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Una tumba es un espacio cerrado para el depósito de los restos de los muertos. Las tumbas, tradicionalmente, han estado ubicadas en cavernas, bajo tierra o en estructuras diseñadas específicamente con la finalidad de contener los restos de los seres humanos fallecidos y, a menudo, sus posesiones, los seres queridos, los amuletos o los artículos sagrados ya sea para proteger o dirigir al alma.
En la antigua tumba mesopotámica conocida como la Gran fosa de la muerte, descubierta en las ruinas de la ciudad de Ur, y que data del Período Dinástico Arcaico (2900-2334 a.C.), los sirvientes de la realeza se enterraron con el rey, para servirle en la otra vida, y esta misma práctica se observaba en otros lugares. Las tumbas a menudo contienen los llamados “ajuares funerarios”, artículos que el difunto requeriría en la próxima vida, y también cualquier otra cosa a la cual el difunto estaba especialmente apegado. La sepultura natufiense, en Israel, que se remonta en torno al 12000 a.C., contenía los restos de un hombre enterrado con su perro.
Las tumbas siempre se han considerado los hogares de los muertos y cada tumba siempre se erigía con este concepto en mente. La tumba es el lugar de descanso final de una persona fallecida cuya alma, no obstante, viviría en otro reino. La construcción de una tumba también reflejaría el estatus de la persona enterrada allí y de las creencias de una cultura en particular respecto a la vida en el más allá. Las culturas antiguas, desde Mesopotamia hasta Roma, sostenían que el fallecido vivía después de la vida y las historias sobre fantasmas (como la famosa del escritor romano Plinio el joven en torno al año 100 a.C.) tienen que ver con las apariciones causadas por un entierro inapropiado del muerto.
Las inscripciones antiguas de culturas tan diversas como Mesopotamia, China, Grecia y los mayas citan, todas, la importancia de un entierro respetuoso y el recuerdo del difunto y las terribles consecuencias de no hacerlo. Por lo tanto, la tumba se reconocía como un aspecto importante de los rituales mortuorios y lo ha sido por más de 5.000 años.
Las tumbas construidas por los egipcios para sus reyes, los faraones, fueron las más elaboradas en los tiempos antiguos. En el Período Arcaico (c. 3150 - c. 2613 a.C.), los egipcios construían mastabas, tumbas hechas de ladrillos de arcilla seca que se usaban para apuntalar pozos y cámaras excavadas en la tierra. En cada mastaba existía una habitación grande para las ceremonias que honraban al espíritu del difunto y una habitación adyacente más pequeña, el serdab, donde se colocaría una estatua de la persona fallecida para que el espíritu pudiese atestiguar y disfrutar las ceremonias. El pueblo llano continuaría utilizando la mastaba, la forma más antigua de tumba en Egipto, pero en el caso de la realeza esta se remplazaría por la estructura conocida como pirámide durante el Imperio Antiguo (c. 2613-2181 a.C.).
Las pirámides reales, comenzando con la pirámide escalonada en Saqqara, alcanzarían el cénit de su esplendor con la construcción de la Gran pirámide de Guiza (construida para el rey Keops o Kufú, quien gobernó entre 2589 y 2566 a.C.). Las pirámides se adornaban con pinturas que mostraban la vida y los logros del difunto rey y se llenaban con todas aquellas cosas que el espíritu necesitaría en la otra vida en el Campo de los juncos, el paraíso egipcio. También hubo monarcas que fueron enterrados en el área conocida como el Valle de los Reyes y sus tumbas eran elaborados hogares eternos, muy ornamentados, los cuales reflejaban su estatus de gobernantes divinos.
En la antigua Mesopotamia las tumbas se asemejaban a la mastaba en líneas generales pero, como en Egipto, las tumbas de la realeza eran más ornamentadas. Las tumbas reales de Ur, consideradas las más antiguas en Mesopotamia, fueron reveladas por las excavaciones arqueológicas llevadas a cabo en la década de 1920 por sir Charles Leonard Wooley en las cuales se encontraron muchas obras exquisitas de oro, lapislázuli y cornalina (de entre las que destaca la diadema de la reina Puabi). En la tumba que Wooley llamó la Gran fosa de la muerte, se encontraron los cuerpos de seis guardias y sesenta y ocho damas de la corte. Se piensa que estas eran las favoritas del rey y fueron seleccionadas para acompañarlo a la otra vida.
Los mesopotámicos, ya fuese al sur en la región de Sumeria o al norte en Acadia, estaban tan preocupados con el entierro apropiado de los muertos que a menudo construían tumbas dentro, o en la proximidad de sus hogares, así ellos podían seguir cuidando al fallecido y prevenir los problemas que surgían por las apariciones (la cultura maya, que también mantenía un arraigado temor a los fantasmas, observó igualmente esta práctica). En la antigua Mesopotamia los fantasmas se consideraban un hecho cotidiano de la vida y, aunque algunos los trataban con simpatía, por lo general la gente prefería evitar las visitas de los muertos.
Para evitar tales apariciones, los rituales funerarios debían cumplirse cuidadosamente y la tumba debía equiparse apropiadamente para el alma del difunto. En estas tumbas siempre se incluían las posesiones personales, como también los regalos, incluso los modestos, los cuales iban a ser ofrecidos por el fallecido a los dioses del inframundo al llegar allí. Los reyes, por supuesto, eran enterrados con obsequios más elaborados para los dioses, como lo atestiguan los ajuares funerarios de sepulturas a lo largo de Mesopotamia.
Las tumbas de los gobernantes mayas se construyeron de forma muy similar a las de los reyes de otras culturas: eran opulentas tanto en estilo como en estructura y estaban colmadas con todos los artefactos que alguien podría requerir en la otra vida. Las paredes de la tumba del rey K'inich Janaab Pakal de Palenque (que reinó de 603 a 683 d.C.) estaban adornadas con imágenes de la transición de Pakal de la vida terrenal a al reino de los dioses y él fue sepultado en un sarcófago cuidadosamente tallado que refleja el mismo tema.
Aunque algunos escritores han afirmado que las tallas representan a Pakal conduciendo un cohete y son, por lo tanto, prueba de la antigua interacción alienígena con los mayas, la comunidad académica no considera esta teoría sostenible. La talla sobre el sarcófago, la cual para algunos parece un cohete, es reconocida por los académicos como el Árbol de la vida en el cual Pakal asciende al paraíso. Al rey Pakal, igual que a otros gobernantes, se le concedió una tumba digna de su estatura y logros y se cree que fue construida por sus súbditos, quienes le consideraban digno merecedor de tal honor. Sin embargo, la tumba del primer emperador de China fue iniciada antes de su muerte y fue construida por trabajadores conscriptos provenientes de todas las provincia del país.
Las tumbas chinas y el mausoleo de Shi Huangti
La tumba de Shi Huangdi en China (que reinó de 221 a 210 a.C.) contenía más de 8.000 guerreros de terracota, sus armas, carros y caballos de tal manera que el emperador tendría en su otra vida un ejército listo a sus órdenes. Esta tumba, que se eleva a una altura de 43 metros (141 pies) se descubrió en 1974 en la ciudad de Xi'an y todavía no se ha excavado por el temor a las diversas trampas que se dice que Shi Huangdi concibió para proteger el inmenso tesoro con el que fue enterrado.
Para construir la tumba, la cual se suponía que simbolizaba el mundo sobre el cual Shi Huangdi reinaba y continuaría gobernando en la otra vida, fueron conscriptos más de 700.000 trabajadores. Otras tumbas en China, no tan grandiosas en tamaño o alcance, también reflejan la creencia de que el fallecido continuaría su existencia en alguna forma en otro reino y podría seguir ejerciendo influencia en los vivos, para bien o para mal, dependiendo de cómo se hubieran respetado sus restos y cómo se continuara honrando su memoria. Los perros en la antigua China a menudo se enterraban o sepultaban con el cadáver de su dueño para servirlo, protegerlo y guiar su alma en la otra vida.
Las tumbas en Grecia
En Grecia, las tumbas de los ricos estaban estrechamente relacionadas con el mausoleo moderno desde el punto de vista arquitectónico porque a menudo eran edificios de piedra ornamentados que albergaban al difunto reclinado o recostado. Como los griegos creían que recordar al difunto era necesario para que el espíritu tuviese una existencia prolongada en la otra vida, las tumbas griegas solían representar al difunto en escenas familiares (sentado a la mesa, disfrutando de la compañía de amigos y familiares, leyendo o relajándose con sus perros) para recordar a los vivos quien había sido esa persona en vida y como seguía existiendo después de la muerte.
Los griegos conmemoraban el aniversario de la muerte de una persona amada visitando su tumba y conversando con ella, asegurándose siempre de pronunciar su nombre para mostrarle al difunto que lo recordaban. En Atenas, debajo de la Acrópolis, las tumbas de los ciudadanos comunes exhiben el mismo tipo de escenas que aquellas de los más acaudalados y siempre enfatizan la importancia del recuerdo. Los soldados que morían en la batalla se solían enterrar en el mismo campo, en fosas comunes, debajo de un único marcador (usualmente un monumento con el nombre de la batalla y la fecha) que servía para honrar a los caídos. Sin embargo, era responsabilidad de los vivos mantener viva la memoria del difunto y, a menudo, la familia de un individuo erigía una lápida con ese fin que serviría en lugar de la tumba real en la ceremonia de aniversario de su muerte.
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Las tumbas del periodo micénico (c. 1700-1100 a.C.) se conocen como tumbas tolos, o de colmena, y se cree que derivan de los avances arquitectónicos minoicos iniciales en Creta. Una de las más famosas de estas tumbas tolos es el Tesoro de Atreo (también conocida como la tumba de Agamenón, en la foto de arriba) la cual fue construida en torno a 1250 a.C. Estas tumbas, al igual que en otras culturas, se consideraban como el lugar de descanso final del fallecido y, así, requerían un mantenimiento constante para honrar al espíritu de la persona en la otra vida recordando su tiempo en la tierra.
Tumbas neolíticas de Escocia e Irlanda
Las tumbas en Escocia, como la tumba de pasadizo de Maeshowe en las Orcadas, muestran una similitud extraordinaria con aquellas de la antigua Grecia, en particular la tumba tolos. La Tumba de las águilas (también en las Orcadas) se remonta al 3000 a.C. y en ella se encontraron los huesos de más de 300 personas enterradas allí a lo largo del tiempo. Entre los restos óseos de seres humanos estaban los de más de 700 águilas de cola blanca, los cuales le han dado su nombre a la tumba.
No se descubrieron objetos personales en ninguna de estas tumbas, pero esa ausencia se ha atribuido a los antiguos saqueos de tumbas. Al igual que en otras culturas, las tumbas neolíticas de Escocia estaban diseñadas como hogares de los muertos que conducían a un mundo subterráneo de ultratumba. En Maeshowe, por ejemplo, para entrar en la tumba había que apartar una gran piedra y descender a la cámara que representaba el mundo subterráneo.
Se puede ver esta misma construcción e ideología en la famosa tumba de pasadizo de Newgrange, en Irlanda, la cual es una de las tumbas más antiguas del mundo (anterior a las pirámides de Giza y a la civilización micénica) construida en torno al 3200 a.C. Newgrange, al igual que Maeshowe, se construyó cuidadosamente para permitir un único rayo de luz en la oscuridad de la cámara interna en el solsticio de invierno y se cree que esto era para simbolizar la vida eterna del fallecido.
Las tumbas de pasadizo más antiguas de Irlanda están en el condado de Sligo, con el mayor cementerio megalítico en Carrowmore. Otras tumbas a través de Irlanda (conocidas como dólmenes) están construidas en formas muy parecidas a las tumbas de Carrowmore. El dolmen de Brownshill en el condado de Carlow, sigue la costumbre de una cámara funeraria en la tierra pero se distingue por una piedra de cubierta posada sobre megalitos verticales que pesan 100 toneladas métricas (son consideradas las piedras mas pesadas en Europa) y la tumba conocida como El túmulo de los rehenes, en Meath, es similar a Newgrange en lo que respecta a como fue construída (c. 3000 a.C.) de manera tal que el sol naciente, en ciertos días, ilumina el interior de la cámara funeraria interior para simbolizar el renacimiento y la luz de la vida.
Tumbas de la India antigua
Este concepto es aparentemente equivalente en las tumbas de la India donde, originalmente, las tumbas eran cavernas o eran talladas en los acantilados rocosos pero, con el tiempo, evolucionaron a mausoleos los cuales celebraban la vida del difunto y aseguraban su inmortalidad a través del recuerdo de los vivos. La cremación era el método más común de tratar los restos de los muertos en la India y, por esta razón, las tumbas no se emplearon con tanta frecuencia como en otras culturas.
Las creencias religiosas hinduistas fomentaban la cremación y la dispersión de las cenizas del difunto pero, con la introducción del Islam en el país, se resaltó la importancia de los restos físicos del fallecido y las tumbas se esparcieron como un medio de honrar y recordar a los muertos. El ejemplo más famoso de esto, aunque no uno antiguo, es el Taj Majal construido en 1631 por Shah Jahan para su esposa.
Tumbas y catacumbas romanas
Las tumbas en la antigua Roma siguieron el mismo curso de desarrollo que en Egipto y en cualquier otro lugar, comenzando con el enterramiento subterráneo o en cuevas y evolucionando hacia las estructuras mas elaboradas para albergar a los muertos. Las tumbas romanas también celebraban la vida del individuo pero, a diferencia de aquellas en Grecia o en la India, a menudo se caracterizaban por inscripciones, en vez de esculturas o relieves, donde se podían leer y recitar los hechos del difunto.
Los romanos se enterraban en cementerios que se ubicaban fuera de la ciudad para marcar la división entre el territorio de los vivos y el de los muertos. Como en Mesopotamia, los romanos temían el regreso de los fallecidos en forma de fantasmas y, a menos que hubiesen sido invocados a través de la adivinación por un propósito específico o viniesen a entregar un mensaje, los visitantes espectrales se consideraban un mal potente. Como en otras culturas, se creía que la atención apropiada a la construcción y al equipamiento de la tumba era para prevenir tales apariciones.
Los romanos acaudalados se enterraban con gran pompa en elaboradas tumbas mientras que aquellos de medios más modestos se enterraban en cavernas fuera de la ciudad o se incineraban. La cremación de los muertos era el método más popular para deshacerse de los cadáveres y después las cenizas se depositaban en una urna en un lugar de honor en el hogar. Sin embargo, el auge del cristianismo y la nueva creencia en la resurrección corporal de los difuntos condujo a una disminución en las incineraciones y, a falta de espacio para los fallecidos en los cementerios, las catacumbas excavadas en la tierra, con anaqueles o repisas para cadáveres en las paredes, se convirtieron en la forma más común de tumba en la antigua Roma.
Generalmente se entiende como una tumba un espacio cerrado para un ser humano fallecido y se considera su última morada.
¿Por qué se construían las tumbas bajo tierra?
Las tumbas se construían bajo tierra porque las culturas antiguas consideraban que la otra vida era un mundo que existía bajo tierra. Se creía que la construcción de una tumba bajo tierra le daba al alma del difunto acceso más fácil a ese mundo.
¿Cuáles son las tumbas más antiguas del antiguo Egipto?
Las tumbas egipcias más antiguas son mastabas, construidas primero durante el Período Arcaico, hacia 3150-2613 a.C.
¿Por qué se consideraban importantes las tumbas?
Las tumbas se consideraban importantes como una forma de honrar a los difuntos, mantener viva su memoria, proporcionarles acceso a la vida después de la muerte y evitar su retorno como fantasmas.
Carlos es ingeniero metalúrgico de Barquisimeto, Venezuela. Desde la infancia se sintió muy atraído por la geografía y la historia antigua. Leer sobre estos temas se convirtió en una afición y fortaleció sus conocimientos sobre historia.
Joshua J. Mark no sólo es cofundador de World History Encyclopedia, sino también es su director de contenido. Anteriormente fue profesor en el Marist College (Nueva York), donde enseñó historia, filosofía, literatura y escritura. Ha viajado a muchos lugares y vivió en Grecia y en Alemania.
Mark, J. J. (2009, septiembre 02). Tumba [Tomb].
(C. A. S. B, Traductor). World History Encyclopedia. Recuperado de https://www.worldhistory.org/trans/es/1-40/tumba/
Estilo Chicago
Mark, Joshua J.. "Tumba."
Traducido por Carlos A Sequera B. World History Encyclopedia. Última modificación septiembre 02, 2009.
https://www.worldhistory.org/trans/es/1-40/tumba/.
Estilo MLA
Mark, Joshua J.. "Tumba."
Traducido por Carlos A Sequera B. World History Encyclopedia. World History Encyclopedia, 02 sep 2009. Web. 22 dic 2024.
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Escrito por Joshua J. Mark, publicado el 02 septiembre 2009. El titular de los derechos de autor publicó este contenido bajo la siguiente licencia: Creative Commons Attribution-NonCommercial-ShareAlike. Por favor, ten en cuenta que el contenido vinculado con esta página puede tener términos de licencia diferentes.