En 2009, el director de cine Alejandro Amenábar llevó la historia de Hipatia de Alejandría (en torno a 370-415 d.C.) a la gran pantalla mediante el largometraje Ágora. Años más tarde, la película continúa atrayendo las críticas de escritores cristianos debido a su descripción de los primeros cristianos, a pesar de que estas representaciones son exactas.
Anteriormente al estreno de la película y después también, escritores cristianos criticaron las inexactitudes históricas del largometraje y concretamente de su descripción de los cristianos. En su blog, un tal John Sanidopoulos escribe, “El 17 de mayo de 2009, escribí un pequeño ensayo sobre la película Ágora a punto de ser lanzada, la cual no había visto y sigo sin haber visto. Entonces ya contaba con que la película no trataría este periodo histórico sensible justamente, y por la crítica de abajo, parece que tenía razón”.
Después, Sanidopoulos reimprime una crítica de la película realizada por una doctora en teología, Irene A. Artemi de la universidad de Atenas, que justifica sus preocupaciones sobre la película con respecto a la exactitud histórica y la descripción de la comunidad cristiana. Entre las muchas críticas de la doctora Artemi, deja claro que los defectos históricos de la película tienen que ver con el punto de vista de Amenábar sobre la religión: “…se debería señalar que el director de la película, Alejandro Amenábar, es ateo. Según sus propias palabras, nació y fue educado en una familia cristiana, después se convirtió en agnóstico y más tarde en ateo”. La doctora Artemi después critica la película en función de cómo influye el ateísmo de Amenábar en su descripción de la vida y la muerte de Hipatia de Alejandría.
Por supuesto, existen muchas inexactitudes históricas en la película Ágora, como las hay en otras películas de Hollywood recientes y no tan recientes que tratan épocas y personajes históricos, como por ejemplo: Gladiador (2000), o Alejandro Magno (1956), Alejandro (2004), o incluso Troya, (2004) que intentó dar una versión “realista” de la Ilíada de Homero en la pantalla. Cada uno de los escritores y directores de estas películas eligieron cambiar detalles de la historia real de la época por diferentes razones, pero, sobre todo, simplemente porque el medio está diseñado para entretener, no para educar. Uno no va al cine a aprender sobre historia antigua, sino para pasarlo bien. Este mismo modelo prevalece con Ágora y es irrelevante que el director sea ateo o creyente. El hecho de que la doctora Artemi señale su ateísmo al describir la película es importante en la manera en que señala el tema principal al que los defensores cristianos se oponen en la película: que inmerecidamente describe a los primeros cristianos de manera poco halagadora.
Ágora contiene varias inexactitudes históricas. Entre ellas están: La edad de Hipatia (estaba más cerca de los 50 o 60 años), su comprensión del universo heliocéntrico, la invención del astrolabio y del hidrómetro, y la forma en que murió (los registros históricos afirman que una horda de monjes cristianos la golpeó, la desolló hasta morir y luego la quemó en una iglesia). También se encuentra la presentación del esclavo ficticio Davus, la herida que los cristianos infligieron a Teón, padre de Hipatia; el caminar sobre las brasas del monje Ammonio, y otras inexactitudes históricas que se añaden para dar un efecto dramático.
No obstante, la descripción de la comunidad cristiana es exacta para los años en que se desarrolla. La doctora Artemi y otros critican la descripción de la película sobre los cristianos fundamentalistas que destruyen arte y conocimiento en nombre de su dios, pero debe reconocerse y tener en consideración que fuentes principales, así como la erudición moderna de la época, apoyan la forma en que se describen a los primeros cristianos. Artemi escribe en un punto, “La película presenta a los cristianos, principalmente a los miembros de la “hermandad de los parabolanos”, no solo como oscurantistas, sino también ignorantes. En una de sus conversaciones entre ellos se muestran diciendo que la tierra y el cielo se parecen a un pecho y también rechazando teorías relacionadas con la astronomía”.
Los propios escritores cristianos dan testimonio de la postura anti intelectual de la iglesia primitiva y de esta manera, si se describe como ignorantes a los cristianos en la película es porque lo eran por elección. San Justino Mártir (en torno a 100-165 d.C.) era abiertamente hostil a la enseñanza clásica y proclamaba que todos los valores y pensamientos importantes que expresaron escritores como Platón, fueron robados del Antiguo Testamento de la Biblia cristiana. El cristiano primitivo apologista Tertuliano (en torno a 160-230 d.C.) también rechazó la enseñanza clásica y célebremente afirmó:
¿Qué tiene que ver en realidad Atenas con Jerusalén? ¿Qué acuerdo existe entre la Academia y la Iglesia? ¿Qué entre los herejes y los cristianos? Nuestra enseñanza proviene del “pórtico de Salomón”, que aprendió el mismo que “el Señor debería ser buscado con sencillez de corazón”. ¡Fuera todos los intentos de producir un cristianismo abigarrado de composición estoica, platónica y dialéctica! ¡No queremos disputas curiosas después de poseer a Jesucristo, ni inquisición después de disfrutar del evangelio! Con nuestra fe, no deseamos más creencia.
En estas líneas, de su “Sobre la prescripción de herejes”, capítulo 7, Tertuliano hace referencia a la Academia de Platón en Atenas, la primera universidad del mundo, que más tarde clausuró el emperador cristiano Justiniano en 529 d.C. (aunque más tarde se las arregló para mantenerse como sede de conocimiento). Su afirmación de que “con nuestra fe, no deseamos más creencia” resume el celo cristiano primitivo y ayuda a explicar el total rechazo a la enseñanza clásica. Más cercano al periodo temporal que trata Ágora, el escritor cristiano san Gregorio de Nazianos (329-390 d.C.), claramente un intelectual y familiarizado con la literatura griega clásica, continúa rechazando los preceptos del conocimiento en favor de la fe en las enseñanzas de la Iglesia.
Se consideraba a la literatura clásica griega y romana parte de la “manera antigua” que ahora suplantaba la nueva fe. Los verdaderos cristianos, insisten estos escritores, rechazaban este tipo de conocimiento en favor de las enseñanzas de Cristo que, como dice la Biblia, hace que “todas las cosas sean nuevas otra vez”. El erudito Walter Nigg comenta:
El cristiano que triunfa y gana prestigio ya no camina por el sendero del Evangelio. A los ojos de la verdadera cristiandad, todo éxito mundano es sospechoso. (15)
De la misma manera, alguien que tornara a tener en cuenta los escritos del pasado como válidos sería sospechoso. Tal y como la mujer de Lot se giró a mirar las ruinas de su antiguo hogar y se convirtió en estatua de sal (Génesis 19:26) así un creyente estaría poniendo en peligro su alma al leer escritos anteriores, no cristianos.
La descripción en Ágora de los cristianos primitivos como “ignorantes” en el sentido moderno de la palabra entonces sigue la tradición que los propios escritores cristianos nos han dejado como legado. En cuanto al cargo de que la película presenta a los cristianos primitivos como “oscurantistas” (aquellos que ensombrecen u oscurecen un tema), queda claro que un grupo de individuos que rechazan activamente la cantidad considerable de enseñanzas disponibles para las personas alfabetizadas de la época, tendrían tendencia a oscurecer, más que a iluminar, cualquier tema que no coincidiera con lo que ellos ya habían decidido que era verdad.
Una escena al comienzo de Ágora en que el cristiano Amonio se burla de las estatuas “muertas” de los dioses paganos mientras está predicando sobre su dios “viviente” es precisamente el argumento que utilizaban los cristianos primitivos y es similar al argumento que utiliza san Pablo entre los atenienses en el Libro de Actos 17:16-34. Más tarde se observa a Amonio en la película envuelto en hechos que se considerarían “oscurantistas”; pero, para tal individuo de esa época, no existía nada en la literatura clásica que mereciera ser aprendido.
UNA ESCENA AL COMIENZO DE ÁGORA EN QUE EL CRISTIANO AMONIO SE BURLA DE LAS ESTATUAS “MUERTAS” DE LOS DIOSES PAGANOS MIENTRAS PREDICA SOBRE SU DIOS “VIVIENTE” ES PRECISAMENTE EL ARGUMENTO QUE UTILIZABAN LOS CRISTIANOS PRIMITIVOS.
Destrucción de los templos
En el cristianismo primitivo, los fieles creían que Cristo iba a regresar cualquier día. Por lo tanto, no existía mucha necesidad de libros ni de pensamiento intelectual, ya que Cristo había traído un nuevo paradigma para los seres humanos: la fe en un dios viviente y presente que proveería por completo a los creyentes. Cuando se cree que se conoce la verdadera verdad de la existencia, no se está interesado en las teorías y pensamientos de otros sobre la materia.
El cristianismo era la nueva verdad hallada y el paganismo, y todas las cosas paganas, eran enemigos de esa verdad. San Agustín de Hipona (354-430 d.C.) que vivió alrededor de la misma época que Hipatia, escribió que los templos paganos debían ser “redimidos” de la misma manera que las almas paganas, y esta “redención” a menudo tomaba la forma de saquear los templos, destruirlos y construir iglesias cristianas sobre sus cimientos.
No obstante, como escribe la erudita Helen Saradi-Mendelovici, “La destrucción sistemática de santuarios paganos nunca fue la intención de la política imperial” (49). Más a menudo, parece que la destrucción de lugares paganos era el resultado del entusiasmo de los cristianos de la comunidad, y Saradi-Mendelovici continúa:
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Los obispos, especialmente en el oriente y en África, a menudo utilizaban el celo religioso de los monjes como un medio de destruir templos. También tenemos noticias de la destrucción de santuarios paganos de mano de cristianos recién convertidos. Las fuentes presentan estas acciones como una manifestación de su fidelidad al cristianismo. (49)
La destrucción de lugares paganos, a menudo, era simplemente el resultado de gente de la zona que se llevaba material de construcción de los templos y santuarios que se habían abandonado; no obstante, la demolición intencionada de los templos y santuarios a manos de los cristianos se ha determinado un hecho histórico.
Descripción de san Cirilo
Esto mismo ocurre con la descripción de Cirilo en la película (más tarde san Cirilo) que hace el papel de “enemigo del conocimiento” en oposición al papel de Hipatia como “campeona del conocimiento y la verdad”. Mientras que el papel de Cirilo en la muerte de Hipatia nunca se comprobó, sin duda los escritores de la antigüedad lo sugirieron en las fuentes antiguas sobre su asesinato, entre las que se encuentran el Suda, las escrituras de Sócrates Escolástico, y Las crónicas de Juan, obispo de Nikiu. Una crítica moderna de la película es que no existe evidencia de que Cirilo creyera que las mujeres fueran inferiores a los hombres y, por lo tanto, la descripción que de él hace la película es la de un misógino, y los cristianos modernos encuentran censurable la escena en la que lee en I Timoteo 2:12.
No obstante, Amenábar no escribió el pasaje. “No permito que la mujer enseñe ni que domine al hombre. Que se mantenga en silencio”, que se encuentra en la Biblia y que se lee a menudo en las iglesias por todo el mundo. A Cirilo, como los escritores antiguos describieron, se lo conoció por ser “pilar de la fe” y campeón de la iglesia, lo que contribuyó a su santidad, por su antagonismo hacia Hipatia y todo lo que ella significaba que fuera acorde a su carácter.
En este contexto, Amenábar presenta la historia de la erudita y profesora Hipatia de Alejandría. La destrucción de la Biblioteca de Alejandría a manos de los cristianos zelotes como se presenta en la película se ha criticado como inexacta por muchas razones, pero principalmente porque presenta a los cristianos de forma negativa. No obstante, la verdad es que los cristianos, de hecho, se comportaron de esta manera en alrededor de 415 d.C. No se discute que con la presentación se tomara esa licencia dramática, pero sí es cierta la exactitud histórica de escenas similares ejecutadas a lo largo del mundo antiguo de esa época.
La oposición de los cristianos contemporáneos a la descripción de los cristianos primitivos en la película es inmerecida. El cristianismo primitivo debía aniquilar el pensamiento y las prácticas paganas como sistema de creencias y forma de vida rival. Seamos justos, antes de que Constantino autorizara el cristianismo, los paganos intentaron librarse de los cristianos de la misma manera. Se veía a los cristianos primitivos como “alborotadores” que se negaban a honrar a los dioses de la comunidad y de esta manera trastornaban la relación y la armonía entre la gente y sus deidades.
Aun así, la persecución temprana de los cristianos no resultó en la misma profundidad de pérdida como en la persecución posterior a los paganos a manos de los cristianos. Además de la pérdida de conocimiento antiguo que se encontraba en las obras paganas, el auge del cristianismo dio como resultado un declive de la higiene personal, la ignorancia de algunos de los instrumentos más básicos y de los métodos que se usaban en la práctica médica y dental, un declive en el estatus de las mujeres, un estancamiento de la práctica de la investigación filosófica, y el descuido general de las cosas de este mundo, que incluían el mantenimiento básico de las ciudades, en favor de la contemplación de un mundo por venir más grande y mejor.
Conclusión
Se crea o no en la destrucción cristiana de la biblioteca de Alejandría, no hay duda de que el cristianismo destruyó una gran cantidad de conocimiento antiguo y quebrantó el pensamiento intelectual. La Iglesia conservó las obras antiguas que tenemos hoy (como por ejemplo Platón, Aristóteles y Plotino) porque apoyaban la idea de una verdad última y objetiva. Sabemos por fragmentos de otros escritores antiguos y por referencias de textos conservados que existieron otras obras de muchos escritores que no sobrevivieron.
Como se señaló anteriormente, esta no era una política sistemática de la iglesia primitiva. No existía una agenda oficial para la destrucción de templos ni para el asesinato de paganos. Walter Nigg escribe:
Tertuliano defendió enérgicamente el punto de vista de que no se debe nunca forzar a nadie a participar en una función religiosa, ya que ello contradeciría la naturaleza de la fe y “a nadie le gustaría ser honrado por alguien que no lo hiciera gustosamente”. (209)
En la época de Hipatia existían cristianos educados y que valoraban el conocimiento y la tolerancia, pero había muchos otros que eran analfabetos, no tenían deseos de aprender, y sentían su fe amenazada por aquellos que estaban alfabetizados. Por lo tanto, es casi irrelevante si existió una política oficial de destrucción y asesinato o no; la destrucción y el asesinato tuvo lugar y lo hizo debido al celo religioso y a la intolerancia.
No debería sorprender a los creyentes modernos en la fe que los cristianos primitivos participaran en la destrucción del antiguo paradigma. Negar esas acciones de la iglesia primitiva en tratar de remplazar la fe del pasado, visto como repulsivo en el ambiente actual, es tan peligroso como intentar negar o pasar por alto las cosas estúpidas que se hicieron en la propia juventud. En algún momento todos hemos hecho cosas que, más tarde con más madurez y sabiduría, nos damos cuenta que estaban mal e incluso nos arrepentimos de haberlas hecho.
Al igual que con el individuo, con la fe o con el auge de un país; la gente comete errores en su celo por conseguir el fin deseado. El rechazo de admitir los errores del pasado es una invitación a repetirlos. En la actualidad uno mira a los cristianos del siglo V y a su destrucción del conocimiento y la cultura en la película Ágora y encuentra sus acciones deplorables; No obstante, en esa época eran loables para muchos, si no para la mayoría de los creyentes de la nueva fe que buscaba seguir a Cristo y hacer que todas las cosas fueran nuevas para su segunda venida.
Debido a mi gran interés por aprender humanidades, soy traductora voluntaria para WHE, lo que me da la oportunidad de profundizar en las olas del tiempo.
Joshua J. Mark no sólo es cofundador de World History Encyclopedia, sino también es su director de contenido. Anteriormente fue profesor en el Marist College (Nueva York), donde enseñó historia, filosofía, literatura y escritura. Ha viajado a muchos lugares y vivió en Grecia y en Alemania.
Mark, Joshua J.. "Precisión histórica en la película Ágora."
Traducido por Rosa Maria Barquin. World History Encyclopedia. Última modificación febrero 17, 2014.
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Mark, Joshua J.. "Precisión histórica en la película Ágora."
Traducido por Rosa Maria Barquin. World History Encyclopedia. World History Encyclopedia, 17 feb 2014. Web. 20 nov 2024.
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Escrito por Joshua J. Mark, publicado el 17 febrero 2014. El titular de los derechos de autor publicó este contenido bajo la siguiente licencia: Creative Commons Attribution-NonCommercial-ShareAlike. Por favor, ten en cuenta que el contenido vinculado con esta página puede tener términos de licencia diferentes.