El folklore de los nativos americanos incluye numerosas criaturas legendarias y entidades sobrenaturales, algunas consideradas beneficiosas para la humanidad, pero muchas otras vistas como amenazas graves que debían evitarse. Aunque resultaban aterradores, estos seres cumplían una función cultural importante al fomentar el respeto por el poder del mundo de los espíritus o al advertir a las personas sobre posibles peligros.
Muchos pueblos nativos de Norteamérica reconocían la existencia de múltiples dioses y entidades espirituales que podían ser tanto beneficiosos como perjudiciales. Figuras como el coyote, por ejemplo, podían traer bien o mal dependiendo de su estado de ánimo. Iktomi, el dios embaucador con forma de araña en la cultura de los indios de las llanuras desempeñaba un papel similar, al igual que otros embaucadores en las diversas culturas de los indios americanos. El Gran Misterio, o Gran Espíritu, conocido por muchos nombres, controlaba las operaciones del universo y la vida humana; sin embargo, para explicar por qué suceden cosas malas a personas buenas, se reconocía que varias entidades mucho menos benévolas ejercían un poder considerable. Entre ellas se encontraban:
Las fuerzas del orden y la armonía, personificadas por el Pájaro del Trueno, se oponían a las del caos y el desorden, representadas por su enemigo subterráneo, la Gran Serpiente Cornuda, según la creencia algonquina. Los chamanes, conocidos como hombres o mujeres de medicina, que solo buscaban lo mejor para su pueblo, también se veían enfrentados a la figura del cambiapieles, quien había abandonado todos los principios para entregarse las fuerzas de la oscuridad y el engaño.
El cambiapieles es un ente que cambia de forma en la cultura navajo cuyo único propósito es causar daño.
Todas estas criaturas aparecen en relatos que siguen la estructura básica de la historia de fantasmas: una persona o un grupo de personas se encuentra con una entidad sobrenatural y, o bien superan los peligros que presenta, o son vencidas por ellos. Ya fuera al enfrentarse a una u otra de las criaturas aquí mencionadas, la estructura principal del relato es la misma.
Las diversas entidades del folklore de los nativos americanos darían para escribir varios libros, por lo que los diez siguientes son solo una pequeña muestra; aun así, sirven para representar un número considerablemente mayor, muchos de los cuales tienen rasgos o propósitos comunes con las que se mencionan a continuación.
Ogopogo
Ogopogo es un monstruo lacustre que aparece por primera vez en las historias de las primeras naciones secwepemc (shuswap) y syilx (okanagan) de Canadá, en la actual Columbia Británica. Se dice que la criatura vive en el lago Okanagan y se describe como una gran serpiente con cabeza de dragón. Los secwepemc y silx llamaban al monstruo Naitaka, que significa "espíritu del agua" o "demonio del agua", mientras que el origen del nombre "Ogopogo" es objeto de controversia. Se dice que exige tributo a quienes deseen cruzar el lago Okanagan y, si no se le ofrece nada, los viajeros se ahogan en una tormenta repentina provocada por la criatura. Los nativos americanos solían llevar pequeños animales para sacrificarlos al lago antes de cruzarlo, y existen varias leyendas sobre el destino desafortunado de aquellos que se negaron a creer en el Ogopogo y terminaron ahogándose o escapando por poco de la muerte. Como muchas otras criaturas nativas americanas, el Ogopogo le recordaba a la gente el poder de la naturaleza y la necesidad de respetarla. Aún se reportan avistamientos del Ogopogo en la actualidad, el más reciente en 2018, con descripciones de la gigantesca serpiente acuática que coinciden con las de las antiguas leyendas.
El cambiapieles es un brujo que cambia de forma en la cultura navajo cuyo único propósito es causar daño. Se cree que los cambiapieles fueron en algún momento chamanes, individuos con gran poder espiritual, que eligieron usar sus habilidades para el mal en lugar de para el bien. La definición más simple de un cambiapieles, tomando como referencia la cultura popular ajena a las tradiciones nativas, sería alguien que se entrega al "lado oscuro" de la Fuerza como en la franquicia de La guerra de las galaxias. Los cambiapieles pueden adoptar la forma de cualquier animal o ser humano que elijan y también podrían poseer a alguien, de la misma manera en que se pensaba que lo haría un espíritu maligno, fantasma o demonio. El nombre navajo para esta entidad se traduce como "por medio de esto, camina en cuatro patas", debido a su tendencia a adoptar la forma de un animal. Cualquiera que sea su forma, su intención nunca es buena y, dado que es difícil detectar a un cambiapieles, se considera que están entre las criaturas sobrenaturales más peligrosas de las tradiciones nativas americanas.
Wendigo
El wendigo es un monstruo voraz de las Primeras Naciones de Canadá y de la cultura de los pueblos indígenas de las llanuras, que aparece, bajo otros nombres, en las historias de muchas naciones nativas en toda América del Norte. Según los chippewa, el wendigo comenzó como un ser humano que, dominado por un egoísmo y una codicia insaciables, era incapaz de sentirse satisfecho. Se creía que tales personas se acababan convertiendo en el monstruo caníbal de corazón gélido que acecha a los seres humanos. La criatura se describe como una bestia demacrada con grandes cuernos, que nunca se sacia por más que coma, por lo que está condenada a deambular constantemente, intentando sin éxito satisfacer su necesidad de consuelo. El relato de origen chippewa sobre el monstruo se repite en otras naciones y refuerza el concepto generalmente aceptado por los nativos americanos de que las necesidades de la comunidad están por encima de las del individuo. El wendigo, como una bestia egoísta y voraz, representa la antítesis de este valor central.
Cabeza Voladora
Como sucede con el Wendigo, también se trata de un monstruo insaciable que se alimenta de carne humana. La criatura tiene su origen en las leyendas de la nación iroquesa que cuentan la historia de una tribu sin nombre que una vez habitó la región de los Estados Unidos hoy conocida como Nueva York alrededor del río Hudson y un conflicto surgido de una disputa dio lugar al nacimiento del monstruo. Según la versión más conocida de la historia, la región sufrió una hambruna tan severa que la fauna, e incluso los peces migraron a otros lugares, lo que llevó a los más jóvenes de la comunidad a proponer que ellos también se trasladaran; sin embargo, los ancianos se negaron e insistieron en quedarse en sus tierras ancestrales hasta que la situación mejorara. Los jóvenes se cansaron de discutir y asesinaron a los ancianos, cortándoles la cabeza y arrojándolas al lago en un saco. Sin embargo, uno de esos jóvenes se enredó con las cuerdas que ataban las cabezas y se ahogó. Su energía vital se fusionó con las cabezas decapitadas para dar origen a la Cabeza Voladora (aunque en algunas versiones son varias), descrita como una cabeza gigante, a veces con alas de murciélago o pájaro a los lados, y colmillos. Descienden rápidamente, atrapan a las personas y las devoran. Al igual que la leyenda del wendigo, esto refuerza un valor cultural central: el respeto por los ancianos y, por supuesto, la prohibición de matar a un miembro de la propia tribu por razones egoístas o cualquier otra razón, salvo en defensa propia.
Se trata de una criatura que tiene un rostro normal en el lugar habitual, y otro rostro grotesco en la parte posterior de la cabeza. Al ver a un dos caras, la persona muere al instante o queda paralizada por el miedo, y luego la criatura la mata con sus afiladas garras. Este monstruo no debe confundirse con la entidad de dos caras conocida como Anpao de los sioux, que simboliza la luz del amanecer. Aparece en las leyendas de los cheyenes, omaha y sioux (entre otros) y es más conocido por la leyenda de los héroes gemelos, donde una de esas criaturas asesina a una mujer embarazada, se lleva a uno de sus hijos no nacidos y deja al otro. Cuando los gemelos crecen, se encuentran, vengan a su madre y se convierten en célebres cazadores de monstruos. La criatura no siempre se describe como una sola entidad, sino más bien como una especie de criaturas semejantes a ogros que aparecen de vez en cuando para acechar y matar a las personas. La única forma de escapar de este destino es no mirar directamente a un extraño que se acerque a la casa, o incluso evitar mirarlo por completo y nunca confiar en que el rostro que muestra sea el único que tiene.
Gran Serpiente Cornuda
La figura de la serpiente, la serpiente con cuernos y la serpiente de agua es común en las leyendas de todas las naciones nativas americanas en América del Norte, ya sea el Ogopogo o el monstruo del lago Flathead, la serpiente Uktena de cresta brillante de los cheroqui o la Gran Serpiente Cornuda de los sioux y de otras naciones de los indios de las llanuras. El Montículo de la Serpiente, el sitio arqueológico en Peebles en el estado de Ohio atribuido a las culturas nativas americanas de los adena o de los Fort Ancient, podría rendir homenaje a su versión de la serpiente cornuda, que poseía propiedades mágicas y, aunque no siempre, solía simbolizar la transformación. Las serpientes suelen ser antagonistas en los relatos nativos americanos, pero no siempre son malignas, ya que en ocasiones representan desafíos que el héroe debe superar para alcanzar una meta determinada; empero, la Gran Serpiente Cornuda siempre aparece como un adversario del Pájaro del Trueno. Mientras que este representa el orden, la luz, el nacimiento, el crecimiento y la vida, aquella simboliza el caos, la oscuridad y la muerte.
Katshituashku
El Katshituashku es un gigantesco oso de patas rígidas, sin pelo y conocido por ser un devorador de humanos, cuya leyenda proviene de la cultura de los penobscot de la región que hoy corresponde al estado de Maine, en los Estados Unidos. El monstruo se describe como inmensamente grande, con patas traseras rectas que no pueden doblarse, avanza a través de los bosques caminando erguido y, como nunca puede acostarse, ya que no puede doblar las rodillas para levantarse, duerme apoyado en los árboles. Debido a su enorme tamaño, a menudo se confunde con un árbol gigante y pasa desapercibido hasta que se lanza con una pata gigantesca y atrapa a su desprevenida víctima para devorarla. Su nombre significa literalmente "oso de articulaciones rígidas", pero los estudiosos no se ponen de acuerdo sobre el origen de la criatura ni sobre por qué los penobscot habrían imaginado tal entidad. Según algunas teorías, puede que los penobscot imaginaran el Katshituashku tras el descubrimiento de un fósil de un mamut lanudo o de un mastodonte, cuyas patas parecían rectas y cuyo cráneo se asemejaba al de un oso. Independientemente de su origen, su leyenda servía como recordatorio para estar alerta del entorno y de los posibles peligros. También se contaban estas historias a los niños para asustarlos y evitar que se alejaran de su hogar o se adentraran solos en el bosque.
El Bakwas se representa como un hombre alto y esquelético, con cabello largo y vestido con harapos, cuya apariencia deplorable provoca que las víctimas sientan lástima por él.
El Bakwas (también conocido como Bukwus) es un espíritu que atrae a las personas perdidas en el bosque ofreciéndoles comida maldita, que les presenta en conchas de berberecho, y, si la aceptan, se convierten en fantasmas. En la tradición indígena americana, los fantasmas generalmente se representan como entidades peligrosas capaces de causar daño físico, espiritual o psicológico a los vivos, pero el Bakwas se consideraba el "rey de los fantasmas", ya que, mientras que el espíritu de una persona que alguna vez vivió podría hacerle un favor a los vivos si se llegaba a un acuerdo y estos mostraban el debido respeto, el Bakwas solo tenía malas intenciones. Su leyenda tiene su origen en las Primeras Naciones de lo que hoy es la Columbia Británica, pero es similar a la de otros seres de las naciones del norte, como los haida. El Bakwas se representa como un hombre alto y esquelético, con cabello largo y vestido con harapos, cuya apariencia deplorable provoca que las víctimas sientan lástima por él, lo que las hace vulnerables a su aparente bondad cuando les ofrece comida. A veces se le asocia con los fantasmas de aquellos que se han ahogado y se dice que merodea por los bosques cercanos al agua, y sirve para asustar a los niños y evitar que se acerquen a la orilla.
Teihiihan
Los teihiihan son la “gente pequeña” de la nación arapajó. Se trata de seres de tamaño infantil, increíblemente fuertes, traviesos y caníbales y dotados de una velocidad sobrehumana. Aunque el nombre Teihiihan es propio de los arapaho, la “gente pequeña” aparece en las leyendas de muchas otras naciones de los indios de las llanuras bajo distintas denominaciones. Generalmente, se les describe como criaturas de entre 60 y 120 centímetros de altura, con cuellos gruesos, ojos grandes, dientes afilados y piel oscura. Se alimentan de seres humanos y siempre matan más de lo que necesitan. Comen hasta quedar satisfechos y dejan los restos de los demás para que se pudran. Según algunas historias, tienen la capacidad de volverse invisibles, mientras que en otras pueden volar y, en algunas versiones, solo parecen hacerlo debido a su increíble velocidad. Aunque las leyendas suelen hacer referencia a un conflicto de antaño en el que los Teihiihan fueron exterminados por una coalición liderada por los arapaho, se dice que todavía existen hoy en día y son responsables de asesinatos no resueltos, muertes de animales y la desaparición de objetos de valor.
Pie Grande
El monstruo gigante y esquivo conocido popularmente como Pie Grande tiene sus orígenes en las leyendas de los pueblos nativos americanos. La criatura siempre se describe como un ser de entre 1,80 y 3 metros de altura y cubierta de pelo. Los sioux conocen a esta entidad como Chiye-Tanka que significa "gran hermano mayor", pero la misma figura aparece en las historias de otras naciones de los Indios de las llanuras, así como en las de las Primeras Naciones de lo que hoy es Canadá y otras de la costa este de los Estados Unidos. Según algunas leyendas, estas criaturas no tienen un lenguaje hablado, sino que se comunican entre ellas mediante gruñidos y silbidos, y por lo general son inofensivas a menos que se sientan amenazadas. Viven en lo más profundo del bosque, donde buscan plantas para alimentarse por la noche y temen a los humanos; no obstante, otras leyendas afirman que los seres prefieren aparearse con mujeres humanas y pueden secuestrarlas, así como a niños pequeños, quienes luego son criados en el bosque y nunca más se les vuelve a ver. También podrían atacar, matar y devorar a las personas, o jugarles trucos a las aldeas para sembrar el conflicto entre ellas y con otras comunidades cercanas. Las leyendas sobre Pie Grande, tan conocidas hoy en los medios, no surgieron sino hasta principios del siglo XX; sin embargo, las historias nativas americanas que hacen referencia a esta misma entidad probablemente tienen miles de años y, sin duda, ya se contaban mucho antes de la llegada de los primeros europeos a América del Norte.
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Conclusión
Estas historias conservan una idea compartida por todas las naciones nativas de América del Norte: el concepto de un "pasado presente". Para ellos, el pasado no está encerrado en el ayer, sino que permanece vivo en el hoy, continuando de la misma forma a lo largo del tiempo. Por citar solo un ejemplo, en la historia de los teihiihan se da por cierta la idea de que la “gente pequeña” fue aniquilada por los arapajós y sus aliados en una gran guerra, aunque la “gente pequeña” sigue existiendo en el presente al igual que la gran guerra, mientras la historia se siga contando. Como menciona el académico Larry J. Zimmerman:
Según la creencia de los nativos norteamericanos, seres como los héroes culturales y los embaucadores vivieron en un pasado sagrado que no es un periodo remoto y primordial, sino un mundo paralelo invisible y viviente que sigue existiendo… Los indígenas perciben las evidencias de este "pasado presente" en visiones y sueños, y en los recuerdos que se conservan en la tradición oral. Los seres de este tiempo a menudo continúan haciendo sentir su presencia en el mundo físico… [y] se mantienen vivos a través de la palabra hablada. (202)
Esta es una de las razones por las cuales la narración de historias es central en la cultura de todas las naciones nativas de América del Norte: la preservación del pasado para mantener ese pasado eternamente "presente". Las muchas criaturas aterradoras y amenazantes del folklore nativo americano ciertamente no eran entidades bienvenidas, pero todas cumplían la función, en mayor o menor medida, de preservar la cultura del pueblo, advertir sobre las consecuencias de un comportamiento incorrecto o imprudente y, al mismo tiempo, ofrecer entretenimiento a través del tipo de relato que probablemente fue el primero en contarse en el mundo: las historias de fantasmas.
¿Qué monstruo de las tradiciones nativas americanas es el más famoso?
El monstruo nativo americano más famoso es el wendigo, pero el cambiapieles también es bastante conocido.
¿Cuál es la criatura legendaria nativoamericana más peligrosa?
La criatura nativa americana más peligrosa es el cambiapieles, porque puede asumir cualquier forma que elija y también puede poseer a una persona.
¿Qué función cumplían las criaturas legendarias en las tradiciones nativas americanas?
Las leyendas sobre criaturas míticas nativas americanas cumplían el propósito de reforzar los valores culturales, alertar sobre comportamientos peligrosos o indebidos, y, al mismo tiempo, ofrecer un medio de entretenimiento.
¿Pie Grande forma parte de las leyendas nativas americanas?
Sí, Pie Grande es una figura del folklore nativo americano. En algunas historias es un ser amable que habita en el bosque y que no quiere tener nada que ver con los humanos; en otras es una amenaza que secuestra mujeres y niños y se come a las personas. Las historias modernas sobre Pie Grande comenzaron a contarse a principios del siglo XX; sin embargo, las leyendas nativas americanas sobre Pie Grande ya se contaban mucho antes de que los europeos llegaran a América del Norte.
Fernando Belmonte es estudiante de segundo año de Traducción en el INTER Centro de Estudios Superiores de México y tiene una profunda pasión por la historia. Su objetivo es acercar estos temas a un público más amplio y despertar un mayor interés por ellos.
Joshua J. Mark no sólo es cofundador de World History Encyclopedia, sino también es su director de contenido. Anteriormente fue profesor en el Marist College (Nueva York), donde enseñó historia, filosofía, literatura y escritura. Ha viajado a muchos lugares y vivió en Grecia y en Alemania.
Escrito por Joshua J. Mark, publicado el 03 noviembre 2023. El titular de los derechos de autor publicó este contenido bajo la siguiente licencia: Creative Commons Attribution-NonCommercial-ShareAlike. Por favor, ten en cuenta que el contenido vinculado con esta página puede tener términos de licencia diferentes.