Marco Polo (1254-1324) fue un comerciante y explorador veneciano que viajó a China y sirvió al gobernante mongol Kublai Kan (1214-1294) entre los años 1275 y 1292 aproximadamente. Las aventuras de Polo son relatadas en sus propios escritos, Los viajes, donde describe los pueblos, los lugares y las costumbres del Oriente, entre ellos, la fabulosa corte del Kan. La obra causó sensación y fue uno de los principales factores en la creación de una imagen duradera en las mentes europeas de que China era una tierra fabulosa de riqueza y exotismo, casi demasiado fantástica para ser creíble. Incluso si quedan dudas respecto de adónde viajó y lo que vio con sus propios ojos, Marco Polo sigue disfrutando de la reputación como uno de los grandes exploradores mundiales de todos los tiempos y su trabajo proporciona percepciones inestimables sobre el gobierno mongol y Asia en general a finales del siglo XIII.
La corte de Kublai Kan
Marco Polo nació en el seno de una acaudalada familia de mercaderes venecianos en 1254; su madre falleció poco después del nacimiento de Marco. En 1271, con apenas 17 años, Marco acompañó a su padre y a su tío, Niccoló y Maffeo, en el que fue el segundo viaje de los adultos al Asia Oriental, visitando la corte del líder mongol Kublai Kan en China. El grupo estaba acompañado por dos frailes ansiosos de viajar como misioneros pero que, después de los contratiempos del viaje, solo llegaron hasta Armenia antes de regresar. Los Polo viajaron por tierra sobre las rutas comerciales bien establecidas y a menudo antiguas, incluyendo la(s) Ruta(s) de la Seda, que cruzaban las planicies, las montañas y los desiertos que se extendían de Europa hasta Asia. Atravesaron Persia y el Imperio del Ilkanato, Samarcanda y el Turquestán y luego a través del Kanato de Chagatai. A veces se detenían en ciertos lugares por meses mientras se recuperaban de la fatiga, la enfermedad o esperaban compañeros de viaje para agruparse y formar una caravana escoltada que podría soportar mejor los peligros del viaje por territorios salvajes plagados de bandidos. En 1275, después de una ruta de tres años y medio, los Polo finalmente alcanzaron la corte del Kan en su capital de verano de Shangdu (Xanadú).
El líder mongol Kublai Kan gobernaba en China como emperador de la dinastía Yuan (1276-1368) bajo el nombre de Shizu. Kublai, nieto de Chinggis Kan (también conocido como Genghis Kan, 1162-1227), creó el imperio mas grande que el mundo había visto, con el dominio mongol que se extendía desde el Mar Caspio hasta la península de Corea. La capital permanente de Kublai era Cambaluc (también conocida como Khanbalikh, Tatu o Daidu) en el sitio de la moderna Beijing (la que se convertiría en la capital de China en 1421) y su corte era famosa por su esplendor. El Kan era conocido como un entusiasta de la literatura, él mismo favorecía al budismo pero permitía que todas las religiones se practicaran y abrazaba la cultura china, a diferencia de sus predecesores. En pocas palabras, el Kan era un anfitrión ideal para recibir a un viajero como Marco Polo.
El joven veneciano sería convenientemente admirativo en su descripción del Kan:
Kublai, quien es llamado gran kan o señor, es de estatura mediana, esto es, ni alto ni bajo; sus extremidades están bien formadas y en toda su figura hay una justa proporción. Su tez es clara y, ocasionalmente, está teñida de rojo, como el tono brillante de la rosa, lo cual añade mucha gracia a su semblante. Sus ojos son negros y espléndidos, su nariz está bien formada y es prominente (112).
La admiración debió haber sido mutua ya que Marco fue designado emisario permanente e itinerante del Kan, una medida acorde con la política del gobernante mongol de no usar funcionarios chinos en la medida de lo posible. Parece que, así como Marco asombraría a Europa con sus relatos del Oriente posteriormente en su vida, así, también, él estaba destinado a viajar a las partes más remotas del Imperio mongol y luego regresaría ante el Kan y le informaría de los pueblos y las costumbres que había encontrado. Aprendió idiomas locales, tomó extensas notas en su rol como el emisario del Kan y quizás, incluso, fue nombrado vicegobernador de Yang Chow, un puesto que ocupó por tres años (aunque algunos estudiosos sostienen que el residió allí en alguna otra función).
Regreso y prisión
Marco, junto con su padre y tío, dejó finalmente China en 1292 después de estar unos increíbles 17 años con el Kan, quien sololos dejó salir muy a su pesar. La excusa era que Marco escoltaría a una princesa enviada por el Kan para casarse con un compañero gobernante mongol, Arghun, en Persia. El Kan les dio pasaportes de salvoconducto a través de su imperio y de los que eran sus estados vasallos, así como un regalo de despedida de joyas magníficas. Los Polo regresaron a su hogar en Venecia en 1295, el año después de la muerte de Kublai Kan, navegando en un viaje épico vía Vietnam, Sumatra, Sri Lanka y el golfo Pérsico. Habían estado fuera de Venecia por 24 años y tuvieron una comprensible dificultad para convencer a sus conciudadanos de quiénes eran. Las fabulosas joyas con las que regresaron les ayudaron mucho e incluso les dio a los Polo el sobrenombre de Millioni, aunque algunas fuentes sostienen que el nombre derivaba de que Marco constantemente repetía la vasta riqueza que él había visto en China.
La lealtad de Marco por su ciudad natal se mantuvo fuerte y el aventurero peleó en la guerra contra la rival tradicional, Génova, sirviendo como capitán en el mar. Marco fue herido y capturado por los genoveses en 1296 o 1298. Entonces fue hecho prisionero, pero al menos esto le dio la oportunidad de poner por escrito sus épicas aventuras en Asia. Bueno, realmente fue un compañero recluso, un tal Rusticiano de Pisa (también llamado Rustichello o Rustigielo), quien tomó dictado de Marco basándose en sus notas privadas hechas en Asia, a las cuales se hace referencia varias veces en el mismo texto.
Liberado de prisión, Marco vivió una vida tranquila a partir de entonces. Se casó y tuvo tres hijas. El aventurero murió a los 70 años en 1324 y fue enterrado cerca de la iglesia de San Lorenzo en Venecia. Una leyenda cuenta que en su lecho de muerte al explorador se le requirió que confesara que su libro era todo cuentos de hadas. Marco respondió que no había descrito ni siquiera la mitad de las maravillas que había visto.
Reaccion, controversia e influencia
Al trabajo final de las aventuras de Marco Polo, titulado sencillamente Il milione (“El millón"), ordinariamente se le da el título Los viajes de Marco Polo, también conocido como El libro de las maravillas en español. El manuscrito fue difundido hacia 1298 e inmediatamente causó sensación. Esta ventana al imposiblemente exótico y distante mundo del Oriente era irresistible. Los relatos fantásticos de gentes y costumbres increíblemente extraños cautivaron a la Europa medieval, ya que se hicieron varias traducciones del manuscrito original en francés. También hubo incrédulos que pensaron que Marco era propenso a la exageración y a la licencia literaria y que, quizás, jamás estuvo en todos los lugares en los que afirmó haber estado. Para ser justos, en el prólogo del libro se establece, desde el inicio, que es un recuento tanto de lo que Marco vio por sí mismo como de lo que otros le relataron de segunda mano, lo que incluye el folclore y los rumores.
Además de satisfacer la curiosidad de la gente acerca de lo que se encontraba más allá del horizonte en tierras lejanas y, sin duda, inspirando a algunos a seguir sus pasos, el trabajo de Marco Polo es también un registro histórico invaluable de gentes, lugares y prácticas culturales, aunque, como cualquier otro texto histórico, se deba tratar con precaución. Ciertamente hay algunas omisiones impactantes en el trabajo. Los estudiosos han notado que no menciona el té ni el vendado de los pies pero estos podrían no haber sido practicados por los mongoles como lo hacían los chinos. Tampoco menciona a la Gran Muralla de China pero, las secciones que pudo haber visto estaban en mal estado en aquel entonces (la muralla, después de todo, no había detenido a los mongoles) y la misma solo fue reparada durante el período tardío de la dinastía Ming. Otras omisiones, más difíciles de explicar, incluyen la escritura china, la impresión xilográfica y el uso de palillos. En cambio, Marco hace mención de prácticas chinas únicas, desconocidas para la época en Europa, tales como la circulación de papel moneda y el uso del carbón como un combustible doméstico. También es cierto que muchos puntos originales de duda sobre algunos de los contenidos del libro, especialmente respecto a nombres de lugares y puntos geográficos, han sido corroborados por las fuentes chinas y por la arqueología.
La obra de Marco, además de suscitar asombro y escepticismo por igual, tuvo algunas consecuencias no intencionales. Por ejemplo, corrompió el nombre de las tribus seminómadas kitanas (que para ese entonces presionaban con fuerza en las fronteras septentrionales de China) como "Catay" y este nombre se quedó en Europa por siglos para referirse, primero, solamente a la China septentrional y, posteriormente, al país completo.
Si bien China seguiría un período de relativo aislacionismo, después de la muerte de Kublai Kan y el ascenso de la dinastía Ming, el siguiente gran viajero mundial que acortaría la brecha entre Oriente y Occidente sería Zheng He (1371-1433), el almirante chino que viajó tan lejos como hasta el golfo Pérsico y África oriental durante sus siete épicos viajes por mar. Luego, en 1492, el mundo se expandiría mucho más cuando un lector particular de Los viajes fue inspirado por las narraciones sobre la fabulosa riqueza del Oriente para intentar encontrar una ruta que fuera hacia el oeste, a través de aguas inexploradas, y así alcanzar Asia por el mar: un tal Cristóbal Colón.
Los viajes
A continuación sigue una selección de pasajes de Los Viajes (todos tomados de la edición Konemann). Marco, no desconfiando en absoluto del valor de su obra, comienza su libro con la siguiente arrogancia:
Vosotros, emperadores, reyes, duques, marqueses, condes y caballeros, y todas las demás personas deseosas de conocer las diversidades de las razas de la humanidad, así como las diversidades de los reinos, provincias y regiones de todos los rincones del Oriente, leed este libro… (9)
Pasando a través de Irak en su camino a la distante China, Balsara y Baldach (Babilonia) tienen una mención:
… una ciudad llamada Balsara, en la vecindad de palmerales que producen los mejores dátiles del mundo. En Baldach hay una manufactura de sedas recamadas con oro y también de damascos, así como también terciopelos decorados con las figuras de pájaros y bestias. Casi todas las perlas traídas a Europa desde la India han pasado el proceso de perforación en este lugar. (29)
Sobre los tártaros, nómadas del Asia central:
Sus tiendas o cabañas están formadas por varas cubiertas con fieltro y al ser exactamente redondas y estar bien armadas, pueden juntarlas en un solo manojo e integrarlas como paquetes, los cuales transportan con ellos en sus migraciones, sobre una especie de carro con cuatro ruedas. Cuando tienen la ocasión de instalarlas de nuevo siempre hacen que la entrada se dirija al sur.
Sobre el amor de Kublai Kan por los árboles:
No lejos del palacio, sobre el lado norte, y casi a una distancia de un tiro con arco desde la muralla circundante, está un monte de tierra artificial, cuya altura es de cien pasos y el circuito en la base de cerca de una milla. Está tapizado con los más bellos árboles perennes, pues siempre que su majestad recibe información sobre un hermoso árbol que crece en algún lugar, lo hace desenterrar con las raíces y la tierra a su alrededor y, sin importar cuán grande y pesado pueda ser, lo hace transportar por medio de elefantes a este monte y lo incluye en la verde colección. Debido a este verdor perpetuo ha adquirido el apelativo de el Monte Verde. (118)
El misterio del papel moneda se describe por primera vez a las audiencias europeas:
La acuñación de este papel moneda es autenticada con tanta forma y ceremonia como si realmente fuese oro o plata puros; porque para cada billete un número de funcionarios, especialmente designados, no solo suscriben sus nombres sino que también colocan sus sellos y, una vez que todos lo han hecho de manera regular, el funcionario principal… luego de haber sumergido en bermellón el sello real confiado a su custodia, estampa con él el trozo de papel de tal manera que la forma del sello teñido con bermellón permanece impresa sobre él, y completa la autenticidad como dinero corriente y el acto de falsificación es castigado como delito capital. (143)
Sobre el eficiente sistema postal mongol y las estaciones para viajeros:
En cada gran carretera principal, a una distancia de veinticinco o treinta millas, según la ubicación de las ciudades, hay estaciones con casas de alojamiento para viajeros, llamadas yamb o casas de posta. Son edificaciones grandes y hermosas, cuentan con varios apartamentos bien amueblados, tapizados con seda y provistos con lo apropiado para personas de rango… En cada estación se mantienen 400 buenos caballos en constante disponibilidad para que todos los mensajeros que van y vienen por asuntos del gran kan y todos los embajadores puedan tener relevos y, dejando sus caballos cansados, puedan abastecerse con unos frescos …En sus dominios se emplean no menos de doscientos mil caballos de esta manera, en el departamento de correo, y se mantienen diez mil edificios con mobiliario adecuado. (146-7)
Sobre el embriagador vino de arroz de China:
La mayor parte de los habitantes de la provincia de Cathay beben un tipo de vino hecho de arroz mezclado con una variedad de especias y drogas. Esta bebida, o vino, como puede llamarse, es tan buena y está tan bien aromatizada que no desean nada mejor. Es clara, brillante y agradable al gusto y, al estar muy caliente, tiene la cualidad de embriagar más pronto que cualquier otra. (153)
Por último, sobre la manufactura del tinte añil en la ciudad india de Kollam, visitada por Marco Polo en el viaje de regreso a Venecia:
Tambien se fabrica aquí añil de excelente calidad y en grandes cantidades. Lo obtienen de una planta herbácea que es tomada por las raíces y colocada en tinas de agua donde se deja hasta que se pudra; entonces se exprime para extraer el jugo que, al exponerse al sol y evaporarse, deja una especie de pasta que se corta en trozos pequeños de la forma en la cual vemos que se usa. (274)