La monumental estatua de Zeus en Olimpia en Grecia fue una de las siete maravillas del mundo antiguo. Creada en la década del 430 a.C. bajo la supervisión del maestro escultor griego Fidias, la enorme estatua de marfil y oro era incluso más grande que la de Atenea en el Partenón. Adorada por peregrinos de todo el Mediterráneo, la estatua fue objeto de innumerables imitaciones y definió la representación estándar de Zeus en el arte griego y romano en la escultura, las monedas, la cerámica y las piedras preciosas. Perdida en la época romana tardía tras su traslado a Constantinopla, la obra maestra de Fidias cautivó al mundo antiguo durante 1.000 años y era una visita obligada para cualquiera que asistiera a los antiguos Juegos Olímpicos.
Fidias, maestro escultor
El maestro escultor y arquitecto Fidias (activo aproximadamente entre 465-425 a.C.), que ya había supervisado la construcción del Partenón (447-432 a.C.) en Atenas junto a su estatua gigante de Atenea, la diosa patrona de la ciudad, fue convocado nuevamente para que produjera una escultura de Zeus que fuera igualmente monumental. La ubicación escogida fue Olimpia, en el Peloponeso occidental de Grecia, donde aguardaba un nuevo y enorme templo. Era allí donde se celebraban los juegos olímpicos panhelénicos cada cuatro años (776 a.C. - 393 d.C.). Olimpia por aquel entonces estaba controlada por la polis (ciudad-estado) de Elis y el lugar sagrado atraía a miles de viajeros, peregrinos y atletas de todo el Mediterráneo. La nueva estatua de culto y el templo que la albergaría serían excelentes adiciones que darían prestigio a Olimpia en un momento en que todavía se celebraban juegos rivales en otros sitios como Delfos, Nemea e Istmia cerca de Corinto. Además, una magnífica muestra de devoción a Zeus, padre de los dioses olímpicos y deidad suprema de la antigua religión griega, sólo podía ser algo positivo para el bienestar espiritual y material de los eleos y, de hecho, el de toda la antigua Grecia.
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Fidias era la elección perfecta para lo que sería un proyecto desafiante que requería cientos de artesanos y varios años de trabajo. El maestro escultor se mudó a Olimpia, y en excavaciones realizadas en el siglo XX se descubrió su taller, el cual contenía una sencilla copa o jarra de vino ática de figuras rojas (oinochoe) con la inscripción en griego Pheidio eimi: "Pertenezco a Fidias". El taller también contenía herramientas de marfil, un pequeño martillo para trabajar el oro y moldes para las piezas de una gran estatua femenina.
En el siglo V a.C., el santuario de Olimpia alcanzó su máximo punto de prosperidad y se inició la construcción de un enorme templo dórico de 6 x 13 columnas.
En el siglo V a.C., el santuario de Olimpia alcanzó su máximo punto de prosperidad y se inició la construcción de un enorme templo dórico de 6 x 13 columnas, cerca del año 460 a.C. Se finalizó alrededor del 457 a.C., fue diseñado por Libón de Élide y era el templo más grande de Grecia en ese momento, medía más de 20 metros (65,5 pies) de altura, 64,12 x 27,68 metros (210 x 91 pies) en el largo de sus lados con columnas de 10,53 metros (34,5 pies) de altura y 2,25 metros (7 pies) de diámetro en su base. Los frontones del templo presentaban magníficas esculturas: en el lado oriental estaba la mítica carrera de carros entre Pélope y Enómao, y en el frontón occidental una escena de la batalla contra los centauros (centauromaquia) acompañada por la majestuosa figura central de Apolo. Las metopas del templo representaban los trabajos de Hércules. Muchas de estas esculturas decorativas sobreviven hoy y se pueden ver en el museo del sitio arqueológico de Olimpia.
La estatua
En la antigua religión griega, un templo se consideraba la morada de un dios, como sugiere su nombre naos (morada). Por lo tanto, la estatua de la deidad en el interior era mucho más importante que el templo mismo. La figura solía colocarse en el centro del edificio, de modo que cuando se abrieran las puertas, se pudiera contemplar los sacrificios y las ceremonias que se realizaban afuera en honor del dios. Si los adoradores realmente creían que el dios habitaba de alguna manera la estatua es un punto discutible, pero lo cierto es que las oraciones y los gestos rituales estaban dirigidos directamente hacia ella. También es interesante resaltar que uno de los nombres comunes para una estatua en griego era zōon o "cosa viviente", tal era el esfuerzo del escultor por plasmar la materia viva en el bronce o en el mármol inerte. Ciertamente, la visión de Fidias de una estatua tan grande y reluciente en oro debía representar una epifanía sobrecogedora para el espectador, una que proporcionara un vínculo lo más estrecho posible entre la humanidad y lo divino.
LA VISIÓN DE FIDIAS era LA DE UNA ESTATUA TAN GRANDE Y BRILLANTE EN ORO QUE REPRESENTARA UNA EPIFANÍA SOBRECOGEDORA.
La estatua del poderoso Zeus tenía más de 12 metros (40 pies) de altura y representaba al dios sentado en un trono. Era más grande incluso que la Atenea Pártenos de Fidias en Atenas. La estatua de Zeus, como la de Atenea, era criselefantina, es decir, una combinación de oro y marfil sobre un centro de madera, con la piel del dios (cara, torso, brazos y piernas) en marfil y su barba, túnica y bastón en oro brillantes aplicado en láminas martilladas. Los detalles más finos se produjeron utilizando una amplia variedad de materiales: plata, cobre, vidrio (para los lirios decorativos de la túnica del dios), ébano, esmalte, pintura y joyería. Los moldes de arcilla descubiertos en el taller de Fidias destinados a una estatua similar sugieren que primero fue erigida allí por partes (el tamaño del taller coincide exactamente con las dimensiones del espacio interior del templo) y luego se volvió a ensamblar en su lugar final. La base de madera no estaba totalmente tallada, de lo contrario no habrían sido necesarios los moldes para dar forma a las piezas exteriores de oro.
La descripción más completa de la escultura a partir de fuentes antiguas se encuentra en la Descripción de Grecia del geógrafo y viajero griego Pausanias del siglo II d.C.:
El dios está sentado en un trono y está hecho de oro y marfil. Sobre su cabeza hay una guirnalda que imita los brotes del olivo. En la mano derecha lleva una Victoria (Niké), también hecha de marfil y oro; ella tiene una cinta y una corona en la cabeza. En la mano izquierda del dios hay un cetro adornado con toda clase de metales, y el pájaro que está sobre el cetro es el águila. Las sandalias del dios también son de oro al igual que su túnica. En su túnica están labradas figuras de animales y flores de lirio. El trono está adornado artísticamente con oro y joyas y con ébano y marfil. Sobre él, hay animales pintados e imágenes esculpidas. (Libro 5, sección 11)
El trono de Zeus, elaborado con marfil, ébano y oro, y con incrustaciones de vidrio y gemas, estaba adornado con esculturas en relieve que representaban una amplia gama de figuras de la mitología griega, muchas de las cuales eran consideradas descendientes de Zeus. Estaban las Gracias (Cárites), las Estaciones (Horas), varias Nikés, esfinges, amazonas y los hijos de Níobe. Las barras entre las patas del trono fueron pintadas por el hermano de Fidias, Paneno (Panainos), y representaban los trabajos de Hércules, Aquiles con Pentesilea, Hipodamía con Estérope, Salamina y escenas de Grecia. El dios posaba sus pies sobre un taburete decorado con una escena de batalla en la que Teseo lucha contra las amazonas (amazonomaquia).
La figura de Zeus, el trono y el taburete estaban colocados sobre una base de mármol negro de Eleusis que medía 9,93 x 6,25 metros (32,5 x 20,5 pies) en sus lados. La base estaba decorada con escenas del nacimiento de Afrodita. Por último, la base estaba firmada por Fidias con las palabras "Fidias, hijo de Cármides, ateniense, me hizo".
La estatua se encontraba frente a un estanque poco profundo de aceite de oliva puro o diluido (a diferencia de agua en el caso de Atenea Pártenos) lo que ayudaba a mantener una atmósfera húmeda e impedía cualquier agrietamiento en las piezas de marfil. El reflejo de la estatua en el estanque era un efecto secundario adicional que contribuía al aura de divinidad. La estatua terminada fue presentada alrededor del año 430 a.C.
Las siete maravillas
Algunos de los monumentos del mundo antiguo impresionaron de tal manera a visitantes de todas partes por su belleza, ambición artística y arquitectónica y su enorme tamaño, que su reputación creció como lugares de visita obligada (themata) para el viajero y peregrino de la Antigüedad. Siete de estos monumentos se convirtieron en la "lista de visitas obligadas" original cuando escritores antiguos como Heródoto, Calímaco de Cirene, Antípatro de Sidón y Filón de Bizancio compilaron listas de los lugares más maravillosos del mundo antiguo. La gran estatua de Zeus entró en la lista de las siete maravillas del siglo II a.C., pero por aquel entonces ya era ampliamente conocida, imitada en esculturas y representada en pinturas de jarrones, piedras preciosas talladas y monedas del siglo IV a.C. en particular en el reverso de los tetradracmas de plata de Alejandro Magno (336-323 a.C.) y de las monedas de Elis.El emperador romanoAdriano (que reinó entre 117-138 d.C.) todavía usaba la misma imagen en sus monedas del siglo II d.C. Además de estas representaciones sobrevivientes, se conservan copias en mármol de los hijos de Níobe que estaban en el trono de la estatua.
Por todo lo anterior, la estatua de Zeus atrajo a personas de todo el mundo conocido. Individuos y ciudades-estado llevaban ofrendas a Zeus, que incluían dinero, bellas estatuas (incluidas la magnífica Niké de Peonio, alrededor del 424 a.C., y el Hermes de Praxíteles, de finales del siglo IV a.C.), trípodes de bronce, escudos, cascos y armas; lo que convirtió a Olimpia en un museo viviente del arte y la cultura de Grecia. Muchas ciudades también construyeron tesorerías: edificios pequeños pero impresionantes para albergar sus ofrendas y elevar el prestigio de su ciudad.
El emperador romano Teodosio I (que reinó entre 379-395 d.C.), para favorecer al cristianismo, decretó que se terminaran las demás prácticas de culto en su totalidad, incluidos los Juegos Olímpicos; los últimos Juegos Olímpicos se celebraron en el año 393 d.C. después de una serie de 293 juegos celebrados durante más de un milenio. Después de ese periodo, el sitio y el templo cayeron en mal estado hasta que fueron profanados alrededor del año 426 d.C. tras un decreto contra los templos paganos de Teodosio II (que reinó entre 402-450 d.C.) y luego completamente destruidos por terremotos en los años 522 y 551 d.C. Las ruinas finalmente quedaron cubiertas por el limo traído por el río Alfeo, que poco a poco cambió su curso con el tiempo.
Sin embargo, la estatua no corrió la misma suerte que el templo, ya que los dos estaban destinados a separarse y nunca reunirse. La estatua fue renovada varias veces, se repararon las grietas en el marfil y posiblemente se agregaron columnas de soporte debajo del trono. El emperador romano Calígula (que reinó entre 37-41 d.C.) intentó audazmente retirar la estatua y transportarla a Roma, pero según el escritor romano Suetonio (69-140 d.C.), el proyecto fue abandonado después de que el gigante Zeus misteriosamente emitiera una carcajada y los andamios de los trabajadores se derrumbaran. El siguiente ultraje fue cometido por el emperador romano Constantino I (que reinó entre 306-337 d.C.) al llevarse sus piezas de oro. Finalmente, la estatua de Zeus fue trasladada a Constantinopla en el año 395 d.C., que en aquel entonces era la capital del Imperio romano de Oriente, donde fue destruida, junto con el templo o palacio donde se ubicaba, durante un terremoto o un tsunami en el siglo V o más probablemente en el siglo VI. Una teoría alternativa, registrada en las obras de los historiadores Zonaras y Cedrón, es que la estatua fue destruida por un incendio en el año 475 d.C. Independientemente de las causas exactas de su desaparición, las descripciones de escritores antiguos y las cautivadoras imágenes en obras de arte y monedas antiguas son todo lo que sobrevive de una de las maravillas del mundo antiguo, la única que alguna vez fue genuinamente venerada.
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Profesional en lenguas con estudios literarios. Profesor de castellano, escritor, traductor y entusiasta de la historia. Áreas de interés: literatura, artefactos antiguos, la historia de las religiones, la astrología, la arquitectura, la historia militar y del arte.
Mark es un autor, investigador, historiador y editor de tiempo completo. Se interesa, en especial, por el arte y la arquitectura, así como por descubrir las ideas compartidas por todas las civilizaciones. Tiene una maestría en filosofía política y es el director de publicaciones de World History Encyclopedia.
Cartwright, M. (2018, julio 24). Estatua de Zeus en Olimpia [Statue of Zeus at Olympia].
(D. V. Caballero, Traductor). World History Encyclopedia. Recuperado de https://www.worldhistory.org/trans/es/1-17187/estatua-de-zeus-en-olimpia/
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Cartwright, Mark. "Estatua de Zeus en Olimpia."
Traducido por Diego Villa Caballero. World History Encyclopedia. Última modificación julio 24, 2018.
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Cartwright, Mark. "Estatua de Zeus en Olimpia."
Traducido por Diego Villa Caballero. World History Encyclopedia. World History Encyclopedia, 24 jul 2018. Web. 20 nov 2024.
Licencia y derechos de autor
Escrito por Mark Cartwright, publicado el 24 julio 2018. El titular de los derechos de autor publicó este contenido bajo la siguiente licencia: Creative Commons Attribution-NonCommercial-ShareAlike. Por favor, ten en cuenta que el contenido vinculado con esta página puede tener términos de licencia diferentes.