Iris es la diosa de los arcoíris y una importante mensajera entre los dioses y los humanos en la mitología griega. Era mayormente retratada como la mensajera personal de Hera. Iris era la hija de los titanes Taumante y Electra y la hermana de las temidas Harpías. Epítetos comunes la describen como Iris de alas doradas, Iris la rápida, o Iris la de los pies ligeros.
Nacimiento y familia
Como se menciona en la Teogonía de Hesíodo (700 a.C.), Iris era la hija de los titanes Taumante y Electra y la hermana de las Harpías (criaturas mitad mujer, mitad pájaro). Aunque no se menciona en la Teogonía de Hesíodo, otros escritores como Nono (siglo V d.C.) y Alceo (625/620-580 a.C.) afirman que Iris estaba casada con Céfiro, el viento del oeste y que tuvieron a Poto (el dios del deseo) juntos. Algunas fuentes dicen que Eros era su hijo.
La diosa de los arcoíris
Como la diosa de los arcoíris, a menudo se describe a Iris con matices brillantes y dejando un arcoíris en su estela allá donde volara. Encendía el espacio a su alrededor con una luz radiante y usaba su arcoíris para deslizarse hacia la tierra. En la Metamorfosis de Ovidio (43 a.C. al 17 d.C.), Iris rellenaba las nubes con agua después de haber llovido.
Después de que Iris se vistiera con su capa de mil colores,
pintaba el cielo con el arcoíris.(Ovidio, Metamorfosis, 11.588-590)
El arcoíris se veía como un puente que conectaba el cielo y la tierra, simbolizando el papel de Iris como mensajera entre los dioses y los hombres.
Mensajera de los dioses
Como Hermes, Iris tenía el importante papel de ser mensajera de los dioses, principalmente sirviendo a Hera y a Zeus. En algunas fuentes, se menciona que Iris dormía bajo el trono de Hera en el monte Olimpo, así estaba preparada para enviar un mensaje o hacer un recado el cualquier momento. Sin embargo, rara vez se aventuraba cerca del mar o del río Estigio excepto cuando los dioses se peleaban.
Rara vez viene la ligera Iris, hija de Taumante, sobre la espalda del ancho mar para traer un mensaje. Pero a veces cuando las peleas y las disputas surgen entre los dioses y alguno de ellos que tiene su hogar en el monte Olimpo dice una mentira, entonces Zeus envía a Iris con una jarra de oro para conseguir la materia sagrada por media de la cual los dioses prestan su juramento.
(Hesíodo, Teogonía, 780-785)
Cuando Deméter se impuso a sí misma el exilio después del secuestro de su hija Perséfone, Zeus envió a Iris para traerla de vuelta al monte Olimpo y que ocupara su justo lugar entre los dioses. Sin embargo, la diosa fue indiferente al mensaje de Iris. En la Eneida de Virgilio (70-19 a.C.), Iris fue enviada al rey Turno, el enemigo de Eneas, héroe y príncipe troyano. Le informó que Eneas había abandonado Roma para viajar donde el rey Evander de Pallantium y que ese era el momento adecuado para atacar a sus aliados y militares. Turno sabía que era Iris y le dijo que seguiría su sabio consejo.
Iris y la guerra de Troya
Después de que Hera planeara una boda magnífica entre la nereida Tetis y el rey Peleo de Ftía, envió a Iris donde el rey Peleo para que le dijera que se preparara para el gran acontecimiento. Esta boda sería el catalizador de la cadena de acontecimientos que desembocaron en la guerra de Troya.
A Iris se la menciona varias veces en la Ilíada de Homero, a menudo disfrazada, para enviar un mensaje importante o apareciendo en el campo de batalla. En el libro 2, Iris viaja rápidamente hacia la armada troyana e imitando la voz del príncipe troyano Polites, les avisa de que los griegos habían llegado a Troya. El príncipe Héctor de Troya reconoce que esto es un mensaje de los dioses y da la orden a la armada troyana para que se preparare. En el libro 3, Iris se disfraza de nuevo, esta vez como Laódice, hija del rey Príamo. Va donde Helena y le dice que Paris y Menelao van a batirse en duelo por su amor y prende un anhelo en su corazón por Menelao y su familia.
Después de que el rey Diomedes de Argos hiere a Afrodita en el libro 5, Iris la saca del campo de batalla y la lleva al monte Olimpo en el carro de Ares para ponerla a salvo. En el libro 8, Hera y Atenea desobedecen las ordenes de Zeus y planean ayudar a los aqueos. Zeus envía a Iris para evitarlo y le manda llevar un mensaje al príncipe Héctor.
Héctor, hijo de Príamo, ¡de inteligencia prodigiosa como Zeus! El padre me ha apurado a que te cuente esto: en cuanto veas al señor mariscal Agamenón rugiendo entre los campeones, derribando columnas con sangre, debes retirarte, ordena al resto de tus hombres que peleen contra el enemigo, ¡qué soporten su carga! Pero en cuanto una lanza o un disparo de arco hiera al rey y Atreo monte en su carro una vez más, entonces Zeus te dará el poder de matar y matar hasta que consigas llegar a los barcos atracados y el sol se hunda y la bendita oscuridad barra toda la tierra.
(Homero, Ilíada, 11.235-245)
Zeus ordena a Hera que convoque a Iris y a Apolo para que Iris pueda ordenar a Poseidón que se retire del campo de batalla y Apolo pueda animar al príncipe Héctor a pelear una vez más. Obedecen sus órdenes de inmediato e Iris le dice a Poseidón que debe regresar donde los dioses o a su mar; de lo contrario, tendrá que vérselas directamente con Zeus. Aunque reacio a seguir sus órdenes, Iris le recuerda que es de sabios prestar atención a la advertencia de Zeus.
Iris acude en ayuda de Aquiles muchas veces en la Ilíada. En el libro 18, Hera envía a Iris en secreto para llevar a Aquiles el mensaje que debe volver a ponerse su armadura y rescatar el cadáver de Patroclo en manos de los troyanos. Iris también ayuda a Aquiles cuando la pira de Patroclo no arde. Cuando escucha a Aquiles invocar a los vientos del oeste y del norte, vuela rápidamente a alertar a los vientos de la difícil situación de Aquiles, y ellos acuden raudos a ayudarle a encender la pira. A Iris se le manda la tarea de encontrar a Tetis, la madre de Aquiles, para que ella pueda convencerle de que devuelva el cadáver de Héctor a los troyanos. También se encuentra con el afligido rey Príamo de Troya y le transmite un mensaje de Zeus, quien siente pena por él y quiere ayudarle. Iris le insta a llevar regalos a Aquiles a cambio del cadáver de Héctor.
Iris y el nacimiento de Apolo
En el himno homérico al delio Apolo, la diosa Leto se esfuerza por dar a luz a Apolo durante nueve días con sus noches. Todas las diosas están allí ofreciéndole su apoyo. Hera envía a Iris desde la isla de Delos a buscar a Ilitía, la diosa divina del alumbramiento, para ayudar en el parto. Iris corre al monte Olimpo y convence a Ilitía para que vaya a Delos y ayude a Leto a dar a luz. Tan pronto Ilitía aterriza en la isla, nace Apolo.
Iris y los argonautas
En la argonáutica de Apolonio de Rodas (III siglo a.C.), Iris va al rescate de sus hermanas, las viciosas harpías, a las que perseguían los hijos de Bóreas (el viento del norte). En su búsqueda para encontrar el vellocino de oro, el héroe griego Jasón y los argonautas llegan a la costa del Timo, donde un sabio anciano llamado Fineo les ruega ayuda. Les cuenta sobre su situación delicada con las harpías, que le ensuciaban la comida cada vez que intentaba comer y les informa que por decreto los hijos de Bóreas las perseguirían eternamente. Conmovidos por su historia, los hombres prometen ayudarle y preparan una gran fiesta para que las harpías muerdan el anzuelo. Y así, en cuanto comienza la fiesta, las harpías descienden en picado y los hijos de Bóreas, Zetes y Kalais, corren tras ellas intentando matarlas.
Al ver esto, Iris salta inmediatamente a la tierra y les recuerda que los dioses no decretaron la muerte de las harpías, si no que solamente se les debía ahuyentar. Luego, utilizando agua del río Estigio, jura que las harpías nunca más molestarán a Fineo, y los argonautas les perdonan la vida.
Iris e Hipnos
En la Metamorfosis de Ovidio, el rey Ceix de Traquis muere en una terrible tormenta mientras navega para consultar un oráculo. Su esposa, Alción, desconoce el destino de su esposo y reza cada noche a Hera para que vuelva sano y salvo. Hera no puede aceptar las oraciones por alguien que ya ha fallecido y envía a Iris donde Hipnos, el dios del sueño, con un mensaje.
Iris informa a Hipnos de que tiene que aparecer en los sueños de Alción como el rey Ceyx y contarle que está muerto. En cuanto le transmite este mensaje, Iris se marcha rápidamente en su arcoíris ya que no puede soportar más el poder de Hipnos.
Iris y las mujeres de Troya
En la Eneida de Virgilio, Hera envía a Iris a una playa desierta donde las mujeres de Troya están lamentándose por la muerte de Anquises, padre del príncipe troyano Eneas. Iris se disfraza de Beroe, una anciana tenida en alta estima por las demás mujeres. Les recuerda que llevan viajando sin rumbo durante siete años en busca de la legendaria Italia y les pregunta por qué no fundan una ciudad en ese lugar.
Iris coge una antorcha y la lanza hacia la flota troyana. Las mujeres de Troya están fascinadas por sus palabras hasta que la mujer más anciana de ellas les informa que esa mujer extraña no es Beroe. Desgarradas entre su destino de encontrar Italia y estando donde estaban, las mujeres se vuelven locas. Cuando ven a Iris volar con un arcoíris tras su estela, son inducidas a actuar y prenden fuego a los barcos.
Legado
De Iris tenemos el nombre de la parte coloreada de la pupila de nuestros ojos. El color del iris difiere en cada persona, dependiendo de la cantidad de pigmento de melanina que se halla en cada iris. La palabra “iridiscente” e “iridiscencia” también derivan del latín "Iris" y se refieren a la refracción de la luz como la de un arcoíris.
Iris también es el nombre genérico que se le da a una especie de plantas con flores de muchos colores, la cual es una elección apreciada en muchos jardines y tiene una larga historia que data del antiguo Egipto.