Arte etrusco

Definición

Mark Cartwright
por , traducido por Gilda Macedo
Publicado el 04 septiembre 2017
Disponible en otros idiomas: inglés, francés, alemán, italiano
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Larthia Seianti (by Egisto Sani, CC BY-NC-SA)
Larthia Seianti
Egisto Sani (CC BY-NC-SA)

El arte de los etruscos, que floreció en el centro de Italia entre los siglos VIII y III a. C., es famoso por su vitalidad y su colorido vivo. Las pinturas murales solían tener colores vivos y a menudo mostraban escenas de etruscos divirtiéndose en fiestas y banquetes. Los añadidos de terracota a los edificios eran otra especialidad etrusca, así como los espejos de bronce tallados y la escultura de figuras finas en bronce y terracota. Las artes menores están tal vez mejor representadas por las intrincadas piezas de joyería de oro y la distintiva cerámica negra conocida como bucchero, cuyas formas, como la copa kantharos, inspirarían a los alfareros griegos.

Influencias y desarrollos

La identificación de lo que es exactamente el arte etrusco (una cuestión bastante difícil para cualquier cultura) se complejiza por el hecho de que Etruria nunca fue un único estado unificado, sino más bien un conjunto de ciudades-estado independientes que formaron alianzas y rivalidades entre sí a lo largo del tiempo. Estas ciudades, aunque culturalmente muy similares, produjeron sin embargo obras de arte según sus propios gustos y caprichos. Otra dificultad se debe a que los etruscos no vivían aislados de otras culturas mediterráneas. Las ideas y los objetos de arte procedentes de Grecia, Fenicia y Oriente llegaron a Etruria a través de las redes comerciales establecidas desde hace tiempo en el Mediterráneo antiguo. Los artistas griegos también se instalaron en Etruria a partir del siglo VII a. C. y muchas obras de arte etrusco están firmadas por artistas con nombres griegos. La geografía también desempeñó su papel, ya que ciudades costeras como Cerveteri, debido a su mayor acceso al comercio marítimo, eran mucho más cosmopolitas en cuanto a población y perspectivas artísticas que ciudades más interiores como Chiusi.

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Los etruscos apreciaban mucho el arte extranjero y fácilmente adoptaban las ideas y las formas que prevalecían en otras culturas.

El arte griego, y en especial el de Atenas, era muy apreciado entonces, como lo sigue siendo ahora, pero es un error imaginar que el arte etrusco era una mera copia pobre. Es posible que los artistas etruscos y griegos de Etruria carecieran a veces de las técnicas más refinadas de pintura de jarrones y escultura en piedra que poseían sus contemporáneos de Grecia, Jonia y la Magna Grecia, pero, al mismo tiempo, otras formas de arte como la talla de gemas, la orfebrería y la escultura en terracota demuestran que los etruscos tenían un mayor conocimiento técnico en estas áreas. Si bien es cierto que los etruscos a menudo toleraban obras de menor calidad que las que se hubieran aceptado en el mundo griego, eso no significa que no fueran capaces de producir un arte que estuviera a la altura del de otros lugares.

Chimera of Arezzo, Florence
Quimera de Arezzo, Florencia
Carole Raddato (CC BY-NC-SA)

Los etruscos, por tanto, apreciaban mucho el arte extranjero (sus tumbas están llenas de piezas importadas) y adoptaban con facilidad ideas y formas que prevalecían en el arte de otras culturas, pero también añadían sus propios giros a las convenciones. Los etruscos, por ejemplo, produjeron estatuas desnudas de divinidades femeninas antes que los griegos y mezclaron de forma única motivos y temas orientales (especialmente mitológicos y criaturas nunca presentes en Etruria, como los leones) con los del mundo griego y con sus propias ideas autóctonas, que pueden remontarse a la cultura indígena villanovense (entre alrededor del 1000 y el 750 a. C.), precursora de la cultura etrusca propiamente dicha. Esta síntesis perpetua de ideas se aprecia quizás mejor en la escultura funeraria. Cuando se miran de cerca, las tapas de los ataúdes de terracota con una pareja recostada en la ronda pueden parecerse a los modelos griegos arcaicos, pero la actitud física de la pareja cuando se ve como un par y el afecto entre ellos que el artista ha capturado son totalmente etruscos.

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Pintura funeraria etrusca

Tal vez el mayor legado de los etruscos sean sus tumbas bellamente pintadas que se encuentran en muchos lugares como Tarquinia, Cerveteri, Chiusi y Vulci. Las pinturas representan escenas vivas y coloridas de la mitología etrusca y de la vida cotidiana (especialmente banquetes, caza y deportes), figuras heráldicas, características arquitectónicas y, a veces, incluso el propio ocupante de la tumba. Las partes de la pared se dividían a menudo para tipos específicos de decoración: un dado en la parte inferior, un gran espacio central para las escenas, una cornisa superior o entablamento, y el espacio triangular, también reservado para las escenas pintadas, que llega al techo como el frontón de un templo clásico.

Los colores utilizados por los artistas etruscos se hacían con pinturas de materiales orgánicos. El uso del sombreado es muy escaso hasta la influencia de los artistas griegos a través de la Magna Grecia y su nuevo método de claroscuro con sus fuertes contrastes de luz y oscuridad en el siglo IV a. C. En Tarquinia, las pinturas se aplican sobre una fina capa de yeso y los artistas dibujan primero los contornos con tiza o carbón. En cambio, muchas de las pinturas murales de Cerveteri y Veii se aplicaron directamente sobre los muros de piedra sin una capa de yeso inferior. Solo el 2 % de las tumbas estaban pintadas, por lo que son un ejemplo supremo del consumo conspicuo de la élite etrusca.

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Dancers, Tomb of the Triclinium, Tarquinia
Danzantes, Tumba de Triclinio, Tarquinia
The Yorck Project (Public Domain)

La tumba de Francois de Vulci, de finales del siglo IV a. C., es un ejemplo destacado de esta forma de arte y tiene un duelo del mito tebano, una escena de la Ilíada y una escena de batalla entre la ciudad y los rivales locales, entre ellos, algunos guerreros con nombres romanos. Otro buen ejemplo es la engañosamente llamada Tumba de las Leonas en Tarquinia, construida entre el 530 y el 520 a. C., que en realidad tiene dos panteras pintadas, una gran escena de una fiesta para beber y es interesante por su inusual techo con diseño a cuadros. En la Tumba del Mono, también en Tarquinia, construida entre 480 y 470 a. C., el techo tiene un interesante cofre pintado con cuatro sirenas que sostienen un rosetón con una planta de cuatro hojas. El motivo reaparecería en la arquitectura romana posterior y en la cristiana temprana, pero con ángeles en lugar de sirenas.

Escultura etrusca

Etruria tuvo la suerte de contar con ricos recursos metálicos, especialmente cobre, hierro, plomo y plata. Los primeros etruscos les dieron un buen uso, y el bronce se utilizó para fabricar una amplia gama de productos, pero lo que nos interesa aquí es la escultura. El bronce se martilleaba, se cortaba, se fundía con moldes o con la técnica de la cera perdida, se repujaba, se grababa y se remachaba con toda una serie de técnicas. Muchas ciudades etruscas crearon talleres especializados en la producción de obras de bronce, y para dar una idea de la escala de producción, se dice que los romanos saquearon más de 2000 estatuas de bronce cuando atacaron Volsinii (la actual Orvieto) en 264 a. C. y las fundieron para acuñar monedas.

Las estatuillas de bronce, a menudo con una pequeña base de piedra, eran una típica ofrenda votiva en los santuarios.

Las estatuillas de bronce, a menudo con una pequeña base de piedra, eran una típica ofrenda votiva en los santuarios y otros lugares sagrados. Algunas, como las encontradas en la Fuente Veneziana de Arretium, estaban originalmente recubiertas de pan de oro. La mayoría de las figuras son mujeres con largas túnicas de quitón, hombres desnudos como los kouroi griegos, guerreros armados y jóvenes desnudos. A veces se presentaban dioses, especialmente Hércules. Una pose común de las figurillas votivas es la de tener un brazo levantado (tal vez en señal de apelación) y sosteniendo un objeto (comúnmente una granada, flores o un artículo comestible circular, probablemente un pastel o queso). Entre los mejores ejemplos de obras de bronce de menor tamaño se encuentra una estatuilla del siglo VI a. C. de un hombre haciendo una ofrenda votiva de la "Tumba de la Estatuilla de Bronce del Portador de Ofrendas" en Populonia. Volterra era conocida por su producción de distintivas estatuillas de bronce, que son figuras humanas extremadamente altas y delgadas con cabezas diminutas. Quizá sean una reliquia de figuras mucho más antiguas cortadas en chapa de bronce o talladas en madera y recuerdan curiosamente a la escultura de arte moderno.

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Bronze Head of an Etruscan Youth
Cabeza en bronce de un joven etrusco
Egisto Sani (CC BY-NC-SA)

Entre las obras de mayor tamaño se encuentra la Quimera de Arezzo. Este monstruo de la mitología griega que escupe fuego data del siglo V o IV a. C. y probablemente formaba parte de una composición de piezas junto con el héroe Belerofonte, que mató al monstruo, y su caballo alado Pegaso. En una de las patas hay una inscripción que reza tinscvil o "regalo a Tin", lo que indica que era una votiva al dios Tin (también conocido como Tinia), jefe del panteón etrusco. Actualmente se expone en el Museo Arqueológico de Florencia.

Otras obras famosas son el Marte de Todi, un llamativo joven de tamaño casi natural que lleva una coraza y que en su día sostenía una lanza. En la otra mano probablemente estaba sirviendo una libación. Actualmente se encuentra en los Museos Vaticanos de Roma. La Minerva de Arezzo es en realidad una representación de Menerva, la diosa etrusca, que era el equivalente de la diosa griega Atenea y la deidad romana Minerva. Por último, el Retrato de un hombre barbudo, a menudo conocido como "Bruto" en honor al primer cónsul de Roma (sin ninguna prueba de conexión), es una figura sorprendente. La mayoría de los historiadores del arte coinciden en que, por motivos estilísticos, se trata de una obra etrusca de alrededor del año 300 a. C. Actualmente se expone en los Museos Capitolinos de Roma.

Espejos etruscos de bronce

Los etruscos fueron muy criticados por sus conquistadores, los romanos, por ser demasiado afeminados y amantes de la fiesta, y el gran número de espejos de bronce encontrados en sus tumbas y en otros lugares no hizo sino alimentar esta reputación de grandes narcisistas del Mediterráneo antiguo. Los espejos, conocidos por los etruscos como malena o malstria, se empezaron a producir en cantidad desde finales del siglo VI a. C. hasta el siglo II a. C. Además de ser un objeto de uso cotidiano, los espejos, con sus respaldos finamente tallados, eran un símbolo de estatus para las mujeres aristocráticas etruscas y se solían entregar como parte de la dote de la novia.

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Diseñados para ser sostenidos en la mano con una sola empuñadura, la cara reflectante de los espejos se hacía puliendo o plateando mucho la superficie. Algunos espejos del siglo IV a. C. en adelante estaban protegidos por una tapa cóncava sujeta por una sola bisagra. El interior de la tapa solía estar pulido para reflejar más luz en la cara del usuario, mientras que el exterior llevaba relieves recortados rellenos de un soporte de plomo. El reverso plano de los espejos de bronce, si no se dejaba liso (la mitad de los ejemplos que se conservan lo son), era un lienzo ideal para la decoración grabada, la inscripción o incluso el relieve superficial tallado. Algunas asas también estaban pintadas o tenían escenas talladas en relieve.

Etruscan Bronze Mirror Showing Hercules
Espejo de bronce etrusco mostrando a Hércules
The British Museum (Copyright)

Las escenas y las personas que aparecen en ellas se identifican a menudo por las inscripciones que las acompañan en el borde del espejo. Los temas más populares eran los preparativos de una boda, las parejas que se abrazan o una dama en proceso de vestirse. El tema más común para la decoración de los espejos era la mitología y las escenas suelen estar enmarcadas por un borde de hiedra retorcida, vid, mirto u hojas de laurel.

Cerámica etrusca

La primera cerámica autóctona de Etruria fue la cerámica impasto de la cultura villanovense. Esta cerámica relativamente primitiva contenía muchas impurezas en la arcilla y se cocía solo a baja temperatura. A finales del siglo VIII a. C., los alfareros habían conseguido mejorar la calidad. Las pequeñas casas modelo y las urnas bicónicas (formadas por dos vasos con uno más pequeño que sirve de tapa para el otro) eran formas populares y se utilizaban para guardar los restos humanos incinerados.

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El siguiente tipo de cerámica era el rojo sobre blanco. Este tipo de cerámica, procedente de Fenicia, se produjo en Etruria desde finales del siglo VIII a. C. y hasta el siglo VII a. C., especialmente en Cerveteri y Veii. Las vasijas de color rojo se cubrían a menudo con un engobe blanco y se decoraban con diseños geométricos o florales rojos. También se utilizaba el blanco para crear diseños sobre el fondo rojo sin pintar. De este tipo son comunes los grandes vasos de almacenamiento con pequeñas tapas con asas y las cráteras que también tienen escenas como batallas marítimas y guerreros marchando.

Apollo of Veii
Apolo de Veii
Carole Raddato (CC BY-NC-SA)

El bucchero, que sustituyó en gran medida a la cerámica impasto del siglo VII a. C., se utilizaba para fines cotidianos y como objeto funerario y votivo. Este nuevo tipo de cerámica, que se torneaba en el torno, tenía una cocción más uniforme y un acabado distintivo de color gris oscuro brillante a negro. Las vasijas eran de todo tipo y, en la mayoría de los casos, lisas, pero podían estar decoradas con líneas simples, espirales y abanicos de puntos incisos en la superficie. También se podían añadir figuras tridimensionales de seres humanos y animales. Los etruscos también eran comerciantes en todo el Mediterráneo, por lo que el bucchero se exportaba más allá de Italia a lugares tan lejanos como Iberia, el Levante y la zona del Mar Negro. A principios del siglo V a. C., el bucchero fue sustituido por una cerámica etrusca más fina, como la de figuras negras y rojas, influenciada por la cerámica griega importada de la época.

Un campo inusual de la cerámica que se convirtió en una especialidad etrusca fue la creación de decoraciones terracota para los tejados.

Un campo inusual de la cerámica que se convirtió en una especialidad etrusca fue la creación de decoraciones de terracota para los tejados. La idea se remonta a la cultura villanovense, pero los etruscos dieron un paso más y produjeron esculturas de figuras de tamaño natural para decorar los tejados de sus templos. El superviviente más impresionante de este campo es la figura de Apolo a grandes zancadas del templo de Portonaccio, en Veii, hacia el año 510 a. C. Los edificios privados también contaban con decoración de terracota en forma de plantas, palmeras y figuras, y las placas de terracota con escenas de la mitología se colocaban a menudo en las paredes exteriores de todo tipo de edificios.

Los etruscos enterraban los restos incinerados de los muertos en urnas funerarias o sarcófagos decorados con terracota. Ambos tipos podían presentar una figura esculpida del difunto en la tapa y, en el caso de los sarcófagos, a veces una pareja. El ejemplo más famoso de este último tipo es el sarcófago de la pareja casada de Cerveteri, actualmente en la Villa Giulia de Roma. En el periodo helenístico, el arte funerario tomó un verdadero impulso y las figuras, aunque representadas en poses similares a las de los sarcófagos del siglo VI a. C., se convirtieron en representaciones menos idealizadas y más realistas de los muertos. Suelen representar a un solo individuo y en un principio se pintaban con colores vivos. El sarcófago de Seianti Thanunia Tlesnasa de Chiusi es un excelente ejemplo.

The Arringatore (Orator)
Estatua de «L’Arringatore» (El Orador)
corneliagraco (CC BY)

Legado

Los etruscos eran grandes coleccionistas de arte extranjero, pero sus propias obras también se exportaban a muchos lugares. Como hemos visto, se han encontrado objetos de bucchero en todo el Mediterráneo, desde España hasta Siria. Los etruscos también comerciaban con las tribus del centro y el norte de Europa, por lo que sus obras de arte llegaron a los sitios celtas del otro lado de los Alpes, en la actual Suiza y Alemania. Sin embargo, la mayor influencia del arte etrusco fue para sus vecinos inmediatos y sucesores culturales en general, los romanos. Roma conquistó las ciudades etruscas en el siglo III a. C., aunque siguieron siendo centros independientes de producción artística. Las obras de arte reflejaban los gustos y la cultura romana, de modo que el arte etrusco y el romano a menudo resultaban indistinguibles. Un excelente ejemplo de la proximidad entre ambos es la estatua de bronce de un orador de Pila, cerca de la actual Perugia. Fundida en el año 90 a. C., la figura, con su toga y su brazo derecho levantado, es tan romana por excelencia como una estatua de la época imperial.

Aparte de su evidente papel como vínculo cultural entre el mundo griego y la antigua Roma, quizá el legado más duradero de los artistas etruscos sea el realismo que a veces intentaban alcanzar en los retratos. Aunque siguen siendo parcialmente idealizados, los retratos funerarios de los sarcófagos etruscos son lo suficientemente honestos como para revelar los defectos físicos del individuo, y existe un claro intento por parte de los artistas de ilustrar la personalidad única del individuo. Este fue un concepto que sus sucesores romanos también se esforzaron por plasmar en retratos, a menudo conmovedores, de ciudadanos romanos privados, brillantemente representados en pintura, metal y piedra.

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Bibliografía

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Sobre el traductor

Gilda Macedo
Escritora y traductora independiente. Respeto el conocimiento y las formas que cada región y país tiene para narrar su historia. La historia tiene la característica de ser una disciplina que conecta todas las áreas del conocimiento de forma interrelacionada.

Sobre el autor

Mark Cartwright
Mark es un autor, investigador, historiador y editor de tiempo completo. Se interesa, en especial, por el arte y la arquitectura, así como por descubrir las ideas compartidas por todas las civilizaciones. Tiene una maestría en filosofía política y es el director de publicaciones de World History Encyclopedia.

Cita este trabajo

Estilo APA

Cartwright, M. (2017, septiembre 04). Arte etrusco [Etruscan Art]. (G. Macedo, Traductor). World History Encyclopedia. Recuperado de https://www.worldhistory.org/trans/es/1-15081/arte-etrusco/

Estilo Chicago

Cartwright, Mark. "Arte etrusco." Traducido por Gilda Macedo. World History Encyclopedia. Última modificación septiembre 04, 2017. https://www.worldhistory.org/trans/es/1-15081/arte-etrusco/.

Estilo MLA

Cartwright, Mark. "Arte etrusco." Traducido por Gilda Macedo. World History Encyclopedia. World History Encyclopedia, 04 sep 2017. Web. 20 nov 2024.

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