Batalla de Hattin

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Mark Cartwright
por , traducido por Rodrigo Pedraza
Publicado el 30 octubre 2018
Disponible en otros idiomas: inglés, francés, italiano, portugués, turco
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The Battle of Hattin, 1187 CE (by Unknown Artist, Public Domain)
La batalla de Hattin, 1187 d.C.
Unknown Artist (Public Domain)

La batalla de Hattin en julio de 1187 en el actual Israel fue una de las grandes victorias de Saladino, el sultán de Egipto y Siria (r. 1174-1193). El ejército del Reino de Jerusalén y sus aliados latinos fueron totalmente derrotados y, poco después, Jerusalén también fue capturada. La derrota condujo a la destrucción casi total de los Estados cruzados en el Medio Oriente y desencadenó la tercera cruzada (1189-1192), en gran medida infructuosa.

Prólogo

Los Estados cruzados del Levante se crearon poco después de la primera cruzada (1095-1102), y eran el Reino de Jerusalén, el Condado de Edesa, el Condado de Trípoli y el Principado de Antioquía. El primero, con su capital en Jerusalén, era el más importante, y aunque controlaban muchas ciudades y excelentes castillos que se enriquecían con el comercio que llegaba a través del Levante, los colonos cruzados siempre estuvieron escasos de mano de obra. La segunda cruzada (1147-1149) fue un fracaso estrepitoso, y el condado de Edesa dejó de existir en 1149, invadido por el gobernante independiente de Mosul (en Irak) y Alepo (en Siria), Nur ad-Din (a veces también escrito Nur al-Din, r. 1146-1174). Con la expansión de las Cruzadas a la península ibérica y la región del Báltico, el Oriente latino corría peligro de ser descuidado y olvidado por las coronas occidentales de Europa.

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EL ROMPECABEZAS DE LA DOMINACIÓN AYUBÍ ESTABA CASI COMPLETO; TODO LO QUE QUEDABA ERAn LOS PEQUEÑOS ENCLAVES DE LOS ESTADOS CRUZADOS QUE SABÍAN BIEN DE LA TORMENTA QUE SE avecinaba.

Entonces llegó a Oriente Medio una nueva y más peligrosa amenaza para los cristianos. Saladino, el fundador de la dinastía ayubí en Egipto, tomó el control de Damasco en 1174, Alepo en 1183 y Meiafarakin en 1185. Mosul cedió ante su reclamo de soberanía en 1186. El rompecabezas de la dominación ayubí estaba casi completo; lo único que quedaba ahora eran los pequeños enclaves de los Estados cruzados que conocían bien la tormenta que se avecinaba. Los llamamientos de ayuda al rey Felipe II de Francia (r. 1180-1223) y al rey Enrique II de Inglaterra (r. 1154-1189) cayeron en oídos sordos, a pesar de la oferta de regalar a los reyes la soberanía sobre los Estados cruzados. Mientras tanto, el 1 de mayo de 1187, el ejército de Saladino infligió una grave derrota a un pequeño ejército latino en Seforia. Era una clara indicación de que los caballeros occidentales fuertemente armados estaban lejos de ser invencibles.

Comandantes y ejércitos

El ejército de Saladino estaba compuesto por sus propios guardaespaldas de élite (los mamelucos, que en su mayoría eran de origen turco-kurdo y entrenados desde niños), mercenarios (típicamente arqueros montados), tropas reclutadas en tierras ayubíes e incluso algunos voluntarios ávidos de aventuras y guerra religiosa. Durante varios meses, el ejército se feu reuniendo en un punto al sur de Damasco bajo la supervisión del hijo mayor de Saladino, al-Afdal. En Hattin, Saladino pudo así desplegar alrededor de 12.000 mercenarios y entre 6.000 y 12.000 soldados reclutados; 12.000 de estos hombres eran de caballería. Todo el ejército estaba organizado en tres divisiones, con Saladino al mando del centro en persona.

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Saladin
Saladino
Cristofano dell'Altissimo (Public Domain)

El ejército latino estaba dirigido por el rey del Reino de Jerusalén, Guy de Lusignan (r. 1186-1192) y contaba con más de 16.000 hombres. Los francos (como llamaban sus enemigos a los colonos cruzados) tenían entre 15.000 y 18.000 infantes y alrededor de 1.300 caballeros a caballo. Casi todos los francos sanos de los Estados cruzados habían sido llamados a filas y se habían comprado mercenarios adicionales utilizando el dinero anual que el rey Enrique II de Inglaterra enviaba a Tierra Santa para su defensa. Era un ejército grande pero no tan numeroso como el enemigo y, lo más importante, las ciudades y castillos de los Estados cruzados habían sido despojados de sus guarniciones para poder reunirlo. Se trataba de una apuesta de una sola tirada de dados; si el ejército de campaña latino caía, también caería el Oriente latino.

La batalla: los Cuernos de Hattin

El 3 de julio de 1187, Saladino atacó al ejército franco en movimiento mientras marchaba desde su base en Seforia hacia Tiberíades, que entonces estaba bajo asedio del ejército de Saladino, tal vez en un intento deliberado de convencer a los francos para que se movilizaran. La esposa de Raimundo de Trípoli quedó atrapada en la ciudadela sitiada de Tiberíades, y éste puede haber sido el factor decisivo en la movilización de los francos. Es significativo que los francos tuvieran que viajar a través de las colinas áridas de Galilea. La estrategia principal de Saladino era que sus arqueros montados hostigaran continuamente al enemigo y luego se retiraran rápidamente. El historiador del siglo XII Imad ad-Din al-Isfahani registró que "las flechas se clavaron en ellos, transformando a sus leones en erizos" (citado en Philips, 162). Con el tiempo, las líneas del ejército latino se estiraron demasiado y los caballeros templarios en la retaguardia se enfrentaron a los ataques más feroces, pero al caer la noche, el ejército logró acampar. El ejército musulmán hizo lo mismo, pero tenía la clara ventaja de poder traer suministros en camello desde el lago Tiberíades, especialmente agua.

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CUANDO EL CALOR ALCANZÓ SU MÁXIMO AL MEDIODÍA, LOS ARQUEROS DE SALADINO, EQUIPADOS CADA UNO CON 400 FLECHAS, RECIBIERON LA ORDEN DE LANZAR UN BOMBARDEO DEVASTADOR.

En la mañana del 4 de julio, los francos intentaron avanzar hacia el lago, situado a unos 10 kilómetros de distancia. Saladino respondió haciendo que sus hombres prendieran fuego en los arbustos circundantes, por lo que el calor y el humo sólo aumentaron la sed de los occidentales. Cuando el calor alcanzó su máximo al mediodía, los arqueros de Saladino, cada uno equipado con 400 flechas, recibieron la orden de lanzar un bombardeo devastador sobre el enemigo. En la confusión resultante, la infantería franca se dispersó, abandonando su habitual posición protectora alrededor de la caballería. Un grupo, liderado por Raimundo de Trípoli, rompió el cerco musulmán y escapó, aunque más tarde se sugeriría que se les había permitido salir mediante un acuerdo previo, tales eran las traicioneras rivalidades, la desconfianza y las riñas entre los nobles latinos. El desorden general de aquel fatídico día fue mencionado en una carta de la época enviada al Maestro de los caballeros hospitalarios en Italia. La disciplina de los francos no había sido tan buena como podría haber sido, y muchos de los guerreros occidentales no los siguieron cuando los caballeros templarios cargaron contra el enemigo. Como consecuencia, los templarios se encontraron aislados, rodeados y finalmente masacrados.

Los francos restantes se reunieron en las laderas de los picos gemelos del monte Hattin (en realidad una colina bastante grande, los restos de un volcán extinto). Los picos también fueron llamados los Cuernos de Hattin, nombre que más tarde se aplicó con frecuencia a la batalla misma. El lugar ofrecía una escasa protección gracias a una serie de muros en ruinas de la Edad del Hierro, pero ahora el resultado era inevitable. Dos últimas y desesperadas cargas dirigidas directamente a Saladino y su guardia personal fracasaron, y los musulmanes lograron la victoria.

Knights Templar
Caballeros templarios
Unknown Artist (Public Domain)

Una estrategia que el ejército musulmán había utilizado con gran éxito fue atacar los caballos de los caballeros occidentales -cuyas armaduras los hacían casi invulnerables-, reduciendo así su movilidad y permitiendo su captura. Como afirma Abu Shama, historiador árabe del siglo XIII:

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Un caballero franco, mientras su caballo estuviera en buenas condiciones, no podía ser derribado. Cubierto de pies a cabeza con una cota de malla que le hacía parecer un bloque de hierro, los golpes más violentos no le causan ninguna impresión. Pero una vez muerto su caballo, el caballero es arrojado y hecho prisionero. En consecuencia, aunque los contamos (los prisioneros francos) por mil, no había ningún caballo entre el botín, mientras que los caballeros resultaron ilesos. (citado en Nicolle, 45)

Guy de Lusignan fue capturado pero tratado con hospitalidad y luego liberado, mientras que Reynard de Chatillon, que anteriormente había atacado una caravana musulmana en contravención de una tregua, recibió su merecido y fue masacrado sin piedad, el primer golpe provino de la cimitarra del propio Saladino. La mayoría de los demás nobles francos capturados fueron liberados tras el pago de un rescate, pero los plebeyos fueron vendidos como esclavos. Por el contrario, según el historiador árabe Ibn al-Athir (muerto en torno a 1233), todos los hermanos capturados de los caballeros hospitalarios y templarios fueron ejecutados porque Saladino temía sus habilidades de lucha y su devoción a la causa cristiana. El Maestro de los templarios, Gerard de Ridefort, se salvó del rescate, pero después de perder a unos 230 de sus caballeros, su orden estaba de rodillas.

Latin Surrender to Saladin, 1187 CE
Rendición latina ante Saladino, 1187 d.C.
Said Tahsine (Public Domain)

Saladino, además de obtener una famosa victoria, obtuvo el beneficio adicional de la reliquia sagrada de la Verdadera Cruz, capturada de la tienda real de Guy después de la batalla. La pérdida de un talismán espiritual tan precioso fue un verdadero golpe para los francos y para Europa occidental en general. Saladino celebró el éxito de Hattin erigiendo en el lugar un edificio con cúpula, cuyos cimientos todavía son visibles hoy.

Secuelas

Saladino siguió su victoria tomando el control de ciudades como Acre, Tiberíades, Cesarea, Nazaret, Jaffa e incluso, el lugar más sagrado de los santos, Jerusalén el 2 de octubre de 1187. Saladino aceptó rescates de aquellos cristianos latinos que podían permitirse comprar su libertad y esclavizó al resto (causando casi un colapso en el mercado de esclavos de Oriente Medio). A los cristianos orientales se les permitió permanecer en Jerusalén como grupo minoritario protegido. El Oriente latino prácticamente se había derrumbado; sólo Tiro permanecía en manos cristianas bajo el mando de Conrado de Montferrat, así como un puñado de castillos, incluido el Crac de los Caballeros, que resultarían muy útiles para el próximo contraataque.

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Occidente respondió a la pérdida de Hattin y a la inmediata caída de Jerusalén organizando la tercera cruzada. Una de las campañas cruzadas más grandes, estaría dirigida por tres monarcas europeos, de ahí su otro nombre de "Cruzada de los reyes". Los tres líderes fueron: Federico I Barbarroja, rey de Alemania y emperador del Sacro Imperio Romano Germánico (r. 1152-1190), Felipe II de Francia y Ricardo I de Inglaterra, Corazón de León (r. 1189-1199). A pesar de algunas victorias menores y la reconquista de Acre, Occidente no pudo arrebatar Jerusalén a Saladino, cuya dinastía ayubí continuaría gobernando hasta 1250 en Egipto y 1260 en Siria.

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Sobre el traductor

Rodrigo Pedraza
Magíster en Historia Militar con más de 20 años de servicio militar, actualmente realizando trabajos de investigación sobre desarrollo tecnológico en buques y memoria histórica con veteranos.

Sobre el autor

Mark Cartwright
Mark es un autor, investigador, historiador y editor de tiempo completo. Se interesa, en especial, por el arte y la arquitectura, así como por descubrir las ideas compartidas por todas las civilizaciones. Tiene una maestría en filosofía política y es el director de publicaciones de World History Encyclopedia.

Cita este trabajo

Estilo APA

Cartwright, M. (2018, octubre 30). Batalla de Hattin [Battle of Hattin]. (R. Pedraza, Traductor). World History Encyclopedia. Recuperado de https://www.worldhistory.org/trans/es/1-17504/batalla-de-hattin/

Estilo Chicago

Cartwright, Mark. "Batalla de Hattin." Traducido por Rodrigo Pedraza. World History Encyclopedia. Última modificación octubre 30, 2018. https://www.worldhistory.org/trans/es/1-17504/batalla-de-hattin/.

Estilo MLA

Cartwright, Mark. "Batalla de Hattin." Traducido por Rodrigo Pedraza. World History Encyclopedia. World History Encyclopedia, 30 oct 2018. Web. 24 dic 2024.

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