Frescos minoicos

Artículo

Mark Cartwright
por , traducido por Alba Aylagas Pérez
Publicado el 29 mayo 2012
Disponible en otros idiomas: inglés, francés
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Los frescos son algunas de las imágenes más sorprendentes que nos ha legado la civilización minoica de la Creta de la Edad de Bronce (2000-1500 a.C.). Es más, sin registros escritos, estos suelen ser, junto a la cerámica, la única fuente que nos permite entender su visión del mundo, sus creencias, sus prácticas culturales y sus gustos estéticos.

Minoan Bull Leaping
El salto del toro minoico
Mark Cartwright (CC BY-NC-SA)

Técnicas y colores

Los frescos presentan una serie de problemas inherentes, entre ellos, la fragilidad, la ausencia de partes y el anonimato artístico. Asimismo, no encontrarlos en su sitio de origen imposibilita en gran medida poder datarlos. Por otra parte, y a pesar de que en muchas ocasiones las restauraciones han sido muy imaginativas, el impacto de esta expresión artística radica en el gozo absoluto que transmiten las formas fluidas, naturales y gráciles de estilo impresionista. Se conservan muchos fragmentos de frescos pertenecientes al periodo de los segundos palacios, entre 1550 y 1450 a.C., cuando la civilización micénica comenzó a tomar los territorios minoicos. No obstante, dado que ambos son muy similares en estilo, en este artículo, nos referimos a ellos como uno solo.

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Como técnica, el buen fresco son aquellas pinturas en las que se utilizan pigmentos de color sobre un estrato húmedo de cal y arena sin aglutinante.

Como técnica, el buen fresco, buon fresco en italiano, son aquellas pinturas en las que se utilizan pigmentos de color sobre un estrato húmedo de cal y arena sin aglutinante, de forma que, cuando la cal absorbe la pintura, esta se seca por completo y, así, se evitan daños y deterioros. El uso de esta técnica en la cultura minoica se evidencia gracias a las impresiones de hilo en yeso y a la intensidad de la pintura. El fresco secco, que consiste en aplicar pintura en yeso seco, en concreto para resaltar detalles, también se utilizó en los palacios junto a la técnica del bajorrelieve para dar un efecto de sombreado tridimensional. Los colores que utilizaban eran: negro (equisto carbonoso), rojo (hematita), blanco (cal hidratada), amarillo (ocre), azul (crisocola) y verde (mezcla de azul y amarillo). Por desgracia, no se conservan ejemplos de sombreado en frescos minoicos, aunque, como dato interesante, los colores del fondo varían, mientras que las figuras en primer plano se mantienen igual. Si bien es cierto que los egipcios no practicaban el buon fresco, los minoicos adoptaron muchos de los usos y las técnicas de su pintura arquitectónica. Para la piel de las siluetas masculinas se usaba el rojo y para la de las femeninas, el blanco. Para los metales, el dorado se representaba con el amarillo, el plata, con el azul y el bronce, con el rojo.

Griffin Fresco, Knossos, Crete
Fresco del grifo, Cnosos, Creta
Mark Cartwright (CC BY-NC-SA)

Las temáticas de los frescos

Los primeros frescos cretenses se limitan a paredes monocromáticas, por lo general rojas, aunque también podían ser negras. Gracias a la mejora de las superficies y de los pigmentos, a la llegada de la arquitectura minoica y, posiblemente, a la influencia de Egipto y Oriente Próximo, esta técnica pictórica se emplea para decorar paredes, ventanas o puertas, ya sea por completo o en partes concretas, así como frisos, techos, vigas de madera y, a veces suelos en los complejos palaciegos. En sus inicios, se representaban formas abstractas y diseños geométricos y, con el tiempo, se abarcó todo tipo de sujetos, desde miniaturas a figuras de más tamaño

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Al igual que en el grabado de sellos y anillos, las escenas más representativas y que podrían ser un indicio del papel de los palacios en la sociedad minoica, son los rituales, los festivales, las procesiones, las ceremonias y la taurocatapsia. Entre los ejemplos más conocidos, destacan: dos sacerdotisas sentadas a los lados de un santuario, un olivar con bailarines y público, dos luchadores, varios hombres jóvenes en procesión con ritones y varias representaciones de hombres y mujeres practicando el salto del toro, ya sea agarrando al toro por los cuernos o haciendo volteretas sobre la espalda del animal. En alguna ocasión, se utilizaban los frescos para imitar elementos arquitectónicos. Ejemplo de ello son las pinturas que decoran las placas de alabastro veteado en la parte inferior de las paredes.

En cuanto a los motivos de la naturaleza, predominan flores y plantas, tales como la flor de lis, la flor de azafrán, las rosas, las hiedras y los juncos. De hecho, la civilización minoica fue una de las primeras en plasmar exclusivamente paisajes naturales, lo que nos muestra la gran admiración que sentían por la naturaleza.

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Los animales también eran un tema recurrente y, a menudo, se representaban en su hábitat natural, tenemos, por ejemplo, pinturas con monos, pájaros, gatos, cabras, ciervos, erizos de mar, delfines y peces. A pesar de que los frescos minoicos se enmarcaban con bordes geométricos decorativos (espirales, diagonales, rosetones y patrones en forma de laberinto), el propio fresco, en ocasiones, traspasaba los límites convencionales, es decir, las esquinas, y ocupaba varias paredes alrededor del espectador.

Dolphin Fresco, Knossos, Crete
Fresco de los delfines, Cnosos, Creta
Mark Cartwright (CC BY-NC-SA)

Otros objetos que reciben el tratamiento de fresco incluyen el famoso sarcófago de piedra caliza de Hagia Triada, un ejemplo insólito que se conserva completo. Entre las partes decoradas, encontramos varias escenas, a los lados del ataúd, hay dos diosas cada una en un carro de guerra, uno tirado por cabras y otro por grifos, un sacrificio de un toro y una escena funeraria.

Legado

El estilo de los frescos minoicos estaba influido tanto por las culturas contemporáneas de las Cícladas, Acrotiri en Thera, Filakopí en Milos y Agia Irini en Ceos, como por las culturas posteriores, sobre todo la micénica, aunque con pequeñas diferencias en cuanto a temas y motivos, ya que le dan más importancia a las armaduras y a otras parafernalias marciales que a la naturaleza. En lugares como Tel el Dab’a, en Egipto, se han descubierto frescos que destacan por su similitud estilística con los de los minoicos.

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Bibliografía

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Sobre el traductor

Alba Aylagas Pérez
Traductora especialmente interesada en la historia, el arte y todo lo relacionado con la cultura. Actualmente, es voluntaria en varias plataformas como traductora y subtituladora.

Sobre el autor

Mark Cartwright
Mark es un autor, investigador, historiador y editor a tiempo completo. Se interesa, en especial, por el arte y la arquitectura, así como por descubrir las ideas compartidas por todas las civilizaciones. Tiene una maestría en filosofía política y es el director de publicaciones de World History Encyclopedia.

Cita este trabajo

Estilo APA

Cartwright, M. (2012, mayo 29). Frescos minoicos [Minoan Frescoes]. (A. A. Pérez, Traductor). World History Encyclopedia. Recuperado de https://www.worldhistory.org/trans/es/2-390/frescos-minoicos/

Estilo Chicago

Cartwright, Mark. "Frescos minoicos." Traducido por Alba Aylagas Pérez. World History Encyclopedia. Última modificación mayo 29, 2012. https://www.worldhistory.org/trans/es/2-390/frescos-minoicos/.

Estilo MLA

Cartwright, Mark. "Frescos minoicos." Traducido por Alba Aylagas Pérez. World History Encyclopedia. World History Encyclopedia, 29 may 2012. Web. 31 mar 2025.

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