Cultura de Hallstatt

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Mark Cartwright
por , traducido por Emiliano S. Grill
Publicado el 30 marzo 2021
Disponible en otros idiomas: inglés, francés, italiano, portugués
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Reconstructions of Hallstatt Buildings (by S. Lizenz, Public Domain)
Reconstrucciones de edificios de Hallstatt
S. Lizenz (Public Domain)

La cultura de Hallstatt floreció en Europa central entre los siglos VIII y VI a.C. y debe su nombre al yacimiento austriaco homónimo. El periodo completo de su presencia abarca desde el 1200 hasta el 450 a.C., es decir, desde finales de la Edad del Bronce hasta principios de la Edad del Hierro.

Debido a sus similitudes culturales con los pueblos que vivieron en la Europa de la Edad de Hierro tardía, la cultura de Hallstatt se considera frecuentemente como protocelta. Esta cultura comenzó a declinar alrededor del año 500 a.C., cuando se agotaron los recursos naturales locales, especialmente la sal, y surgieron centros comerciales rivales en otras regiones. La cultura de La Tène (que existió entre los años 450 y 50 a.C. aprox.), formada por pueblos del norte, oeste y este, reemplazó a la de Hallstatt en términos de dominio regional, a medida que las rutas comerciales transeuropeas se desplazaban de la zona de Hallstatt.

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Época y geografía

La cultura de Hallstatt debe su nombre al yacimiento situado en la orilla occidental del lago de Hallstatt, en Alta Austria, donde se descubrieron los primeros objetos en 1846. Tradicionalmente, la cultura de Hallstatt se ha dividido en dos periodos aproximados, que abarcan del 750 al 600 a.C. y del 650 al 450 a.C. Sin embargo, recientes hallazgos arqueológicos han demostrado que esta cultura comenzó antes de lo que se creía, lo que ha llevado a dividir su periodo completo en cuatro fases (A, B, C y D), que van desde alrededor del 1200 a.C. hasta aproximadamente el 450 a.C. No obstante, estas fechas representan un marco temporal amplio, y no todos los estudiosos están de acuerdo con ellas, ni se pueden aplicar uniformemente a todas las regiones donde la cultura de Hallstatt estuvo presente.

El éxito de la cultura de Hallstatt se debió a dos factores: La explotación de los yacimientos locales de sal y de hierro.

Lo más seguro es que, con el tiempo, la cultura se extendió desde Hallstatt hacia el este y el oeste, abarcando territorio en lo que hoy es Austria occidental, el sur de Alemania, Suiza y el este de Francia, por un lado, y Austria oriental, Bohemia y partes de los Balcanes, por otro. De esta expansión, fue la región occidental la que eventualmente daría lugar a lo que hoy conocemos como los antiguos celtas. Cómo se produjo esta expansión es un tema que aún genera incertidumbre: tradicionalmente, se ha sugerido la migración como la causa principal; sin embargo, los historiadores modernos prefieren una explicación más matizada, que incluye factores como el comercio, las alianzas tribales, los matrimonios mixtos y la imitación cultural, todos ellos difíciles de rastrear en el registro arqueológico.

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Map of the The Hallstatt Culture
Mapa de la eultura de Hallstatt
Simeon Netchev (CC BY-NC-ND)

Hierro y sal

Dos acontecimientos clave impulsaron el éxito de la cultura de Hallstatt. El primero ocurrió a principios del primer milenio a.C. y se extendió durante los dos o tres siglos siguientes, en lo que a veces se denomina el periodo de los campos de urnas (1300-800 a.C., correspondiente a Hallstatt A y B), caracterizado por la práctica de enterrar los restos incinerados en urnas. Durante este tiempo, la tecnología y los conocimientos sobre la fundición del hierro permitieron a la cultura de Hallstatt avanzar significativamente en la fabricación de objetos metálicos más resistentes. El hierro se utilizó para crear mejores herramientas, equipos agrícolas más duraderos, ruedas con bordes metálicos más fuertes y armas más afiladas y resistentes, como espadas de hierro, que superaban a las de la anterior Edad del Bronce. La abundancia de hierro local también permitió su comercio como materia prima, generalmente en forma de lingotes piramidales o barras simples de hasta 9 kg cada una.

El segundo factor que contribuyó a la prosperidad de la cultura de Hallstatt fue la explotación de los yacimientos locales de sal gema. La sal, esencial para la conservación de la carne, se comerciaba ampliamente con las culturas vecinas. Inicialmente, se extraía de manantiales salobres mediante evaporación, pero a partir del siglo VIII a.C. se adoptó el método más eficaz de la minería de sal. Las minas de sal de Hallstatt cuentan con pasadizos que se extienden a lo largo de 3750 metros, alcanzan una profundidad de 215 metros y cubren una superficie de 30.000 metros cuadrados.

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Los artefactos relacionados con la extracción de sal se han conservado gracias al alto contenido de sal en el suelo de los alrededores de Hallstatt. Entre estos objetos se encuentran picos, sacos de cuero para transportar rocas, y antorchas resinosas. Además de la sal, la región también contaba con depósitos de cobre, otra materia prima valiosa que se exportaba.

Strettweg Cult Wagon
Carro de Strettweg
Thilo Parg (CC BY-SA)

Con sal y hierro para comerciar, la cultura de Hallstatt estaba estratégicamente ubicada para transportar estos materiales a otras regiones. Estaba situada en el corazón de las rutas comerciales establecidas, que ya se utilizaban desde la Edad de Bronce para el transporte de mercancías a lo largo de las vías fluviales, las cuales conectaban con algunos de los principales ríos de Europa. Además, la cultura de Hallstatt se benefició de la expansión de los estados mediterráneos del sur, especialmente de las colonias griegas en el sur de Francia y los etruscos en el centro-norte de Italia, quienes mostraron un creciente interés por los contactos comerciales con los pueblos de Europa central.

La prosperidad del comercio se ve en la variedad de productos extranjeros encontrados en las tumbas de Hallstatt.

Cultura material

Los principales restos arqueológicos de la cultura de Hallstatt son los edificios fortificados y las tumbas de la élite de la sociedad. Ambos tipos de estructuras se construyeron en lo que los historiadores suelen denominar «sedes principescas», lo que indica la creencia de que las comunidades de Hallstatt giraban en torno a príncipes y aristocracias locales que gobernaban y controlaban los recursos económicos de su tribu. Estos emplazamientos suelen encontrarse en las cimas de colinas y presentan evidencias de calles estrechas flanqueadas por pequeñas residencias, así como de viviendas más grandes de madera y zonas concentradas de talleres. La prosperidad del comercio queda reflejada en la variedad de productos extranjeros encontrados durante las excavaciones, como cuernos para beber orientales, vasijas de bronce etruscas, cerámica griega de alta calidad y seda del Mediterráneo oriental.

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La cerámica se fabricaba localmente en toda la región, y la producción de vajillas para banquetes indica que esta era una parte importante de la cultura. Las jarras, platos y recipientes para beber estaban decorados con motivos geométricos a menudo severos, ya sea incisos, estampados o pintados con ocre o grafito. Dentro de la región de Hallstatt también se observan diferencias en la cerámica, con estilos más sencillos en el este y más decorativos en el norte. Los broches son otro hallazgo común, y también ilustran las variaciones regionales, probablemente reflejo de los distintos tipos de vestimenta. Las aves, especialmente las acuáticas como patos y cisnes, y los toros ocupan un lugar destacado en el arte de Hallstatt, sobre todo en pequeñas esculturas de bronce o hierro, que probablemente se hacían como ofrendas votivas. Estos objetos, y otros como, por ejemplo, cuencos de bronce para cocinar, demuestran un alto nivel de habilidad técnica en su fabricación.

Celtic Antenna Swords
Espadas de antena celtas
Laténium (CC BY-SA)

Enterramientos

Aunque hay pruebas de incineraciones depositadas en tumbas modestas, las tumbas de la élite de Hallstatt ilustran que tenían la capacidad de emplear una gran cantidad de mano de obra organizada en su construcción. Una tumba típica se compone de una cámara interior revestida de madera encerrada en un enorme montículo de tierra. Un ejemplo excelente es la tumba de Horchdorf, cerca de Baden-Württemberg, en el suroeste de Alemania, que data de la segunda mitad del siglo VI a.C. La tumba, que formaba parte de un túmulo funerario que fue nivelado y reconstruido, estaba intacta cuando se excavó. Las paredes de madera de la cámara eran de troncos de roble y cada una medía unos 4,7 metros de longitud. En su interior había un único ocupante masculino, de unos 40 años de edad, colocado sobre un diván de bronce.

En la tumba también se encontraron un carro de cuatro ruedas con arreos de caballo, un sombrero cónico de corteza de abedul, un carcaj de flechas y anzuelos para pescar. Entre los objetos valiosos estaban complementos de oro para la ropa del difunto y botas de cuero, un brazalete y un collar de oro, un collar de ámbar, finos recipientes para beber (algunos de los cuales contenían hidromiel), platos y un enorme caldero de bronce decorado con leones. Este caldero, de origen mediterráneo, ilustra el comercio existente entre los pueblos de Hallstatt y las culturas vecinas. La única arma en la tumba era un cuchillo, lo que la diferencia de las tumbas celtas de épocas posteriores. Curiosamente, cerca de la tumba se encontró una escultura de piedra arenisca de tamaño natural que representa a un guerrero y lleva el mismo tipo de sombrero que el del difunto. Es posible que esta figura de piedra hubiera estado en guardia sobre la tumba principesca o incluso que representara al ocupante.

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Otro yacimiento bien documentado es el asentamiento fortificado de Heuneburg, situado en la orilla occidental del Danubio, al sureste de Alemania. En el siglo VI a.C., el lugar fue rodeado por una muralla de adobe de 600 metros de largo, asentada sobre una base de piedra y reforzada con torres cuadradas. En algunos tramos, la muralla alcanza una altura de 4 metros. La piedra necesaria para esta construcción a gran escala se extrajo de un yacimiento de piedra caliza ubicado a 6,5 km de distancia. Los hallazgos arqueológicos y las técnicas de construcción indican que hubo contactos con los etruscos. Alrededor de la zona fortificada se encuentran 11 túmulos que contienen una amplia variedad de objetos.

Celtic Burial Mound Reconstruction, Hallstatt
Reconstrucción de un túmulo sepulcral celta, Hallstatt
Wolfgang Sauber (CC BY-SA)

La tumba de Vix data de la última etapa del periodo de Hallstatt, posiblemente a principios del siglo V a.C. Situada cerca de Châtillon-sur-Seine, en el noreste de Francia, esta sepultura contenía los restos de una mujer y sugiere que las mujeres podían recibir honores similares a los hombres en cuanto a la calidad y el costo de sus enterramientos. Dentro del túmulo se encontraba una cámara revestida de madera, que albergaba un carro de cuatro ruedas, una enorme antorcha de oro, numerosos objetos de joyería y la famosa crátera de Vix. Esta crátera, de bronce, mide 1,64 metros de altura y tiene una capacidad de 1.100 litros, lo que la convierte en el mayor ejemplar de este tipo que se conserva de la Antigüedad.

Decadencia y cultura de La Tène

A partir del año 600 a.C. aproximadamente, se observa un notable aumento en el uso de fortificaciones tanto en asentamientos aldeanos como en algunos grupos de residencias individuales. Además, se produce una concentración de poder y riqueza en un menor número de asentamientos, lo que sugiere una mayor competencia por los recursos y la riqueza, especialmente debido a las crecientes oportunidades comerciales ofrecidas por las culturas mediterráneas. Hacia el final del periodo Hallstatt, el número de grandes enterramientos con bienes preciosos aumenta, indicando que la cultura seguía prosperando. Sin embargo, algo provocó su declive. Se sabe que la producción de sal en Hallstatt cesó alrededor del 400 a.C. Es posible que la élite local, acostumbrada a los lujos proporcionados por el comercio, se trasladara a otras regiones para mantener su estilo de vida. Otra hipótesis es que los pueblos de Europa occidental establecieron sus propias redes comerciales con las culturas mediterráneas, sustituyendo a Hallstatt como el principal centro de comercio para los etruscos y las colonias griegas del sur de Francia.

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En términos de dominio regional más amplio, la cultura de Hallstatt fue sustituida por la cultura de La Tène, llamada así por el emplazamiento de ese nombre en la orilla norte del lago Neuchâtel, en Suiza. Es muy posible que ambas culturas se superpusieran durante una generación (hacia los años 460-440 a.C.). Hay muy pocos yacimientos que muestren una continuidad entre las culturas de Hallstatt y La Tène; un yacimiento notable donde ambas están vinculadas es Hohenasperg, en el sur de Alemania. Parece, pues, que las rutas comerciales de Europa central cambiaron a medida que se descubrían nuevos recursos en otros lugares, los nuevos asentamientos prosperaron junto a estas rutas y los yacimientos de Hallstatt se deslizaron silenciosamente hacia la oscuridad histórica, sin que su historia fuera redescubierta durante veintirés siglos.

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Sobre el traductor

Emiliano S. Grill
Nacido y criado en Uruguay, Emiliano es un traductor, subtitulador y aficionado a la historia. Le apasionan los idiomas, la lectura y la escritura.

Sobre el autor

Mark Cartwright
Mark es un autor, investigador, historiador y editor de tiempo completo. Se interesa, en especial, por el arte y la arquitectura, así como por descubrir las ideas compartidas por todas las civilizaciones. Tiene una maestría en filosofía política y es el director de publicaciones de World History Encyclopedia.

Cita este trabajo

Estilo APA

Cartwright, M. (2021, marzo 30). Cultura de Hallstatt [Hallstatt Culture]. (E. S. Grill, Traductor). World History Encyclopedia. Recuperado de https://www.worldhistory.org/trans/es/1-10978/cultura-de-hallstatt/

Estilo Chicago

Cartwright, Mark. "Cultura de Hallstatt." Traducido por Emiliano S. Grill. World History Encyclopedia. Última modificación marzo 30, 2021. https://www.worldhistory.org/trans/es/1-10978/cultura-de-hallstatt/.

Estilo MLA

Cartwright, Mark. "Cultura de Hallstatt." Traducido por Emiliano S. Grill. World History Encyclopedia. World History Encyclopedia, 30 mar 2021. Web. 21 dic 2024.

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