Érase una vez, en la tierra conocida como Sumeria, el pueblo construyó un templo para su dios, que había conquistado las fuerzas del caos y había traído el orden al mundo. Construyeron este templo en un lugar llamado Eridu, que era "uno de los lugares más meridionales, en el borde mismo de la llanura del río y cerca de las marismas: la zona de transición entre el mar y la tierra, con sus aguas cambiantes, sus islas y sus profundos matorrales de cañas" (Leick, 2).
Orígenes mitológicos
Esta área pantanosa, rodeada de tierra firme y dunas de arena, representaba para la gente la fuerza dadora de vida de su dios y proporcionaba la manifestación física del orden que ese dios había creado a partir del caos; las aguas dulces de la vida se celebraban en Eridu porque estaban asociadas con lo que los sumerios llamaban abzu, la fuente primordial de toda existencia, el reino en el que los dioses vivían y del cual habían emergido.
El dios Enki surgió del abzu y habitó en Eridu, y la lista de reyes sumerios dice que "una vez que la realeza hubo descendido de los cielos, esta se encontraba en Eridu". Este centro cultural se convirtió en la primera ciudad para los sumerios: La historiadora Gwendolyn Leick escribe:
Así que el Edén mesopotámico no es un jardín sino una ciudad, formada a partir de una tierra seca rodeada por las aguas. El primer edificio es un templo... Así es como la tradición mesopotámica presentaba la evolución y función de las ciudades, y Eridu es el paradigma mítico. Al contrario que el Edén bíblico, del que el ser humano fue desterrado para siempre tras la Caída, Eridu siguió siendo un lugar real, imbuido de la santidad pero siempre accesible (2).
Eridu no fue solo la primera ciudad del mundo para los sumerios, sino también el comienzo de la civilización. Todas las demás ciudades que surgieron después, creían los sumerios, tenían su origen en la arena y las aguas que rodeaban Eridu.
Teorías modernas
Los estudiosos modernos no están de acuerdo en el motivo por el cual las primeras ciudades del mundo surgieron en la región de Mesopotamia y no en otros lugares. Las teorías van desde hipótesis de antiguos alienígenas hasta trastornos sociales o naturales que obligaron a la gente a unirse en centros urbanos, problemas medioambientales e incluso la migración forzada de comunidades rurales a las ciudades. Ninguna de estas teorías está aceptada universalmente, aunque todo erudito reputado rechaza la hipótesis de los alienígenas de la Antigüedad. Sin embargo, en lo que sí están de acuerdo es en que, en el mismo momento en que los antiguos sumerios de Mesopotamia decidieron empezar el proceso de urbanización, cambiaron la manera en que los seres humanos vivirían para siempre. El historiador Kriwaczek escribe:
Este fue un momento revolucionario de la historia de la humanidad. Los [sumerios] tenían como objetivo nada menos que cambiar el mundo. Fueron los primeros en adoptar el principio que ha impulsado el progreso y el avance a lo largo de la historia, y que todavía nos motiva a la mayoría en la actualidad: la convicción de que es el derecho de la humanidad, su misión y su destino, transformar y mejorar la naturaleza y convertirse en su ama (20).
El principio al que se refiere Kriwaczek puede que no sea más que la inclinación natural de los seres humanos a reunirse para estar a salvo de los elementos, o puede que tenga sus raíces en la religión y las prácticas religiosas comunes que, de entre los beneficios que ofrecen, uno de ellos es la garantía de que hay un orden y un significado tras los acontecimientos aparentemente aleatorios de la vida. El historiador Lewis Mumford afirma que "el hábito de recurrir a las cuevas para la celebración colectiva de las ceremonias mágicas parece remontarse a un periodo anterior, y comunidades enteras, que vivían en cuevas y paredes de roca vaciadas, han sobrevivido en áreas muy dispersas hasta el presente". El diseño de la ciudad como una forma externa a la vez que un patrón interno de vida puede que tuviera un origen igual de antiguo" (1). Fuera lo que fuese lo que dio lugar al desarrollo de las primeras ciudades en Mesopotamia, el mundo nunca volvería a ser el mismo. Kriwaczek escribe:
Desde antes del 4.000 a.C., durante los siguientes diez a quince siglos, la gente de Eridu y sus vecinos fueron sentando los yacimientos de casi todo lo que conocemos como civilización. Se lo ha llamado la Revolución Urbana, aunque en realidad la invención de las ciudades fue el menor de los aspectos. Con las ciudades llegó el estado centralizado, la jerarquía de las clases sociales, la división del trabajo, la religión organizada, la construcción monumental, la ingeniería civil, la escritura, la literatura, la escultura, el arte, la música, la educación, las matemáticas y el derecho, por no mencionar una enorme gama de inventos y descubrimientos nuevos, desde cosas tan básicas como los vehículos de ruedas y los barcos hasta el horno de alfarero, la metalurgia y la creación de materiales sintéticos. Y para rematarlo, está la enorme colección de nociones e ideas tan fundamentales en nuestra manera de ver el mundo, como el concepto de los números, o los pesos, totalmente independientes de los objetos que se cuentan o pesan (el número 10, o un kilo) que hace mucho tiempo que hemos olvidado que tuvieron que descubrirse o inventarse. El sur de Mesopotamia es el lugar donde se logró todo esto por primera vez (20-21).
El surgimiento de Uruk
El concepto de ciudad, que se manifestó por primera vez en la construcción de Eridu, no se quedó solo ahí por mucho tiempo. La urbanización se extendió por toda la región de Sumeria rápidamente a partir de alrededor de 4500 a.C. con el surgimiento de la ciudad de Uruk, hoy en día considerada la primera ciudad del mundo. Es posible que Eridu sea la primera ciudad del mundo, tal y como proclaman los mitos sumerios, pero Eridu se fundó en torno a 5400 a.C., mucho antes de la invención de la escritura (en torno al 3000 a.C.) y, para entonces, Uruk llevaba tiempo establecida y había creado y desechado numerosos artefactos que, hoy en día, atestiguan su tamaño y población, con lo que sustancian la afirmación de que Uruk es la primera ciudad del mundo. El enclave de Eridu, por otra parte, no ofrece mucho que sugiera que alguna vez fue algo más que un centro sagrado, puede que algo que hoy en día definiríamos como un pueblo grande o una villa.
Uruk y Eridu en la mitología
La mitología sumeria respalda la afirmación de que Uruk reemplazó a Eridu en el poema Inanna y el Dios de la sabiduría. En esta obra, la diosa Inanna, cuyo hogar está en Uruk, va a Eridu a visitar a su padre, Enki. Kriwaczek apunta que,
Los mesopotámicos reconocían a Enki como el dios que trae la civilización a la humanidad. Es él quien da a los gobernantes su inteligencia y conocimiento; él "abre las puertas de la comprensión"... No es el gobernante del universo, sino el sabio consejero de los dioses y hermano mayor... Lo más importante es que Enki era el custodio del meh, lo que el gran asiriólogo Samuel Noah Kramer explicó como la "variedad fundamental, inalterable y completa de poderes y deberes, normas y estándares, reglas y reglamentos, relacionados con la vida civilizada" (30).
Al principio del poema, Inanna dice "Dirigiré mis pasos a Enki, al Apsu, a Eridu y le hablaré persuasivamente en el Apsu, en Eridu. Le haré un ruego al señor Enki", lo que indica claramente que quiere algo de su padre. Enki parece estar al tanto de su venida y le ordena a su sirviente que la haga sentir bienvenida, que "le sirva cerveza, frente a la puerta del León, que sienta que está en casa de su amiga, que se sienta como una compañera". Inanna se sienta a beber cerveza con su padre y, a medida que se van emborrachando juntos, Enki le ofrece a su hija un meh tras otro hasta que esta tiene más de cien. Después parece que Enki se desmaya de tanto beber e Inanna, con los meh, se marcha rápidamente de Eridu, de vuelta a Uruk. Cuando Enki se despierta y descubre que ha perdido los meh, envía a su sirviente Isimud a recuperarlos. El resto del poema relata los intentos inútiles de Isimud de evitar que Inanna llegue a Uruk con los meh. Inanna consigue llevar "el barco del Cielo a la puerta de la dicha" en Uruk y "donde el barco atracó en el muelle, le puso el nombre de Puerto Blanco" para conmemorar el triunfo. La interpretación del poema es que presenta, de manera simbólica, la transferencia de poder y de prestigio de la ciudad de Eridu a la de Uruk.
Pruebas arqueológicas
Por supuesto, esta versión de los hechos proviene de la mitología sumeria, pero desde que se empezaron las excavaciones a mediados del siglo XIX d.C. se han encontrado amplios indicios que sugieren que hay cierta verdad histórica en el poema. Eridu parece haber entrado en declive a medida que Uruk iba ganando en prestigio, a pesar de que la ciudad más antigua siguió siendo siempre un centro sagrado y un lugar de peregrinaje.
Sin embargo, a medida que las excavaciones arqueológicas han proseguido en Oriente Próximo, los eruditos se han empezado a preguntar si todavía tiene sentido la teoría que dice que la urbanización empezó en Sumeria y se fue extendiendo hacia el norte. El descubrimiento del asentamiento de Tell Brak, en la actual Siria, fundado en torno a 6.000 a.C. les sugiere a ciertos eruditos que la Revolución urbana puede que empezara en el norte y que la afirmación de que empezó en Sumeria solo se haya aceptado porque los sumerios inventaron la escritura, por lo que su versión de la historia se acepta como verdadera y, por supuesto, porque las primeras excavaciones del siglo XIX d.C. se realizaron en Sumeria.
Aunque el asentamiento de Tell Brak es más antiguo que el de Eridu, la mejor manera de hablar sobre dónde surgieron las primeras ciudades pasa por definir el concepto de "ciudad" en la Antigüedad. El profesor M. E. Smith de la Universidad Estatal de Arizona escribe:
El primer gran asentamiento urbano fue Tell Brak en la zona agrícola seca del norte de Mesopotamia. Durante el periodo de Uruk (3800-3100 a.C.), la ciudad consistía en una zona central de construcciones públicas rodeadas de un asentamiento suburbano de más de un kilómetro cuadrado de extensión. Al final de este periodo, el lugar cayó en declive y el enfoque en el desarrollo urbano se trasladó al sur de Mesopotamia (The Sage Encyclopedia of Urban Studies, La enciclopedia Sage de estudios urbanos, 24).
Sin embargo, el problema de esta afirmación es que no aborda la definición de "ciudad". ¿Tell Brak era una "ciudad" o un pueblo o villa grande? El profesor George Modelski de la Universidad de Washington sostiene que no era una ciudad y se basa en la obra de 1987 d.C. del historiador Tertius Chandler, Four Thousand Years of Urban Growth (Cuatro mil años de crecimiento urbano). Chandler afirma que una ciudad de la Antigüedad debería definirse por el tamaño de su población. Modelski escribe que "una estimación importante se refiere a Uruk, basándonos en el trabajo de Robert Adams (1967, 1981), como la ciudad más grande del periodo más temprano" (3). Tell Brak, según su definición de ciudad, se consideraría más un asentamiento, ya que no parece que la población fuera lo suficientemente grande como para calificarla de centro urbano. Por supuesto, este es un método moderno de establecer qué es y qué no es una "ciudad", y no hay manera de saber cómo habrían definido los mesopotámicos la entidad de ciudad ni qué opinión tenían de Tell Brak en este aspecto.
Origen sumerio
No obstante, lo que está claro es que, fuera por la razón que fuese, la revolución urbana comenzó en Mesopotamia y parece seguro que en la región de Sumeria. Las ciudades más antiguas que se mencionan son Eridu, Bad-tibira, Larak, Sippar y Shuruppak, todas las cuales se encuentran en Sumeria. En cuanto a las diversas teorías de por qué en Sumeria y no en otro lugar, Kriwaczek escribe que algunos estudiosos
ven el surgimiento de la civilización como una consecuencia inevitable de los cambios evolutivos de la mentalidad humana desde finales de la última glaciación... Pero los seres humanos no somos así realmente; no reaccionamos sin pensar. En la historia tendría que haber sitio para el sempiterno conflicto entre los progresivos y los conservadores, entre la gente que mira al futuro y la que mira al pasado, entre los que proponen "hacer algo nuevo" y los que piensan "la manera tradicional es la mejor"; entre los que dicen "vamos a mejorar esto" y los que piensan "si no está roto, no hace falta arreglarlo". No ha ocurrido ningún cambio cultural importante sin que antes se haya producido este enfrentamiento (21).
Hace mucho tiempo, en la tierra conocida como Sumeria, la gente le construyó un templo al dios que había conquistado las fuerzas del caos y había traído orden a la tierra. Esa gente después continuó la obra de su dios y estableció el orden por toda la tierra en forma de ciudades. La respuesta a la pregunta de por qué ocurrió en Mesopotamia y no en otro lugar se puede encontrar más fácilmente teniendo en cuenta la cultura de esa sociedad en particular. La gente de Mesopotamia, independientemente de la región o la etnia, compartía una preocupación común por establecer y mantener el orden y, debido a sus creencias religiosas, una atención casi obsesiva por controlar el mundo natural. Por tanto, no es sorprendente que esta cultura fuera la primera en concebir y construir la entidad urbana que separa de la manera más completa al ser humano de su entorno natural: la ciudad.