Las pirámides son los monumentos más famosos del antiguo Egipto y hoy en día siguen fascinando a la gente. Estos inmensos tributos a la memoria de los reyes egipcios se han convertido en sinónimos del país, a pesar de que otras culturas como la china o la maya también construyeran pirámides. Se ha escrito mucho sobre la evolución de la pirámide, y este tema se ha discutido durante siglos, pero no cabe duda de que, en lo que Egipto se refiere, esto comenzó con un monumento dedicado a un rey y diseñado por un arquitecto brillante: la pirámide escalonada de Djoser en Saqqara.
Djoser (en torno a 2670 a.C.) fue el primer rey de la Dinastía III de Egipto y el primero en construir con piedra. Antes del diseño de Djoser, las tumbas de mastaba eran la forma clásica de tumba: monumentos rectangulares hechos de ladrillos de arcilla seca que cubrían pasajes subterráneos donde se enterraba al difunto. Por algunas razones que no están claras, el visir de Djoser, Imhotep (en torno a 2667 a.C.), concibió la construcción de una tumba más impresionante para su rey apilando mastabas una encima de otra, haciéndolas cada vez más pequeñas para formar lo que hoy conocemos como la Pirámide escalonada.
No se sabe mucho del reinado de Djoser. Se cree que fue el hijo del último rey de la Dinastía II de Egipto, Jasejemuy (en torno a 2680 a.C.). Su madre fue la reina Nimaathap y su esposa la reina Hetephernepti, que probablemente era su hermanastra. Djoser era un ambicioso constructor de monumentos y templos. Se cree que reinó durante 20 años, pero los historiadores y los eruditos a menudo le atribuyen un reinado mucho más largo, debido a la cantidad y tamaño de los monumentos que hizo construir.
Djoser fue muy respetado durante su reinado, e incluso siglos después todavía estaba muy bien considerado, tal y como demuestra la Estela del hambre de la Dinastía Ptolemaica (332-30 a.C.). Esta estela cuenta la historia de cómo Djoser salvó al país de la hambruna al reconstruir el templo de Khnum, el dios del nacimiento del Nilo, que se creía que les estaba negando su gracia porque su santuario estaba en mal estado. Una vez Djoser lo hubo restaurado, la hambruna terminó. Sin embargo, ninguno de los logros de Djoser, ni las demás construcciones que llevó a cabo, son tan impresionantes como su hogar eterno en Saqqara.
Construcción
Durante el último siglo se ha estudiado e investigado a fondo la pirámide escalonada, y ahora se sabe que el proceso de construcción pasó por muchas fases diferentes y hubo varios intentos fallidos. Parece que en un principio Imhotep empezó a construir una mastaba simple. La mastaba más alta era de 6 metros (20 pies), pero Imhotep decidió ir más alto. Las investigaciones muestran que la pirámide empezó como una mastaba cuadrada, en vez de la forma rectangular normal, y después se cambió para hacerla rectangular. No se sabe por qué decidió Imhotep cambiar la forma rectangular tradicional de la mastaba, pero es probable que ya tuviera en mente una pirámide de base cuadrada desde el principio.
La primera mastaba se construyó en dos fases y, según el egiptólogo Miroslav Verner,
... se usó un método de construcción sencillo pero efectivo. La mampostería no se dispuso de manera vertical, sino en pisos inclinados hacia el centro de la pirámide, que aumentó significativamente la estabilidad estructural. El material básico utilizado fueron bloques de piedra caliza cuya forma recuerda a grandes ladrillos de arcilla (115-116).
Las primeras mastabas estaban decoradas con inscripciones y grabados de juncos, e Imhotep quería continuar con esta tradición. Su enorme mastaba piramidal habría tenido los mismos detalles delicados y simbolismo importante que las tumbas más modestas que se habían construido antes y, lo que es más, todos estos detalles se realizarían en piedra en vez de barro seco. El historiador Mark Van de Mieroop hace el siguiente comentario al respecto:
Imhotep reprodujo en piedra lo que antes se había construido con otros materiales. La fachada del muro del recinto tenía los mismos nichos que las tumbas de ladrillos de barro, las columnas eran similares a hatillos de juncos y papiros, y los cilindros de piedra de los dinteles de las puertas representaban cortinas de junco recogidas. Se llevó a cabo mucha experimentación, que es evidente en la construcción de la pirámide en el centro del recinto. Tenía varios planos con formas de mastaba antes de convertirse en la primera Pirámide escalonada de la historia al apilar seis pisos de mastabas una encima de la otra... El peso de esta descomunal masa supuso un reto para los constructores, que colocaron las piedras inclinadas hacia dentro para evitar que el monumento se viniera abajo (56).
Una vez terminada, la pirámide escalonada se alzaba a 62 metros (204 pies) de altura y era la estructura más alta de la época. El recinto completo contaba con un templo, patios, santuarios y aposentos para los sacerdotes que abarcaba un área de 40 acres (16 hectáreas) y estaba rodeada por un muro de 10,5 metros (30 pies) de alto. Este muro tenía 13 puertas falsas talladas y solo una puerta real en la esquina sudoriental. Todo el muro estaba rodeado por un foso de 750 metros de largo (2.460 pies) y 40 metros (131 pies) de ancho. Las puertas falsas y el foso se incorporaron al complejo para disuadir a los visitantes no deseados. Si alguien quería visitar el patio interior y los templos, tendrían que decirle de antemano por dónde entrar.
El recinto piramidal
La pirámide y el recinto se diseñaron como un lugar espectacular e inspirador. Djoser estaba tan orgulloso de lo que había logrado que rompió con la tradición de tener solamente su nombre tallado en el monumento e hizo que también tallaran el de Imhotep. En este recinto se hallaba la Pirámide escalonada, la Casa del Norte, la Casa del Sur, el Serdab, el Patio Heb Sed, la tumba sur, el templo T, y el templo mortuorio del norte. Todo ello, rodeado por un muro, constituía un recinto del tamaño de una ciudad del antiguo Egipto. El recinto de Djoser, de hecho, era más grande que la ciudad de Hieracómpolis en aquel momento.
El propósito de la Casa del norte y la Casa del Sur se desconoce, pero se ha especulado que puede que represente el Alto y le Bajo Egipto. El Serdab (la "bodega") es una caja de piedra caliza cerca de la entrada norte de la pirámide donde se encuentra una estatua a tamaño natural de Djoser. Esta estatua habría sido de gran importancia para el alma del rey tras la muerte.
Se creía que el alma estaba compuesta de nueve aspectos, y uno de ellos, el ba (la imagen con cabeza de pájaro que se suele encontrar en los grabados funerarios) podía volar a placer entre la tierra y los cielos. Sin embargo, necesitaba un punto reconocible en la tierra, y esa era la función de la pirámide con el retrato del rey al frente. Cuando el ba veía desde lo alto el hogar de su dueño, podía descender, entrar y visitar de nuevo el plano terrenal. Aquí entra en juego la importancia de los nombres y las imágenes de los faraones porque el alma tenía que poder reconocer su antigua casa (el cuerpo físico) en la tierra para poder descansar en la otra vida. La estatua de Djoser, erigida dentro del complejo, es la estatua egipcia más antigua que se conoce a tamaño natural, y se habría creado con este propósito además de para recordar a los visitantes el legado del gran rey.
El patio Heb Sed estaba relacionado con el festival Heb Sed, en el que el rey validaba su derecho a gobernar. Este festival se celebraba en el XXX año de reinado y después una vez cada tres años para revitalizar el gobierno volviendo a representar la coronación. Este patio, en el que se encuentran la Casa del Norte y la Casa del Sur, también tiene trece capillas pequeñas. La Tumba Sur tenía tres paneles grabados que representaban a Djoser realizando el ritual de Heb Sed. Esta tumba tiene forma de mastaba y se cree que se construyó para albergar otra estatua del rey. El Templo T es una de las estructuras más fascinantes y misteriosas de todo el complejo. La fachada exterior del edificio es simple y no muestra ningún intento de ornamentación, pero el interior está magníficamente construido con pilares Dyed (que representan la estabilidad) todo a lo largo. También hay grabados intricados, incluido uno de una puerta a medio abrir que parece una puerta de verdad. No está claro qué significa este grabado de una puerta, pero puede que representara un pasaje simbólico a la otra vida. El Templo mortuorio del norte, en la cara norte de la pirámide, se usaba para acceder a los pasillos subterráneos de la pirámide, que llevaban a la cámara mortuoria.
La pirámide escalonada
Las cámaras propiamente dichas de la tumba, donde descansaba el cuerpo del rey, se excavaron en la base de la pirámide como un laberinto de túneles con habitaciones y pasillos para disuadir a los ladrones y proteger el cuerpo y los bienes funerarios del rey. La cámara funeraria de Djoser estaba excavada en el granito, y para llegar a ella había que recorrer pasillos llenos de miles de vasijas de piedra con inscripciones de los nombres de reyes anteriores. Las otras cámaras en el complejo subterráneo eran para fines ceremoniales. La historiadora Margaret Bunson escribe:
Los pasadizos y cámaras subterráneas estaban adornadas con finos relieves y con azulejos azules de fayenza diseñadas como imitación de las cortinas de estera de la residencia real en Menfis. La gran entrada de la estructura, que conducía a la cámara funeraria, tenía 28 metros de largo. La cámara al final era de casi 4 metros de alto. Un muro de granito cerraba el paso a la tumba. También se incorporaron laberintos al diseño para engañar a los posibles ladrones (253).
Los pasadizos subterráneos son enormes y uno de los descubrimientos más misteriosos en ellos son los recipientes de piedra. Se han encontrado más de 40.000 recipientes, de varias formas, en dos de los pasadizos que descienden de la pirámide (los pasadizos 6 y 7). Estos recipientes tienen grabados los nombres de los gobernantes de las Dinastías I y II de Egipto y están hechos de toda clase de piedra, como diorita, caliza, alabastro, limonita y pizarra. Los nombres de los reyes Narmer, Djer, Den, Adjib, Semerkhet, Ka, Heterpsekhemwy, Ninetjer, Sekhemib y Jasejemuy aparecen todos en estos recipientes, así como los nombres de personas que no son de la realeza.
Los arqueólogos y los estudiosos no se ponen de acuerdo en el motivo de que los recipientes se pusieran en la tumba de Djoser, ni tampoco en lo que se supone que representan. El arqueólogo Lauer, que excavó la mayor parte de la pirámide y el complejo, cree que en un principio los almacenó Jasejemuy hacia finales de la Dinastía II, y que Djoser les dio un "enterramiento adecuado" en su pirámide, en honor a sus predecesores. Sin embargo, hay otros historiadores que afirman que estas vasijas se dejaron en los pasadizos como un intento más de evitar que los ladrones de tumbas llegaran a la cámara funeraria del rey.
Por desgracia, todas las precauciones y el diseño intricado de este complejo subterráneo no pudieron evitar que los ladrones de la antigüedad encontraran cómo entrar. Los bienes funerarios de Djoser, e incluso su momia, fueron robados en algún momento del pasado y todo lo que encontraron los arqueólogos del rey algunas fueron partes de su pie momificado y unos pocos objetos de valor que los ladrones pasaron por alto. Sin embargo, había suficiente para examinar en la pirámide y el complejo circundante como para asombrar a los arqueólogos que la estudiaron.
Descubrimiento
Al igual que muchos de los monumentos de Egipto, tanto visitantes como ladrones exploraron el complejo piramidal a lo largo de los siglos después de que fuera abandonado, pero no hubo ninguna exploración sistemática hasta la campaña de Napoleón en Egipto entre 1798-1801 d.C. Napoleón llevó un equipo de eruditos y científicos junto con su ejército, que exploró, documentó y estudió los monumentos de la antigua cultura egipcia y que, entre otros logros, descubrió la piedra de Rosetta en 1799 d.C., la estela grabada en tres idiomas que le permitiría al erudito francés Jean-François Champollion (1790-1832 d.C.) descifrar los jeroglíficos egipcios y abrir la puerta a la historia del antiguo Egipto para todo el mundo. La expedición de Napoleón fue el primer estudio sistemático de esta civilización y, más adelante, llevaría a que el primer museo occidental instalara una exposición egipcia permanente, en el Louvre de París.
Siguiendo los pasos de los artistas y científicos de Napoleón, arqueólogos e investigadores alemanes, ingleses y prusianos visitaron la pirámide escalonada a lo largo del siglo XIX, pero no se realizó ningún examen científico y crítico hasta la década de 1920, cuando el arqueólogo inglés Cecil Mallaby Firth (1878-1931 d.C.) llegó al lugar. Fue Firth quien descubrió el Serdab y la estatua de Djoser en 1924 d.C. En 1926 d.C., el arquitecto y egiptólogo francés Jean-Phillipe Lauer (1902-2001 a.C.) se unió a Firth en la excavación, y haría los descubrimientos más importantes del complejo, además de ser el mayor contribuidor al entendimiento actual de la construcción de pirámides en general y de la pirámide escalonada específicamente.
Lauer restauró, excavó y exploró la pirámide escalonada y el recinto durante cincuenta años. Descubrió los pasadizos y las cámaras funerarias, encontró y restauró las habitaciones de fayenza azul y dedicó su vida a devolver a la gloria este lugar ancestral. Gran parte de lo que se puede ver hoy en día al visitar el lugar se debe al esfuerzo personal de Lauer o de aquellos a los que enseñó e inspiró, como el egiptólogo Zakaria Goneim. Lauer preservó el grandioso diseño de Imhotep y sacó a la luz la complejidad del lugar, que Firth y otros que trabajaron en él pasaron por alto. Desgraciadamente, tanto la pirámide como el recinto están actualmente en peligro de derrumbarse a causa de un terremoto que sacudió la región en 1992 a.C. y a los intentos, escasos e incompetentes, de conservarla y restaurarla.
Peligro de colapso y esfuerzos de conservación
Un artículo de Beverley Mitchell publicado en septiembre de 2014 para la revista digital Inhabitat apunta que el Consejo Egipcio Supremo de Antigüedades contrató una compañía que no había trabajado nunca en yacimientos antiguos y que la pirámide estaba en condiciones críticas. Se hincharon unos sacos gigantes de aire bajo la pirámide mientras se llevaba a cabo la restauración, pero hoy en día las cámaras bajo el monumento siguen estando en peligro de derrumbarse, y el complejo que rodea al monumento sigue siendo inestable. Mitchell escribe que "es una tragedia que un legado arqueológico tan importante pueda acabar destruido por incompetencia y falta de fondos", que es totalmente verdad y debería ser obvio para cualquiera. Pero no se ha hecho nada por conservar ni la pirámide ni el complejo en los últimos dos años.
Miroslav Verner escribe que "pocos monumentos tienen tanta importancia en la historia humana como la pirámide escalonada de Saqqara... Se puede decir, sin exagerar, que este complejo constituye un hito en la evolución de la arquitectura monumental en piedra en Egipto y el mundo entero (108-109)". La pirámide escalonada fue un avance arquitectónico revolucionario, pero, cosa que es igual de importante, también se convirtió en el arquetipo que seguirían todos los demás arquitectos de pirámides de Egipto. El diseño de la pirámide escalonada influyó en los constructores de las famosas pirámides y sus complejos de la Dinastía IV, incluida la gran pirámide de Guiza, la última de las Siete maravillas de la Antigüedad. Con suerte, los trabajos de conservación de la pirámide escalonada de Djoser mejorarán a tiempo de salvar este lugar único para que los visitantes puedan apreciarlo y admirarlo en el futuro tal y como llevan haciéndolo desde hace 4.000 años.