Maurice Ravel

Maurice Ravel (1875-1937) fue un compositor francés de música clásica, más conocido por sus piezas para piano innovadoras y por sus obras orquestales, como Bolero y Dafne y Cloe. Se le denominó a veces compositor `impresionista´ y también se habló mucho de una rivalidad prácticamente inexistente con Claude Debussy (1862-1918). La obra de Ravel es reconocida por su orquestación compleja, a la vez que sofisticada y precisa.

Primeras etapas de su vida

Maurice Ravel nació en Ciboure, en el suroeste de Francia, el 7 de marzo de 1875. Su padre era suizo y su madre vasca. La familia se mudó a Paris cuando Maurice todavía era joven. Ravel aprendió piano lo suficientemente bien para ingresar en el Conservatorio de Paris a la edad de 14 años. Uno de los maestros de Ravel en el Conservatorio fue Gabriel Fauré (1845-1924). El compositor español Isaac Albéniz (1860-1909), que con frecuencia empleaba los ritmos y timbres de la música popular española en su obra, influyó al joven Ravel que admiraba enormemente la cultura española en general. Otras influencias musicales incluyeron a Richard Wagner (1813-1883), Emmanuel Chabrier (1841.1894), Franz Liszt (1811-1886) e Igor Stravinsky (1882-1971). Ravel también estaba interesado en la música rusa y en lo exótico, como por ejemplo los sonidos que se encontró en la Exposición de Paris de 1889, como la música gamelán javanesa con su uso de múltiples instrumentos de percusión, donde cada instrumentalista se va uniendo al grupo progresivamente para ir creando música cada vez más compleja.

El temprano interés de Ravel por la literatura renacentista lo empujó a poner música a los poemas de Clément Marot. Sus composiciones para piano fueron populares, en especial Pavane pour une infante défunte (Pavana para una princesa/infanta difunta). La pavana era un baile tradicional fúnebre en la corte española. La obra se llevó a cabo por primera vez en 1899 y más tarde Ravel la convirtió en una pieza orquestal. Otra obra para piano que exhibió el talento de Ravel fue Jeux d'eau (Fuentes) en 1901. Posteriormente, algunos críticos pensaron que Ravel había copiado el estilo “impresionista” de Claude Debussy, pero Jeux d'eau demuestra que esto no fue así ya que es anterior a las obras innovadoras de Debussy. Se habló mucho de esta rivalidad, pero en gran parte fue una invención de la prensa. El mismo Ravel escribió una vez: “Creo que yo siempre he seguido una dirección contraria a la del simbolismo de Debussy” (Schonberg, 536).

Ravel escribió el ciclo orquestal de canciones para mezzo-soprano Shéhérazade en 1903, que al parecer fue la gota que colmó el vaso para el Conservatorio ultraconservador. La música innovadora de Ravel no lograba obtener reconocimiento oficial, se presentó cuatro veces al prestigioso Prix de Rome (un concurso francés para enviar compositores a estudiar a Roma) sin éxito, incluso lo eliminaron en la primera ronda en 1905. Las piezas de Ravel eran populares entre el público, y el aparente abandono del compositor por parte del Conservatorio condujo a una protesta pública y a la dimisión del director. Ravel pasó el resto de la década de 1900 escribiendo las piezas para piano Sonatine (1903-5), y Miroirs (1904-5), el ciclo de canciones Histoires naturelles (Historias naturales, 1906) para voz y piano, música de cámara que incluye obras inusuales para arpa, y una de sus piezas orquestales más populares, Rapsodia española (1907-8).

Carácter

El historiador M. Wade-Matthews ofrece el siguiente resumen del carácter de Ravel:

Su pequeña estatura, su adicción a la ropa elegante y su higiene impecable le aseguraron la popularidad social. Su tendencia sexual sigue sin estar clara, pero nunca se casó y estuvo profundamente unido a su madre. (439)

Ravel fue parte de un grupo de artistas y críticos de ideas afines que se denominaban “Les Apaches”. La reputación de Ravel de compositor vanguardista aumentó en 1909 cuando fundó la Sociedad musical independiente para promover la música moderna de cualquier músico de cualquier género.

Obras escénicas y años de guerra

Ravel regresó a sus raíces vascas cuando recurrió por primera vez al escenario con su ópera cómica de un acto L'heure espagnole (La hora española, 1907-9). En 1911, escribió el ballet Ma mère l'oye (Mi madre la oca), que se adaptó de una suite de piano anterior. El ballet de tres movimientos Dafnis y Cloe (1909-12) se convirtió en su ojito derecho, aunque actualmente se tiende a producirlo como una pieza de concierto con arreglos de Ravel en 1911 y, de nuevo, en 1913. Esta transformación refleja la calidad indefinible de la pieza; Ravel describe la obra como “sinfonía coreográfica” (Arnold, 1528). El historiador H. Schonberg señala que “La suite nº 2 de Dafnis y Cloe se convirtió en una de las obras orquestales más populares del siglo”. (540)

La Primera Guerra Mundial comenzó en 1914, y Ravel trató de alistarse en el ejército y más tarde en las fuerzas aéreas, pero ambos lo rechazaron debido a su talla baja (tanto de altura como de peso). Con el deseo de ayudar a la causa francesa en la forma que pudiera, Ravel se unió al servicio de ambulancias y sirvió en el frente occidental como conductor. Finalmente, la mala salud del compositor le llevó a que le dieran de baja incluso de las ambulancias. Cuando volvió a componer, la guerra, su mala salud y la muerte de su madre en 1916 dieron como resultado una música nueva y más triste. La suite para piano Le tombeau de Couperin (La tumba de Couperin) se compuso en 1917, y cada uno de sus seis movimientos conmemoraban a un amigo de Ravel que había muerto en la guerra. Más triste incluso era La valse de 1920, concebida como un vals para el olvido y que Ravel describió como “poema coreográfico” (Arnold, 1528). La valse se escribió para el empresario de ballet ruso Sergei Diaghilev (1872-1929), pero él nunca la utilizó. Ravel nunca le perdonó a Diaghilev este desliz, y cuando los dos hombres se encontraron en 1925, el compositor se negó a estrecharle la mano al ruso. Diaghilev, igualmente enfurecido, retó a Ravel en duelo; pero, afortunadamente, más tarde lo convencieron para que se retractara.

En 1920 a Ravel le llegó el reconocimiento público cuando lo premiaron con el reconocimiento más prestigioso de Francia, la Legión de Honor. Ravel, que recordó a los jueces del Prix de Rome, rechazó el premio. El compositor no estaba en contra de los premios, sólo de las instituciones francesas, ya que aceptó el reconocimiento del rey de Bélgica y un doctorado honorífico de la Universidad de Oxford.

En 1921, Ravel compró una villa, La Belvédère, cerca de Paris en Montfort-l'Amaury. Allí vivió una vida tranquila con sus gatos. La villa, paulatinamente, se fue llenando del fruto de la pasión de toda la vida del compositor que era coleccionar arte y juguetes mecánicos.

Ravel compuso otra ópera en 1925, L'enfant et les sortilèges (El niño y los hechizos mágicos), que estaba ambientada en el mundo imposible de una infancia idílica poblada de animales y juguetes animados. Dos piezas para violín (una para acompañar al cello, la otra para piano) se finalizaron en 1922 y 1927 (tituladas Tzigane/Gitano y Sonata, respectivamente). Estas obras muestran que Ravel estableció un estilo único, como escribe el crítico musical Paul Griffiths: “La precisión de la orquestación de Ravel…revela un artista para el que la imaginación debía confirmarse por medio del cálculo” (Arnold, 1528). Esto, quizás, explica la descripción de Stravinsky de su amigo Ravel como el “relojero suizo” (ibid). El don de Ravel para la orquestación y la inventiva lo condujo a convertir muchas de sus obras para escenario o solistas en completas suites orquestales. También llevó a cabo la misma transformación orquestal en obras de otros compositores, cabe resaltar Cuadros de una exposición de Modest Musorgsky (1839-1881).

El Bolero de Ravel

1928 fue un año importante para Ravel. Visitó los Estados Unidos, donde conoció a George Gershwin (1898-1937) y quedó impresionado por la música de jazz que escuchó. Actualmente la pieza más famosa de Ravel es sin duda el Bolero, en origen un ballet de un acto que se estrenó en Paris en 1928. La obra se denomina así debido al dinámico baile español de un compás de ¾ (que posteriormente inspiró el baile cubano bolero-son), aunque el Bolero es algo más lento. La música es bastante peculiar ya que repite casi todo el tiempo de la pieza un tema en do mayor. El tema conduce a la pieza a través de 300 compases, sin cambiar nunca el ritmo para finalmente alzarse en un final espectacular. Ravel describió la pieza de la siguiente manera:

En 1928, a petición de Madame Ida Rubinstein, compuse un Bolero para orquesta. Es un baile bastante lento y uniforme a lo largo de su melodía, armonía y ritmo, este último marcado sin cesar por el tambor. El único elemento de variedad lo aporta el crescendo orquestal.

(Liner notes, Felix Aprahamian)

La obra, en lo que se refiere al uso de un conjunto de músicos, muestra la clara influencia de la música gamelán, como define a continuación la Enciclopedia de la música clásica:

La música está compuesta de sonidos de percusión homogéneos, con un timbre rico y patrones musicales complicados… Las composiciones emplean polifonía y patrones que se entrelazan, cada uno de los músicos añade una serie de notas a la melodía global para reproducir piezas rápidas y complejas sin exigir demasiado de ninguno de los músicos.

(Sadie, 15)

La primera coreografía del Bolero fue de Nijinskaya, con ejecuciones posteriores de Lifar en 1941 y de Béjart en 1961. El Bolero era realmente una novedad. Como señala el historiador musical M. Steen: “En su estreno, una dama gritó que su compositor estaba loco. Cuando se lo contaron a Ravel, dijo que la dama obviamente entendió la pieza”. (634).

El Bolero se utilizó en una película importante de Hollywood de 1934, también titulada Bolero, cuyos protagonistas, Carol Lombard y George Raft, interpretaban a una pareja de bailarines. El Bolero de Ravel irrumpió de lleno en la escena internacional en los Juegos Olímpicos de invierno de Sarajevo en 1984. Los patinadores británicos Jayne Torvill y Christopher Dean patinaron al ritmo de la música y ganaron la medalla de oro con puntuaciones perfectas de 6.0 puntos por parte de todos los jueces, una primicia en este deporte.

Las últimas obras de Ravel incluyeron dos conciertos para piano (1931) y un ciclo de canciones para la banda sonora de una película que se basaba en la historia de Don Quijote de Miguel de Cervantes (1547-1616), Don Quijote y Dulcinea (1932-3). Ambos conciertos para piano eran insólitos; el primero, denominado a menudo Concierto para la mano izquierda, se escribió solo para la mano izquierda debido a que fue el famoso pianista Paul Wittgenstein (1887-1961), que perdió su brazo derecho trágicamente en la guerra, el que se lo encargó a Ravel. El segundo concierto para piano tiene un toque de jazz.

Las obras más importantes de Ravel

Las obras más famosas de Maurice Ravel incluyen:

• Pavane pour une infante défunte – para piano/orquesta (1899/1910)
• Jeux d'eau – para piano (1901)
• Cuarteto de cuerda (1902-3)
• Shéhérazade – ciclo de canciones orquestales (1903)
• Miroirs – para piano (1905)
• Histoires naturelles – ciclo de canciones (1906)
• L'heure espagnole – ópera (1907-9)
• Gaspard de la nuit (1908)
• Dafnis et Cloe (1909-12)
• Ma mère l'oye – ballet/suite orquestal (1908/1911)
• Le tombeau de Couperin – piano/suite orquestal (1917/1919)
• La valse – vals (1918)
• L'enfant et les sortilèges (1925)
• Chansons madécasses – ciclo de canciones (1925-6)
• Bolero – ballet/pieza orquestal (1928)
• 2 conciertos para piano (1931)

Muerte y legado

Ravel tuvo mala salud durante sus últimos años. Es posible que sufriera la enfermedad de Pick, un tipo de demencia. Su estado se deterioró más después de un accidente automovilístico en 1932 que le dejó una tos incómoda. Durante los años siguientes, perdió la coordinación de sus miembros y sufrió pérdidas de memoria. El compositor tuvo una operación cerebral en 1937, pero la causa concreta de su estado se mantuvo en secreto. Ravel falleció en el hospital en Paris el 28 de diciembre de 1937. Nunca se casó, no existía conocimiento público de ninguna pareja, ni siquiera temporal, y no tuvo hijos.

Ravel influyó en compositores contemporáneos y en jóvenes como Ralph Vaughan Williams (1872-1958), que estudió con Ravel en París para ver si podía aprender del compositor francés; Manuel de Falla (1876-11946), John Ireland (1879-1962), y Arnold Bax (1883-1953). A pesar de que la historia ha demostrado que Ravel estaba equivocado, él no estaba convencido de su legado y escribió una vez:

Yo no soy uno de los grandes compositores. Todos los grandes han producido en gran volumen. Existe de todo en sus obras, lo mejor y lo peor, pero siempre en cantidad. Sin embargo, yo he escrito relativamente poco… y lo hice con gran dificultad. Realicé mi trabajo lentamente, gota a gota.

(Schonberg, 543)