Por más de tres siglos los antiguos mayas florecieron en Mesoamérica. Construyeron gigantescas pirámides de piedra rodeadas por la densa jungla, usaron un sistema de calendario que hizo que muchos creyeran que en el 2012 sería el fin del mundo y crearon un sistema de escritura que es tan bello como complejo. Su desciframiento continúa, incluso hoy en día. De hecho, es tan rico estéticamente y tan difícil de dominar que hacía falta ser un artista consagrado para escribirlo apropiadamente. Convenientemente, los antiguos escribas y artistas mayas se conocían por el mismo título: t'zib.
Descifrando el maya antiguo: sílabas y conceptos
El sistema de escritura maya es logosilábico, lo que significa que sus símbolos pueden representar sonidos en forma de sílabas (como "ma" y "tot") o pueden representar conceptos completos (como "río" o "casa"). Esto hizo que el idioma fuera muy difícil de decodificar y, de hecho, los estudiosos inicialmente pensaron que todo el sistema de escritura era fonético debido a las suposiciones infundadas de un misionero llamado Diego de Landa. Como era originario de España, el idioma materno de de Landa obviamente era el español. Por lo tanto, cuando intentó descifrar la lengua maya la dividió en sonidos individuales (vocales y consonantes) en vez de sílabas. El resultado es un registro inexacto del lenguaje maya hablado y escrito y una guía errónea para los estudiosos. No fue sino hasta 1952 que se sugirió que el idioma podría ser silábico en vez de fonético. Esto constituyó un gran avance para el desciframiento del antiguo lenguaje maya escrito.
La diferencia entre un lenguaje fonético y uno silábico es pequeña pero esencial. Un lenguaje fonético usa sonidos individuales para construir palabras habladas. El inglés, el alemán y los idiomas romances modernos como el francés, el italiano y el español son lenguajes fonéticos, por nombrar algunos. Al escribirlo, cada símbolo (letra) representa un sonido único (una vocal o consonante) como "o" o "b". Los lenguajes silábicos, no obstante, están construidos a partir de combinaciones de consonante-vocal (CV) o de consonante-vocal-consonante (CVC), como "ta" o "bot”. El japonés, por ejemplo, usa el modelo CV para la mayoría de dos de sus alfabetos: katakana e hiragana.
Los glifos mayas son más complicados debido a su uso de la combinación o fusión, en la que dos o más glifos se combinan y algunos elementos de los glifos se eliminan o simplifican. Esto disminuye su complejidad individual para crear un glifo estéticamente agradable y legible que quepa en el espacio disponible, ya sea una pequeña copa decorada o una estela de piedra gigante.
La lectura del maya antiguo
Incluso con todos estos obstáculos, los académicos se las han arreglado para descifrar mucho de este antiguo idioma escrito, que cubría temas que iban desde el vasto entendimiento maya de las matemáticas astronómicas, pasando por su vívida narrativa, hasta su linaje real. La estructura básica de este sistema de escritura consiste de uno o más glifos principales con glifos adicionales unidos a este. Por ejemplo, este complejo glifo representa la antigua ciudad maya de Copán. El glifo principal es la cabeza de un murciélago, completa con la nariz hacia arriba, una oreja acampanada y la boca sonriente. Con un glifo como este es fácil ver la compleja maestría necesaria para para convertirse en un t'zib consumado.
Se puede decir que uno de los glifos más famosos del lenguaje escrito maya es el glifo para chocolate. Este glifo se ha pintado o inscrito en muchos jarros, en algunos de los cuales se han sido encontrado trazas de chocolate, lo que ha llevado a los académicos a creer que, en estos casos, los mayas rotulaban los jarros con su uso previsto. Afortunadamente, el glifo para chocolate es completamente silábico, así que es de fácil lectura.
Hay tres elementos a identificar para leer este glifo:
- el glifo principal, el cual recuerda a un pez (a esta parte del glifo se llamará elemento "A");
- las formas ovalada y de apariencia de gancho de la derecha, los cuales se asemejan a la cola de un pez pero son realmente un glifo independiente (a este se llamará elemento "B");
- los dos puntos que parecen un signo de puntuación cerca de la boca del pez (elemento "C").
El glifo principal, A, representa el sonido silábico "ka". El elemento B, cerca de la cola del pez, representa el sonido silábico "ua" (también escrito "wa"). Así que, hasta aquí el glifo se pronuncia "ka-ua", ya que los mayas leían sus glifos de izquierda a derecha y de arriba hacia abajo. A continuación, hay que tener en cuenta el elemento C, cerca de la boca del pez. Cualquiera que lea música reconocerá al elemento C como un signo de repetición, el cual se puede colocar al final de un compás de música para indicar que una porción de la pieza debería repetirse. Sorprendentemente esa es exactamente la función que tiene aquí también. Le indica al lector que repita el sonido del símbolo próximo a él. Aquí es el elemento A, "ka". Así que cuando se lee cada elemento en el orden correcto, de derecha a izquierda y de arriba hacia abajo, el glifo se lee "ka-ka-ua".
Para pronunciar este glifo apropiadamente sólo es necesaria una noción más: se sabe que los mayas no pronunciaban la última vocal de una palabra hablada. Por lo tanto, este glifo debería leerse sin el sonido de la última "a". Sin esa última "a", el glifo se lee "ka-ka-u", o como se deletrea actualmente, cacao, que es el ingrediente principal del chocolate.