Las historias de fantasmas han existido por miles de años, por lo general en formas similares y en torno a los mismos temas, en muchas de las culturas más antiguas. El escritor H.P Lovecraft una vez escribió: "como se puede esperar naturalmente de una forma con una conexión tan estrecha con emociones primitivas, los cuentos de terror son tan viejos como el pensamiento humano y el habla misma." El deseo humano de derrotar la muerte, de vivir por siempre, encontró expresión a través de aquellos que aparentemente lo han hecho al retornar de la tumba.
Incluso para los antiguos, estos cuentos no eran una forma de expresión psicológica de un deseo básico humano sino que ilustraban la realidad de la condición humana. Aquellos que han muerto podrían volver a la tierra de los vivos si los dioses que gobiernan el inframundo les dieran un permiso especial bajo las correctas circunstancias.
El cuento de Filinion y Machates
Una de las historias más antiguas en occidente es el cuento de Filinion y Machates de la antigua Roma, narrada por Flegón de Trales (siglo II d.C.) y después por Proclus (siglo V d.C.). Se dice que la historia tuvo lugar durante el reinado de Filipo II de Macedonia (359-336 a.C.). En este cuento, la doncella Filinion es la hija de Demóstrato y Kharito de Anfípolis. Ella se casa con un general del ejército de Alejandro llamado Crátero y muere seis meses después de la boda. luego aparece, en forma corporal, en la casa de sus padres donde habla por tres noches con un hombre que era un invitado del lugar.
Cuando finalmente la ve otro integrante del hogar y sus padres la descubren, ella afirma que los dioses del inframundo han aprobado sus actos y que sus padres no deben interferir. Habiendo dado su explicación, ella muere por segunda vez. Sus padres, pensando que quizás esta mujer era simplemente una impostora que lucía igual que su hija muerta, ordenaron abrir su tumba y encontraron que su cuerpo no estaba. Además, los adornos que ella le dio a Machetes durante su tiempo juntos son idénticos a los que se habían enterrado con ella y, por supuesto, también faltaban en la tumba, mientras que los regalos que él le había dado a ella durante sus noches juntos estaban allí. La conclusión es que, de alguna manera, Filinion vino otra vez a la vida por propósitos que nunca han sido especificados.
Contexto del cuento
La historia está escrita en la forma de una carta y es cuidadosa de dar suficientes detalles para que sea creíble (los eventos tienen lugar en el reinado de Filipo II en la ciudad de Anfípolis) pero no los suficientes como para que un individuo familiarizado con los detalles de la historia de Anfípolis tenga motivos para dudarlo.
La carta es supuestamente escrita por un tal Hiparco, una autoridad civil en Anfípolis, a un amigo y colega llamado Arrhidaeus, solicitando consejo sobre si debería reportar los eventos al rey. Flegón escogió una autoridad civil como su testigo y narrador para motivar la creencia en la validez de la historia y, en caso de que no fuera suficiente, aumentar el número de los que vieron la resucitada Filinion de uno (Machates) a dos (la nodriza) y así hasta que toda la comunidad estuviera al tanto de la situación.
El teólogo Deborah Prince escribe, "la verdad del cuento de Filinion, una mujer joven que secretamente se encuentra con un hombre joven en la noche después de morir y ser enterrada, se afirma con más fuerza por medio de la multiplicación de testigos en números mayores" (27). Esta técnica en la narración antigua, señala Prince, es común en antiguos escritos sobre los mirabilia (eventos maravillosos o milagros) para animar la aceptación de la historia por parte del lector.
Naumaquio de Epiro, que es nombrado por Flegón como su fuente de la historia, parece haber utilizado la misma técnica de proporcionar testigos del evento. Flegón afirma que Naumaquio vivió dos siglos antes que él, y los eruditos asumen que, si es así, entonces los lectores del relato de Filinion de Flegón habrían conocido la historia incluso si la hubieran escuchado en otra forma y con detalles diferentes.
El comienzo de la versión de Flegón esta pérdida de los manuscritos existentes y comienza en el punto en que la nodriza de la casa ve a Filinion sentada en la cama de Machetes pero, según el erudito J. R Morgan (en el libro de Hodkinson), la audiencia de Flegón no habría necesitado un inicio para entender la historia; ellos ya habrían conocido los personajes y la situación dramática y habrían leído o escuchado la historia simplemente porque era muy popular. Esta popularidad perduró e inspiró el poema de Goethe (la novia de Corinto) que fue publicado en 1797 y sigue siendo popular en la actualidad.
Filinion como vampiro
El cuento de Filinion y Machetes no es considerado exactamente como una historia de fantasmas por algunos (Goethe entre ellos), ya que tiene mucho en común con historias sobre la lamia, un tipo de vampiro femenino que chupa la sangre de las víctimas que seduce. El poema de Goethe es considerado un clásico de literatura de vampiros como el cuento antiguo que lo inspiró, aunque Filinion no es un vampiro según la comprensión moderna.
Se creía que los fantasmas en la antigua Grecia y Roma (y otras culturas) necesitaban sangre humana para alimentarse, y Lamia era simplemente un espíritu más peligroso que otros. La figura de Lamia aparece en historias de muchas culturas y notablemente en la famosa historia de la literatura china de Ning y Nie, donde el fantasma de la doncella bebedora de sangre queda tan impresionado por la virtud de Ning, el joven que resiste sus intentos de seducirlo, que experimenta un cambio de corazón y es rescatada de la muerte y regresa a la vida.
Texto del cuento
La historia de Filinion y Machetes no proporciona un final tan feliz. La siguiente visión de la historia viene de Flegón de Tralles como se relata en su libro de maravillas que recopiló cuentos de fantasmas y otros eventos que, hoy, podrían definirse como "paranormales". Como se ha señalado, la historia comienza en el punto en que la nodriza de la casa, la mujer que habría criado principalmente a Filinion, la ve sentada en la cama de Machetes y corre a contarle a los padres:
"La nodriza fue a la puerta del cuarto de invitados, y a la luz de la lámpara encendida vio la chica sentada al lado de Machetes. Por la naturaleza extraordinaria de la vista, no esperó más y corrió hacia la madre de la chica gritando "¡Kharito! ¡Demóstrato!". Dijo que se deberían levantar e ir con ella a ver a su hija, que estaba viva y que por alguna voluntad divina estaba con el invitado en el cuarto de huéspedes.
Cuando Kharito escuchó este asombroso relato, la inmensidad del mensaje y el entusiasmo de la nodriza la hicieron asustar y desvanecerse. Pero enseguida la memoria de su hija vino a ella, y comenzó a llorar. Al final acusó a la vieja mujer de estar loca y le dijo que se fuera inmediatamente. Pero la nodriza respondió con audacia y reproche que ella era racional y sensata, no como su ama que se resistía a ver su propia hija. Con cierta vacilación, Kharito fue a la puerta del cuarto de invitados, en parte coaccionada por la nodriza y en parte queriendo saber lo que realmente había pasado. Como había pasado un tiempo considerable (como dos horas) desde el mensaje de la nodriza, era un poco tarde cuando Kharito fue a la puerta y los ocupantes ya estaban despiertos. Se asomó y, creyó reconocer la ropa y características de su hija, pero al no poder determinar la verdad del asunto, decidió no hacer nada más por esa noche. Planeó levantarse en la mañana y confrontar a la chica, y si fuera muy tarde para ello, intentaría interrogar a Machetes sobre todo. Pensó que él no le mentiría si le preguntaran sobre algo tan importante. Por eso no dijo nada y se fue.
En la madrugada, sin embargo, resultó que por voluntad divina o casualidad la chica se había ido desapercibida. Cuando Kharito fue al cuarto estaba enojada con el joven por la huida de la chica. Ella le pidió que le contara todo desde el principio, diciendo la verdad y sin ocultar nada.
El joven estaba ansioso y confundido al principio, pero reveló que el nombre de la chica era Filinion. Le dijo cómo comenzaron las visitas y cuán grande era su deseo por él, y que ella vino a él sin la aprobación de sus padres. Deseando hacer creíble el asunto, abrió su cofre y tomó las cosas que la chica había dejado: el anillo de oro y la banda del pecho que había dejado la noche anterior.
Cuando Kharito vio la evidencia lanzó un grito, rasgó sus vestiduras, tiró el tocado de su cabeza al suelo, se arrojó sobre los objetos y comenzó de nuevo su duelo. Mientras el invitado observaba lo que estaba pasando, como todos estaban en duelo y gimiendo como si estuvieran descendiendo la chica a la tumba, se enfadó y les dijo que se detuvieran, prometiendo mostrarles a la chica si iba de nuevo. Kharito aceptó y le ordenó cuidadosamente cumplir con la promesa.
La noche llegó y era la hora en que Filinion acostumbraba venir a él. La casa guardó vigilancia queriendo saber de su llegada. Ella entró a la hora usual y se sentó en la cama. Machates hizo como que estaba todo bien, ya que deseaba investigar el asunto y averiguar si la chica con la que estaba saliendo, y que venía a la misma hora, estaba muerta. Mientras comía y hablaba con él, simplemente no creía lo que otros le habían dicho, y supuso que unos ladrones de tumbas habían cavado y vendido la ropa y el oro a su padre. Pero deseando saber lo que pasaba realmente, en secreto envió a sus esclavos a reunir a Demóstrato y Kharito.
Vinieron rápido. Cuando la vieron se quedaron mudos y asustados, pero después lloraron y abrazaron a su hija. Luego Filinion les dijo: "Madre y padre, cuán injustamente os habéis resentido de que yo esté con el huésped por tres días en la casa de mi padre, si no le he causado daño a nadie. Por esta razón, teniendo en cuenta su intromisión, deberán sufrir de nuevo, y yo regresaré al lugar asignado para mí. Porque no fue sin la voluntad divina que yo vine aquí." Inmediatamente después de haber pronunciado estas palabras murió, y su cuerpo yació visiblemente en la cama. Su padre y madre se arrojaron sobre ella, y hubo mucha confusión y gemidos en la casa por la calamidad. La desgracia era insoportable y la vista increíble.
El evento resonó rápidamente en la ciudad y me lo informaron. En consecuencia, estuve pendiente de las multitudes que se agrupaban en la casa durante la noche, ya que, con noticias como estas pasándose de boca en boca quería asegurarme de que no hubiera ningún problema.
Al amanecer, la asamblea del pueblo estaba llena. Una vez explicados los detalles, se decidió que debíamos ir primero a la tumba, abrirla, y ver si el cuerpo estaba ahí o si el lugar estaba vacío. No había pasado medio año desde la muerte de la joven. Cuando abrimos la cámara donde yacían todos los cuerpos de la familia, vimos cuerpos acostados en féretros, o huesos en el caso de los que habían muerto hace tiempo, pero en el féretro donde había sido colocada Filinion solo encontramos el anillo de hierro que pertenecía al huésped y la copa de vino dorada, objetos que había obtenido de Machates la noche anterior.
Asombrados y asustados, fuimos inmediatamente a la casa de Demóstrato para ver si el cuerpo estaba en el cuarto de invitados. Después de que vimos a la chica acostada en el piso, nos reunimos en el lugar de la asamblea, ya que los eventos eran graves e increíbles.
Había una confusión considerable en la asamblea y casi nadie pudo formar un juicio sobre lo sucedido. El primero en levantarse fue Hilo, considerado no solo el mejor vidente sino un fino augur; en general, ha mostrado considerable percepción en su oficio. Dijo que debíamos quemar la chica afuera de los límites de la ciudad ya que no ganaríamos nada enterrándola en el suelo dentro de los límites, y debíamos realizar un apoteósico sacrificio a Hermes y Euménides. Después indicó que cada uno debería purificarse por completo, limpiar los templos y realizar todos los rituales acostumbrados a los dioses del inframundo. Me habló en privado sobre el rey y los eventos, y me dijo que realizará sacrificios a Hermes, Zeus Xenios, y Ares, y que realizará estos ritos con cuidado. Cuando nos dio esta información, nos pusimos a hacer lo que había dicho. Machates, el invitado que había visitado el fantasma, se desanimó y se suicidó.
Si decides escribir sobre esto al rey, escríbeme para que pueda enviarte una de las personas que examinaron el asunto en detalle. Adiós.
Conclusión
La historia, además de entretenida, podría haber motivado la creencia en la audiencia de dos importantes valores culturales: que los muertos siguen existiendo después de la muerte y que los vivos deben recordarlos y honrarlos pero no entretenerlos. Los muertos deben permanecer en el reino del más allá y la literatura de cada civilización antigua deja claro que la aparición de fantasmas excepto en los sueños y bajo ciertas condiciones, es un signo de que algo ha ido terriblemente mal.
Esta creencia ha persistido durante siglos, lo sigue haciendo todavía y probablemente queda mejor especificada en el personaje de Hamlet de la obra de Shakespeare del mismo nombre. Hamlet sospecha que el fantasma que ha visto en las murallas, y que se parece a su padre, podría ser el diablo (Acto II.ii, líneas 690-691). Él se rehúsa a hacer lo que le dice el espíritu (vengar la muerte de su padre) precisamente porque sabe que es posible que el diablo lo esté tentando a matar a su tío para enviarlo al infierno.
Del mismo modo, la historia de Filinion y Maqués advierte que no hay que fiarse de nadie que regrese del reino de los muertos; nada bueno trajo la visita de Filinion y Machetes eventualmente termina suicidándose. Que los muertos siguen existiendo después de que abandonan la vida era un hecho; sin embargo, entretenerlos si regresaban nunca fue una buena idea.