Ricardo I de Inglaterra, también conocido como Ricardo corazón de león (Coeur de Lion en francés su lengua materna) gobernó como rey de Inglaterra del 1189 al 1199. Era hijo de Enrique II de Inglaterra (r. 1154- 1189) y de Leonor de Aquitania (1122-1204) Ricardo fue conocido por su coraje y por sus éxitos en la guerra, pero estuvo tan ocupado durante la tercera cruzada (1189-1192) y luego lo estaría con la defensa de sus territorios en Francia, qué sólo pasaría seis meses de su reinado en Inglaterra. Ricardo corazón de león fue una leyenda en vida, famoso tanto por su liderazgo militar como por su enfoque completamente despiadado de la guerra, se ha convertido en una de las figuras más importantes de la historia europea, e incluso la familia real británica todavía usa su emblema de los tres leones en la actualidad. Después de su muerte en la batalla de Chalus en Francia, Ricardo fue sucedido por su hermano menor, el rey Juan de Inglaterra (r.1199-1216)
Vida temprana y sucesión
Ricardo nació el 8 de Septiembre del 1157 d.c. en el palacio de Beaumont en Oxford, Inglaterra, siendo el tercer hijo del rey Enrique II de Inglaterra y Leonor de Aquitania , ex esposa del rey Luis VII de Francia (r. 1137-1180). La educación de Ricardo implicó una buena dosis de literatura medieval caballeresca, gracias al interés de su madre por el tema. La poesía era otro de sus pasa tiempos favoritos, y el rey compuso sus propios poemas tanto en francés como en occitano (un dialecto francés de uso común en los romances). Se decía que el joven príncipe era un tipo alto, de ojos azules y apuesto, con cabello rubio rojizo y que era desde muy temprano bien conocido por su coraje.
Este fue un período de relaciones turbulentas y complejas entre Inglaterra Y Francia, y Ricardo cuya familia había sido la causa principal, se vería envuelto en dos rebeliones contra su padre. El primer intento para derrocar al rey se produjo en el 1173, cuando Ricardo y sus hermanos mayores Enrique y Geoffrey (Godofredo) conde de Bretaña (n. 1158) además de Guillermo "el león" de Escocia (r. 1165- 1214) conspiraron para unir fuerzas. Un pacto que fue probablemente orquestado por Leonor de Aquitania. La caída de Enrique se orquestó por varias razones además de la antes mencionada alianza. Su deseo de aumentar sus dominios a expensas de la corona inglesa, el asesinato del arzobispo de Canterbury, Tomás Becket (1162- 1170) en su propia catedral en el 1170 resultó ser otro punto de inflexión, dada la supuesta participación del propio Enrique en este impactante crimen. Finalmente estaba Luis VII quien era otra de las partes interesadas en verlo caer y que había nombrado caballero a Ricardo con sólo 15 años y lo había enviado a una campaña para invadir en el este de Normandía, entonces bajo el dominio de la corona inglesa. Al final, los rebeldes no pudieron derrocar a Enrique II, gracias a sus leales barones y a los muchos castillos que tenía. Ricardo fue perdonado después de que juró lealtad a su padre. Pero Leonor fue encarcelada como consecuencia de sus acciones. Sin embargo, este no sería el final del asunto, ya que Enrique habría de luchar de nuevo por mantener el control de su reino en sus últimos años.
Ricardo, como príncipe, ostentaba los títulos de duque de Aquitania y conde de Poitou (ambos en Francia y regidos por su madre) y consolidó su creciente reputación como comandante de campo talentoso y sitiador de castillos al sofocar una revuelta de barones de Aquitania. Su toma del castillo de Taillebourg, que hasta entonces se consideraba inexpugnable, en el 1179 fue una pluma especialmente espléndida para adornar la corona del príncipe. Un poco menos espléndidos fueron los relatos sobre su trato despiadado a los prisioneros y la prostitución forzada de mujeres nobles capturadas. Aún así, a pesar de sus éxitos, Ricardo quería más. Entonces, el destino intervino y el principal rival de Ricardo por el trono de Inglaterra, su hermano mayor, Enrique "el rey joven" (n.1155) murió en Junio del 1183. Enrique II había llegado a nombrar a su hijo rey designado en el 1170 pero la muerte del joven Enrique por disentería, echó por tierra los planes de sucesión perfectamente arreglados por el rey. Además su otro hermano (Geoffrey) murió en un accidente en un torneo medieval el 19 de Agosto del 1186. Ricardo así, estaba ahora en una posición privilegiada para convertirse en el próximo rey de Inglaterra, pero no estaba dispuesto a esperar simplemente a que la naturaleza siguiera su curso.
Ricardo volvió a desafiar a su padre en el 1188-89 cuando él y su hermano Juan, formaron una alianza con el rey Felipe II, el nuevo rey de Francia (r. 1180- 1223). La rebelión fue apoyada nuevamente por Leonor y la guerra incluyó el legendario episodio en el que el famosos caballero medieval Sir William (Guillermo en español) Marshal (1146- 1219) luchó contra Ricardo y tenía al príncipe a su merced pero decidió matar a su caballo. A pesar de su rivalidad, o tal vez en agradecimiento por su caballerosidad, Ricardo más tarde le dio el castillo de Chepstow como le había prometido a Enrique II. Al perder el control de las provincias tanto de Maine como de Turena, Enrique finalmente aceptó los términos de paz que reconocían a Ricardo como su único heredero. Cuando el rey murió poco después, Ricardo fue coronado como su sucesor en la abadía de Westminster el 2 de septiembre del 1189 d.c. también formaban parte de su reino aquellas tierras en Francia que todavía pertenecían a su familia los Angevin, también conocidos como los Plantagenets: Normandía, Maine y Aquitania. Ricardo se negó a darle a Juan el reino de Aquitania, como le había prometido a su padre y esto sólo agudizó la rivalidad entre los dos hermanos.
La tercera cruzada
La primera prioridad de Ricardo, quizás la única, era cumplir su promesa hecha en el 1187 de "tomar la cruz" y ayudar a recuperar Jerusalén a los musulmanes. El rey vació las arcas de su reino para su misión, incluso llegó a un acuerdo con Guillermo "el león", dando al rey escocés, plena autonomía feudal a cambio de dinero en efectivo. Para ser un rey que no hablaba inglés, que pasó casi todo su reinado fuera de Inglaterra y que gastó imprudentemente la riqueza del reino en guerras en el extranjero; Ricardo ha disfrutado de una posición notablemente favorable en la imaginación popular inglesa desde entonces.
La tercera cruzada (1189- 1192) fue convocada por el papa Gregorio VIII luego de la captura de Jerusalén en el 1187 d.c. por Saladino el sultán de Egipto y Siria (r. 1174-1193) al menos tres reyes obedecieron el llamado; Federico I rey de Alemania y emperador del sacro imperio romano germánico y apodado "barbarossa" (barba roja en español), el rey Felipe II de Francia y el propio Ricardo. Siendo estos los tres hombres más poderosos de Europa occidental, la campaña prometía ser más favorable que la segunda cruzada del 1147- 49. Sin embargo, desafortunadamente para la cristiandad, los cruzados sólo lograron llegar a la vista de Jerusalén y no se hizo ningún intento para atacar la ciudad santa. De hecho, todo el proyecto estuvo plagado de problemas, ninguno más grande que Federico ahogándose en un río, antes incluso de llegar a tierra santa. La muerte del emperador del sacro imperio romano germánico provocó que la mayoría de su ejército regresara a casa dejando solos a los soldados ingleses y franceses, que no eran aliados especialmente "buenos" en el mejor de los casos.
Aún así, a pesar del mal comienzo, hubo algunos aspectos militares destacados de los que destacar. Ricardo, que tomó la ruta marítima hacia el medio Oriente, primero capturo Messina en Sicilia en el 1190 y luego Chipre en mayo del 1191. En la última campaña, el autoproclamado gobernante de la isla, Isaac Komnenos (r. 1184- 1191) que se había separado del imperio Bizantino, fue capturado y los cruzados gobernarían hasta que hasta que los venecianos tomaron el poder en el 1571. Sin embargo, estos desvíos no estaban ayudando realmente, al objetivo general de recuperar Jerusalén, incluso si Chipre demostró ser una base de suministro útil.
Los cruzados finalmente llegaron a la tierra santa y lograron llevar una conclusión exitosa al sitio de Acre (también conocidos como Acra) en la costa del reino de Jerusalén el 12 de julio del 1191. Iniciado por el noble francés Guy de Lusignan, que atacó desde el mar, el asedio prolongado funcionó finalmente cuando los zapadores, habiéndoles ofrecido efectivo, por el mismo Ricardo, socavaron los muros de fortificación de la ciudad en el lado terrestre. el "corazón de león" como ahora se conocía a Ricardo, gracias a su coraje y audacia en la guerra, había logrado en cinco semanas lo que Guy no había logrado en 20. Según la leyenda, el rey estaba enfermo en ese momento, abatido por el escorbuto, aunque había sido llevado por sus criados en una camilla, para poder disparar a las almenas enemigas con su ballesta. Fue durante dicho asedio también, que Ricardo manchó su reputación de "buen rey" cuando ordenó la ejecución de entre 2,500 y 3,000 prisioneros. Guy de Lusignan mientras tanto, fue nombrado nuevo rey de Chipre, se dice tradicionalmente, que en parte la decisión se tomó debido a Ricardo decidió vender a los caballos de los templarios.
También hubo una famosa victoria del rey inglés sobre el ejército de Saladino en Arsuf, en septiembre del 1191, pero la ventaja no pudo perseguirse. Ricardo marchó a la vista de Jerusalén, pero sabía que incluso si podía asaltar la ciudad, lo más probable es que su reducido ejército no podría resistir un inevitable contraataque inevitable. En cualquier caso, los asuntos internos en Francia e Inglaterra requirieron que ambos reyes regresaran a casa y todo el proyecto de la cruzada, fue efectivamente abandonado. Ricardo rescató algo después de tanto esfuerzo, y negoció un acuerdo de paz con Saladino en Jaffa. También se negoció una pequeña franja de tierra alrededor de Acre y el futuro tratamiento seguro de los peregrinos cristianos a tierra santa. No era exactamente lo que se esperaba al principio, pero siempre podría haber una cuarta cruzada en algún momento en el futuro. De hecho, Ricardo señaló que en cualquier campaña futura contra los árabes podría ser ventajoso atacar desde Egipto, el punto débil del imperio árabe. Fue precisamente este plan los que adoptaron los cuartos cruzados (1202-1204) aunque volvieron a distraerse , esta vez con la joya del imperio Bizantino: Constantinopla.
También hubo algunas innovaciones tecnológicas para llevar a casa por el rey inglés. Los bizantinos habían utilizado durante mucho tiempo un arma temible conocida como fuego griego, un líquido altamente inflamable salido de tubos bajo presión, que aunque fue un secreto de estado durante siglos, finalmente fue robado por los árabes. Ricardo debió haber adquirido la fórmula de los alquimistas árabes con los que entró en contacto en la cruzada, ya que la usó con buenos resultados con Inglaterra, en sus últimas campañas contra Francia.
Sin embargo, antes de que el rey Ricardo pudiera regresar a casa, habría una última consecuencia de la nefasta cruzada; ya que en el viaje de regreso en el 1192. Ricardo naufragó y fue arrestado por Leopoldo de Austria (r. 1075-1095) a quien Ricardo había insultado gravemente durante la cruzada y fue llevado a Viena. De allí fue llevado a Enrique VI, el nuevo emperador del sacro imperio romano germánico (r. 1191- 1197) allí el rey inglés, también fue retenido y se pidió su rescate. Ricardo sólo sería liberado hasta el 1194 y uno puede imaginar la frustración de un rey aventurero por estar casi dos años en cautiverio. El rescate fue de 150,000 marcos (lo que equivale a varios millones de dólares en la actualidad) por lo que fue en gran parte a través de nuevos impuesto en Inglaterra y Normandía que se recaudó el dinero. De hecho, la suma era tan alta que ni siquiera se podía recaudar suficientes impuestos, y Ricardo se vio obligado a proporcionar rehenes a varios nobles para compensar el déficit.
Políticas Domésticas
Mientras el rey peleaba en el extranjero, la política inglesa quedó en manos capaces de Hubert (Huberto) Walter, quien fue obispo de Salisbury en el 1189 y fue nombrado arzobispo de Canterbury en el 1193, Walter demostró ser un estadista capaz y los acontecimientos y los acontecimientos desvelarían, que requerían eso exactamente, en el que estuviera al frente del "barco" llamado estado. Mientras estaba cautivo en el saro imperio romano germánico, el hermano menor de Ricardo, Juan, conspirando con el rey Felipe II de Francia; hizo el intento infructuoso de tomar el trono, pero Hubert logró contener al usurpador gracias a la ayuda de de otro ministro muy capaz, aunque algo insensible: quien se ocupo de las finanzas del reino en ausencia de Ricardo, el canciller, William (Guillermo) Longchamp. La guerra que se desencadenó fue una de asedios por hacerse con el control de los castillos de importancia estratégica como el de Nottingham y el castillo de Windsor, pero al final, la corona prevaleció. Ricardo perdonó la excesiva ambición de su hermano e incluso lo nominó como su sucesor. Hubert Walter también fue responsable de recaudar el considerable rescate que había logrado la libertad de de su rey. En el 1193 d.c. Walter fue nombrado jefe de justicia y se le dio la responsabilidad general del gobierno, cargo que ocupó hasta el 1199.
Un área de la cual el rey desconfiaba eran los torneos, esos eventos en la que los caballeros se atacaban entre sí en simulacros de batallas de caballería. Ricardo sólo permitió su organización bajo su licencia, permitiendo sólo cinco lugares para albergarlos, e hizo que los caballeros pagaran una tarifa de entrada. Esta última medida y la imposición de fuertes multas a cualquiera que se atreviera a realizar un evento no oficial, fueron un medio útil para llenar las arcas del estado, que tan a menudo se vaciaban por las costosas aventuras militares del rey. Sin embargo, Ricardo también apreciaba que los torneos pudieran ser un campo de entrenamiento útil para sus caballeros y pronto, para enfrentarse a los franceses, cuyos caballeros eran famosos por su equitación, necesitaría un ejército tan hábil como pudiera reunir.
Dada la necesidad de Ricardo de financiar sus ejércitos durante su reinado, tal vez no sea sorprendente que no estuviera ni cerca del gran despilfarro en la construcción de castillos, a diferencia de lo que había hecho su padre. Hubo una gran inversión en la renovación, y ampliación de la torre de Londres en el 1189-90, como se indica en los registros de gastos, pero por lo demás, la construcción de castillos se detuvo a medida que avanzaba la década del 1190. Sin embargo, otra estrategia de recaudación de fondos del rey perennemente escaso de dinero fue abrir los bosques reales, a los nobles locales para la caza, con una tarifa adecuada, por supuesto. Claramente, Ricardo necesitaba todo el dinero que pudiera conseguir para los conflictos que estaban por venir.
Campañas en Francia y su muerte
Después de un breve período en Inglaterra y una segunda coronación en abril del 1194 en Winchester, Ricardo pasó gran parte de su tiempo en campañas contra Francia. Donde defendió las tierras angevinas, en contra de su antiguo compañero de cruzada, Felipe II de Francia. La relación se había detereorado cuando Ricardo decidió no casarse con la hermana de Felipe, Alicia, a pesar de que la pereja estuvo comprometida durante 20 años. Ricardo en cambio, se había casado con Berenguela de Navarra (1164-1230) el 2 de mayo del 1191, según lo dispuesto por su madre. Berenguela sería la única reina inglesa que nunca pondría un pie en su propio reino.
El monarca inglés, reunió un ejército para atacar a Felipe al exigir a sus barones que simplemente suminstraran al rey sólo siete caballeros cada uno en lugar de la fuerza de combate de vasallos habitual. Como alternativa, Ricardo exigió dinero en efectivo con el que podría comprar sus propios mercenarios. Era un arreglo que los barones estaban encantados de aceptar, ya que significaba que podían permanecer y defender si era necesario, sus propios castillos y tierras en lugar de abandonarlos a los oportunistas mientras estaban lejos en Francia.
Ricardo pudo haber descuidado las fortificaciones inglesas, pero invirtió mucho en Normandía, en particular construyendo el Chateau Gaillard junto al río Sena desde el 1197 para defender mejor sus reclamos territoriales allí. Entonces ocurrió el desastre. Ricardo fue herido de muerte en Aquitania durante su sitio del castillo de Chalus en el 1199. El rey, herido en el cuello por una flecha de ballesta, murió el 6 de abril después de que la herida se gangrenarse. Ricardo fue enterrado junto a sus padres en la abadía de Fontevraud, cerca de Chinon, mientras que su efigie esta en Ruan y contiene su corazón.
Legado
Como no tenía heredero Ricardo, fue sucedido por su hermano Juan, que reinaría hasta el 1216. El rey Juan de Inglaterra (también conocido como Juan "sin tierras") logró convertirse en uno de los reyes más impopulares de la historia de Inglaterra y su opresión y sus fracasos militares provocaron un importante levantamiento de barones que obligaron al rey a firmar la carta magna en el 1215 que se basaba en una constitución con el poder del monarca reprimido y con los derechos de los barones protegidos.
Ricardo, mientras tanto, ganó un estatus legendario como uno de los más grandes reyes guerreros, gracias a sus hazañas atrevidas y el amor y el respeto de sus soldados. Después de su muerte, los mitos solo se hicieron más grandes, comenzando con la novela anglo-normanda "Romance de Richard Coeur de Lion" publicada alrededor del 1250. Ricardo que ya había demostrado ser valiente, un enemigo acérrimo de los sarracenos y además un gran escritor de poesía, era el modelo mismo del caballero y la caballerosidad, por lo tanto, su leyenda creció en ese sentido. Las obras de arte medievales, mostraban al rey en una justa contra Saladino, se le atribuían grandes discursos sobre salvar a sus hombres o no sería digno de su corona, y surgieron historias de él como un enemigo tan decidido de los árabes que cocinaba y se comía a todo aquel que capturaba. Incluso hoy, la presencia de una estatua dramatizada del rey afuera de la casa del parlamento, es una muestra del lugar especial que Ricardo ha ganado y sigue ocupando en los corazones de los ingleses.
Finalmente, Ricardo ha dejado un legado duradero en la heráldica medieval. La elección del rey de los tres leones dorados (que originalmente, en Normandía, pudieron tratarse de leopardos) sobre un fondo rojo como su escudo fueron una extensión de los dos leones que usaba su familia. Los tres leones pudieron ser, figuras un poco desenfrenadas (en términos heráldicos) en un principio, pero tras hacerle un cambio y plasmarlos caminado hacia adelante con la cabeza vuelta hacia el espectador en la pose conocida como "passant guardant" (guardián pasante en español) se han convertido no sólo en parte del escudo de armas real inglés desde entonces. Pero también aparecen hoy en otras muchas insignias, especialmente deportivas como las selecciones de fútbol y cricket de Inglaterra.