Aracne, del griego arákhnē (que significa araña) es una figura de la mitología griega conocida por su talento para tejer, quien desafió a la diosa Minerva para que se enfrentaran en una competencia. Tal y como lo narra Ovidio (43 a.C. - 17 d.C.) en Las metamorfosis, Minerva tejió las historias de los grandes logros de los dioses, lo que disgustó a Aracne, quien estaba dispuesta a probar que los humanos eran mejores que los dioses.
En total contraste con lo que Minerva había hecho, el tapiz de Aracne representaba los pecados que los dioses habían cometido contra los humanos y, aunque la obra era magnífica, la composición enfureció a Minerva, que a su vez humilló a Aracne y destruyó su tapiz. Reconociendo lo que había hecho y la gran afrenta que mostró ante Minerva y los dioses, Aracne tomó una soga y salió corriendo de la casa, decidida a suicidarse. Sin embargo, Minerva tenía otros planes; la convirtió en una araña, asegurándose de esta manera que con esta maldición, Aracne y su descendencia tejerían telarañas por el resto de sus vidas. Así fue como surgió la primera araña (los arácnidos).
Minerva es el nombre romano que corresponde a su equivalente griego Palas Atenea; en algunas versiones de este mito, Atenea es la protagonista en vez de Minerva.
El don de Aracne
Aracne era la hija del viudo Idmón, un comerciante y artesano especializado en el comercio de la valiosísima púrpura de Focea. Vivían en un pequeño pueblo llamado Hipepa en el reino de Lidia (actual Turquía).
Desde su más temprana edad, Aracne mostró una habilidad excepcional como tejedora. Su habilidad era el orgullo de toda Jonia y sus admiradores solían apiñarse alrededor de su pequeña cabaña para verla trabajar. Incluso las ninfas se sentían atraídas a salir de sus moradas situadas en el río Pactolo y en el monte Tmolos para ir a observar su talento. Causaba asombro ver la velocidad y la precisión con las que trabajaba con tanta gracia:
Y no solo contentas estuvieron,
De ver las vestiduras acabadas,
Adonde sus labores muestras vieron.(Ovidio-Sánchez de Viana, Las transformaciones de Ovidio, Libro VI, pág. 152/987)[1]
Elegía los colores casi sin pensar y era capaz de crear las escenas más realistas de bosques, playas, montañas y palacios, lo que producía una ronda de aplausos por parte de sus admiradores cada vez que terminaba otra obra maestra.
La opinión general era que a Aracne se le había dado un don que se otorgaba a los humanos una vez cada 500 años. Sin embargo, a pesar de las alabanzas que recibía por su trabajo, Aracne se mantuvo como una joven práctica. Sabía cuán afortunada era de tener este don y no tomaba crédito personal por él, aunque sí reconoció y valoró el talento que le habían dado.
El arte del tejido y del hilado se apreciaba muchísimo en el mundo de la antigua Grecia. Era parte integral de la sociedad y del bienestar humano ya que proveía los textiles para confeccionar la ropa y el mobiliario. Sin embargo, la primera vez que se le da al tejido un papel tan prominente en la mitología griega es en el mito de Aracne.
Aracne y Minerva (Atenea)
Una funesta tarde, en que el orgullo se apoderó de Aracne, negó que la diosa de las artesanías (Minerva) le había enseñado el arte de tejer y declaró que Minerva debía enfrentarse a ella en una competencia para saber quién de las dos era la mejor tejedora.
…venga esa diosa si quisiere,
Veremos quién merece ser loada.
Que si en hacer labores me venciere,
O en otros ejercicios de otra suerte,
Yo me pondré a la pena que me diere.(Las transformaciones de Ovidio, Libro VI, pág. 152/987)[2]
Minerva se disfrazó de anciana y se presentó a la cabaña de Aracne para sugerir que le pidiera perdón a la diosa con estas palabras: «Da ventaja a Palas santa diosa, Pídele perdón por tus errores, …» (Las transformaciones de Ovidio, Libro VI, pág. 152/987).[3] Indignada por este consejo y no habiendo reconocido que ella estaba hablando con la misma Minerva, Aracne le dijo a la anciana que la dejara en paz y declaró que estaba determinada a enfrentarse a Minerva. Aracne preguntó por qué Minerva todavía no había aparecido para enfrentársele. Minerva aprovecha la oportunidad para deshacerse de su disfraz de vieja bruja. Mientras que las ninfas y las otras mujeres le hacen homenaje a Minerva, Aracne se queda inmutable, rechaza ser víctima del pánico y retirarse del reto. Aracne y Minerva empiezan a trabajar en los telares rodeadas de una muchedumbre emocionada que las observa.
Entretejía la aguda lanzadera,
La trama, con los dedos arrojada,
Y extremada destreza, en gran manera.
…
La púrpura de Tiro entretejiendo,
Señalando las sombras delicadas,
Que poca diferencia van haciendo
Como si con el aire fueran señaladas, …(Las transformaciones de Ovidio, Libro VI, pág. 153/987)[4]
Minerva tejió la historia épica de los dioses y diosas del Olimpo, representando a cada uno de la manera más favorable: el majestuoso Jove o Júpiter (Zeus), el impresionante Neptuno (Poseidón) y la victoriosa Minerva (Palas Atenea). Entonces, fue un paso más allá; en cada esquina del tapiz mostró a los humanos que habían puesto a prueba la voluntad de los dioses y que habían sido castigados por ello. Al final, Minerva terminó su tapiz añadiéndole una orla de ramas de olivo, un símbolo de paz y un árbol sagrado para ella.
En respuesta a esto, en su tapiz Aracne representó la historia de los humanos, especialmente de las mujeres que habían sido perjudicadas. Estas eran las mujeres que los dioses habían engañado: Europa, Leda, Antíope, Dánae y Alcmena, entre otras. Y Allí estaban los mismos dioses cometiendo sus muchos pecados: Júpiter, Neptuno, Baco [(Dioniso)] y Saturno [(Cronos)]; todos transformándose de una figura a otra en su búsqueda de mujeres mortales, la personificación misma del engaño y la malicia.
Para darle el toque final a su tapiz, Aracne añadió flores y hiedra en la orla. El tapiz de Aracne era una maravilla. Ni siquiera Minerva podía negar la prueba de su talento cuando lo tenía delante de sus ojos.
La diosa se llena de ira
Y le arrebata la tela, y reprende
El desacato de pintar en ella
Los errores de los dioses, y pretende
Romperlos, y los rompió, ofendida.
Hirió la frente de Aracne…»(Las transformaciones de Ovidio, Libro VI, pág. 155/987)[5]
Sintiéndose avergonzada, Aracne se hizo un nudo en la garganta con la soga; estaba decidida a quitarse la vida en vez de sentir la vergüenza de ser humillada públicamente por la diosa. Minerva tuvo piedad de Aracne y la salvó de morir ahorcada; en lugar de esto, le roció una poción. Inmediatamente, Aracne se transformó en una araña.
Lo cual apenas hecho, se le cae
De la cabeza hermosa aquel cabello,
…
La nariz, y las orejas caen con ellos,
Pequeñísima se hace la cabeza,
El cuerpo antes gentil, dejó de ser bello.»(Las transformaciones de Ovidio, Libro VI, págs. 156-157/987)[6]
Ahora Aracne y sus descendientes estaban malditos a tejer telarañas sin sentido por el resto de sus días. Además, Minerva la castigó quitándole la habilidad de crear piezas de arte bellas con sentido.
Temas importantes
A lo largo de la historia, se han utilizado figuras legendarias y míticas como ejemplos de virtud o de fallas morales. La historia de Aracne y Minerva no es la excepción.
Tradicionalmente, la mayoría de los críticos consideran este mito simplemente como otra historia griega de retribución inmortal donde los mortales son puestos en su lugar. Aracne tuvo la osadía de ofender a los dioses y los representó de manera desfavorable, por lo que recibió su castigo. Por otra parte, una interpretación más moderna lo ve desde un punto de vista feminista; Aracne se enfrenta a la sociedad patriarcal que tanto prevalece en el mundo antiguo, especialmente en los mitos griegos antiguos. ¿Por qué debería quedarse callada ante las tantas fechorías de los dioses? Aun cuando Minerva sea una mujer, en tanto que diosa e hija de Júpiter, ella representa a la tradición de dominación masculina en el Olimpo y es una adversaria de Aracne en más de un sentido. La versión de la historia que narra Ovidio parece apoyar ambos puntos de vista.
El tapiz de Aracne critica abiertamente el Olimpo y el poder que Minerva representa. En vez de representar los tan gustados y populares nacimientos e historias heroicas de los dioses del Olimpo, como se esperaría encontrar en el mundo de la antigua Grecia y en una obra tan magnífica, Aracne teje los crímenes contra las mujeres mortales, sin avergonzarse de haberlos representado desfavorablemente. Minerva se siente ofendida por lo que se muestra en el tapiz de Aracne ya que lo ve como un mensaje directo que desafía la autoridad de los dioses del Olimpo. Aracne persiste en desafiar a Minerva y se rehúsa a dar marcha atrás, lo que termina causando su caída y la destrucción de su tapiz.
Influencia
En tiempos modernos, la historia de Aracne ha influido sobre muchos aspectos de la cultura popular. Aparece representada como uno de los personajes en numerosos libros de fantasía, series televisivas y películas. Aracne puede encontrase en los Héroes del Olimpo, una serie de libros del autor Rick Riordan; en un episodio de la sexta temporada de la popular serie televisiva estadounidense Supernatural (Sobrenatural), emitida por CW Television Network; en un episodio de la cuarta temporada de Hercules: The Legendary Journeys (Hércules: jornadas legendarias); e incluso en el primer número de la muy querida serie de cómics de Marvel. Dante Alighieri (1265-1321), el autor y poeta italiano, menciona brevemente a Aracne cuando describe la aparición del temible monstruo Gerión en el Inferno, la primera parte de la renombrada Divina Comedia.
La historia de Aracne y Minerva (Palas Atenea) es el tema central del celebrado cuadro Las hilanderas, también llamado Fábula de Aracne, creado por el artista español Diego Velázquez (1599-1660). La pintura de Velázquez representa vívidamente el mundo antiguo del tejido; no solamente los espectadores están en presencia de la batalla entre Aracne y Minerva así como del tapiz terminado, pero también la materia prima (la lana) y toda la difícil labor que se requiere para hacer tapices atrae sus miradas.
Aracne también es el nombre del proyecto experimental emprendido por el Air Force Research Laboratory (AFRC), esto es, el Laboratorio de investigación de la fuerza aérea estadounidense, vuelo que se llevará a cabo en el año 2025. Este experimento es fundamental para la construcción de un sistema operacional de transmisión de la energía solar y será el primer experimento de vuelo libre de la historia.