Darío I

Definición

Radu Cristian
por , traducido por Rosa Baranda
Publicado el 10 abril 2017
Disponible en otros idiomas: inglés, francés
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Relief of Darius I from Persepolis (by درفش کاویانی, CC BY-SA)
Relieve de Darío I de Persépolis
درفش کاویانی (CC BY-SA)

Darío I (que vivió en torno a 550-486 a.C. y reinó de 522-486 a.C.), también conocido como Darío el Grande, fue el tercer rey persa del Imperio aqueménida. Su reinado duró 36 años, de 522 a 486 a.C. y durante este tiempo el Imperio persa llegó a su cénit. Darío lideró campañas militares en Europa, Grecia e incluso el valle del Indo, gracias a las que conquistó tierras y expandió su imperio. No solo recuperó el poderío militar, sino que también mejoró el sistema legal y económico y llevó a cabo proyectos de construcción impresionantes por todo el Imperio persa.

Ascenso al poder

Las fuentes primarias más importantes que nos hablan de su vida y su reinado son sus inscripciones, de las cuales el ejemplo más famoso es su inscripción trilingüe, en acadio o babilonio, en elamita y en persa antiguo, grabada en el relieve Behistún (Bisitun) del pueblo del mismo nombre y de su palacio en Persépolis. Aparte de esto, el historiador Heródoto también documenta su reinado en sus crónicas.

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Darío nació en torno a 550 a.C., el hijo mayor de Histapes y Rodoguna. La inscripción de Behistún menciona que su padre ocupaba el puesto de sátrapa (gobernador persa) de Bactria y de Persis durante el reinado de Ciro el Grande (559-530 a.C.) y de su hijo, Cambises (530-522 a.C.). Durante el reinado de Cambises, Darío ocupó el puesto de lancero (doriforos) y acompañó al rey en su campaña en Egipto dentro 528 y 525 a.C. Antes de partir para Egipto, Cambises nombró a Paticites como custodio del palacio real en su ausencia. Paticites vio la situación como una oportunidad para conseguir poder. Puso a su propio hermano, Gaumata, como un rey falso bajo el nombre de Bardiya, o Esmerdis, el hermano de Cambises, que se convirtió en el nuevo gobernante en 522 a.C. Cambises II regresó a su país siete meses más tarde para descubrir que no podía volver a tomar el trono. Algunas fuentes históricas dicen que se quitó la vida porque no pudo derrotar al rey impostor ni a sus partidarios, mientras que otras dicen que cayó en la marcha a través de Ecbatana, Siria, o a través de Damasco.

Ranks of Immortals
Filas de los Inmortales
dynamosquito (CC BY-SA)

No obstante, el reinado del falso rey no duraría demasiado. Heródoto nos cuenta que Fedimia, la hija del tío de Cambises, Ótanes, descubrió que el gobernante no era el hermano de Cambises. El padre de la chica, tras descubrir la verdad, reunió rápidamente un grupo de conspiradores que incluía a Hidarnes, Intafrenes, Megabizo y Darío, que en aquel momento todavía era el lancero del rey. Asesinaron a Gaumata, lo que dejó al Imperio persa sin un líder; los conspiradores tendrían que decidir sobre el futuro del imperio. Ótanes se desentendió, ya que solo quería privilegios especiales para su familia, Megabizo sugirió una oligarquía y Darío votó por una monarquía. Al no poder zanjar el asunto, todos ellos acordaron hacer una competición, y el ganador se quedaría con el trono. Se encontrarían a la mañana siguiente, a caballo, y aquel cuyo caballo relinchara primero al amanecer sería nombrado rey. Heródoto nos cuenta que Darío hizo trampas: supuestamente fue su sirviente, Oebares, el que hizo relinchar al caballo al dejarlo olerle la mano, que había restregado por los genitales de una yegua. En cualquier caso, el relincho del caballo, acompañado por los rayos y truenos de una tormenta, convencieron al resto de aceptar a Darío como su nuevo rey en 522 a.C.

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Aunque Gaumata había sido un falso gobernante, tan solo una parte de las satrapías reconocieron a Darío como su rey tras la coronación, tales como Bactria y Aracosia. Las demás vieron la muerte del falso rey como una oportunidad para ser independientes. Las revueltas estallaron en muchas regiones del imperio, incluidas Persis, Media, Partia, Asiria, Babilonia y Egipto, y a Darío le hicieron falta su ejército y su séquito personal para reprimir estos conflictos. Estos acontecimientos aparecen muy detalladamente en sus inscripciones, traducidas al inglés por Herbert Cushing, y también sirven como advertencia para los reyes futuros:

Dice Darío el rey: Oh, tú que serás rey
en el futuro, protégete ampliamente del Engaño;
cualquier hombre puede ser un embustero, el que merezca
ser castigado, castígalo, y haciéndolo deberás pensar,
"que mi país esté a buen recaudo". (30)

[...]
Dice Darío el rey: Oh, tú que serás
rey en el futuro, cualquier hombre que sea un embustero
o malhechor, (no seas) amigo de él; castiga(los)
con un castigo severo. (33)

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Campañas militares

El reinado de Darío estuvo marcado por sus grandes expediciones militares. Tras consolidar su poder en casa, se dispuso a asegurar las tierras de Egipto, que habían sido conquistadas por Cambises, y en 519 a.C. incorporó una gran parte de Egipto a su imperio. Al año siguiente, en 518 a.C., conquistó partes de India; según sus inscripciones, el norte de Punjab. Heródoto añade que India era la vigésima satrapía del imperio y que algunas partes del valle del Indo también fueron víctimas de la agresión persa.

La siguiente campaña importante fue en Escitia, en Europa, en 513 a.C. Los historiadores han propuesto varias teorías en un intento de clarificar el objetivo de esta campaña. Estas teorías van desde la simple conquista militar hasta un motivo más propagandístico: la venganza por un conflicto anterior durante el reinado de Ciro en el que los escitas atacaron a los medos. Otra posible razón es que Darío quisiera conquistar las tierras griegas occidentales y la campaña escita se realizara para intimidar a los griegos y que se rindieran.

Achaemenid Empire Map
Mapa del Imperio aqueménida
Fabienkhan (CC BY-SA)

No obstante, Darío se enfrentó a dificultades imprevistas. Los escitas evadieron el ejército persa mediante movimientos en falso y retirándose hacia el este mientras iban arrasando el país tras de sí. El ejército del rey persiguió al enemigo hasta el corazón de las tierras escitas, donde envió un mensaje a su gobernante, Idantirso, en el que le urgía que luchara o se rindiera. Como Idantirso se negó a hacer ni lo uno ni lo otro, la persecución continuó. Al final, la campaña se detuvo cuando varias semanas de enfermedades y privaciones pasaron factura en el ejército persa. La marcha se detuvo a orillas del río Volga y después el ejército puso rumbo a Tracia, donde Darío le ordenó a su general Megabizo que sometiera la región.

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Además de someter a Tracia a la influencia persa, Megabizo también conquistó las ciudades griegas circundantes. Mandó emisarios a Macedonia donde el rey Amintas se convirtió en un vasallo del imperio. Mientras tanto, Darío solidificó su control sobre Jonia y las islas del Egeo nombrando a nativos griegos como gobernantes o tiranos de las ciudades.

Guerras greco-persas

En 499 a.C., Aristágoras, el tirano de Mileto, convenció al sátrapa Artafernes de que costeara una campaña contra Naxos. Darío dio su consentimiento y nombró a Megabates, el primo de Artafernes, comandante del ejército persa. Se suponía que Aristágoras iba a suministrarles apoyo y provisiones, pero Megabates y Aristágoras se pelearon, y el primero traicionó al segundo e informó a los habitantes de Naxos de sus planes, saboteando así la campaña. Al verse desprovisto de ayuda, Aristágoras decidió rebelarse contra los persas. Fue en busca de otros aliados y, aunque no conseguiría el apoyo de Esparta, sí que logró que lo ayudaran tanto Atenas como Eretria, que aportaron tropas y barcos.

Tras seis años de conflicto, durante los cuales se atacaron Sardis, Chipre y el Helesponto, el ejército persa derrotó a los rebeldes en la batalla de Lade en 494 a.C., donde quedó destruida la mayor parte de la flota ateniense. Impertérrito, Darío reunió a su ejército y planeó la conquista de Atenas. Su ejército constaba de infantería y caballería, y estaba a las órdenes del general Datis. Las tropas marcharon de Susa a Cilicia, donde los barcos las transportaron a través del mar Egeo a la isla de Samos. Una vez allí, se reunieron con el ejército armado de Jonia y zarparon rumbo al norte, en dirección a Atenas.

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Persian Archers
Arqueros persas
mshamma (CC BY)

Mientras tanto, los atenienses empezaron a prepararse para la guerra. Enviaron emisarios a Esparta, pero tras reunir a sus aliados el ejército griego no contaba más que con 10.000 hombres, frente a los 100.000 persas. Superados en número como estaban, los generales griegos necesitaban una estrategia brillante. Dos de los generales aconsejaron enfrentarse al enemigo desde la seguridad de las murallas de la ciudad, pero Milcíades los convenció de que un ataque directo sería una mejor opción. El resto accedió a este plan, a condición de que Milcíades liderara al ejército en la batalla.

Los ejércitos enfrentados se encontraron en los campos de Maratón en 490 a.C. El persa, a pesar de superar con creces en número al griego, era lento y demasiado confiado. Así que los griegos se aprovecharon de la situación: cuando ambos ejércitos se aproximaban el uno al otro a paso tranquilo, de repente los griegos empezaron a correr a toda velocidad. Esta maniobra sorprendió a los persas, y antes de darse cuenta de lo que ocurría ya estaban metidos de lleno en la batalla cuerpo a cuerpo. Tras varias horas de lucha, los persas rompieron filas, y muchos de ellos corrieron hacia la seguridad de los barcos o de las montañas. Murieron 6.000 persas, mientras que los griegos no perdieron más que 200 hombres. Los bloques de mármol que los persas tenían la intención de usar para construir su monumento tras la batalla se acabaron usando para construir un monumento a los caídos griegos. Darío vio este revés como un insulto, así que decidió seguir luchando y preparó otra invasión. Sin embargo, este plan nunca vería la luz ya que Darío murió en 486 a.C.

Gobierno

El Imperio persa fue testigo de muchas mejoras durante el reinado de Darío. Estableció 20 provincias o satrapías, con un arconte o sátrapa en cada una. Las regiones vecinas tenían que pagar un tributo fijo; una cantidad justa estipulada por una comisión de funcionarios de confianza de Darío.

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DARÍO LE ATRIBUYÓ SU ÉXITO A AHURA MAZDA Y TODAS SUS LEYES SE CREARON EN NOMBRE DEL DIOS ZOROÁSTRICO.

También mejoró el sistema legal del gobierno persa sirviéndose del modelo babilónico de Hammurabi para crear el suyo propio e incluso copiar completamente algunas de sus leyes. Era labor de los jueces del imperio hacer cumplir las leyes, así que estos tenían que ser incorruptibles. Darío se deshizo de los oficiales nativos y los sustituyó por gente nueva leal a él. A pesar de que hoy en día los castigos pueden parecer brutales, ya que van desde las mutilaciones al cegamiento, la justicia no estaba ausente ya que los castigos dependían de la naturaleza y severidad del crimen. Este sistema nuevo resultó popular, e incluso tras la muerte de Darío algunas leyes seguían vigentes en 218 a.C.

En cuestiones de religión, es bien sabido que Darío era seguidor del zoroastrismo, o por lo menos era un creyente firme de Ahura Mazda. Esto se puede ver en sus inscripciones, en las que atribuye sus logros a Ahura Mazda, y en su sistema legal, en el que todas las leyes se han creado en nombre del dios zoroástrico. En las regiones bajo el control persa, se toleraban todas las demás religiones siempre y cuando se mantuviera la paz y la sumisión.

Economía y proyectos de construcción

Durante su reinado, Darío llevó a cabo varios proyectos de construcción impresionantes por todo el imperio. En Susa construyó un complejo palacial en el norte de la ciudad, que se acabó convirtiendo en su residencia favorita. Después vendría un grandioso proyecto en Persépolis; el complejo palacial contaba con un barrio militar, una tesorería, los aposentos del rey y una casa de invitados. Además de los palacios, Darío también terminó los proyectos arquitectónicos no finalizados de Ciro en Pasargada. En Egipto construyó muchos templos y restauró los que habían sido destruidos anteriormente.

Darius I Inscribed Stone Weight
Peso de piedra con inscripción de Darío I
Osama Shukir Muhammed Amin (Copyright)

Darío introdujo una nueva moneda universal, el darayaka (dárico), en algún momento antes del 500 a.C. Esta innovación facilitó la recaudación de impuestos sobre la tierra, el ganado y los mercados, cosa que mejoró los ingresos del imperio. Para mejorar aún más la economía y ayudar a los comerciantes, se introdujo un nuevo sistema estandarizado de pesos y medidas.

Muerte y legado

Tras la derrota de Maratón, Darío no quiso renunciar a su sueño de conquistar Grecia. Juró reunir un ejército aún mayor y liderarlo personalmente para luchar contra los griegos. Tras tres años de preparativos, época en la cual enfermó, estalló una revuelta en Egipto que no hizo sino empeorar su estado. Darío murió en octubre de 486 a.C. Su cuerpo fue enterrado en Naqsh-e Rustam en una tumba preparada de antemano, una costumbre entre los reyes persas. Tras su muerte, el trono pasó a manos de su hijo mayor con Atosa, Jerjes.

Tomb of Darius I, Naqsh-e Rustam
Tumba de Darío I, Naqsh-e Rustam
درفش کاویانی (CC BY-SA)

El reinado de Darío fue uno de los episodios más importantes de la historia del Imperio persa. Sus conquistas militares expandieron las fronteras de Persia, y sus reformas internas revitalizaron el imperio. Algunas de sus mejoras han sobrevivido hasta la actualidad, tales como sus leyes que son la base de la ley iraní actual.

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Sobre el traductor

Rosa Baranda
Traductora de inglés y francés a español. Muy interesada en la historia, especialmente en la antigua Grecia y Egipto. Actualmente trabaja escribiendo subtítulos para clases en línea y traduciendo textos de historia y filosofía, entre otras cosas.

Sobre el autor

Radu Cristian
Siempre he tenido pasión por el pasado, empecé con los dinosaurios a muy temprana edad y seguí a la historia con en el tiempo que finalizaba la preparatoria. Escribí ensayos para el colegio y participe en varios proyectos cuando estaba finalizando mi licenciatura.

Cita este trabajo

Estilo APA

Cristian, R. (2017, abril 10). Darío I [Darius I]. (R. Baranda, Traductor). World History Encyclopedia. Recuperado de https://www.worldhistory.org/trans/es/1-357/dario-i/

Estilo Chicago

Cristian, Radu. "Darío I." Traducido por Rosa Baranda. World History Encyclopedia. Última modificación abril 10, 2017. https://www.worldhistory.org/trans/es/1-357/dario-i/.

Estilo MLA

Cristian, Radu. "Darío I." Traducido por Rosa Baranda. World History Encyclopedia. World History Encyclopedia, 10 abr 2017. Web. 20 nov 2024.

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