Guía imprescindible para visitar Oplontis, Estabia y Boscoreale
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Hace más de 2.000 años, habitaban las soleadas costas del golfo de Nápoles romanos tremendamente ricos, que vivían en lugares como Pompeya o las opulentas villas cercanas a ella indiferentes a la presencia del Vesubio en la lejanía.Julio César (100‑44 a.C.), el emperador Augusto (que gobernó del 27 a.C. al 14 d.C.), Cicerón (106‑43 a.C.) y el emperador Nerón (que gobernó del 54 al 68 d.C.) fueron algunas de las celebridades que residieron allí. En el 79 d.C., el Vesubio entró en erupción, lo que provocó la destrucción de las ciudades y las villas al sureste del volcán. A pesar de los estragos y de que se perdieron muchas vidas, la erupción ha preservado para la posteridad un instante de la historia de Roma.
En las dos primera entregas de nuestro especial de viajes dedicado a los sitios arqueológicos del golfo de Nápoles, compartimos algunos consejos sobre cómo preparar una visita autoguiada a Pompeya y a Herculano. En esta tercera entrega, exploraremos las espléndidas villas romanas de Oplontis y de Estabia, además de visitar en Boscoreale su Antiquarium y su villa rural, todo ello enterrado en la erupción del Vesubio del 79 d.C.
Aunque estos tres yacimientos están incluidos en el pase de tres días de Pompeya, atraen a menos visitantes. Pero, como todos se merecen mucha más atención, esperamos que esta guía avive tu interés por estos lugares menos turísticos.
La visita a Oplontis
La antigua ciudad costera de Oplontis (la actual Torre Annunziata) es conocida sobre todo por la villa romana de Popea. Encaramada en un acantilado al sureste del Vesubio a 12 metros (40 pies) de altura sobre la línea de la costa mediterránea, de esta villa se rumoreaba que pertenecía a la segunda esposa del emperador romano Nerón, Popea Sabina (30‑65 d.C.). Sufrió graves desperfectos en un terremoto en el 62 d.C. y aún se estaba reconstruyendo cuando estalló el Vesubio. Con sus 100 habitaciones, suntuosos frescos y amplios jardines, villa Popea es una de las villas más lujosas jamás halladas en el mundo romano. La Unesco la declaró Patrimonio de la Humanidad en 1997, junto con Pompeya y Herculano.
Para acceder a la villa, hay que bajar por unas escaleras muy largas y empinadas que ponen de manifiesto a qué profundidad yació oculta la villa durante 1.500 años bajo ceniza volcánica. Este acceso ofrece al visitante unas vistas extraordinarias del jardín septentrional, que se ha replantado, y de la fachada columnada de la villa.
Al parecer, la villa pasó por varias fases de construcción. La parte más antigua del edificio se remonta a aproximadamente mediados del siglo I d.C. Estaba organizada en torno a un atrio (atrium) toscano decorado con unas magníficas pinturas del segundo estilo pompeyano con trampantojos que emulaban elementos arquitectónicos y paisajes. La villa daba al golfo de Nápoles por el sur, donde tenía un gran peristilo, y a un jardín (viridarium) con pórticos por el norte. En torno al atrio, había una serie de estancias decoradas con suntuosidad que se usaban para descansar, para comer y como salas de estar.
El complejo residencial se amplió más tarde hacia el este y se remodeló considerablemente a comienzos de la época imperial. La nueva ala oriental constaba de una serie de dependencias muy ornamentadas destinadas a recibir y atender a las visitas; estaban dispuestas en torno a unos amplios jardines que daban a una piscina de 60 metros (197 pies) de largo. Estatuas y fuentes con forma de crátera elaboradas en mármol —que se conservan en la actualidad en el Museo Arqueológico Nacional de Nápoles (MANN)— flanqueaban esta piscina.
Tras la erupción del Vesubio, la villa yació enterrada durante siglos a 6 metros (20 pies) de profundidad, bajo capas de lapilli ("pequeños fragmentos de piedra") y ceniza, además de una espesa capa de fango. Se descubrió en el año 1590 durante la construcción del canal del río Sarno, que cortó todo el vestíbulo central de la villa. Sin embargo, poco se hizo en esa época para inspeccionar más a fondo el yacimiento.
Las excavaciones se reemprendieron entre 1839 y 1840 bajo el auspicio de los Borbones. Debido a la falta de fondos, volvieron a suspenderse hasta mediados de la década de 1980, cuando comenzaron por fin los trabajos arqueológicos sistemáticos que desenterraron un 60 % de la villa. Hasta ahora se han excavado más de 100 estancias.
Hay una segunda villa en Oplontis, la villa rural de Lucio Craso Tercio, pero no se encuentra abierta al público en la actualidad. Lo más probable es que fuese un horreum, un edificio en el que se llevaban a cabo actividades comerciales y productivas. La vivienda propiamente dicha estaba en el piso superior.
Ubicada como Oplontis en la costa, pero más abajo —en el extremo meridional de la llanura del Sarno—, la antigua Estabia (la actual Castellammare di Stabia) fue una pequeña ciudad portuaria con numerosas villas de lujo. Su emplazamiento mirando al mar en la ladera de la colina de Varano la convirtió en un destino turístico popular entre los romanos ricos que deseaban pasar el verano lejos del riguroso calor de la capital.
En Estabia, puedes visitar dos villas situadas en lo alto de la ciudad moderna, desde las que hay unas vistas fantásticas de la bahía. Villa Ariadna se construyó en el siglo II a.C. y recibe su nombre del fresco mitológico de la pared del triclinio (triclinium, ’comedor de gala’) que representa el momento en que Dioniso descubre a Ariadna en la isla de Naxos.
Villa San Marcos, más grande, cubre una superficie de 11.000 metros cuadrados (118.000 pies cuadrados). Se construyó a finales del siglo I a.C. y debe su nombre al hecho de que hubo en el sitio una capilla consagrada a san Marcos Evangelista (5‑68 d.C.) en el siglo XVIII. Estas dos lujosas villas de pórticos y suntuosos jardines estaban repletas de representaciones artísticas vistosísimas, hasta el punto de que todas las paredes, techos y suelos estaban decoradas con hermosos frescos y mosaicos. Ambas sufrieron daños en el terremoto del 62‑63 d.C. y todavía se estaban reconstruyendo en el 79 d.C.
Villa Ariadna se excavó parcialmente en el siglo XVIII, cuando se hicieron prospecciones de la mano de la monarquía borbónica en busca de sus frescos, mosaicos y enseres más valiosos. Pero, una vez sondeada y bosquejada la estructura de los edificios, la villa volvió a cubrirse. Las excavaciones se retomaron en la década de 1950 y, en 2008, se desenterró el gran peristilo del extremo norte de la villa en una nueva ronda de excavaciones.
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Villa Ariadna presenta un trazado articulado con tanta habilidad que permitió a sus residentes aprovechar las características del emplazamiento para disfrutar de una espectacular panorámica del golfo de Nápoles. Construida sobre una serie de terrazas a lo largo de 150 años, la villa tenía cuatro partes estrechamente conectadas entre sí: el atrio y las habitaciones circundantes, que se remontan a finales de la República romana (60‑50 a.C.); la zona de servicios y las termas privadas, añadidas en la época de Augusto (c. 43 a.C.‑18 d.C.); las estancias a los lados del triclinio estival, de la época de Nerón (54‑68 d.C.); y un gran patio porticado o peristilo, que se agregó antes de la erupción del 79 d.C. La villa, que también disponía de establos y edificios agrícolas, estaba comunicada con la costa a través de una rampa y un túnel.
Algunas de las pinturas murales más preciadas de villa Ariadna se extrajeron en la época borbónica (1814‑1830). Ahora están expuestas todas juntas en la misma sala del Museo Arqueológico de Nápoles, organizadas según la lógica de las estancias donde aparecieron.
Al este de villa Ariadna, hay unas estancias que pertenecen a otra villa: Ariadna B. Este segundo complejo —separado de villa Ariadna en los tiempos de Roma por un callejón estrecho— también sufrió el expolio de buena parte de los mosaicos del suelo durante las prospecciones de la época borbónica. Presenta un peristilo con una serie de comedores con vistas al mar tras el que se encuentra la zona termal.
La lujosa villa San Marcos, cuyo estado de conservación es mejor que el de villa Ariadna, destaca sobre todo por ser la villa más grande jamás hallada en Campania, aunque solo se haya excavado la mitad. Una escalera moderna lleva a la entrada de la villa, a 5 metros (16 pies) de profundidad bajo el nivel actual de la calle.
La construcción original de la villa, que comenzó durante la época de Augusto, consistía en unas cuantas estancias agrupadas en torno a un atrio cuadrado y una gran cocina adyacente. Se amplió considerablemente más tarde para incluir un jardín con piscina que estaba cercado con pórticos de columnas.
La entrada de la villa conduce a un atrio que contiene un impluvio (impluvium, "estanque") rodeado de cuatro columnas jónicas y un larario (lararium, "santuario para los dioses domésticos") adornado con frescos que imitan ricos mármoles. El atrio está decorado en el cuarto estilo pompeyano, con paneles rojos, negros y amarillos sobre un friso negro dispuesto en la parte inferior.
Detrás del atrio, hay una cocina con una encimera de ladrillo sobre la que se preparaba la comida, así como una serie de habitacioncitas contiguas que servían de almacén. Un pasillo conduce a un complejo termal privado no muy grande, aunque de lujo, dispuesto en torno a un pequeño atrio tetrástilo. Los baños contaban originalmente con un frigidarium ("baño frío"); un caldario (caldarium, "baño caliente") que se calentaba con una caldera de bronce; un tepidarium ("sala templada"); y lo que probablemente fuese un apodyterium ("vestuario").
Una de las puertas da acceso a un pórtico monumental de columnas que contiene una piscina alargada flanqueada de hileras de árboles (plátanos de sombra). Al fondo de la piscina, hay un ninfeo (nymphaeum) que está bellamente ornamentado con hornacinas —decoradas a su vez con mosaicos y estucos— y una fuente en el centro. La decoración de las paredes del pórtico sigue el cuarto estilo pompeyano, con paneles rojos sobre un fondo negro dispuestos encima de un friso también negro que recorre la parte inferior y con imágenes de personajes alados en la parte superior.
Unas pinturas exquisitas adornan las estancias ubicadas en cada extremo de los pórticos laterales, muchas de las cuales muestran escenas mitológicas, como la de Perseo sosteniendo la cabeza de Medusa o la de Ifigenia, hija del rey Agamenón.
Al otro lado de la piscina, queda parte de un segundo pórtico más grande cuyas columnas tienen acanaladuras en espiral. El techo del pórtico estaba fastuosamente decorado con pinturas de escenas mitológicas, como la del planisferio de las estaciones o la que representa a Faetón y el carro del Sol. Algunos fragmentos de los frescos se extrajeron en su momento para exponerlos en el Antiquarium de Estabia, pero este museo local lleva cerrado desde finales de la década de 1990.
Igual que villa Ariadna, villa San Marcos se excavó por primera vez en el siglo XVIII, en época borbónica, y se cubrió de nuevo en cuanto se extrajeron sus enseres y muchos de los frescos mejor conservados. El edificio volvió a excavarse 200 años después de la mano de Libero D’Orsi (1888‑1977), un arqueólogo italiano que sacó a la luz varias estancias de la villa con la ayuda de los dibujos realizados durante las excavaciones borbónicas. En la actualidad, la fundación italo‑estadounidense Restoring Ancient Stabiae (RAS) está llevando a cabo un ambicioso proyecto para, como su propio nombre indica, restaurar la antigua Estabia, por lo que ha estado excavando el resto de la ciudad y sus villas. El proyecto trabaja en convertir el yacimiento en un gran parque arqueológico.
El Museo Diocesano Sorrentino‑Estabiés (MUDISS, por sus siglas en italiano), en el centro de Castellammare di Stabia, alberga numerosos hallazgos procedentes de las excavaciones modernas, entre ellos, una columna miliaria del emperador Adriano (que gobernó del 117 al 138 d.C.), que atestigua que la antigua ciudad pudo recuperarse tras la erupción del Vesubio del 79 d.C.
► ¿SABÍAS QUÉ? De la estación de tren de Castellammare di Stabia sale un teleférico llamado Funivia del Faito, que te dará un paseo panorámico hasta la cima del monte Faito. En el momento de traducir esta guía (diciembre de 2024), el teleférico funciona a diario entre las 10:00 y las 17:00 desde abril a mediados de junio y desde mediados de septiembre a noviembre; del 15 de junio al 15 de septiembre, abre desde las 8:20 hasta las 20:10 (sitio web oficial en italiano). El paseo dura 8 minutos. Los billetes cuestan 8 € (8,60 $) ida y vuelta.
La visita a Boscoreale
El sitio arqueológico de Boscoreale lo componen una villa rural del siglo I a.C. y un museo fascinante, el Antiquarium, donde se exponen objetos procedentes de Pompeya, Herculano y el área circundante.
Muchas de las excavaciones arqueológicas de Boscoreale se llevaron a cabo entre finales del siglo XIX y principios del XX de la mano de particulares, por lo general los propios terratenientes. Gracias a estas excavaciones, aparecieron 30 casas de labranza (villae rusticae), lo que da una idea del denso entramado de granjas que operaban en la falda del Vesubio y en la adyacente llanura del río Sarno. Estas explotaciones agropecuarias, que se encargaban de abastecer a las ciudades vecinas, solían estar dirigidas por una familia o supervisadas por esclavos y siervos. Algunas de las villas rurales de tamaño medio disponían de una parte residencial decorada fastuosamente, concebida para el alojamiento ocasional de su rico propietario.
Una de estas casas de labranza, villa Regina, la han reconstruido y puede visitarse. Es una edificación del siglo I a.C. que se amplió más tarde. La descubrieron en 1977 y la han preservado en la misma situación en la que quedó enterrada a 8 metros (26 pies) bajo el nivel del suelo. Según el Antiquarium de Boscoreale, esta villa se usaba exclusivamente para la producción de vino. Esto lo demuestra la presencia tanto de una prensa de vino como de una bodega con 18 tinajas de terracota (dolia) semienterradas que se utilizaban para fermentar y conservar el vino.
El Antiquarium, fundado en 1991, se encuentra en un edificio anejo al sitio arqueológico de villa Regina. Está dividido en dos salas de exposiciones. En la primera, dedicada a la economía y el medioambiente de la región en la época romana, hay expuesta una copia del famoso molde de yeso de un perro originario de Pompeya, así como otro molde de un cerdo que apareció en una de las estancias de villa Regina. En la segunda, se exhiben algunos de los hallazgos arqueológicos de las numerosas villas excavadas en las cercanías.
En las excavaciones de Boscoreale se han exhumado muchos objetos que después se han enviado a distintos museos de todo el mundo, como el Museo Arqueológico de Nápoles, el Museo del Louvre de París y el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York (Met). El hallazgo más famoso fue el tesoro de Boscoreale, un conjunto extraordinario de piezas de oro y plata descubierto en la villa de la Pisanella en 1895.
Se trata de un arsenal de objetos cuyo propietario ocultó precipitadamente en los primeros momentos de la erupción del Vesubio. Incluye 1.000 monedas de oro, joyas y 109 piezas de vajilla que aparecieron junto al esqueleto de un varón. El barón Edmond de Rothschild (1926‑1997), un financiero francés, adquirió el tesoro de Boscoreale y lo donó al Museo del Louvre de París.
Oplontis, Estabia y Boscoreale cautivarán tanto a los apasionados de la arqueología como a los turistas. Una visita a estas villas permite no solo vislumbrar de una manera muy sugerente el día a día de los antiguos romanos, sino también —al descubrir el impacto que tuvo sobre ellos la erupción del Vesubio— comprender mejor los apuros que pasan en la actualidad las personas afectadas por los desastres naturales.
Cómo llegar
Los sitios de Oplontis, Estabia y Boscoreale están a menos de 10 kilómetros (6 millas) de distancia de Pompeya. Oplontis es al que resulta más fácil llegar, pues solo hay que caminar 300 metros (980 pies) por la vía Sepolcri desde la estación de tren Circumvesuviana de Torre Annunziata. Si vas en coche, toma la salida “TORRE ANNUNZIATA SUD” de la autopista A‑3.
A Boscoreale también se accede fácilmente en transporte público si uno se baja del tren de la Circumvesuviana en la estación de villa Regina. Desde aquí, solo hay que dar un sencillo paseo de 800 metros (0,5 millas) hasta las ruinas y el Antiquarium. Encamina tus pasos hacia el norte por la carretera estatal SS‑268 y la vía Settetermini; después, gira a la izquierda hacia el vial Villa Regina.
También se puede llegar a pie a Boscoreale saliendo de Pompeya por la villa de los Misterios (si quieres visitar Boscoreale justo después de Pompeya). Se tarda unos 25 minutos, pero tienes que tener mucho cuidado al caminar por la carretera provincial Andolfi (puedes ver aquí las indicaciones para llegar). En coche, toma la salida “TORRE ANNUNZIATA SUD” de la autopista A‑3 si vas en dirección a Salerno o la salida “BOSCOREALE” si vas en dirección a Nápoles.
Las ruinas de Estabia las componen dos villas romanas situadas en lo alto de la ciudad de Castellammare di Stabia. Sin embargo, es más complicado acceder a ellas en transporte público e ir caminando hasta cualquiera de las dos puede resultar una lata, sobre todo desde la estación de tren Circumvesuviana de Castellammare di Stabia. Por eso, sugerimos que mejor te bajes en la estación Vía Nocera (ubicada en la vía Giuseppe Cosenza) para que la ruta a pie sea relativamente fácil.
A la primera villa, villa San Marcos, se llega en 25 minutos caminando desde la estación Vía Nocera. Al salir de la estación, gira a la derecha y vete andando por la vía Giuseppe Cosenza hasta la carretera que le pasa por encima formando un paso elevado. Cuando te aproximes a esta intersección, verás que hay un letrero con la indicación de los sitios arqueológicos. Vete por la carretera provincial Varano‑Scavi di Stabia y, al cabo de 15 minutos, verás a tu izquierda un letrerito indicador del yacimiento. Sigue andando por la misma carretera unos minutos más, hasta que veas el letrero de la entrada.
Para continuar hacia villa Ariadna, vuelve a la carretera principal y gira a la derecha. Vete andando por la vía Passeggiata Archeologica durante unos 15 minutos, hasta que veas a tu derecha un letrero amarillo anunciando el sitio arqueológico. Para regresar a la estación de tren Vía Nocera, vuelve a la Passeggiata Archeologica y gira a la derecha hacia una carreterita municipal llamada Strada Varano. Después, gira bruscamente a la derecha hacia el vial Puglia. En la primera rotonda, toma la primera salida hacia el vial Europa y, en la segunda rotonda, toma también la primera salida hacia la vía Giuseppe Cosenza.
En coche, sal de la autopista A‑3 en Castellammare di Stabia para continuar por la carretera estatal SS‑145 (salida “GRAGNANO”) y, después, por la Passeggiata Archeologica. Cuesta un poco más llegar, pero en estas villas vivirás una experiencia extraordinaria con muy pocos visitantes aparte de ti.
Te recomendaríamos encarecidamente comenzar por Oplontis y, una vez allí, comprar en la taquilla oficial una entrada combinada que también cubra los otros sitios arqueológicos. En el momento de traducir esta guía (diciembre de 2024), la entrada de tres días, que cuesta 26 € (29,03 $), incluye Pompeya, Oplontis, Boscoreale, las dos villas de Estabia y el Museo Arqueológico Libero D’Orsi.
Cuandoquiera que llegues a Oplontis, no habrá nadie más haciendo cola y, después en Pompeya, con tu entrada combinada podrás saltarte la fila e ir directamente a las puertas de acceso. También hay entradas individuales para Oplontis o Boscoreale. Cada una cuesta 8 € (8,93 $) y tiene un día de validez. El acceso a las ruinas de Estabia es gratuito. Las entradas también pueden comprarse por internet a través de la plataforma digital TicketOne. Para ampliar y actualizar la información, visita la web oficial del Parque Arqueológico de Pompeya (aunque de momento solo están operativos los idiomas italiano e inglés). Desde esta página de la misma web, puedes descargarte folletos en PDF de los yacimientos para tenerlos preparados antes del viaje (la guía de Pompeya y la guía de Oplontis sí que están en español).
En el momento de traducir esta guía (diciembre de 2024), los sitios arqueológicos abren todos los días, excepto el 1 de enero, el 1 de mayo y el 25 de diciembre. Del 1 de abril al 31 de octubre, el horario de apertura es de 9:00 a 19:30 (con el último ingreso a las 18:00 —las 17:30 para Pompeya—). Del 1 de noviembre al 31 de marzo, el horario de apertura es de 9:00 a 17:00 (con el último ingreso a las 16:00 —las 15:30 para Pompeya—). Los martes cierran tanto villa Ariadna y villa San Marcos (Estabia) como villa Popea (Oplontis). Podría darse el caso, como en años precedentes, de que el sábado y el domingo los sitios abran más temprano.
Soy una traductora autónoma del inglés e italiano al español especializada en los campos del turismo y la historia. A mis yayos y sus relatos del pasado les debo mi pasión por esta última.
Carole mantiene el popular blog fotográfico de historia antigua Siguiendo a Adriano, en el que viaja por el mundo siguiendo los pasos del emperador Adriano.
Raddato, Carole. "Guía imprescindible para visitar Oplontis, Estabia y Boscoreale."
Traducido por Eva Bruzos Bruyel. World History Encyclopedia. Última modificación mayo 19, 2020.
https://www.worldhistory.org/trans/es/2-1552/guia-imprescindible-para-visitar-oplontis-estabia/.
Escrito por Carole Raddato, publicado el 19 mayo 2020. El titular de los derechos de autor publicó este contenido bajo la siguiente licencia: Creative Commons Attribution-NonCommercial-ShareAlike. Por favor, ten en cuenta que el contenido vinculado con esta página puede tener términos de licencia diferentes.