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La Guerra de Independencia de los Estados Unidos (1775-1783) fue un conflicto entre Gran Bretaña y sus 13 colonias norteamericanas, que declararon su independencia como Estados Unidos de América. Lo que comenzó como una rebelión dentro del Imperio británico adquirió un alcance global cuando Francia y España se unieron contra los británicos. La entrada en la guerra de estas potencias contribuyó a la victoria estadounidense al final.
Comienza la guerra
La guerra fue la parte central de una agitación política más amplia, la Revolución de las Trece Colonias (en torno a 1765-1789), que había echado raíces más de una década antes de que se dispararan los primeros tiros. La disputa entre Gran Bretaña y las Trece Colonias por la cuestión de los impuestos parlamentarios aumentó constantemente a medida que los colonos se dividieron en facciones; los whigs, o patriotas, se opusieron a los impuestos basándose en que eran inconstitucionales, mientras que los tories conservadores, o lealistas, siguieron apoyando a Gran Bretaña. Las tensiones a veces desembocaron en actos de violencia, como la masacre de Boston (1770) y el Motín del té (1773) también en Boston. También se sabía que un grupo de agitadores políticos conocidos como los Hijos de la Libertad atacaron a los leales, cubriéndolos con alquitrán y emplumándolos.
EL GENERAL THOMAS GAGE quiso SUPRIMIR LAS MILIciAS DE NUEVA INGLATERRA ANTES DE QUE tuvieran LA OPORTUNIDAD DE ATACAR.
En 1774, el Parlamento respondió al Motín del té en Boston al proclamar las llamadas leyes intolerables, cuyo objetivo era castigar a Boston por medio del cierre de su puerto al comercio. Igualmente se suspendió el gobierno representativo en Massachusetts. En septiembre de 1774, 12 de las 13 colonias enviaron delegados al Primer Congreso Continental, donde se decidió que las milicias de Nueva Inglaterra deberían comenzar a prepararse para un posible conflicto con los soldados británicos. En medio de estas crecientes tensiones, el gobernador militar de Massachusetts, el general Thomas Gage, sabía que no podía aplastar una rebelión con las escasas fuerzas que tenía a mano. Por ello trató de reprimir a las milicias de Nueva Inglaterra antes de que tuvieran la oportunidad de atacar. Su decisión fue capturar los depósitos de municiones que las milicias habían mantenido almacenados en varias localidades.
Poco después de la medianoche del 19 de abril de 1775, 700 soldados británicos de élite marcharon hacia la ciudad de Concord, donde se hallaba uno de esos arsenales. A pesar de los intentos de Gage de ocultar sus planes, los patriotas descubrieron sus intenciones con varios días de antelación. Tan pronto como las tropas británicas partieron, dos jinetes patriotas, Paul Revere y William Dawes, se dirigieron a alertar a las milicias. Cuando los soldados británicos llegaron a la localidad de Lexington, en la carretera de Concord, se encontraron con 70 milicianos. Después de un breve careo, se disparó un tiro; aunque se desconoce quién lo disparó, quedó inmortalizado como «el disparo que se escuchó en todo el mundo». Las fuerzas británicas respondieron disparando dos ráfagas de mosquete, matando a ocho milicianos e hiriendo a otros diez.
Después de expulsar a la milicia colonial de Lexington Green, los británicos continuaron hacia Concord, donde encontraron más resistencia por parte de 400 milicianos. Después de descubrir que los rebeldes ya habían retirado la mayoría de las municiones, los soldados comenzaron su retirada de 19 kilómetros (12 millas) hacia Boston. Las guerrillas patriotas los acosaron durante todo el camino y al final de la marcha habían perdido 273 hombres, frente a las 95 bajas rebeldes. Para entonces, el número de las fuerzas independentistas había aumentado a 15.000 hombres. Alentados por su victoria en las batallas de Lexington y Concord, los patriotas sitiaron a los 6.000 soldados atrapados dentro de Boston.
Washington toma el mando
Aunque los patriotas tenían ventaja numérica carecían de armas y municiones suficientes para ganar el asedio. Así que enviaron una expedición dirigida conjuntamente por Ethan Allen y Benedict Arnold para tomar el fuerte Ticonderoga en el lago Champlain. El ataque tenía por objetivo capturar la artillería del fuerte y asaltar Boston con ella. El 10 de mayo de 1775, Allen y Arnold tomaron por sorpresa a la guarnición y tomaron el fuerte sin derramar una gota de sangre. Mientras tanto, en las afueras de Boston, los patriotas decidieron atraer al ejército británico a un enfrentamiento. Para ello fortificaron la estratégica posición en lo alto de Breed's Hill. Los británicos no tuvieron más remedio que lanzar un asalto frontal. En la consiguiente batalla de Bunker Hill (17 de junio de 1775) los británicos se hicieron con la victoria, al horrendo precio de 1.054 bajas.
Para entonces, el Segundo Congreso Continental había asumido el papel de gobierno de las colonias rebeldes en tiempos de guerra. El ejército de Nueva Inglaterra ahora se conocía como Ejército Continental, y se nombró a George Washington para dirigirlo. Washington llegó a las afueras de Boston en julio de 1775 e inmediatamente se dedicó a fortalecer la disciplina y reforzar la jerarquía militar. En otoño, envió al coronel Henry Knox a recuperar la artillería de Ticonderoga. Al llegar en noviembre, Knox cargó los cañones en 42 trineos y los arrastró cientos de millas de regreso a Boston. Washington colocó las armas en las alturas que dominaban la ciudad. En lugar de soportar tal bombardeo, las fuerzas británicas evacuaron Boston el 17 de marzo de 1776.
La hora más oscura
El desempeño de sus tropas en el asedio de Boston animó al Congreso a autorizar la invasión estadounidense de Quebec, una colonia británica en Canadá, con la esperanza de obligarla a unirse a la rebelión. Los patriotas capturaron Montreal y sitiaron la ciudad de Quebec, pero sufrieron una aplastante derrota en la batalla de Quebec (31 de diciembre de 1775), donde murió su comandante, el general Richard Montgomery. Desmoralizados y plagados de viruela, los patriotas mantuvieron un asedio poco entusiasta de la ciudad hasta que la llegada de refuerzos británicos los obligó a retirarse.
En abril de 1776, Washington trasladó su ejército a la ciudad de Nueva York. Había previsto que su importancia económica y su ubicación estratégica la convertirían en el próximo objetivo de un ataque británico. Pronto se emostró lo acertado de su juicio. En julio, justo cuando Estados Unidos declaraba su independencia, el general británico William Howe llegó al puerto de Nueva York con un ejército de 32.000 hombres, incluidos regulares británicos y tropas auxiliares alemanas, comúnmente conocidas como hessianos. El 22 de agosto, Howe desembarcó en Long Island y cinco días después atacó las defensas estadounidenses en la colina de Brooklyn Heights. La batalla de Long Island resultó en otra derrota estadounidense y la pérdida de 2.000 tropas continentales.
Washington se vio obligado a evacuar Nueva York, que quedó bajo ocupación británica el 15 de septiembre. Howe persiguió a Washington y libró una serie de batallas en Harlem Heights (16 de septiembre), White Plains (28 de octubre) y Fort Washington (16 de noviembre). El Ejército Continental fue expulsado de Manhattan, a través de Nueva Jersey y del río Delaware. Al llegar diciembre su fuerza se había reducido a apenas 3000 hombres en harapos y enfermos. Washington sabía que el éxito de la revolución dependía de la supervivencia de su ejército, por lo que adoptó una estrategia fabiana; evitaría las batallas campales y atacaría sólo cuando se presentara la oportunidad.
A pesar de estar al borde de la victoria, los soldados británicos pasaron a los cuarteles de invierno. Consideraron al ejército continental demasiado débil como para ser peligroso. Washington actuó rápidamente. El día de Navidad de 1776, dirigió a su ejército de regreso a través del río Delaware y sorprendió a una guarnición hessiana en la batalla de Trenton a la mañana siguiente. Sin perder tiempo venció a la retaguardia británica en la batalla de Princeton (3 de enero de 1777). Estas victorias renovaron el apoyo a la revolución y evitaron la derrota durante al menos otra temporada de campaña.
Año del ahorcado
A pesar de los reveses en Trenton y Princeton, el nuevo año de 1777 encontró a los británicos confiados en la victoria. De hecho, los conservadores de la ciudad de Nueva York se refirieron a él como «el año del ahorcado», ya que los tres sietes del año recordaban a la horca de la que pronto se balancearían los rebeldes. Lord Germain, ministro de guerra británico, ordenó al general John Burgoyne avanzar hacia el sur desde Canadá a lo largo del río Hudson y capturar Albany, Nueva York. Con este plan se buscaba aislar a Nueva Inglaterra de las otras colonias. Germain esperaba que el general Howe avanzara hacia el norte desde Manhattan en apoyo al plan. Aunque hizo vagas promesas de ayuda, Howe no tenía intención de desempeñar un papel secundario frente a Burgoyne. En cambio, planeó su propia campaña para tomar la capital estadounidense, Filadelfia, con lo que creía que ganaría la guerra.
La ofensiva de Burgoyne, que comenzó el 20 de junio, recuperó Fort Ticonderoga y derrotó a una fuerza patriota en Hubbardton (7 de julio), pero a medida que penetró más profundamente en las selvas del norte del estado de Nueva York, descubrió que sus líneas de suministro se estaban agotando peligrosamente. Envió un destacamento alemán a buscar suministros, pero toda la fuerza fue aniquilada por la milicia en Bennington (15 de agosto). Aún así, el orgullo de Burgoyne le impidió dar marcha atrás. Cruzó hacia el lado oeste del Hudson, sólo para encontrarse cara a cara con el Departamento Norte del Ejército Continental cerca de Saratoga, Nueva York. Burgoyne luchó en dos enfrentamientos conocidos colectivamente como las Batallas de Saratoga (19 de septiembre y 7 de octubre), pero fue derrotado en ambas ocasiones. El 17 de octubre, sin señales de ayuda de Manhattan, Burgoyne rindió todo su ejército en lo que se convirtió en la mayor victoria estadounidense de la guerra hasta el momento.
Mientras Burgoyne luchaba en Nueva York, Howe comenzó su campaña en Filadelfia y desembarcó en Maryland a finales de agosto. Derrotó a Washington dos veces, en la batalla de Brandywine (11 de septiembre) y luego en Germantown (4 de octubre), pero no fue capaz de dar el golpe mortal. Luego ocupó Filadelfia, pero no logró capturar al Congreso Continental, que había evacuado prudentemente la ciudad. Aunque Howe había logrado su objetivo, la captura de Filadelfia no tuvo el efecto deseado, ya que el movimiento independentista no parecía estar más cerca de colapsar. Frustrado, Howe atribuyó su falta de éxito al apoyo inadecuado del Parlamento y dimitió.
Mientras tanto, el Ejército Continental se había trasladado a sus cuarteles de invierno en Valley Forge. Allí padecería la escasez de alimentos y ropa; alrededor de 2000 soldados murieron durante los siguientes seis meses debido al frío, la desnutrición y las enfermedades. El ejército se salvó cuando Washington recabó suficiente apoyo del Congreso para reorganizar el defectuoso departamento de suministros. El Ejército Continental también se sometió a un importante reentrenamiento en Valley Forge, bajo la cuidadosa dirección de soldados profesionales como el barón Friedrich Wilhelm von Steuben.
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Intervención extranjera
LA ENTRADA DE LAS POTENCIAS EUROPEAS TRANSFORMÓ UNA PEQUEÑA REBELIÓN EN UN CONFLICTO GLOBAL.
Francia había observado la guerra con interés desde el estallido de las hostilidades. Las ansias de vengar su humillante derrota en la reciente guerra de los Siete Años le hicieron suministrar armas y equipos a las colonias rebeldes. También se nombraron oficiales franceses como generales de división en el ejército continental, incluido el famoso Gilbert du Motier, marqués de La Fayette. La campaña de Saratoga convenció al ministro de Asuntos Exteriores francés, conde de Vergennes, de que Estados Unidos tenía posibilidades de vencer. A principios de 1778, Vergennes negoció una alianza con los Estados Unidos y Francia entró oficialmente en la guerra y envió una flota a América del Norte en abril.
En 1779, España también entró en la guerra, pero sólo como aliado de Francia. Los españoles querían debilitar a Gran Bretaña pero no querían reconocer la independencia de Estados Unidos por temor al efecto que tendría en sus propias colonias. La República Holandesa también ayudó a financiar la revolución y entró en guerra con Gran Bretaña en 1780. La entrada de estas potencias europeas transformó una rebelión pequeña en un conflicto global, que sobrextendió las capacidades militares británicas. Se libraron batallas en el Caribe, la India e incluso en Europa, donde un ejército franco-español llevó a cabo el Gran Asedio de Gibraltar (1779-83).
Estancamiento en el Norte
En mayo de 1778, el ejército británico evacuó Filadelfia. Al sustituto de Howe, sir Henry Clinton, se le había ordenado hacerse fuerte en Nueva York para prepararse ante un posible ataque francés. Washington le persiguió y le atacó en la batalla de Monmouth (28 de junio). En esta batalla el Ejército Continental se mantuvo firme durante cinco horas en el calor abrasador. Esta actuación elevó enormemente la moral de los patriotas. Luego, el ejército británico se retiró a la seguridad de la ciudad de Nueva York, y el Ejército Continental tomó posiciones en las afueras de la ciudad. Los dos ejércitos mantendrían aproximadamente estas posiciones durante los próximos tres años.
Por otro lado, la flota francesa llegó a la costa estadounidense en el verano de 1778. El almirante francés, el conde d'Estaing, acordó ayudar al general estadounidense John Sullivan a asaltar la ciudad de Newport, en Rhode Island, ocupada por los británicos. Sin embargo, después de que los barcos franceses fueran azotados por una tormenta, d'Estaing optó por navegar hacia Boston para reparaciones, dejando al ejército de Sullivan solo en la batalla de Rhode Island (29 de agosto de 1778). El año siguiente se produjeron acciones limitadas en el Norte, aunque los estadounidenses capturaron posiciones británicas clave en Stony Point y Paulus Hook. Washington aprovechó la tranquilidad para enviar al general Sullivan en una expedición punitiva contra las naciones iroquesas que se habían aliado con los británicos. La expedición de Sullivan destruyó más de 40 aldeas iroquesas en el norte del estado de Nueva York y quemó más de 160000 fanegas de maíz, lo que redujo enormemente el poder político de la Confederación iroquesa.
El Ejército Continental pasó el invierno de 1779-80 en Morristown, Nueva Jersey, donde experimentó un invierno aún más duro que en Valley Forge. La rápida depreciación de la moneda continental significó que el Congreso no pudo pagar a los soldados lo que se les debía, lo que llevó a varios regimientos continentales a amotinarse a principios de 1781. Con la esperanza de sacar provecho de las tensiones en el ejército continental, el general alemán Wilhelm von Knyphausen lanzó un ataque contra New Jersey, pero fue rechazado en las batallas de Connecticut Farms (7 de junio de 1780) y Springfield (23 de junio). En septiembre de 1780, la captura del mayor británico John André reveló que Benedict Arnold se había desilusionado de la causa patriota y había conspirado para vender la fortaleza de West Point al ejército británico. Arnold escapó de la captura y desertó al lado británico, mientras que su contacto, el mayor André, fue ahorcado por espía.
Campañas en el Sur
A medida que los combates se extinguían en el norte, los generales británicos cambiaron su atención hacia el sur de Estados Unidos. Se rumoreaba que el sur estaba repleto de lealistas, que recibirían al ejército británico con los brazos abiertos. Otra razón fue que el Sur proporcionaba a Estados Unidos gran parte de sus cultivos comerciales, incluidos arroz, añil y tabaco, cuya pérdida sería un duro golpe para el esfuerzo bélico estadounidense. En diciembre de 1778, como parte de su «estrategia del sur», el ejército británico capturó la ciudad de Savannah, Georgia, ligeramente defendida. Al año siguiente, un ejército franco-estadounidense fracasó en retomar la ciudad en el asedio de Savannah. Así Georgia se convirtió en el primer estado en volver a caer bajo control británico.
El éxito estimuló al general Clinton a lanzar una expedición mayor contra Charleston, Carolina del Sur, la ciudad más importante de toda la región. El asedio de Charleston fue posiblemente la mayor victoria británica de la guerra; Clinton no sólo capturó Charleston, sino que hizo prisionero a todo el Departamento Sur del Ejército Continental. Satisfecho con su victoria, Clinton regresó a Manhattan, dejando atrás a su segundo al mando, Lord Charles Cornwallis, para pacificar el resto de Carolina del Sur.
Esta decisión resultó más fácil de tomar que de cumplir. Aunque Cornwallis obtuvo una gran victoria sobre un ejército estadounidense reunido apresuradamente en la batalla de Camden (16 de agosto de 1780), los residentes de Carolina del Sur demostraron ser mucho menos lealistas de lo que le hubiera gustado. Varias milicias comenzaron a surgir en el interior de Carolina, dirigidas por hombres astutos como Thomas Sumter, Francis Marion y Andrew Pickens. Estas milicias utilizaron su conocimiento del terreno para atacar a grupos de soldados británicos para luego desaparecer en bosques y pantanos. Cornwallis intentó vencer a los rebeldes en su propio juego al formar milicias conservadoras, lo que provocó una sangrienta guerra civil en Carolina del Sur. Pero la fuerza de estas milicias conservadoras se quebró en la batalla de Kings Mountain (7 de octubre de 1780).
Después de que los británicos sufrieran otra derrota en la batalla de Cowpens (17 de enero de 1781), Cornwallis, frustrado, decidió marchar hacia Carolina del Norte para enfrentarse a un ejército continental al mando del general Nathanael Greene, que apoyaba a las milicias de Carolina del Sur. Cornwallis alcanzó a Greene en la batalla de Guilford Court House (17 de marzo de 1781), donde logró una victoria pírrica. siguiendo el ejemplo de Washington, Greene, logró escapar con su ejército intacto, privando a Cornwallis de una victoria decisiva. En lugar de perseguir a Greene a través de las Carolinas, Cornwallis decidió avanzar hacia Virginia, con la esperanza de que la reconquista del estado pusiera fin a la resistencia del Sur. Mientras tanto, Greene se enfrentó a las fuerzas que Cornwallis había dejado atrás en las Carolinas en las batallas de Hobkirk's Hill (25 de abril) y Eutaw Springs (8 de septiembre).
Yorktown y París
Tan pronto como Cornwallis invadió Virginia, fue reprendido por el general Clinton, quien le ordenó regresar a Manhattan bajo la falsa suposición de que Washington se estaba preparando para atacar la ciudad de Nueva York. El exasperado Cornwallis llevó a su ejército a la ciudad portuaria de Yorktown, fortificándola mientras esperaba que la Marina Real acudiera. Los estadounidenses vieron una oportunidad perfecta. Se envió una pequeña fuerza al mando del marqués de Lafayette para mantener a Cornwallis atrapado en Yorktown, mientras Washington al frente una fuerza combinada franco-estadounidense marchaba hacia el sur. Simultaneamente una flota francesa al mando del conde de Grasse derrotó a una flota británica en la batalla de Chesapeake (5 de septiembre), lo que cortó la retirada de Cornwallis por mar. El ejército aliado de Washington inició el asedio de Yorktown, que terminó con la rendición de Cornwallis el 19 de octubre de 1781.
Con la victoria estadounidense en Yorktown, la fase activa de la guerra llegó a su fin. El Parlamento ya estaba cansado de la guerra; el gabinete de lord North, que la había dirigido, cayó y el nuevo ministerio se ofreció a negociar la paz. El resultante Tratado de París de 1783 puso fin a la guerra; Gran Bretaña reconoció la independencia de los Estados Unidos, cuyas fronteras estaban fijadas en el río Misisipi. Washington y el nuevo comandante en jefe británico, sir Guy Carleton, negociaron un alto el fuego mientras las negociaciones de paz estaban en marcha, y las últimas tropas británicas evacuaron la ciudad de Nueva York en noviembre de 1783. La guerra finalmente terminó, dejando a los incipientes Estados Unidos la tarea de imaginar en qué clase de nación se convertirían.
¿Qué fue la Guerra de Independencia de los Estados Unidos?
La Guerra de Independencia de los Estados Unidos fue una guerra librada entre Gran Bretaña y sus trece colonias norteamericanas que declararon su independencia como Estados Unidos. Con la ayuda de Francia, España y los Países Bajos, Estados Unidos prevaleció y ganó su independencia en 1783.
¿Cuándo se libró la Guerra de Independencia de los Estados Unidos?
La Guerra de Independencia de los Estados Unidos comenzó el 19 de abril de 1775 y terminó en septiembre de 1783.
¿Dónde se libró la Guerra de Independencia de los Estados Unidos?
La Guerra de Independencia de los Estados Unidos se libró principalmente en la costa este de los Estados Unidos, aunque también se libraron batallas en Canadá y en la frontera occidental, así como en las Indias Occidentales, India e incluso en Europa (el Sitio de Gibraltar).
¿Quiénes lucharon en la Guerra de Independencia de los Estados Unidos?
La Guerra de Independencia de los Estados Unidos se libró entre los Estados Unidos en formación y sus aliados, que incluían a Francia, España y la República Holandesa, contra Gran Bretaña y sus mercenarios alemanes. Varias naciones indígenas también lucharon de cada lado.
Soy un joven graduado de inglés y ruso. Me encanta la historia, el arte y la filosofía. A través de la traducción puedo ayudar a acceder al conocimiento para entender mejor el mundo y tomar buenas decisiones.
Mark, Harrison W.. "Guerra de Independencia de los Estados Unidos."
Traducido por Luis Mario Caso González. World History Encyclopedia. Última modificación junio 10, 2024.
https://www.worldhistory.org/trans/es/1-22410/guerra-de-independencia-de-los-estados-unidos/.
Estilo MLA
Mark, Harrison W.. "Guerra de Independencia de los Estados Unidos."
Traducido por Luis Mario Caso González. World History Encyclopedia. World History Encyclopedia, 10 jun 2024. Web. 21 dic 2024.
Licencia y derechos de autor
Escrito por Harrison W. Mark, publicado el 10 junio 2024. El titular de los derechos de autor publicó este contenido bajo la siguiente licencia: Creative Commons Attribution-NonCommercial-ShareAlike. Por favor, ten en cuenta que el contenido vinculado con esta página puede tener términos de licencia diferentes.