La medicina en la antigua Mesopotamia

Artículo

Joshua J. Mark
por , traducido por Rosa Baranda
Publicado el 25 enero 2023
Disponible en otros idiomas: inglés, francés, portugués
Escucha este artículo
X
Imprimir artículo

En la antigua Mesopotamia, los dioses permeaban todos los aspectos de la vida cotidiana, y por supuesto esto incluía la atención sanitaria. La diosa Gula, la diosa sumeria de la curación, presidió sobre las artes médicas y guio a doctores y dentistas en el tratamiento de los problemas de salud, normalmente atribuidos a causas sobrenaturales, durante más de 2000 años. Muchos aspectos de la medicina que después se relacionarían con Grecia empezaron en Mesopotamia.

Physician Preparing an Elixir from De Materia Medica
«Médico preparando un elixir», ilustración en un folio de «De materia medica», obra escrita por Dioscórides
Marie-Lan Nguyen (Public Domain)

Gula, también conocida como Ninkarrak o Ninisinna, no era la única encargada de la salud y la curación, sino que contaba con la ayuda de su familia, incluidos su consorte Pabilsag, que también era un juez divino, por sus hijos Damu y Ninazu y por su hija Gunurra. La vara cruzada por serpientes, que hoy en día es la insignia de la profesión médica, se originó con su hijo Ninazu que se asociaba con las serpientes, la transformación, el inframundo y la sanación.

Eliminar publicidad
Publicidad

Los médicos en Mesopotamia eran sencillamente agentes a través de los cuales obraban estas deidades para mantener la salud de la gente. Hoy en día se describirían como médicos de cabecera, especialistas, cirujanos, dentistas, curanderos de fe y terapeutas. La profesión de doctor, se conociera por el nombre que se conociera, era una de las más cultas de Mesopotamia y siempre se hablaba de ella con el mayor respeto.

Un doctor primero tenía que estudiar para convertirse en escriba, después centrarse en tratados de medicina y por último concentrarse en su especialización. Aprender a escribir en cuneiforme y dominar el currículo de una escuela de escribas llevaba un mínimo de 10 a 12 años antes de poder dedicarse enteramente al estudio de la medicina. Sin embargo, una vez alguien eran reconocidos como doctores, los médicos de Mesopotamia llevaban vidas muy cómodas.

Eliminar publicidad
Publicidad

La medicina y los dioses

La función primaria de un médico, entonces al igual que ahora, era curar a la gente de las enfermedades y mantener su buena salud. El primer paso para tratar a una persona enferma era diagnosticar la causa de la enfermedad, al igual que hoy en día, y esa causa siempre se podía atribuir a un pecado cometido por el paciente, a sabiendas o no. La experta Jean Bottero escribe:

Cualquier infracción de cualquier norma ("prohibiciones" inmemoriales, normas consuetudinarias, instrucciones implícitas de la ley, instrucciones explícitas de las autoridades) se convertían en una ofensa contra el gobierno de los dioses, una "mala acción" en contra de ellos, un "pecado". Y al igual que los soberanos castigan cualquier cosa que desafíe su autoridad, los dioses podían suprimir tal indocilidad con un castigo adecuado. Estos castigos eran las enfermedades y los infortunios de la vida, que ya no estaban infligidos por "demonios" a capricho [como se creía antes] sino que a partir de entonces eran por orden de los dioses. (168)

el diagnóstico siempre hacía referencia a la voluntad de los dioses y su intervención en las vidas humanas.

De hecho, se solía hablar de las enfermedades como "la mano de..."; por ejemplo "este paciente ha sido tocado por la mano del dios Shamash", o "la mano del demonio Lamashtu está sobre ella", o la mano de un espíritu descontento u otro. Fuera cual fuera la enfermedad que presentaba el paciente, y su cura definitiva, el diagnóstico siempre se refería a la voluntad de los dioses y su intervención en los asuntos de los seres humanos. En consecuencia, las enfermedades equivalían a pecados, y la cura para tal enfermedad requería algún tipo de confesión del pecado y la afirmación de hacerlo bien de cara al futuro.

Eliminar publicidad
Publicidad

Aun así, los dioses tenían el poder supremo, por lo que era totalmente posible que una persona enferma lo hiciera todo bien, y que los doctores realizaran todos los encantamientos correctamente y aplicaran todas las medicinas necesarias, y que a pesar de ello el paciente muriera. Incluso si uno no quería nada más que el bien para una persona enferma, puede que otro dios se sintiera ofendido y se negase a apaciguarse, a pesar de las ofrendas que le hicieran. Para complicar más las cosas, había que tener en cuenta que no eran los dioses los que causaban el problema, sino un fantasma al que los dioses habían permitido causar el problema para corregir algún mal. El experto Robert D. Biggs comenta:

Los muertos, especialmente los familiares, puede que también molestaran a los vivos, especialmente si se descuidaban las obligaciones familiares de proporcionar ofrendas a los muertos. Lo más probable era que regresaran a molestar a los vivos los espíritus de personas que habían muerto de manera antinatural o a los que no se había enterrado adecuadamente, como alguien que se había ahogado o que había muerto en el campo de batalla. (4)

Sin embargo, los libros de medicina de la biblioteca de Asurbanipal (que reinó de 668 a 627 a.C.) dejan claro que los doctores tenían unos conocimientos médicos impresionantes y que los aplicaban regularmente para curar a sus pacientes y apaciguar a los dioses y los espíritus de los muertos. Antes del descubrimiento en el siglo XIX d.C. de las antiguas inscripciones de Mesopotamia como las encontradas en Nínive y Mari, los estudiosos pensaban que los mesopotámicos no tenían doctores por las afirmaciones de Heródoto (que vivió en torno a 484-425/413 a.C.). En sus Historias escribe lo siguiente:

Como no consultan con doctores, cuando alguien se pone enfermo lo llevan a la plaza, donde cualquiera que haya experimentado personalmente algo similar a lo que aflige a la persona enferma, o que conoce a alguien que lo haya vivido, se acerca y le ofrece consejos y sugerencias sobre la enfermedad. Le hablan del remedio que fue efectivo en su caso, o que vieron que funcionó en otros casos, y que les ayudó a recuperarse de una enfermedad similar. (I.197; Waterfield, 87)

Aunque puede que esta costumbre se observara en algunas partes de Mesopotamia en la época de Heródoto, ciertamente no fue así durante la mayor parte de la historia de Mesopotamia, y es probable que Heródoto se esté sirviendo de información de segunda mano. La profesión médica estaba bien establecida en la antigua Mesopotamia para la época del Imperio paleobabilónico (2000-1600 a.C.).

Eliminar publicidad
Publicidad

A Mesopotamian Tablet with Gynaecological Treatments
Tablilla mesopotámica de tratamientos ginecológicos
Osama Shukir Muhammed Amin (Copyright)

El Asu y el Asipu

A lo largo de la historia de la antigua Mesopotamia hubo dos tipos principales de doctores:

  • el asu (un doctor en medicina que trataba enfermedades o heridas de manera empírica)
  • el asipu (un curandero que se servía de lo que llamaríamos "magia")

También había cirujanos (que parece que provenían de cualquiera de estas dos ramas) y veterinarios (que también podían ser asu o asipu). Ambos tipos de doctores practicaban la odontología y puede que también ambos rigieran los partos, aunque su papel no está claro en este caso. Es posible que el asipu recitara plegarias o cánticos para ahuyentar a los demonios (en especial el demonio Lamashtu que mataba o se llevaba a los niños), o que el asu aliviara los dolores del parto con hierbas pero que no ayudara con el parto propiamente dicho, que era tarea de la comadrona.

Una mujer embarazada, o en proceso de dar a luz, llevaba amuletos especiales para proteger al bebé de Lamashtu y para invocar la protección de otro demonio llamado Pazuzu, que era una entidad protectora. De la misma manera que Pazuzu podía hacer daño, también podía proteger, y aparece a menudo en los hechizos de los asipu. Aunque hoy en día dentro del campo se suele hablar de los asipu como "brujo curandero" y de los asu como "practicantes de medicina", los mesopotámicos tenían el mismo respeto por ambos. Biggs apunta que:

Eliminar publicidad
Publicidad

En los textos de la antigüedad no hay ninguna indicación de que un enfoque fuera más legítimo que el otro. De hecho, parece que ambos tipos de sanador tenían la misma legitimidad, a juzgar por frases como "si ni la medicina ni la magia aportan la cura", que aparece varias veces en textos médicos. (1)

La diferencia importante entre estos dos tipos de sanador era que el asipu confiaba más abiertamente en lo sobrenatural con encantamientos y plegarias, mientras que el asu lidiaba de manera más directa con los síntomas físicos del paciente mediante bálsamos y hierbas medicinales. Sin embargo, ambos habrían aceptado el origen sobrenatural de la enfermedad, y no debería considerarse al asu más "moderno" que el asipu.

Lamashtu Plaque
Placa de Lamashtu
Rama (CC BY-NC-SA)

El médico en el ámbito laboral

Ambos tipos de médico trabajaban en el templo y recibían allí a sus pacientes en él, pero más a menudo hacían visitas. La ciudad de Isin era el centro de culto de la diosa Gula, y se cree (aunque no es completamente seguro) que Isin servía como un centro de formación para los doctores que luego se enviaban a los templos de otras ciudades según se necesitaran. No hay ninguna prueba de consultas privadas, aunque los reyes y los ciudadanos más ricos tenían sus propios médicos.

los médicos se afeitaban la cabeza (en algunas épocas solo la parte izquierda) como un signo de identificación profesional.

Tanto hombres como mujeres podían ejercer la medicina, aunque, tal y como indica Bottero, "se podría contar con los dedos de una mano a las escribas, las copistas, las exorcistas o las expertas en adivinación deductiva [asu y asipu]" (117). Parece ser que hubo más doctoras durante el Periodo Dinástico Arcaico en Sumeria (2900 a 2334 a.C.) que en épocas posteriores, y que las mujeres de la antigua Mesopotamia cumplían un papel más importante en la medicina antes de la llegada del Imperio acadio (2334 a 2218 a.C.) y la diseminación de la opinión de que la mujer era menos capaz que el hombre.

¿Te gusta la historia?

¡Suscríbete a nuestro boletín electrónico semanal gratuito!

Gracias a los textos de la antigüedad se sabe que los médicos se afeitaban la cabeza (en algunas épocas solo la parte izquierda) como un signo de identificación profesional. Gracias al Himno de Gula (en torno a 1400 a.C.) sabemos que los doctores viajaban por la ciudad a diario con sus instrumentos de trabajo. Parte del himno dice:

Soy un médico, puedo sanar,

Llevo mis hierbas medicinales, alejo la enfermedad,

Me ciño la bolsa de cuero que contiene los encantamientos que otorgan salud,

Llevo los textos que hacen curar,

Le doy curas a la humanidad.

Mis vendas puras alivian la herida,

Mis vendajes suaves alivian al enfermo.

(Biggs, 10)

El doctor, ambos, pero principalmente el asu, también usaba camas. La experta Emily K. Teall apunta:

Una lista pormenorizada del equipo de doctor detalla una cama y una manta entre los instrumentos quirúrgicos y otras herramientas médicas... Los enfermos de seriedad se examinaban y trataban en una cama, que [también podía hacer las veces de] mesa de quirófano. También se podía utilizar una manta durante la recuperación tras la operación. (2)

No está claro si esta lista quiere decir que los médicos llevaban una cama portátil consigo o si sencillamente usaban las camas de los pacientes. Los mesopotámicos entendían que la enfermedad estaba relacionada con la suciedad (aunque no entendían de gérmenes como se entiende hoy en día) y, como la gente más pobre de la ciudad dormía en esteras en el suelo, tenía sentido usar una cama elevada para tratar a una persona enferma.

Tratamientos y recetas médicas

El pago por los servicios variaba dependiendo de la situación social del paciente. Un doctor que se encargara del parto de una noble cobraba más que por un parto de otra clase más baja, y esta costumbre ya se respetaba mucho antes de que el Código de Hammurabi (en torno a 1772 a.C.) sistematizara la práctica de medicina. Las recetas también se guiaban por esta escala, con lo que a un doctor que preparara una receta para un príncipe podía cobrar en oro, mientras que el pago por esa misma receta para una persona común podía ser un cuenco de sopa o una taza de arcilla. Sin embargo, no hay indicios de que los doctores titubearan a la hora de a tratar a los pobres y recetaban los mismos medicamentos, con los mismos ingredientes, independientemente del estatus social del paciente.

Doctor's Medical Recipe from Babylon
Receta médica de un doctor de Babilonia
Osama Shukir Muhammed Amin (Copyright)

El doctor preparaba las recetas normalmente en presencia del paciente mientras recitaba un encantamiento. Hay una receta de Babilonia para una herida en la cara que dice lo siguiente:

Si el hombre ha recibido un golpe en la mejilla, muele trementina de abeto, trementina de pino, tamarisco, margarita, harina de Inninnu; mézclalo con leche y cerveza en un cuenco pequeño de cobre; extiéndelo sobre la piel, véndalo y se recuperará. (Teall, 4-5)

Los antisépticos se confeccionaban mezclando alcohol, miel y mirra, y la cirugía era más avanzada que en otras regiones de la época (Teall, 5). Teall escribe que, "Para tratar cualquier herida, hay tres pasos básicos: lavarla, aplicar un apósito y vendar la herida" (6). En Mesopotamia también reconocían que lavar la herida con agua limpia, y asegurarse de que el doctor tenía las manos limpias, evitaba infecciones y aceleraba la curación. Tanto las manos como las heridas se lavaban con una mezcla de cerveza y agua caliente, aunque, tal y como apunta Teall, "ya existía un jabón líquido" (6).

Dentistas y terapeutas sexuales

Biggs apunta que "no tenemos muchos indicios de la práctica de la odontología como tal" (7), aunque ya se practicaba en Sumeria para la época del periodo de Uruk (4100 a 2900 a.C.). Creían que el dolor de muelas estaba causado por un "gusano del diente", que tras ser creado por los dioses rechazaba cualquier alimento que no fuera la sangre de los dientes. Un dentista recitaba el encantamiento del gusano del diente y administraba el procedimiento adecuado, ya fueran hierbas o la extracción del diente, a la vez que pedía a los dioses que destruyera al gusano del diente y lo expulsara del paciente. Parece que era una práctica estándar y efectiva, ya que, al igual que muchas otras, se practicaba a menudo.

A Mesopotamian Tablet with Gynaecological Recipe Against Miscarriage
Tablilla mesopotámica de una receta ginecológica contra el aborto
Osama Shukir Muhammed Amin (Copyright)

Los médicos también trataban los problemas gastrointestinales, las infecciones urinarias, los problemas de piel, las enfermedades del corazón y las enfermedades mentales. También había ginecólogos especializados en la salud femenina. Biggs apunta que:

Hay un texto que parece dar instrucciones para realizar un aborto. La frase en cuestión dice, "para hacer que una mujer embarazada suelte el feto". Esta prescripción consiste en ocho ingredientes que se administran a la mujer con vino y se tiene que beber en ayunas. La sección termina diciendo "la mujer soltará el feto". (9)

También apunta que, "el asipu era una especie de terapeuta sexual. Hay una colección especial de textos conocida por su nombre sumerio, SA ZI GA... que literalmente significa 'levantar el corazón', donde 'corazón' parece ser un eufemismo para pene" (15). Estos textos también hablan de los problemas de fertilidad en la mujer, pero parecen centrarse principalmente en la potencia sexual del hombre y la excitación de la mujer.

Se menciona incluso un test de embarazo en los textos médicos, según el cual la mujer tenía que llevar ciertas hierbas en la ropa interior, ya que estas absorberían las secreciones vaginales y cambiarían de color si la mujer estaba embarazada. También había prácticas para garantizar la fertilidad, días óptimos en los que era más probable que la mujer concibiera y otras prácticas para mejorar el deseo sexual de la mujer tras dar a luz.

Medicina y magia

A los médicos no se los consideraba responsables si estos procedimientos no funcionaban. Como los dioses eran la causa directa y el agente de curación de la enfermedad, el médico solo podía ser responsable de lo que hubiera hecho o no al aplicar el procedimiento. Si el doctor seguía al pie de la letra la prescripción, incluso si el paciente no se curaba, este había actuado de manera adecuada.

La única excepción de esta regla tenía que ver con la cirugía, ya que si una operación no era exitosa, le amputaban una mano, o ambas, al doctor de acuerdo al mandato 218 del Código de Hammurabi. La cirugía ya se practicaba durante el periodo de Uruk a pesar de que los cirujanos de Mesopotamia no tenían conocimientos de fisiología o anatomía porque la disección de los cadáveres humanos estaba prohibida por motivos religiosos.

Aunque entendían la importancia de tomar el pulso del paciente para establecer su estado de salud y reconocían la importancia de los antisépticos y la higiene, nunca llegaron a equiparar el pulso con un sistema de circulación, ni entendieron por completo tampoco que la suciedad daba pie a los gérmenes que causaban infecciones. Como se creía que la enfermedad provenía de agentes sobrenaturales, los médicos siempre se servían, en mayor o menor medida, de tratamientos que lidiaban con lo que hoy reconoceríamos como "astrología" o "adivinación", especialmente la importancia de los augurios.

Medical Recipes from Borsippa Against Mental Disorders
Recetas médicas de Borsippa contra los trastornos mentales
Osama Shukir Muhammed Amin (Copyright)

Hay pruebas de esto en algunos textos médicos específicos, conocidos como los augurios, que se fueron poniendo por escrito a lo largo de muchos siglos y que aclaran cuánto podrá ayudar un asipu a un paciente basándose en lo que ve el doctor de camino a casa del paciente:

Si el exorcista ve un perro negro o un cerdo negro, el enfermo morirá. Si el exorcista ve un cerdo blanco, el enfermo vivirá. Si el exorcista ve cerdos que levantan la cola una y otra vez, como al enfermo, entonces no sentirá ansiedad.

(Nemet-Nejat, 79-80)

Después de estas predicciones hay otras que describen ciertas enfermedades y síntomas y explican cómo, según lo que se ha observado, puede que el paciente viva o muera. También se tienen en cuenta los sueños y las visiones del paciente:

Si el paciente que sufría una larga enfermedad ve un perro, la enfermedad regresará. El paciente morirá. Si el paciente que sufría una larga enfermedad ve una gacela, el paciente se recuperará. Si el paciente que sufría una larga enfermedad ve un cerdo salvaje, al recitar un encantamiento para él, se recuperará.

(Nemet-Nejat, 81)

Sin embargo, a la vez que se practicaban estos procedimientos "mágicos", también estaba la práctica continuada del diagnóstico basado en la observación empírica y la aplicación práctica de tratamientos y conductas estándares. El ejemplo más conocido de esto es una carta de Zimri-Lim, el rey de Mari, a su esposa sobre una mujer de la corte llamada Nanna que sufría de algún tipo de enfermedad contagiosa. El rey le ordena a su mujer que mantenga a Nanna alejada de los demás en la corte porque la enfermedad que tiene es transmisible. Sin embargo, este concepto de contagio nunca se equiparó a la propagación de gérmenes; en vez de eso se concluyó que Nanna había cometido algún pecado que la había hecho enfermar y que, al estar en proximidad de la persona enferma, los dioses podían permitir que esa enfermedad se extendiera a los demás.

Conclusión

Serían los egipcios los que resaltarían la importancia de la observación empírica y aplicarían lo que se podrían llamar procedimientos "modernos" de medicina. Las prácticas médicas de Egipto viajarían a Grecia, donde fueron codificadas por Hipócrates (en torno a 460-370 a.C.), conocido como "el padre de la medicina occidental". Biggs apunta que:

Hay ciertos paralelismos entre la medicina mesopotámica y la medicina tal y como se presentaba en la antigua Grecia, pero no parece que la medicina griega, al contrario que otros campos como las matemáticas y la astronomía, hubiera derivado de ninguna forma de la mesopotámica. (17)

Aun así, las prácticas mesopotámicas sin duda influyeron en las egipcias, que es de donde los griegos obtuvieron su concepción de las prácticas médicas y la atención médica en general. Teall escribe lo siguiente:

Más de mil años antes de la vida y las enseñanzas de Hipócrates, antes de la descripción de la adquisición y el tratamiento de las heridas en la Ilíada, la medicina anterior al año 1000 a.C. en Mesopotamia ya era una profesión firmemente establecida que contaba con diagnósticos, aplicaciones farmacéuticas y el tratamiento adecuado de heridas. (7)

Cabe destacar que la vara con las serpientes entrelazadas, el símbolo de la profesión médica hoy en día, se asocia a Hipócrates y a los griegos, cuando en realidad, al igual que la propia práctica de medicina, se originó en Mesopotamia.

Eliminar publicidad
Publicidad

Preguntas y respuestas

¿Cuál es la fecha más antigua de la práctica de medicina en Mesopotamia?

La medicina ya se practicaba en la antigua Mesopotamia en el Periodo de Uruk, 4100-2900 a.C., y para la época del Imperio paleobabilónico, en torno a 2000-1600 a.C., ya estaba firmemente establecida con textos médicos.

¿Quién era el dios de la medicina en la antigua Mesopotamia?

La diosa de la medicina en la antigua Mesopotamia era Gula, ayudada por su esposo y sus hijos, especialmente su hijo, el dios Ninazu.

¿Cómo se practicaba la medicina en Mesopotamia?

Los tratamientos médicos consistían en una combinación de aplicación práctica de remedios a base de plantas y "magia" en forma de plegarias, encantamientos y hechizos.

¿Cómo se llamaba a los médicos en Mesopotamia?

En Mesopotamia había dos tipo de doctores: el asu, un doctor en medicina que se servía de aplicaciones prácticas, y el asipu, que trabajaba más con hechizos y encantamientos mágicos. Ambos recibían el mismo respeto como sanadores.

Sobre el traductor

Rosa Baranda
Traductora de inglés y francés a español. Muy interesada en la historia, especialmente en la antigua Grecia y Egipto. Actualmente trabaja escribiendo subtítulos para clases en línea y traduciendo textos de historia y filosofía, entre otras cosas.

Sobre el autor

Joshua J. Mark
Joshua J. Mark no sólo es cofundador de World History Encyclopedia, sino también es su director de contenido. Anteriormente fue profesor en el Marist College (Nueva York), donde enseñó historia, filosofía, literatura y escritura. Ha viajado a muchos lugares y vivió en Grecia y en Alemania.

Cita este trabajo

Estilo APA

Mark, J. J. (2023, enero 25). La medicina en la antigua Mesopotamia [Medicine in Ancient Mesopotamia]. (R. Baranda, Traductor). World History Encyclopedia. Recuperado de https://www.worldhistory.org/trans/es/2-687/la-medicina-en-la-antigua-mesopotamia/

Estilo Chicago

Mark, Joshua J.. "La medicina en la antigua Mesopotamia." Traducido por Rosa Baranda. World History Encyclopedia. Última modificación enero 25, 2023. https://www.worldhistory.org/trans/es/2-687/la-medicina-en-la-antigua-mesopotamia/.

Estilo MLA

Mark, Joshua J.. "La medicina en la antigua Mesopotamia." Traducido por Rosa Baranda. World History Encyclopedia. World History Encyclopedia, 25 ene 2023. Web. 20 nov 2024.

Afiliación