado a capital de un imperio. Desde el período kasita, Marduk se volvió cada vez más importante hasta que fue posible para el autor de la epopeya de la creación babilónica sostener que Marduk no solo era el rey de todos los dioses, sino que muchos de lo últimos dioses no eran más que aspectos de su persona. (128)
El Enuma Elish se leyó y recitó ampliamente en toda Mesopotamia, pero fue especialmente importante en el Festival de Año Nuevo en Babilonia. Durante este festival, la estatua de Marduk era sacada del templo y, en medio de los juerguistas, se hacía desfilar por las calles de la ciudad, fuera de las puertas, para "vacacionar" en una pequeña casa construida para este propósito. Se cree que el Enuma Elish, especialmente la alabanza de la Tablilla VII, se cantaría durante esta procesión.
El Texto del Enuma Elish
Enuma Elish (La Epopeya Babilónica de la Creación)
Tablilla I
1 Cuando en lo alto el cielo aún no había sido nombrado,
2 y, abajo, la tierra firme no había sido mencionada con un nombre,
3 solos Apsu, su progenitor,
4 y la madre Tiamat, la generatriz de todos,
5 mezclaban juntos sus aguas:
6 aún no se habían aglomerado los juncares, ni las cañas habían sido vistas.
7 Cuando los dioses aún no habían aparecido,
8 ni habían sido llamados con un nombre, ni fijado ningún destino,
9 los dioses fueron procreados dentro de ellos.
10 Lankhmu y Lakhamu aparecieron y fueron llamados con un nombre.
11 Antes de que se hicieran grandes y fuertes,
12 fueron producidos Anshar y Kishar, superiores a aquellos.
13 Tras prolongar sus días, multiplicados sus años,
14 Anu fue su hijo, igual a sus padres;
15 Anu, su primogénito, igualó a Anshar,
16 y Anu procreó a su imagen a Nudimmud.
17 Nudimmud fue el campeón entre sus padres,
18 de vasta inteligencia, sabio, y de poderosa fuerza,
19 mucho más fuerte que Anshar, el procreador de su padre,
20 sin tener rival entre los dioses, sus hermanos.
21 Estos dioses hermanos se concertaron entre sí,
22 y molestaban a Tiamat cuando se revolvían,
23 pues perturbaban el interior de Tiamat.
24 Con su jolgorio molestaron en lo alto de los cielos;
25 Apsu no podía disminuir su clamor
26 y Tiamat permanecía impasible ante ellos.
27 Sus acciones le eran aborrecibles,
28 su conducta no era buena, pero ella los perdonaba.
29 Entonces Apsu, el procreador de los grandes dioses,
30 llamó a Mummu, su visir, y le dijo:
31 “¡Oh Mummu, mi visir, que alegras mi corazón,
32 ven y presentémonos a Tiamat!”.
33 Se fueron y, sentados en presencia de Tiamat,
34 discurrieron y discutieron sobre los dioses, sus primogénitos.
35 Apsu, abriendo su boca,
36 levantó la voz y dijo a Tiamat:
37 “Su conducta me es desagradable:
38 ¡De día no tengo reposo y de noche no puedo dormir!
39 Voy a reducir a la nada, voy a abolir su actividad,
40 para que se restablezca el silencio y podamos dormir”.
41 Cuando Tiamat oyó estas palabras,
42 se puso furiosa y vociferó contra su esposo;
43 y montando en cólera le recriminó agriamente,
44 se entristeció por el mal (planeado),
45 “¿Por qué vamos a destruir todo lo que hemos hecho?
46 ¿Su conducta es muy desagradable? ¡Tengamos paciencia, seamos benevolentes!”
47 Entonces respondió Mummu para aconsejar a Apsu,
48 y el parecer de su Mummu fue el de un consejero sin benevolencia:
49 “¡Procura destruir, padre mío, el proceder revoltoso,
50 para que puedas reposar de día y dormir de noche!”.
51 Apsu, [al oír esto], se alegró y su rostro se puso radiante
52 a causa del mal que había planteado contra los dioses, sus hijos.
53 Mummu rodeó con sus brazo el cuello de Apsu,
54 se sentó sobre sus rodillas y le besó.
55 Y todo lo que habían planeado en su reunión
56 se repitió a los dioses, sus primogénitos.
57 Cuando los dioses oyeron esto, se pusieron nerviosos,
58 guardaron silencio y permanecieron mudos.
59 Pero el más inteligente, el sabio, el capaz,
60 Ea, que conoce todas las cosas, concibió un plan,
61 planeó y agenció un proyecto de conjuntos contra él:
62 hábilmente, ajustó en su contra su encantamiento más sobresaliente,
63 se lo recitó y con un filtro le provocó el reposo.
64 El sueño le invadió y quedó profundamente dormido.
65 Cuando hubo dormido a Apsu, invadido por el sueño,
66 y Mummu, el consejero, estuvo demasiado aturdido como para ejercer la vigilancia.
67 Le partió los tendones (a Apsu), le quitó su corona,
68 le despojó de su divino resplandor y se lo revistió a sí mismo.
69 Después de encadenar a Apsu, le dio muerte,
70 a Mummu lo encerró, atracándole la puerta;
71 luego estableció su morada sobre Apsu,
72 y se apoderó de Mummu, sujetándole con una soga.
73 Después de que había inmovilizado y abatido a sus enemigos,
74 que, sobre sus rivales, Ea hubo asegurado su triunfo,
75 descansó en la más profunda paz en su cámara:
76 la llamó "apsu" y en ella marcó las salas de ceremonia.
77 En este mismo lugar estableció su cámara nupcial,
78 en donde Ea con Damkina, su esposa, residieron con majestad.
79 En el Santuario de los Destinos, en esta Capilla de las Suertes,
80 fue procreado el más inteligente, el sabio de los dioses, el Señor:
81 en el corazón del apsu nació Marduk.
82 En el corazón del santo apsu nació Marduk.
83 El que lo engendró fue Ea, su padre,
84 la que le dio a luz fue Damkina, su madre.
85 Mamó únicamente pechos divinos:
86 la nodriza que lo crió le llenó de una vitalidad formidable.
87 Su naturaleza era desbordante, su mirada fulgurente,
88 su porte era señorial, vigoroso desde el principio.
89 Cuando lo vio Anu, el progenitor de su padre,
90 exultó y se mostró complaciente, llenándose su corazón de alegría.
91 Él lo detalló: «Su divinidad es impresionante,
92 es grandemente sublime, está por encima de ellos con mucho.
93 Sus miembros son perfectos, admirables,
94 imposibles de imaginar, difíciles incluso de mirar;
95 cuatro son sus ojos y cuatro sus orejas.
96 Cuando mueve sus labios, un fuego flamea;
97 cuatro orejas le han crecido
98 y sus ojos, en igual número, escudriñan el universo.
99 Es el más alto de los dioses, supremo por su estatura,
100 sus miembros son grandiosos. Es supremo por naturaleza.
101 ¡Mi hijo es un Utu, mi hijo es un Utu!
102 ¡Mi hijo es un sol! ¡El sol de los dioses!
103 ¡Está revestido con la aureola de diez dioses, sublimemente coronado,
104 y cincuenta terroríficos relámpagos se acumulan sobre él!».
105 Anu produjo y engendró entonces los Cuatro Vientos
106 que ofreció a Marduk: «¡Para que mi hijo se divierta!».
107 Y creó la polvareda que hizo arrastrar por la tempestad;
108 y habiendo provocado la marejada, perturbó a Tiamat.
109 Así perturbada, Tiamat se agitaba día y noche
110 y sus dioses, sin tregua, soportaban los golpes del viento.
111 Habiendo maquinado el mal en su espíritu,
112 estos mismos dijeron a Tiamat, su madre:
113 «Cuando se mató a Apsu, tu esposo,
114 tú no le ayudaste, sino que te quedaste callada,
115 y ahora, después de haber producido Anu los Cuatro Vientos terribles,
116 tu interior está grandemente perturbado y no podemos descansar.
117 Apsu, tu esposo, no está en ti,
118 ni Mummu, que fue encadenado. ¡Te has quedado sola!
119 ¿No eres nuestra madre? ¡Y hete agitada, con gran turbación!
120 Y a nosotros, que no descansamos, ¿acaso, no nos amas?
121 ¡Sobre nuestros lechos, nuestros ojos se han secado!
122 ¡Quítanos este yugo sin tregua para que podamos dormir!
123 Lánzate al combate contra ellos. ¡Véngate!
124 ¡Redúcelos a la nada y conviértelos en fantasmas!».
125 Cuando Tiamat los oyó, estas palabras le agradaron:
126 «¡Puesto que lo habéis decidido juntos, fabricaremos tempestades!».
127 Además, habiendo venido allí, a su interior, otros dioses
128 que habían concebido también el mal contra los dioses, sus creadores,
129 apiñados en círculo ante Tiamat,
130 furiosos, cavilando sin cesar noche y día.
131 Partidarios del combate, pataleando y rabiosos,
132 tuvieron un consejo para maquinar la guerra.
133 La madre Khubur, que había formado todas las cosas,
134 acumuló armas irresistibles, dando a luz a dragones gigantes,
135 de dientes agudos, con mandíbulas despiadadas.
136 Llenó sus cuerpos de veneno en lugar de sangre;
137 revistió de terror a los temibles leviatanes,
138 los coronó con aureolas, haciéndoles semejantes a los dioses:
139 «¡Quien los contempla cae aniquilado de espanto,
140 una vez lanzados no retroceden jamás!».
141 Ella hizo surgir, además, hidras, dragones formidables y monstruos marinos,
142 leones colosales, perros furiosos, hombres-escorpiones,
143 monstruos agresivos, hombres-peces y bisontes gigantescos,
144 blandiendo todos armas despiadadas y sin temer al combate;
145 sus poderes eran desmesurados y ellos irresistibles.
146 En total, a estos once monstruos es así como los hizo.
147 De entre los dioses, sus primogénitos, que habían tenido consejo de ella,
148 exaltó a Kingu, confiriéndole entre ellos el más alto rango:
149 ir el primero delante del ejército, dirigir el consejo de guerra,
150 reclutar la tropa para el alistamiento, conducir la batalla,
151 la autoridad sobre los combatientes.
152 Ella confió todo esto en sus manos y lo instaló en el sitio de honor:
153 «Yo he pronunciado en favor tuyo el conjuro, exaltándote en la Asamblea de los dioses,
154 y te he dado todo poder para dirigir a todos los dioses.
155 ¡Sé el más grande, sé mi esposo único!
156 ¡Que se exalte tu nombre por encima de todos los Anunnaki!».
157 Y ella le dio la Tablilla de los Destinos, que sujetó a su pecho:
158 «¡Que tu orden sea irrevocable, que tu palabra se realice!».
159 Tras ser así exaltado Kingu y adquirida la dignidad de la supremacía,
160 ella decretó a los dioses, sus hijos, este destino:
161 «¡Abriendo solamente la boca, [apagad] el fuego!
162 ¡Que vuestro veneno concentrado neutralice la fuerza superior!».
Tablilla II
1 Cuando Tiamat hubo terminado su obra,
2 reunió sus tropas para la batalla contra los dioses, sus retoños.
3 En lo sucesivo, Tiamat se mostró más ruin que Apsu.
4 Se anunció a Ea que Tiamat se equipaba para el combate.
5 En cuanto Ea oyó esta noticia,
6 al principio, inmóvil, sobrecogido, permaneció en silencio;
7 pero después de larga meditación se calmó su cólera,
8 y hacia Anshar, su abuelo, se dirigió.
9 Cuando llegó ante Anshar, padre de su progenitor,
10 todo lo que Tiamat había tramado se lo repitió:
11 «¡Padre mío, Tiamat, la que nos engendró, nos odia;
12 ha tenido consejo y está terriblemente furiosa;
13 y sus dioses, todos, la rodean;
14 aun aquellos que has creado se han ido con ella!
15 Apiñados en círculo ante Tiamat,
16 furiosos, conspirando sin cesar noche y día,
17 se preparan para el combate, pataleando y rabiosos.
18 Han tenido un consejo para maquinar la guerra.
19 La madre Khubur que había formado todas las cosas,
20 ha acumulado armas irresistibles, ha dado a luz dragones gigantes,
21 de dientes agudos, con mandíbulas despiadadas;
22 ha llenado sus cuerpos de veneno en lugar de sangre,
23 ha revestido de terror a los terribles leviatanes,
24 los ha coronado con unas aureolas, haciéndoles semejantes a los dioses:
25 “¡Quien los contempla (–ha dicho ella–) cae aniquilado de espanto;
26 y una vez lanzados no retroceden jamás!”.
27 Ella ha hecho surgir además hidras, dragones formidables y monstruos marinos,
28 leones colosales, perros furiosos, hombres-escorpiones,
29 monstruos agresivos, hombres-peces y bisontes gigantescos,
30 blandiendo todos armas despiadadas y sin temer al combate,
31 sus poderes son desmesurados y ellos irresistibles.
32 ¡En total, once monstruos ha hecho!
33 De entre los dioses, sus primogénitos, que habían tenido consejo con ella,
34 exaltó a Kingu, confiriéndole entre ellos el más alto rango:
35 ir delante del ejército, dirigir el consejo de guerra,
36 reclutar la tropa para el alistamiento, conducir la batalla,
37 la autoridad sobre los combatientes.
38 Ella confió todo esto en sus manos y los instaló en el sitio de honor:
39 (diciendo): “Yo he pronunciado en favor tuyo el conjuro, exaltándote en la asamblea de los dioses,
40 y te he dado poder para dirigir a todos los dioses.
41 ¡Sé el más grande, sé mi esposo único!
42 ¡Que se exalte tu nombre por encima de todos los Anunnaki!”.
43 Y ella le dio la Tablilla de los Destinos, que sujetó a su pecho,
44 (diciéndole): “¡Que tu orden sea irrevocable, que tu palabra se realice!”.
45 Tras ser así exaltado Kingu y adquirida la dignidad de la supremacía,
46 ella decretó a los dioses, sus hijos, este destino:
47 “¡Abriendo solamente la boca, apagad el fuego!
48 ¡Que vuestro veneno concentrado neutralice la fuerza superior!”».
49 Cuando Anshar hubo escuchado este turbador asunto,
50 se golpeó su pierna y se mordió los labios;
51 su corazón se puso triste y su espíritu quedó inquieto.
52 Pero a la vista de Ea, su retoño, sus recriminaciones se disiparon:
53 «Hijo mío, tú que provocaste la guerra,
54 ¡asume la responsabilidad de lo que tú solo has hecho!
55 Tú has encadenado a Mummu y diste muerte a Apsu,
56 ¿dónde encontrar mejor antagonista de la furiosa Tiamat?.
57 ¿No eres el oráculo de la sabiduría,
58 el consejero de los dioses, Nudimmud?»
59 Con palabras suaves y una expresión calmada
60 Ea abrió su boca:
61 «¡Oh, espíritu profundo, que decretas el Destino,
62 que sólo tú tienes el poder de producir y aniquilar!
63 Anshar, espíritu profundo, que decretas el Destino,
64 que sólo tú tienes el poder de producir y aniquilar.
65 Quiero decirte algo, cálmate un momento
66 Y considera que hice una obra útil.
67 Antes de que matara a Apsu,
68 ¿quién pudo haber previsto la situación actual?
69 Antes de que le diera un rápido fin,
70 ¿cuáles eran las circunstancias?»
71 Cuando Anshar escuchó el discurso, lo recibió con agrado;
72 estando de acuerdo, dijo a Ea:
73 «Hijo mío, tus obras son dignas de un dios,
74 Eres capaz de dar un golpe feroz e inigualable [...]
75 Ea, tus obras son dignas de un dios.
76 Eres capaz de dar un golpe feroz e inigualable [...]
77 Ve ante Tiamat y apacigua su ataque,
78 [...] su furia con tu encantamiento».
79 Escuchó el discurso de Anshar, su padre.
80 Tomó el camino hacia ella, siguió el camino hacia ella.
81 Fue, percibió los trucos de Tiamat,
82 [Se detuvo], guardó silencio y se devolvió.
83 Entró en la presencia del majestuoso Anshar
84 dirigiéndose a él con arrepentimiento:
85 «[Padre mío], la fuerza de Tiamat es demasiado para mí.
86 Percibí su poder, y [mi] conjuro no era rival.
87 Su fuerza es enorme, está llena de pavor.
88 Es tan poderosa que nadie puede ir en su contra.
89 Su gran clamor no disminuía,
90 [Me asusté] y me devolví.
91 [Padre mío], no pierdas la esperanza, envía una segunda persona contra ella.
92 Aunque la fuerza de una mujer es muy grande, no es igual a la de un hombre.
93 Disuelve sus cohortes, rompe sus planes
94 antes de que nos ponga las manos encima».
95 Anshar gritó con intensa furia,
96 dirigiéndose a Anu, su hijo:
97 «Honrado hijo, héroe, guerrero,
98 cuya fuerza es poderosa, cuyo ataque es devastador,
99 apresúrate y ponte delante de Tiamat.
100 Apacigua su rabia para que su corazón se calme.
101 Mas, si no escucha tus palabras,
102 Dirígele palabras de perdón para que sea apaciguada».
103 Escuchó el discurso de Anshar, su padre,
104 tomó el camino hacia ella, siguió el camino hacia ella.
105 Anu fue, percibió los trucos de Tia-mat,
106 se detuvo, guardó silencio y se devolvió.
107 Entró en presencia de Anshar, el padre que lo engendró,
108 Dirigiéndose a él penitentemente:
109 «Padre mío, las [obras] de Tiamat son demasiado para mí.
110 Percibí su poder, pero mi [encantamiento] no le era rival.
111 Su fuerza es enorme, está [llena] de pavor.
112 Es muy poderosa, nadie [puede ir en su contra].
113 Su estruendo no disminuye,
114 me asusté y me devolví.
115 Padre mío, no pierdas la esperanza, envía a otra persona contra ella.
116 Aunque la fuerza de una mujer es muy grande, no es igual a la de un hombre.
117 Disuelve sus cohortes, rompe sus planes,
118 antes de que nos ponga las manos encima».
119 Anshar se quedó en silencio, mirando al suelo,
120 le hizo un gesto a Ea, negando con la cabeza.
121 Los Igigi y todos los Anunnaki se habían reunido,
122 se sentaron en silencio.
123 Ningún dios quería ir [...],
124 ni salir [...] para hacer frente a Tiamat.
125 El señor Anshar, el padre de los grandes dioses,
126 se enojó en su corazón, y no llamó a nadie.
127 Un hijo poderoso, el vengador de su padre,
128 el guerrero Marduk, impaciente por combatir,
129 Ea lo convocó a su cámara privada
130 para explicarle sus planes:
131 «¡Marduk, escucha el consejo de tu padre,
132 tú, hijo mío, que me confortas el alma!
133 Aproxímate a Anshar con reverencia,
134 date a conocer, mantente en pie; al verte él se calmará».
135 El Señor se alegró con las palabras de su padre
136 y, habiéndose aproximado, se situó de pie frente a Anshar.
137 Cuando Anshar lo vio, su corazón se llenó de alegría.
138 Él besó sus labios y disipó su tristeza:
139 «[¡Padre] mío, no estés mudo, abre tus labios!
140 ¡Voy a partir, a cumplir el deseo de tu corazón!
141 [¡Anshar], no estés mudo, abre tus labios,
142 [voy a par]tir, a cumplir el deseo de tu corazón!
143 ¿Qué varón hasta ahora ha empeñado la lucha por ti?».
144 «¡Hijo mío, Tiamat, una mujer, avanzará contra ti en armas!».
145 «[Padre mío] y progenitor, estate alegre y contento;
146 ¡vas a pisar prontamente la nuca de Tiamat!
147 [Anshar, padre mío] y progenitor, estate alegre y contento;
148 ¡vas a pisar prontamente la nuca de Tiamat!»
149 «¡Hijo mío, tú que conoces toda sabiduría, [marcha],
150 calma a [Tiamat] con tu augusto conjuro!
151 ¡Haz avanzar a toda velocidad el carro de guerra de las tormentas;
152 pero si ella no cede al ataque, devuélvete!»
153 El Señor se alegró con las palabras de su padre
154 y con su corazón exultante le dijo a éste:
155 «Señor de los dioses, que fijas el destino de los grandes dioses,
156 si yo, realmente, como vengador tuyo,
157 voy a aterrorizar a Tiamat para salvaros,
158 convoca la Asamblea y proclámame un destino trascendente.
159 En la Sala de las Deliberaciones sentaos alegremente juntos
160 y haz que, con mi palabra, yo determine los destinos en vuestro lugar:
161 ¡Que nada de lo que yo vaya a determinar sea cambiado,
162 y que toda orden proferida por mis labios permanezca irreversible, irrevocable!»
Tablilla III
1 Anshar, entonces, abrió la boca
2 y dirigió estas palabras a Kaka, su visir:
3 «Oh Kaka, mi visir, que alegras mi corazón,
4 voy a enviarte junto a Lakhmu y Lakhamu.
5 Tú, que sabes juzgar bien y que puedes discurrir,
6 haz venir ante mí a los dioses, mis padres;
7 que todos los dioses avancen hasta acá;
8 que mantengan conversaciones y se sienten para el banquete;
9 que coman su pan y beban su cerveza;
10 que fijen su destino a Marduk, su vengador.
11 Vete, parte, Kaka, y preséntate ante ellos
12 y repíteles todo lo que voy a decirte aquí:
13 “Vuestro hijo, Anshar me ha enviado
14 para exponeros con detalle los dictados de su corazón:
15-52 = II, 11-48
53 Yo he enviado a Anu, pero no pudo hacerle frente;
54 Nudimmud quedó aterrado y se devolvió.
55 Entonces se adelantó Marduk, el Sabio de los dioses, tu hijo,
56 pues su corazón le había empujado a hacer frente a Tiamat,
57 pero me declaró expresamente:
58-64 = II, 156-162
65 Daos prisa en venir y fijadle pronto vuestro destino
66 para que él vaya a hacer frente a vuestra poderosa enemiga».
67 Se fue Kaka y dirigió sus pasos
68 hacia Lakhmu y Lakhamu, los dioses, sus padres;
69 ante ellos se prosternó y besó el suelo,
70 después se levantó y, de pie, se dirigió a ellos:
71-124 = II, 13-66
125 Cuando Lakhmu y Lakhamu oyeron esto, gritaron en alta voz
126 y todos los Igigi se exclamaron agriamente:
127 «¿Qué hostilidad hemos cometido para que ella haya tomado esta decisión?
128 ¡Nosotros no sabíamos lo que Tiamat hacía!»
129 Todos los grandes dioses que decretan los destinos,
130 reunidos mientras iban,
131 entraron en presencia de Anshar y quedaron llenos [de alegría],
132 se besaron unos a otros en su Asamblea [...]
133 y tuvieron un conciliábulo y se sentaron para el banquete.
134 Comieron su pan festivo y bebieron su cerveza,
135 sus copas de beber llenaron de dulce licor.
136 Sorbiendo así la enervante bebida, sintieron sus cuerpos aflojados
137 y sin la menor preocupación se les exaltó su corazón,
138 y para Marduk, su vengador, fijaron así el destino.
Tablilla IV
1 Prepararon para él un trono principesco
2 sobre el que, en presencia de sus padres, se sentó para la soberanía:
3 «¡Sólo tú, tú eres el más importante entre los Grandes dioses!
4 ¡Tu destino no tiene igual, tu mandato es como el de Anu!
5 ¡Oh Marduk, tú eres el más importante entre los Grandes dioses!
6 ¡Tu destino no tiene igual, tu mandato es como el de Anu!
7 Desde este día tus órdenes serán irrevocables,
8 exaltar o rebajar dependerá de tu mano.
9 ¡Tu palabra será verdadera, tu mandato infalible,
10 nadie, entre los dioses, traspasará tus límites!
11 Y, como nuestros lugares de culto tienen necesidad de un administrador,
12 tú tendrás tu lugar asignado en nuestros santuarios.
13 ¡Oh Marduk, a ti sólo, nuestro vengador,
14 te hemos conferido la realeza sobre la totalidad del universo!
15 Cuando te sientes en la Asamblea, tu palabra será la suprema
16 y tus armas, infaliblemente, aplastarán a tus enemigos.
17 ¡Oh Señor, salva la vida de los que se confían a ti;
18 pero derrama la sangre del dios que haya concebido el mal!».
19 Habiendo colocado en medio de ellos una constelación única,
20 dirigieron estas palabras a Marduk, su primogénito:
21 «¡Señor, si tu destino es el primero entre los dioses,
22 ordena que se realicen la desaparición y la reaparición;
23 a una palabra de tu boca que esta constelación desaparezca
24 y a una nueva orden que aparezca intacta!».
25 A su palabra, según su orden, la constelación desapareció
26 y a una nueva orden la constelación quedó restaurada.
27 Cuando los dioses, sus padres, vieron (la eficacia de) su palabra,
28 lo saludaron alegremente: «¡Sólo Marduk es el rey!».
29 Y le entregaron el cetro, el trono y la insignia real (bastón).
30 Después le dieron un arma sin rival que abruma a los enemigos:
31 «¡Vete, pues, a cortar la garganta a Tiamat
32 y que los Vientos lleven su sangre para dar la noticia!».
33 Habiendo fijado el destino al Señor, los dioses, sus padres,
34 lo hicieron ir por el camino del éxito y de la dicha.
35 Él se construyó un arco y lo destinó a ser su arma;
36 le colocó una flecha y le tensó la cuerda.
37 Para blandir su garrote lo agarró con su derecha
38 y colgó el arco y el carcaj a su costado.
39 Dispuso sobre su frente el relámpago
40 y rodeó su cuerpo con ardientes llamas;
41 hizo una red para atrapar en ella a Tiamat,
42 reunió a los Cuatro Vientos para que nada de ella escapara:
43 El Viento del Sur, el Viento del Norte, el Viento del Este, el Viento del Oeste.
44 Colocó a su costado la red, regalo de su padre Anu;
45 creó además el Viento Malvado, el Huracán, la Tempestad,
46 el Viento Cuádruple, el Viento Séptuple, el Viento Devastador, el Viento Irresistible.
47 Habiendo soltado estos siete vientos que había creado,
48 se lanzaron detrás de él para hostigar el interior de Tiamat.
49 Entonces el Señor suscitó el diluvio, su arma poderosa,
50 y montó en el terrorífico carro de la tempestad irresistible.
51 Había enjaezado y unido a él un tiro de cuatro caballos:
52 el Destructor, el Implacable, el Devastador y el Veloz,
53 de abiertas mandíbulas y con dientes cargados de veneno,
54 preparados para la destrucción, ignorantes del cansancio.
55 Se hizo colocar a su derecha los terroríficos Golpes y el Combate,
56 a su izquierda la Batalla que elimina los regimientos.
57 Como armadura estaba cubierto con una coraza terrorífica
58 y su cabeza estaba cubierta con un aura de terror.
59 El Señor avanzó, siguiendo, derecho, por su camino,
60 y se plantó donde se hallaba Tiamat.
61 En sus labios tenía un conjuro
62 y en su puño tenía una planta que extinguía el veneno.
63 En ese momento lo rodearon, los dioses lo rodearon,
64 los dioses, sus padres, lo rodearon, los dioses lo rodearon.
65 Habiéndose acercado, el Señor escudriñaba las intenciones de Tiamat,
66 y buscaba también conocer los planes de Kingu, su esposo.
67 Cuando los hubo visto, su reflexión quedó turbada,
68 su voluntad quedó disipada y alterada su capacidad de actuar.
69 Igualmente, los dioses, sus aliados, que caminaban a su lado,
70 quedaron perturbados en su espíritu al ver así a su campeón y jefe.
71 Sobre él, Tiamat, obstinada, le lanzó un conjuro
72 y con sus labios le profirió mentiras:
73 «¡[...] su Señor, los dioses se levantarán contra ti!
74 ¿Es que se han reunido para su [pro]vecho o para el tuyo?».
75 Entonces el Señor, habiendo [suscitado] el diluvio, su arma poderosa,
76 dirigió estas palabras a Tiamat, que estaba enfurecida:
77 «¿Por qué eres agresiva y arrogante,
78 y meditas desencadenar el combate?
79 Por tu falta tus hijos han huido y ultrajado a sus padres,
80 y tú, que los has engendrado, rechazas toda piedad!
81 Has nombrado a Kingu para ser tu esposo;
82 tú lo has instalado indebidamente sobre el trono supremo.
83 Contra Anshar, el rey de los dioses, tú maquinas el mal
84 y contra los dioses, mis padres, has confirmado tu perversidad.
85 ¡Que se equipe tu ejército, que ciñan sus armas,
86 y acude a mi encuentro para que yo y tú choquemos en combate!».
87 Al oír Tiamat estas palabras
88 enloqueció y perdió su razón.
89 Tiamat gritó fuerte y ferozmente;
90 sus extremidades inferiores se agitaron,
91 murmuró entonces sus encantamientos y no cesó de lanzar conjuros.
92 Mientras tanto sus dioses (preparados para la batalla) afilaban sus armas;
93 y habiéndose acercado Tiamat a Marduk, el más Sabio de los dioses,
94 se lanzaron al combate y se enzarzaron en un cuerpo a cuerpo.
95 Pero el Señor, desplegando su red, la envolvió con ella,
96 luego soltó contra ella el Viento Malvado, que lo seguía detrás.
97 Y, cuando Tiamat abrió su boca para engullirlo,
98 él hizo penetrar en ella el Viento Malvado para impedirle cerrar sus labios.
99 Entonces todos los Vientos furiosamente llenaron su vientre
100 y su cuerpo quedó hinchado y su boca desmesuradamente abierta.
101 Él disparó su flecha y le atravesó su vientre;
102 cortó su cuerpo por la mitad y le abrió el vientre.
103 Así triunfó de ella, acabando con su vida.
104 Después echó abajo su cadáver y se puso de pie sobre él.
105 Después de haber matado a Tiamat, la líder,
106 su ejército se dislocó y su estado mayor se dispersó;
107 y los dioses, sus auxiliares, que caminaban a su lado,
108 temerosos y temblando de terror, se retiraron
109 para salvar sus vidas.
110 Pero, rodeados por todos lados, no podían escapar:
111 los encerró y les rompió sus armas;
112 lanzados a la red, quedaron atrapados.
113 Encerrados y llenos de lamentos,
114 sufrieron su castigo, prisioneros en la cárcel.
115 Y respecto a las once criaturas, rodeadas de fuerza terrorífica,
116 banda de demonios, que todos la habían acompañado,
117 les puso lazos de nariz y les encadenó los brazos,
118 y a pesar de su fiereza los pisoteó bajo sus pies.
119 A Kingu, el que había sido exaltado de entre ellos,
120 lo abatió e hizo de él un dios-muerto.
121 Le quitó la Tablilla de los Destinos, que no le pertenecía,
122 y habiéndola sellado con un sello, la fijó a su pecho.
123 Después que el guerrero Marduk hubo inmovilizado y asesinado a sus enemigos,
124 y que hubo abatido a sus adversarios soberbios,
125 y que hubo asegurado la victoria de Anshar sobre sus enemigos
126 y que hubo realizado el deseo de Nudimmud,
127 y que hubo reforzado debidamente su prisión sobre los dioses cautivos,
128 se volvió hacia Tiamat, a la cual había abatido.
129 El Señor puso sus pies sobre la parte inferior de Tiamat
130 y con su despiadado garrote aplastó su cráneo.
131 Después cortó sus arterias
132 y dejó que (su sangre) fuera llevada por el Viento del Norte para dar la noticia.
133 Al ver esto, sus padres se alegraron gozosos
134 y ellos mismos le llevaron regalos y presentes.
135 Con la cabeza reposada, el Señor contemplaba el cadáver de Tiamat.
136 Dividió luego la carne monstruosa para fabricar maravillas,
137 la partió en dos partes, como si fuera pescado destinado al secadero
138 y dispuso de una mitad, que la extendió como los cielos.
139 Estiró la piel y puso unos guardianes,
140 mandándoles que no permitieran salir sus aguas.
141 Atravesó después el cielo e inspeccionó sus lugares.
142 Para hacer una réplica del apsu, la morada de Nudimmud,
143 el Señor midió las dimensiones del apsu.
144 Edificó, semejante a él, el gran templo del Esharra.
145 ¡El gran templo del Esharra, que edificó así, es como el cielo!
146 A Anu, Enlil y Ea hizo ocupar sus santuarios.
Tablilla V
1 Él preparó sus moradas para los grandes dioses
2 y dispuso en constelaciones las estrellas que son sus imágenes.
3 Determinó el año, delimitando sus secciones;
4 estableció tres estrellas para cada uno de los doce meses.
5 Después de determinar así la duración del año,
6 fijó la estación de Nebiru para definir el intervalo de los astros,
7 y a fin de que ninguno cometa falta o negligencia en su recorrido
8 junto a ella estableció las estaciones de Enlil y de Ea.
9 Y abriendo grandes puertas a los dos lados del cielo,
10 puso sólidos cerrojos a la izquierda y a la derecha:
11 en el hígado (de Tiamat) colocó las regiones superiores (del cielo).
12 Hizo brillar a Nannar, a quien confió la noche,
13 y le asignó ser la joya nocturna para determinar los días:
14 «Cada mes, sin cesar, ponte en marcha con tu disco;
15 al principio del mes ilumina sobre la tierra,
16 luego guarda tus cuernos brillantes para determinar los seis primeros días;
17 al día séptimo tu disco deberá estar en la mitad,
18 en el decimoquinto te pondrás en conjunción con Shamash, cada medio mes,
19 y cuando Shamash, desde la base del cielo, se dirija hacia ti,
20 con regularidad disminuye tu disco y decrece.
21 En el día del oscurecimiento (el 29 de cada mes) aproxímate a la ruta de Shamash,
22 para que en el trigésimo te encuentres de nuevo en conjunción con él».
23 [...] y siguiendo este camino, define los presagios;
24 aproxímate (...) para pronunciar las sentencias.
25 Que Shamash [...] muertes y expolios».
26-34 [...]
35 Al final [...]
36 Que sea el día 29 [...]
37 Después [de haber...] los decretos [...]
38 La organización del frente y [...]
39 Hizo el día [...]
40 Que el año sea igual a [...]
41 En el primer día del año [...],
42 el año... [...],
43 que sea regular... [...]
44 el cerrojo de la salida [...],
45 Cuando le hubo assignado el día a Shamash
46 [y confiado a (...)] la guarda de la noche y del día,
47 [Marduk reunió] la espuma de Tiamat
48 y creó [la niebla que asignó a Adad].
49 Habiéndola condensado en nubes la hizo flotar en el firmamento.
50 El surgir del viento, la caída de lluvias,
51 el vaho de la niebla, el amontonamiento de la espuma de Tiamat,
52 he aquí lo que le asignó en persona y que le hizo tomar a su cargo.
53 Y habiendo dispuesto su cabeza amontonó [sobre ella una Montaña],
54 en donde abrió el abismo y se sació con agua;
55 hizo fluir de sus ojos el Éufrates y el Tigris
56 y tapó sus narices que reservó [para las crecidas];
57 sobre sus pechos amontonó las lejanas [montañas]
58 y dentro de ellas hizo nacer manantiales para que se deslizaran en cascada.
59 Retorció su cola y la anudó [al] Gran Cable,
60 por debajo del cual [...] el Apsu.
61 [Dispuso] la ingle para sostener el cielo
62 y [la otra mitad] la estiró y fijó la tierra.
63 Terminó así su obra en el interior de Tiamat;
64 [después] desplegó su red, la desenvolvió por todas partes,
65 formando así una envoltura para el cielo y la tierra [...],
66 y asegurando perfectamente [...] su cohesión,
67 enseguida determinó las reglas de su buena marcha y agenció los estatutos de funcionamiento;
68 estableció los poderes-delegados de los dioses y con ellos invistió a Ea.
69 Él tomó la [Tablilla] de los Destinos que había quitado a Kingu,
70 y se la llevó como un regalo de bienvenida para ofrecerla a Anu.
71 [En la red] de combate que se había colgado al costado
72 llevó ante sus padres [a los dioses de la camarilla de Tiamat],
73 [así] como a las once criaturas creadas por ella y que él [...].
74 Después que hubo destrozado sus armas y que las ató a sus pies,
75 con ellas hizo unas imágenes que colocó en las [Puertas] del Apsu:
76 «¡Que esto sea allí una señal para que nunca se olvide!».
77 Cuando [los dioses] vieron esto se pusieron alegres,
78 al igual que Lakhmu y Lakhamu, sus padres, todos ellos.
79 Anshar, habiéndole besado, le saludó públicamente como rey;
80 Anu, Enlil y Ea le colmaron de presentes,
81 y Damkina, su madre, lanzó gritos de alegría delante de él.
82 Por sus deseos de felicidad ella le hizo brillar el rostro.
83 A Usmu, que sostuvo el regalo para dar las noticias,
84 [le confió] la cancillería del Apsu y el cuidado de los lugares santos.
85 Entonces, todos los Igigi, reunidos, se prosternaron ante él,
86 y cuantos Anunnaki allí había le besaron sus pies.
87 Su [asamblea] fue unánime para prestarle obediencia.
88 (...), habiéndose levantado, se inclinaron [ante él] diciendo: «¡He aquí el rey!»
89 [Una vez que los dioses], sus padres, quedaron saciados de su esplendor,
90 Marduk, todavía recubierto con el polvo del enfrentamiento,
91 [...] en el agua;
92 él suavizó su cuerpo con ungüento de ciprés y de [...],
93 se revistió con [su] vestimenta principesca,
94 con su nimbo sobrenatural de la realeza, con la corona terrorífica.
95 Levantó su garrote y la cogió con su mano derecha,
96 teniendo en su izquiera [...].
97 [...]
98 Puso sobre [...],
99 [...] a sus pies, \
100 [ajustó] a su costado el cetro del éxito y del acierto.
101 Cuando su nimbo [sobrenatural] [...]
102 y cuando (su) resplandor terrorífico hubo recubierto el Apsu (que le servía de) estera,
103 instalado como [...],
104 en [su] sala del trono [...],
105 en su sala [...],
106 cuantos dioses allí estaban [...].
107 Lakhmu y Lakhamu [...],
108 habiendo abierto sus bocas [declararon a los] Igigi:
109 «Anteriormente Marduk era sólo nuestro querido hijo,
110 pero ahora es vuestro rey: ¡obedeced sus órdenes!».
111 Y, tomando otra vez la palabra, dijeron a todos:
112 «Su nombre es Lugal-dimmer-ankia (“Rey de los dioses de lo alto y de lo bajo”): ¡confiad en él!».
113 Cuando ellos le habían conferido la realeza a Marduk,
114 pronunciaron a favor la fórmula de la buena fortuna y del éxito:
115 «¡A partir de hoy tú vas a ser el patrón de nuestros santuarios,
116 y todo lo que tú ordenes, nosotros lo cumpliremos!».
117 Marduk entonces abrió la boca y tomó la palabra
118 para pronunciar un discurso a los dioses, sus padres:
119 «Por encima del Apsu, la morada esmeralda (?),
120 en réplica al Esharra que yo he edificado para vosotros,
121 pero más abajo, cuyo piso hice firme,
122 me voy a construir un templo que será mi escogida morada,
123 y en su centro implantaré mi santuario
124 y señalaré mis apartamentos para establecer allí mi reino.
125 Cuando vosotros subáis desde el Apsu para tomar una decisión,
126 allí pasaréis la noche antes de la asamblea.
127 Cuando vosotros descendáis del cielo para tomar una decisión,
128 allí pasaréis la noche antes de la asamblea.
129 Y le pondré por nombre Babilonia: “El Hogar de los Grandes Dioses”.
130 ¡Es allí donde nosotros realizaremos nuestras fiestas!».
131 [Los dioses], sus padres, habiéndole [oído] hablar,
132 [...] dijeron:
133 «Sobre todo lo que tus manos han edificado
134 ¿quién tendrá [más autoridad que tú]?
135 Sobre esta tierra que tus manos han edificado
136 ¿quién tendrá [más autoridad que tú]?
137 En Babilonia, de la cual tú has pronunciado el nombre,
138 en este puro lugar establece nuestra morada para siempre;
139 que [allí mismo] se nos traigan nuestras ofrendas cotidianas
140 [...],
141 pero alguien (que nos) realice nuestro trabajo [...],
142 en esto [...] su labor».
143 [...]
144 Se regocijaron [...]
145 los dioses [...].
146 El que [...] los conoce.
147 Abrió [su boca mostrándoles] luz,
148 [...] su discurso.
149 Hizo gran [...] de ellos [...]
150 y [...]
151 Prosternados ante él, los dioses hablaron,
152 y dijeron a Lugal-dimmer-ankia, su señor:
153 «Anteriormente, el señor no era más que nuestro [amado] hijo,
154 pero ahora es nuestro rey, [...].
155 Él, que [...] preservó nuestra vida,
156 [...] el nimbo sobrenatural del garrote y del cetro.
157 [Que Ea, experto en los procedimientos de todas las técnicas],
158 prepare los planes [...] y nosotros, [seremos los operarios]».
Tablilla VI
1 Cuando Marduk oyó las palabras de los dioses,
2 su corazón lo empujó a crear maravillas;
3 y abriendo su boca dirige su palabra a Ea
4 para comunicarle el plan que había concebido en su corazón:
5 «¡Voy a condensar sangre y formar huesos;
6 haré surgir un prototipo humano que se llamará “hombre”!
7 ¡Voy a crear este prototipo, este hombre,
8 para que le sean impuestos los servicios de los dioses y que ellos estén descansados.
9 De nuevo, yo transformaré bellamente su existencia,
10 a fin de que, aunque divididos en dos grupos, sean honrados por igual».
11 Le respondió Ea, dirigiéndole estas palabras
12 con las que le comunicaba su plan para la tranquilidad de los dioses:
13 «Que me sea entregado uno de sus hermanos;
14 éste perecerá para que sean formados los hombres.
15 Que los Grandes dioses se reúnan,
16 a fin de que el culpable sea entregado, los demás permanecerán sanos y salvos».
17 Marduk, habiendo reunido a los Grandes dioses,
18 benévolamente dio sus órdenes y les comunicó su mandato.
19 A lo que decía su boca los dioses prestaron atención;
20 el rey dirigió estas palabras a los Anunnaki:
21 «¡Hasta aquí vosotros siempre habéis dicho la verdad,
22 debéis (ahora) pronunciar nada más que palabras verdaderas!
23 ¿Quién fue el que tramó el combate
24 y movió a rebelión a Tiamat y organizó la batalla?
25 Que me sea entregado el que tramó el combate,
26 le impondré su castigo para que vosotros podáis vivir en paz».
27 Los Igigi, los Grandes dioses, le replicaron
28 a él, a Lugal-dimmer-ankia, el soberano de los dioses, su señor:
29 «Fue Kingu el que tramó el combate
30 y movió a rebelión a Tiamat y organizó la batalla».
31 Le ataron y le mantuvieron cogido delante de Ea.
32 Se le infligió su castigo: se le cortó la sangre.
33 Y con su sangre (Ea) formó la humanidad.
34 Impuso sobre ella el servicio de los dioses, liberando a estos.
35 Después que Ea, el sabio, hubo formado la humanidad,
36 y que le impuso el servicio a los dioses,
37 –ésta era una obra que sobrepasa la inteligencia (humana)
38 y si Nudimmud la produjo fue gracias a los ingeniosos planes de Marduk–
39 Marduk, el rey, repartió a los dioses,
40 a todos los Anunnaki en lo alto y en lo bajo.
41 Los asignó a Anu para que guardaran sus instrucciones
42 y estableció, como guardianes, a 300 en el cielo;
43 y otros tantos para organizar el inframundo.
44 Entre el cielo y el inframundo estableció, pues, 600 dioses.
45 Cuando hubo distribuido la totalidad de decretos
46 y que hubo repartido sus atribuciones a los Anunnaki del cielo y del inframundo,
47 estos mismos Anunnaki abrieron su boca
48 y dirigieron la palabra a Marduk, su señor:
49 «Señor, ahora que has decidido nuestra liberación
50 ¿qué beneficio, como reciprocidad, te presentaremos a ti?
51 ¡Pues bien, edifiquemos un santuario, cuyo nombre ha sido pronunciado por ti!
52 Tus habitaciones servirán para nuestro descanso, en ellas reposaremos.
53 Echemos las bases de este santuario, donde será instalado nuestro diván.
54 ¡Cada día que acudamos allí, descansaremos en él!».
55 Cuando Marduk oyó esto,
56 sus facciones brillaron grandemente como el día:
57 «¡Construid, pues, Babilonia, puesto que asumís el trabajo!
58 ¡Que sea modelado su enladrillado, después levantad el santuario!».
59 Los Anunnaki cavaron el suelo con sus azadones
60 y durante un año entero modelaron ladrillos;
61 después, cuando llegó el segundo año,
62 levantaron la cima del Esagila, réplica del Apsu;
63 construyeron igualmente la alta torre con gradas de este nuevo Apsu
64 y establecieron allí una morada para Anu, Enlil y Ea.
65 Luego, majestuosamente vino a sentarse ante ellos.
66 ¡Desde la base del Esharra se podía contemplar sus pináculos!
67 Una vez que se hubo hecho la edificación del Esagila,
68 todos los Anunnaki levantaron allí sus propios santuarios.
69 {300 Igigi del cielo y 600 con los del Apsu se reunieron todos allí.}
70 El señor, en el lugar muy augusto que le habían edificado como morada suya,
71 hizo sentar a su banquete a los dioses, sus padres”
72 «¡Ésta es Babilonia, el lugar de vuestra residencia,
73 sed dichosos en ella y saciaos de su regocijo!».
74 Los grandes dioses tomaron, pues, sus asientos,
75 y poniendo sus grandes copas se quedaron para el banquete.
76 Después que hubieron hecho festejos en él
77 y que en el impresionante Esagila hubieron procedido a la oblación,
78 que sus normas les fueron confirmadas, lo mismo que todos sus oficios,
79 y que les hubo distribuido las estaciones del cielo y del inframundo,
80 los cincuenta Grandes dioses tomaron sus asientos
81 y los siete dioses del Destino se encargaron de las decisiones.
82 El señor (entonces) presentó su arco, puso esta arma delante de ellos;
83 los dioses, sus padres, contemplaron la red que se había hecho
84 y admiraron cuán maravillosa era la estructura del arco
85 y alabaron los altos hechos realizados.
86 Levantándolo Anu, habló en la asamblea de los dioses
87 y tras besar el arco (dijo): «¡Sí! ¡Este es mi hijo!».
88 Y enumeró los nombres del arco, de la siguiente manera:
89 “Madera-larga” es el primero, el segundo es “Victorioso”,
90 su tercer nombre es “Constelación del Arco que brilla en el cielo”,
91 de la cual determinó su posición entre los astros, sus hermanos.
92 Una vez que Anu hubo decretado los destinos del arco,
93 erigió un trono real que sobrepasó al de los otros dioses,
94 y en medio de la asamblea de los dioses, allí, Anu lo instaló.
95 Los grandes dioses, unánimes,
96 exaltaron los destinos de Marduk y se prosternaron ante él.
97 Ellos mismos formularon un juramento de execración,
98 jurando por el agua y el aceite y poniéndose la mano a la altura del cuello,
99 le otorgaron el ejercer la realeza sobre los dioses,
100 confirmándole el poder absoluto sobre los dioses del cielo y del inframundo.
101 Anshar añadió a sus nombres el de Asallukhi:
102 «¡A la mención de este nombre, humillémonos!
103 Que, cuando abra la boca, los dioses lo escuchen con respeto
104 y que sus órdenes predominen en lo alto y en lo bajo.
105 ¡Que sea exaltado, él, nuestro hijo y vengador!
106 ¡Que su soberanía sea la más fuerte y que no tenga rival!
107 ¡Que ejerza el pastoreo sobre las cabezas negras, sus criaturas!
108 ¡Que hasta el fin de los días, sin olvidar, proclamen su gesta!
109 ¡Que asegure a sus padres opulentas ofrendas alimenticias!
110 ¡Que ejerza para ellos la provisión de su culto y tenga cuidado de sus santuarios!
111 ¡Que les haga oler el incienso y que dirija sus conjuros!
112 ¡Que haga una réplica en la tierra de lo que ha realizado en el cielo!
113 ¡Que enseñe a los cabezas negras a reverenciarle!
114 ¡Que las gentes se preocupen de sus dioses y los invoquen!
115 ¡Que, ante su palabra, traten con respeto a sus diosas!
116 ¡Que aporten las ofrendas alimentarias a sus dioses y diosas
117 y que no olviden ofrecérselas a sus dioses!
118 ¡Que hagan brillar su país edificando sus santuarios!
119 ¡Y si los cabezas negras están divididos en cuanto a sus dioses,
120 para nosotros, aunque se le pueda llamar con muchos nombres, él será sólo nuestro dios!
121 Proclamemos, pues, sus cincuenta nombres,
122 para demostrar la gloria de su persona y parejamente de sus obras:
123 (1) MARDUK, como Anu, su padre, lo llamó desde su nacimiento,
124 quien provee de pastos y bebida y colma sus establos,
125 quien con el diluvio, su arma, venció a los opresores,
126 quien a los dioses, sus padres, los salvó de la desgracia.
127 Él es el hijo, el dios-sol de los dioses, es brillante,
128 y en su resplandeciente luz ellos van y vienen perpetuamente.
129 A la gente que él creó, dotada de aliento,
130 impuso el servicio de los dioses para que estos pudieran estar a gusto.
131 Crear o destruir, liberar o castigar
132 están a su disposición. ¡No hacen más que contemplarlo!
133 (2) Marukka: realmente, es el dios que los ha creado,
134 para alegrar el corazón de los Anunnaki y el ocio de los Igigi.
135 (3) Marutukku: es el refugio del país, de la ciudad y de sus gentes.
136 Que en el futuro las gentes no cesen de alabarle.
137 (4) Mershakushu: que se irrita, pero que razona; furioso, pero que se reprime,
138 ancho es su corazón y su alma todo lo abarca.
139 (5) Lugal-dimmer-ankia: es el nombre con el que lo hemos proclamado en nuestra asamblea,
140 dando así más prestancia a su palabra que a la de los dioses, sus padres.
141 En verdad, él es el señor de todos los dioses del cielo y del inframundo,
142 el rey, a cuya aparición los dioses tienen miedo, arriba y abajo.
143 (6) Nade-lugal-dimmer-ankia: es el nombre que le hemos dados como regidor de todos los dioses,
144 quien en el cielo y en el inframundo ha restablecido nuestras moradas, fuera de la angustia,
145 quien distribuyó sus puestos a los Igigi y a los Anunnaki.
146 ¡Que ante su nombre tiemblen los dioses y se estremezcan en donde se hallen!
147 (7) Asallukhi: tal es el nombre que Anshar, su padre, le confirió;
148 él es verdaderamente la luz de los dioses, su poderoso héroe,
149 quien, de acuerdo con su nombre, es el protector de los dioses y del mundo,
150 y quien en fiero combate individual, salvó nuestra situación de la desgracia.
151 (8) Asallukhi-Namtila se le ha llamado en segundo lugar: el dios vivificador,
152 que de acuerdo con su (nombre) restauró a todos los dioses sumidos en perdición,
153 el señor que ha hecho revivir a los “dioses-muertos” por su puro conjuro
154 y que destruye a sus obstinados enemigos. ¡Alabemos su valentía!
155 (9) Asallukhi-Namru: según el nombre que se le ha conferido en tercer lugar,
156 el dios puro, purificador de nuestra conducta».
157 Anshar, Lakhmu y Lakhamu, habiéndole atribuido cada uno de estos tres últimos nombres,
158 manifestaron a los dioses, sus hijos:
159 «¡Nosotros hemos conferido cada uno de estos tres nombres!
160 ¡Como nosotros, proclamadle vosotros con otros nombres!».
161 Habiendo oído esta orden, los dioses se llenaron de alegría
162 y en la Sala de las Deliberaciones se comunicaron su consejo:
163 «¡De nuestro hijo, héroe y vengador,
164 de nuestro proveedor, ensalcemos sus nombres nosotros!».
165 Y sentándose en su asamblea proclamaron sus destinos
166 para que en todas las ceremonias se invoque de él un nombre diferente.
Tablilla VII
1 (10) Asari: que otorgó el cultivo, que estableció el lindero de los campos,
2 el creador del grano y del cáñamo, el que hace crecer la vegetación.
3 (11) Asar-alim: que es importante en la Sala del Consejo, adonde aporta su opinión,
4 a quien los dioses respetan y que ignora el temor.
5 (12) Asar-alim-nunna: el venerable, luz de sus padres y progenitores,
6 que lleva a cabo los decretos de Anu, Enlil y Ea, el príncipe.
7 Él es su proveedor, quien les asigna sus porciones,
8 él, quien, para el bien del país, multiplica la abundancia de los campos.
9 (13) Tutu: el que realiza la renovación,
10 que ha liberado sus santuarios para que estén llenos de ocio,
11 que crea el encantamiento para que los dioses se apacigüen,
12 y que, incluso si ellos se lanzaran con cólera, retrocederían.
13 Verdaderamente, él es el supremo en la asamblea de los dioses, sus [padres],
14 ninguno se pude [igualar] a él entre los dioses.
15 (14) Tut-zi-ukinna: vida de la hueste [de los dioses],
16 que fundó para los dioses el claro cielo,
17 que se encarga de su existencia y que les asigna [sus lugares].
18 ¡Que [se recuerden sus] proezas, inolvidablemente, entre los seres humanos!
19 (15) Tutu-zi-ku le llamaron en tercer lugar: el mantenedor de la purificación,
20 el dios del soplo benefactor, señor que escucha y es benevolente,
21 el que hace nacer la abundancia y la plenitud, que consolida la prosperidad,
22 el que vuelve abundante todo aquello que era escaso,
23 cuya soplo benefactor hemos respirado en la dolorosa desgracia.
24 ¡Que se digan, que se exalten, que se canten sus alabanzas!
25 En cuarto lugar, que la humanidad lo glorifique como (16) Tutu-aga-ku:
26 el señor de la encantación pura, que hace revivir a los muertos,
27 que ha tenido compasión de los dioses vencidos,
28 que ha quitado de los dioses hostiles el yugo impuesto a ellos
29 y que para redimirlos creó la humanidad;
30 el misericordioso en cuyo poder está el dar vida.
31 ¡Que su gesta permanezca y que no sea olvidada
32 en la boca de los cabezas-negras, a los que sus manos han creado!
33 Su boca pronunciará un santo conjuro al llamarle, en quinto lugar, (17) Tutu-tu-ku:
34 el que con su santo encantamiento ha expulsado todos los males.
35 (18) Sha-zu: el conocedor del corazón de los dioses, el escrutador de sus almas,
36 y el que de sus manos no deja escapar a los malhechores,
37 el mantenedor de la asamblea de los dioses, el que alegra sus corazones;
38 su amplia protección humilla a los rebeldes,
39 el que hace triunfar la verdad y extirpa el lenguaje torcido
40 y que discierne lo falso y lo verdadero.
41 Seguidamente, que se le glorifique como (19) Sha-zu-zi-si: que impone silencio al rebelde
42 y que ha expulsado el estupor del cuerpo de los dioses, sus padres.
43 En tercer lugar, como (20) Sha-zu-sukh-rim: que con el arma extirpa a todos los enemigos,
44 que frustra sus planes y los convierte en viento,
45 que borra a todos los malvados, todos aquellos que iban contra él.
46 ¡Que todos los dioses se alegren, que no cesen de aclamarlo como tal!
47 En cuarto lugar, (21) como Sha-zu-gu-rim: que restablece la sumisión a los dioses, sus padres,
48 que extirpa a todos los enemigos y destruye su descendencia,
49 que frustra sus acciones, sin dejar nada de ellas.
50 ¡Que éste su nombre sea así expresado y pronunciado en el país!
51 En quinto lugar, que se le alabe en el porvenir como (22) Sha-zu-zakh-rim:
52 el que destruye a todos sus adversarios y recalcitrantes,
53 el que reintegra a todos los dioses fugitivos a sus santuarios.
54 ¡Que permanezca para siempre esta designación suya!
55 Además, en sexto lugar, que se le celebre por todas partes como (23) Sha-zu-zakh-gu-rim:
56 el que destruyó, personalmente, cuerpo a cuerpo, a todos los enemigos.
57 (24) En-bi-lulu: es el señor munífico por naturaleza,
58 el poderoso pastor de los dioses, que instituyó las ofrendas,
59 que fundó e hizo prosperar los lugares de pasto y de agua,
60 que abrió los cursos de agua y distribuyó las aguas fertilizantes.
61 Seguidamente, que se le glorifique, además, como (25) En-bi-lulu-e-pa-dun: el señor de la campiña y de la crecida,
62a el irrigador del universo, el fundador de los surcos,
62b el que establece en pleno desierto la santa agricultura,
63 que represa y regula los canales y delimita los surcos.
64 En tercer lugar, que se le celebre como (26) En-bi-lulu-gugal: el que vigila los cursos de agua divinos,
65 señor de la abundancia, de la opulencia y de las amplias (cosechas),
66 el que instituyó la riqueza y hace rebosar de bienes todos los lugares habitados,
67 el que concedió el trigo e hizo existir el grano.
68 (27) En-bi-lulu-khe-gal: el que acumula la abundancia para todos los pueblos,
69 que hace llover prosperidad sobre la tierra y hace crecer copiosamente la vegetación.
70 (28) Sir-sir: el que amontonó montañas sobre Tiamat
71 y que con [su] mano armada se llevó como botín su cadáver,
72 el que vigila la tierra, el verdadero pastor de los hombres,
73 aquél cuya cabellera no es más que plantaciones, campos cultivados y surcos,
74 aquél que en su cólera atravesaba y volvía a atravesar el inmenso Mar (Tiamat),
75 cruzaba y volvía a cruzar, como un puente, el lugar de su combate individual con ella.
76 También le llamaron (29) Sir-sir-malakh: y que sea así para siempre,
77 siendo Tiamat su barco y él su barquero.
78 (30) Gilim: el que acumula enormes montones en los graneros,
79 el creador de los cereales y de los rebaños, el que garantiza la semilla del país.
80 (31) Gilim-ma: el que consolida el lazo mutuo de los dioses, el creador del recto derecho,
81 la brida que refrena a los malvados, inaugurando el buen orden.
82 (32) A-gilim-ma: el sublime, el que desvía la inundación y controla la nieve,
83 el que, después de haber consolidado las regiones del cielo, ha creado la tierra sobre el agua.
84 (33) Zu-lum: el que determina los campos a los dioses y que les reparte su producto,
85 les distribuye porciones y ofrendas y cuida de sus santuarios.
86 (34) Mummu: el creador del cielo y de la tierra, el que dirige el camino.
87 Como dios purificador del cielo y de la tierra le llamaron, además, Zu-lum-um-mu:
88 el que, por su poderío, no tiene otro igual entre los dioses.
89 (35) Gish-numun-ab: el creador de todos los pueblos, el que hizo las regiones del mundo,
90 el destructor de los dioses de Tiamat y que hizo a los hombres con parte de ellos.
91 (36) Lugal-ab-du-bur: el rey que frustró las maniobras de Tiamat y le arrancó sus armas,
92 aquél cuyo reino está firmemente implantado.
93 (37) Pa-gal-gu-enna: el primero de todos los señores, cuyo poder es sublime,
94 el más grande entre los dioses, sus hermanos, soberano de todos ellos.
95 (38) Lugal-dur-makh: el rey que constituye la unión entre los dioses, el señor del Sublime lugar,
96 el más grande en la sede de la realeza, el más augusto de los dioses.
97 (39) A-ra-nunna: el consejero de Ea, creador de los dioses, sus padres,
98 aquél, a quien por su andar principesco, ningún otro dios puede igualar.
99 (40) Dumu-du-ku (hijo del Santo Montículo), cuya morada pura se renueva en el Du-ku (Santo Montículo),
100 Dumu-du-ku, sin quien el Lugal-du-ku (Rey de la Santa Capilla) no toma ninguna decisión.
101 (41) Lugal-shu-anna: el rey cuyo poder es sublime entre los dioses,
102 el señor de la fuerza de Anu, aún más importante que la figura de Anshar.
103 (42) Ir-ug-ga, quien ha hecho prisioneros a todos en el interior del Mar (Tiamat),
104 quien ha acumulado toda la sabiduría, el de infinita inteligencia,
105 (43) Ir-Kin-gu, quien hizo prisionero a Kingu en lo más intenso de la batalla,
106 quien organiza los mandatos de todo y establece la soberanía;
107 (44) Kin-ma: el que gobierna a todos los dioses, el que les da consejos,
108 y a cuyo nombre tiemblan de miedo los dioses, como ante la tormenta.
109 En calidad de (45) E-siskur se sentará, majestuosamente, en la Casa de las Plegarias
110 y los dioses llevarán sus presentes ante él,
111 mientras él recibirá su homenaje;
112 ¡ninguno, fuera de él, ha podido crear tales maravillas!
113 Los cuatro (grupos) de cabezas negras son su creación,
114 aparte de él ningún dios conoce la razón de sus días.
115 (46) Gibil: el que asegura el desenlace de la guerra
116 y quien se puso a crear obras maravillosas tras la batalla contra Tiamat;
117 amplia es su sabiduría, él es capaz, inteligente,
118 cuyo corazón insondable no puede llegar a ser comprendido por los dioses.
119 (47) Addu será también su nombre: como tal que recubra el cielo.
120 Que su rugido beneficioso resuene por encima de la tierra,
121a que evacue, por medio de la lluvia, la sustancia de las nubes
121b y que, aquí, abajo, provea su subsistencia a las gentes.
122 (48) Asharu: el que, como indica su nombre, ha regulado los Destinos Divinos
123 y ha tomado a su cargo a la totalidad de pueblos.
124 (49) Nebiru: él es quien tiene firme los lugares de paso cielo-tierra,
125 nadie pasa por arriba o por abajo sin solicitárselo.
126 Nebiru es su estrella que brilla en el cielo;
127 allí ella ocupa el polo y los dioses la admiran:
128 «El que, infatigablemente, cruza y vuelve a cruzar por el interior del Mar (Tiamat).
129 Que Nebiru sea su nombre, puesto que él señorea en el interior».
130 Con este título él organiza la trayectoria de las estrellas en el cielo
131 y pastorea a todos los dioses como a un rebaño.
132 Que pueda terraplenar a Tiamat, y que el soplo de ésta se debilite y extinga.
133 Que, a lo largo de las futuras generaciones, cuando los días hayan envejecido,
134 él pueda continuar sin restricción, que persista en la eternidad!».
135 Y porque él creó el cielo y fabricó la tierra
136 su padre Enlil le confirió, además, el nombre de (50) En-kur-kur (Señor de las Tierras).
137 Tales son los nombres, uno tras otro, que proclamaron los Igigi.
138 Cuando Ea los hubo oído, su corazón se alegró (y dijo):
139 «Aquél de quien sus padres han glorificado sus nombres,
140 que su nombre, tanto para él como para mí, sea igualmente (51) Ea.
141 Que tenga poder de promover todos mis ritos
142 y que lleve a cabo él mismo la totalidad de mis decretos».
143 Mediante estas cincuenta (denominaciones) los grandes dioses,
144 confiriéndole cincuenta nombres (a Marduk), le atribuyeron una posición excepcional.
145 ¡Que haya memoria de ellos y que los ancianos los expongan!
146 ¡Que el sabio y el experto los mediten igualmente!
147 ¡Que el padre, repitiéndolos, los inculque a sus hijos!
148 ¡Que el pastor y el guardián del pueblo adquieran la inteligencia
149 para que, exentos de toda tibieza hacia Marduk, el Enlil de los dioses,
150 su reino prospere y que ellos mismos permanezcan sanos y salvos!
151 Duradera es la palabra (de Marduk), inmutable su orden:
152 ¡Ningún dios puede cambiar aquello que sale de su boca!
153 Si se obstina en lanzar una mirada malévola,
154 en su cólera ningún dios puede afrontar su furor.
155 ¡Su corazón es insondable, inmenso es su espíritu!
156 ¡El pecador y el delincuente están delante de él!
157 ¡Tal es la revelación que un antepasado, ante quien se le había expuesto,
158 fijó y dispuso por escrito para enseñarla a la posteridad!
159 [Las proezas] de Marduk, que creó a los dioses Igigi,
160 [que se las recite] pronunciando su nombre
161 [y que salmodie] el canto de Marduk,
162 quien, después de haber abatido a Tiamat, recibió el poder soberano.
Conclusión
El Enuma Elish como obra mitológica es eterna, pero algunos eruditos han argumentado que, en su día, habría resonado con una audiencia que veía a Babilonia como una ciudad que rompía con las tradiciones del pasado para crear un nuevo y mejor futuro. El académico Thorkild Jacobsen, por ejemplo, señala:
Babilonia luchó contra el territorio de la antigua Sumeria, contra todas sus famosas ciudades antiguas y sus dioses. Libró una guerra advenediza con su propia civilización madre. Y el tema de que [Babilonia] era muy consciente de ser heredera y continuadora de la civilización sumeria, queda claro por el hecho de que sus reyes, especialmente los de la segunda mitad de la Dinastía [del País del Mar],
llevan elaborados nombres de estilo sumerio. Por lo tanto, es comprensible que Babilonia haya sentido, consciente o inconscientemente, que su victoria era en cierto sentido patricida. (190)
El relato, entonces, puede leerse no solo como un gran cuento del triunfo del orden sobre el caos, y la luz sobre la oscuridad, sino como una parábola del surgimiento de Babilonia y la cultura babilónica sobre el antiguo modelo sumerio de civilización. Además, el cuento puede servir para ilustrar que, en la vida, la única constante es el cambio.
Los viejos dioses estáticos del relato son reemplazados por dioses más jóvenes y dinámicos que luego introducen el concepto de cambio y mutabilidad en el universo a través de la creación de seres mortales que están sujetos a la muerte. Estas criaturas tienen la tarea de ayudar a los dioses a mantener su creación y, por lo tanto, aunque no son seres eternos, juegan un papel integral en el trabajo eterno de los dioses.