Dieta de Worms

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Joshua J. Mark
por , traducido por Antonio Elduque
Publicado el 08 diciembre 2021
Disponible en otros idiomas: inglés, francés, italiano
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Joseph Fiennes as Luther (by Eikon Film and NFP Teleart, Copyright)
Joseph Fiennes como Lutero
Eikon Film and NFP Teleart (Copyright)

La Dieta de Worms (enero - mayo de 1521) fue la asamblea convocada por Carlos V, emperador del Sacro Imperio romano, para abordar las obras del reformista Martín Lutero (1483-1546), en las que criticaba abiertamente a la Iglesia. Se exigió a Lutero que se retractase y, al no hacerlo, fue acusado de herejía, lo que marcó su ruptura oficial con la Iglesia.

Lutero llamó por primera vez la atención de las autoridades eclesiásticas tras la publicación, en 1518, de sus 95 Tesis (escritas en 1517). Lutero siguió predicando, escribiendo y publicando sus ataques contra la Iglesia; fue excomulgado en enero de 1521 y llamado a presentarse ante la asamblea en la ciudad de Worms. Lutero obedeció, con la promesa de un salvoconducto emitido por Federico III (el sabio, 1463-1525) de Sajonia, y se presentó en el mes de abril. Rehusó retractarse y fue acusado de “hereje infame” y bandido, lo que lo convirtió en un criminal.

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Muy probablemente habría sido asesinado al salir de Worms de no ser capturado por los soldados de Federico III y llevado a su castillo de Wartburg, donde quedó bajo su protección. Ahí Lutero escribiría diversas obras influyentes y traduciría el Nuevo Testamento del latín al alemán. Por lo tanto, la Dieta de Worms es considerada como el evento central que marcó la aparición de Lutero como reformista cristiano, que actuó al margen de la autoridad de la Iglesia y estableció la base central de la Reforma protestante en Europa.

Las 95 Tesis de Martín Lutero

Lutero cuestionaría toda la visión, la jerarquía y la autoridad de la Iglesia, aunque al principio sus críticas se centraron en la venta de indulgencias.

Martín Lutero empezó cuestionando los preceptos de la Iglesia en privado, hacia 1513, cuando resolvió una crisis espiritual con la lectura de la Epístola de San Pablo a los romanos. El pasaje de Romanos 1:17, que incluye la línea “el justo vivirá por la fe”, lo llevó al convencimiento de que muchas de las políticas establecidas por la Iglesia medieval no eran acordes con la Biblia, porque imponían sobre los creyentes, de manera arbitraria, cargas que no se fundamentaban en las Escrituras. Con el tiempo, Lutero cuestionaría toda la visión, la jerarquía y la autoridad de la Iglesia, aunque al principio sus críticas se centraron en la venta de indulgencias.

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Las indulgencias eran documentos que se compraban para la remisión de los pecados, tanto de los vivos como de los muertos que sufrían los tormentos del purgatorio. La venta de indulgencias no era nada nuevo en la época de Lutero aunque, anteriormente, se emitían entendiendo que el receptor llevaría a cabo actos de penitencia. En tiempos del protorreformista inglés John Wycliffe (1330-1384) y el bohemio Jan Hus (ca. 1369-1415), a menudo se ofrecían las indulgencias sin esa estipulación. Todo lo que había que hacer era pagar una cierta cantidad de dinero para recibir un documento que perdonaba los propios pecados en vida o acortaba la estancia de un ser querido en el purgatorio.

Muchos estados del Sacro Imperio romano (del cual formaba parte la actual Alemania) prohibieron la venta de indulgencias pero, en 1516, el arzobispo de Maguncia, Alberto de Brandeburgo, recibió la dispensa del papa León X, que permitía las indulgencias en su región. Alberto había tomado prestadas grandes sumas de dinero para comprar su posición eclesiástica y necesitaba ingresos importantes para pagar sus deudas, mientras que el papa León X necesitaba dinero para reconstruir la basílica de San Pedro de Roma. Acordaron repartirse a partes iguales el dinero procedente de la venta de indulgencias y, en 1516, el fraile dominico y vendedor Johann Tetzel fue enviado a la zona.

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Johann Tetzel Selling Indulgences
Johann Tetzel vendiendo indulgencias
Johann Daniel Lebrecht Franz Wagner (Public Domain)

Lutero escribió sus objeciones a la venta de indulgencias en sus famosas 95 Tesis en un documento que, según la tradición, clavó en la puerta de la iglesia de Wittenberg, donde era profesor en una universidad cercana. Las 95 Tesis no eran más que disputas académicas que planteaban el tema para debate en el clero, y Lutero se las envió a Alberto de Brandeburgo, sin saber nada del acuerdo que tenía con el papa, en otoño de 1517. Los amigos y seguidores de Lutero tradujeron las tesis del latín al alemán y las publicaron, y esas copias fueron a su vez traducidas a otros idiomas y difundidas por Gran Bretaña, Francia, Italia y otros países, animando a otros a cuestionar la autoridad de la Iglesia.

Augsburgo, Leipzig y la excomunión

Entre las disputas de las 95 Tesis está la número 82: “¿Por qué el Papa no vacía el purgatorio a causa de la santísima caridad y la muy apremiante necesidad de las almas, lo cual sería la más justa de todas las razones si él redime un número infinito de almas a causa del muy miserable dinero para la construcción de la basílica?”; y la 83: “¿Por qué subsisten las misas y aniversarios por los difuntos y por qué el Papa no devuelve o permite retirar las fundaciones instituidas en beneficio de ellos, puesto que ya no es justo orar por los redimidos?”. Estas dos objeciones, junto con otras, desafiaban directamente la autoridad del papa y las políticas de la Iglesia.

Alberto de Brandeburgo envió las 95 Tesis a Roma tras analizar su contenido herético y el papa ordenó a Lutero presentarse y explicarlas. Sin embargo, Federico III consiguió organizar que Lutero se presentara en Augsburgo y que se enviara allí a un legado papal para examinarlo ante la Dieta imperial, en octubre de 1518. El cardenal Cayetano fue enviado, con instrucciones de arrestar a Lutero si no se retractaba, y ambos discutieron sobre las 95 Tesis durante tres días, en los cuales Cayetano intentó forzar la sumisión de Lutero, quien se mantuvo firme.

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Cuando el examen llegaba a su final, Cayetano recordó a Lutero que sus argumentos hacían eco de otros herejes anteriores, como Wycliffe y Hus, que habían insistido en la primacía de la interpretación individual de las Escrituras, desafiando las tradiciones de la Iglesia. El académico Roland H. Bainton describe la escena:

El cardenal recordó a Lutero que la propia Escritura tenía que ser interpretada. El papa es el intérprete. El papa está por encima de un concilio, por encima de todo en la Iglesia. “Su Santidad abusa de la Escritura”, replicó Lutero. “Niego que esté por encima de la Escritura”. El cardenal estalló, gritando a Lutero que se fuera y no volviera nunca, a menos que estuviera dispuesto a decir “me retracto”. (84)

Lutero salió de la sala y más tarde escribió a sus seguidores que “el cardenal ya no era más adecuado para gestionar el caso que un asno para tocar un arpa” (Bainton, 84). Esa imagen fue recogida más tarde por sus amigos, que publicaron panfletos, en sus ataques a la Iglesia, mostrando al papa como un asno y atribuyendo la comparación a Lutero. Cayetano no intentó en ningún momento arrestar a Lutero durante el examen, aunque no cabe duda de que lo habría deseado, y sus seguidores lo ayudaron a escapar de Augsburgo antes de que Cayetano tuviera otra oportunidad.

Martin Luther
Martín Lutero
Sergio Andres Segovia (Public Domain)

En junio de 1519, el teólogo Johann Eck (1486-1543), un viejo amigo de Lutero, organizó un debate en Leipzig con el también reformista Andreas Karlstadt (1486-1541). Lutero asistió al encuentro y de nuevo defendió que el papa no estaba por encima de la Escritura y que no tenía autoridad sobre las almas del purgatorio, cuyo estado de pecado no podía ser conocido por los vivos. Eck acusó a Lutero de herejía, comparándole a Jan Hus quien, en su momento, fue considerado hereje por la Iglesia y quemado en la hoguera, en 1415. Eck señaló que Lutero, como Hus, insistía en saber mejor que el papa o los concilios de la Iglesia cómo interpretar las Escrituras y le acusó del pecado de soberbia, al creer que era el único que sabía algo. Lutero replicó:

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Te diré claramente lo que pienso. Soy un teólogo cristiano; mi compromiso es, no solamente afirmar, sino también defender, la verdad, con mi vida. Quiero creer libremente y no ser esclavo de la autoridad de nadie, ya sea un concilio, una universidad, o un papa. Confesaré con confianza lo que crea cierto, tanto si es una afirmación de un católico o de un hereje, o si ha sido aprobado o reprobado por un concilio. (Bainton, 109)

El debate finalizó con ambas partes cantando victoria y siguió con los argumentos de cada una en una guerra de panfletos (entre ellos, la imagen del papa como un asno tocando la gaita), ya que Eck seguía con sus acusaciones de herejía y Lutero condenando al papa y a la Iglesia como anticristo.

El papa León X, al tener más noticias de ese conflictivo profesor alemán en junio de 1520, amenazó a Lutero con la excomunión si no se retractaba. Lutero quemó la bula papal públicamente en diciembre de 1520 y fue excomulgado en enero de 1521. Lutero fue considerado excluido de la gracia de Dios y de su Iglesia, y su caso fue derivado a las autoridades civiles, que le citaron a comparecer en la Dieta de Worms.

Dieta de Worms

A pesar de haber sido excomulgado, Lutero podía volver a ser un miembro respetable de la Iglesia si se retractaba. Pero para entonces, sin embargo, una retractación le hubiera hecho perder toda la credibilidad como teólogo cristiano y predicador del Evangelio. Sus 95 Tesis habían captado la atención de la gente y su rechazo a someterse a la autoridad de la Iglesia había hecho de él un héroe popular. El nuncio papal, Aleandro, a quien se encargó la organización del examen de Lutero en Worms, escribió a Roma:

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Martín está representado [en panfletos] con un halo y una paloma sobre su cabeza. La gente besa esas imágenes. Se ha vendido una cantidad tal que no he podido conseguir ninguna. [Otro panfleto muestra] a Jan Hus, a quien Lutero ha proclamado recientemente como su santo. En otra parte de la imagen el papa y los cardenales son amarrados por soldados de la guardia. No puedo salir a la calle porque los alemanes empuñan sus espadas y rechinan sus dientes delante de mí. (Bainton, 171)

Los terratenientes poderosos apoyaron a Lutero porque veían en él la esperanza de romper el poder de la Iglesia, que se extendía en forma de propiedad libre de impuestos e intrusión directa sobre sucesiones y alianzas. Los campesinos querían a Lutero por su desafío al estatus quo que les mantenía en la pobreza. Los seguidores de Lutero hicieron uso pleno de la imprenta para mostrarle como un segundo Cristo, venido para recuperar las enseñanzas verdaderas de Jesús de la corrupción de la Iglesia católica, y Lutero, un experto del espectáculo, estimuló esta imagen, llegando a Worms en abril igual que Jesucristo entró en Jerusalén el Domingo de Ramos:

Cuando llegó a Worms, el 16 de abril, dos mil personas se apiñaban en las calles intentando verlo. El nuncio papal Aleandro observó que, al bajar Lutero del coche, un monje saltó adelante para abrazarle y tocar su sotana por tres veces, como si fuera un santo. (Roper, 168)

El 17 de abril fue examinado por un tal Johann Eck (un teólogo distinto del de Leipzig), que le preguntó si iba a retractarse de sus obras. El examen había sido diseñado cuidadosamente para no dar a Lutero ninguna oportunidad de hablar, porque era reconocido como un orador poderoso. Las preguntas eran formuladas para no permitirle más que respuestas de sí o no. Lutero las evadió, señalando que sus obras contenían muchos temas diferentes y trataban asuntos diversos, de forma que no podía responder simplemente “sí” o “no” a las preguntas sobre todos ellos. Solicitó un aplazamiento, que le fue concedido.

Luther at the Diet of Worms
Lutero en la Dieta de Worms
Anton Werner (Public Domain)

Al día siguiente, cuando se esperaba que o bien asumiera la responsabilidad de sus obras o se retractara, Lutero manifestó que incluso sus enemigos respetaban muchos de sus trabajos sobre teología, de forma que no iba a rectificarlos, y que sus otros trabajos eran refutaciones honestas de la autoridad papal basadas en las Escrituras, y no podía retractarse de estos tampoco. El discurso de Lutero en la Dieta de Worms concluyó con las líneas siguientes:

A menos que esté convencido por la Escritura o por un motivo claro (para lo que no confío ni en el Papa ni en los concilios por sí solos, porque es bien sabido que con frecuencia se han equivocado y contradicho a ellos mismos), estoy obligado por las Escrituras que he citado y mi conciencia es cautiva de la Palabra de Dios. No puedo retractarme, ni me retractaré de nada, ya que no es ni seguro ni correcto el ir contra la conciencia… No puedo hacer otra cosa, aquí estoy, que Dios me ayude. Amén. (Roper, 172)

Tras su frase final, se dice que levantó el brazo en el saludo de caballero medieval que acaba de vencer en un combate.

Edicto de Worms

Carlos V respondió personalmente a los ataques de Lutero en una carta escrita esa misma noche:

“Nuestros ancestros, que eran príncipes cristianos, fueron sin embargo obedientes a la Iglesia de Roma que ahora es atacada por el Dr. Martín.” Parece poco probable que un monje pueda tener razón y siglos de teólogos eruditos estén equivocados. Él llegó a la conclusión de que Lutero y sus seguidores debían por tanto ser excomulgados y “erradicados”. Era una decisión clara para la Iglesia y para la tradición. Desde el lado imperial, el tema en discusión era quién tenía la autoridad para interpretar la Escritura. (Roper, 175).

El salvoconducto de Lutero, que le había concedido Federico III, todavía estaba en vigor y fue respetado, de manera que Lutero pasó unos días más en Worms mientras esperaba una respuesta, hasta que regresó a Wittenberg hacia el 26 de abril. Algunos de los nobles y del clero de Worms aconsejaron a Carlos V revocar el salvoconducto, arrestar a Lutero y ejecutarlo (como habían hecho las autoridades con Jan Hus en el Concilio de Constanza de 1415), pero Carlos V se negó, porque hubiera sido una deshonra.

Los panfletos transformaron al monje de Wittenberg en el héroe de la cristiandad y el vencedor del gran combate en la Dieta de Worms.

El 25 de mayo de 1521, tras un mes de encuentros en privado y discusiones sobre el destino de Lutero, se emitió el Edicto de Worms que lo declaró hereje y criminal. Había de ser arrestado y se ofreció una recompensa para cualquiera que colaborara con su captura; quien fuera descubierto ayudándolo de cualquier manera sería acusado de crímenes contra el estado.

Para entonces, sin embargo, hacía tiempo que Lutero había escapado y, además, no volvió a aparecer por Wittenberg, como se esperaba. De camino había sido secuestrado por soldados de Federico III, siguiendo sus órdenes, disfrazados de bandoleros. Hasta donde sabían los que viajaban con Lutero (salvo uno), había sido capturado por los bandidos, pero en realidad Federico III se lo llevó a su castillo de Wartburg, por su seguridad.

Conclusión

El dramático desafío de Lutero en la Dieta de Worms acabó con cualquier esperanza de reconciliación con la Iglesia y lo elevó al estatus de santo entre la gente del campo. Poco después de ser publicado el edicto, apareció un panfleto describiendo el evento con el estilo de la narrativa bíblica de la Pasión de Cristo, con Carlos V en el papel de Poncio Pilato y los dignatarios católicos como los sumos sacerdotes que pedían la crucifixión de Cristo; por supuesto, Lutero era presentado en el papel de Cristo.

Nadie supo lo que sucedió con Lutero después de marcharse de Worms y Federico III tuvo cuidado en que nadie lo averiguara. Durante su estancia en el castillo de Wartburg, Lutero escribió numerosos panfletos destacados que fueron sacados a escondidas y publicados, de manera que la gente sabía que estaba vivo, aunque no dónde los escribía. Para cuando dejó Wartburg y volvió a Wittenberg, ya había comenzado la Guerra de los campesinos alemanes (1524-1525) (en parte inspirada por la comparecencia de Lutero en Worms) y el edicto no pudo ser puesto en práctica. Lutero era una figura demasiado popular como para arriesgarse a arrestarlo, y aunque algunos de sus seguidores fueron detenidos y ejecutados en los estados vecinos, no se hizo ningún intento de aplicar el Edicto de Worms en Alemania.

La comparecencia de Lutero en la Dieta de Worms contrasta fuertemente con la de Jan Hus en el Concilio de Constanza más de cien años antes. Igual que Lutero, Hus tenía seguidores devotos, contaba con la promesa de un salvoconducto e, inicialmente, tenía el apoyo tanto de campesinos como de nobles. Lutero, sin embargo, tenía un arma poderosa de la que Hus carecía, simplemente porque en 1415 la tecnología no estaba disponible: la imprenta.

La imprenta no se inventó hasta aproximadamente 1440 y ya había muchas en funcionamiento por toda Alemania cuando Lutero escribió sus 95 Tesis. La habilidad de Lutero para manipular la opinión pública mediante las palabras y las imágenes hizo la diferencia entre su momento en Worms y el de Hus en Constanza. Lutero era un escritor y orador habilidoso, bien versado en la escritura y confiado en sus conclusiones, pero lo mismo aplicaba para Hus. Lutero y sus seguidores evitaron de forma brillante que tuviera el mismo final que Hus, lo respetaban como figura del pueblo similar a Cristo, a través de panfletos en alemán, de forma que transformaron al monje de Wittenberg en el héroe de la cristiandad y el vencedor del gran combate en la Dieta de Worms.

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Sobre el traductor

Antonio Elduque
Soy doctor en Química y trabajo en el sector biomédico. También licenciado en Humanidades, especialmente aficionado a la Historia. Me gusta traducir porque obliga a una lectura lenta y cuidadosa, buscando el sentido del texto más que el significado de las palabras.

Sobre el autor

Joshua J. Mark
Joshua J. Mark no sólo es cofundador de World History Encyclopedia, sino también es su director de contenido. Anteriormente fue profesor en el Marist College (Nueva York), donde enseñó historia, filosofía, literatura y escritura. Ha viajado a muchos lugares y vivió en Grecia y en Alemania.

Cita este trabajo

Estilo APA

Mark, J. J. (2021, diciembre 08). Dieta de Worms [Diet of Worms]. (A. Elduque, Traductor). World History Encyclopedia. Recuperado de https://www.worldhistory.org/trans/es/1-20316/dieta-de-worms/

Estilo Chicago

Mark, Joshua J.. "Dieta de Worms." Traducido por Antonio Elduque. World History Encyclopedia. Última modificación diciembre 08, 2021. https://www.worldhistory.org/trans/es/1-20316/dieta-de-worms/.

Estilo MLA

Mark, Joshua J.. "Dieta de Worms." Traducido por Antonio Elduque. World History Encyclopedia. World History Encyclopedia, 08 dic 2021. Web. 20 nov 2024.

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