El sol y la luna en los mitos nórdicos

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Irina-Maria Manea
por , traducido por Waldo Reboredo Arroyo
Publicado el 05 enero 2022
Disponible en otros idiomas: inglés, francés
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En la mitología nórdica el sol y la luna se personifican como dos hermanos que tiran de los cuerpos celestes mientras unos lobos los persiguen; en otras ocasiones se representan como simples objetos. Resulta sorprendente que fuentes escritas como la Edda poética y la Edda prosaica los mencionen muy poco, pero al tomar de conjunto lo que manifiestan las obras escritas y los hallazgos anteriores a la era vikinga, queda expuesta la importancia de su rol en la antigua Escandinavia.

Picture Stone with Sun Wheel
Grabado en piedra de la rueda solar
Wolfgang Sauber (CC BY-SA)

El sol y la luna en las escrituras nórdicas

En contraposición con la tradición romana, y con mayor proximidad al alemán moderno, Sol (sól en nórdico antiguo) es nombre femenino, y Luna (máni) masculino. En el Voluspá, un poema en el que una profetisa revela información acerca del origen y destino del mundo, se puede leer acerca de su parentesco:

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Sol, hermana de Luna,
Brilló desde el sur,
Con su mano
Sobre el borde de los cielos;
Sol no sabía aún
Dónde estaría su hogar,
Luna aún no reconocía
Su masculino poder
(estrofa 5)

En la Balada de Vafthrudnir (Vafþrúðnismál), donde Odín compite con un gigante en un concurso de conocimientos mitológicos, parece personificárseles. El padre de Sol y Luna se llama Mundilfari, cuyo significado se aproximaría a «el que regresa», el que va y viene con periodicidad, en probable alusión al movimiento de los cuerpos celestes.

Se llama Mundilfari
Padre de Luna
También de Sol;
Flotarán
día a día por el cielo
indicándonos las horas
(estrofa 23)

PARA los nórdicos el día comenzaba con la noche y el año en invierno.

La luna se menciona primero, y «Mundil» puede estar relacionado con «mund», período de tiempo, lo cual puede responder al simple hecho que para los nórdicos el día comenzaba con la noche, y el año con el invierno.

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La balada en cuestión narra que el lobo Fenrir, uno de los monstruosos hijos de Loki, se tragaría al sol. Fenrir era quien le había arrancado la mano al dios Tyr mientras ayudaba a amarrar a la bestia con una cuerda mágica. La típica escena que representa al sol en el proceso de ser tragado por un monstruo podría estar vinculada a la salida y puesta del sol, o a los eclipses observados por las gentes, y al temor que tales fenómenos les habrían inspirado.

Tan pronto Fenrir devora
A la rueda élfica (sol)
Ella da a luz una hija;
Al morir los dioses
La criatura sigue los rumbos de su madre.
(estrofas 46-47)

Estos acontecimientos se repiten en el Völuspá, en los versos en que la profetisa menciona que uno de los hijos de Fenrir concebido con una giganta, robaría la luna. En otras secciones del Völuspá, a saber, donde se describen las señales del ocaso de los dioses y de la batalla que está por comenzar, evento conocido como Ragnarök, el sol se torna negro mientras la tierra se hunde en el mar; por lo tanto, el astro no aparece personificado.

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A partir de todos estos fragmentos Snorri Sturluson, estudioso islandés del siglo XII, intentó relatar una historia comprensible, en la que incluía detalles que no aparecían en ninguna otra parte. Gylfaginning, la primera parte de su Edda prosaica, menciona a un legendario rey sueco llamadp Gylfi que se embarca en un viaje alrededor del mundo para ampliar sus conocimientos. En medio de un sinnúmero de acontecimientos, el monarca pregunta a los dioses acerca del origen del sol y la luna. Según cuenta Snorri, un hombre llamado Mundilfari tiene dos bellos hijos, y desposa a su hija Sól con un hombre que responde por Glen. La imprudente acción enoja a los dioses, quienes «toman a los hermanos y los depositan en los cielos, y Sól conduce a los caballos que halan la carroza del sol hecha por los dioses para iluminar al mundo con la radiante sustancia que proviene de Muspellheim» (Faulkes, 2005). Muspell era el reino del fuego y hogar de los gigantes de fuego.

Prose Edda
Edda en prosa
Unknown (Public Domain)

La historia continúa con la mención en la Edda poética de los caballos Árvakr, cuyo nombre significa «madrugador», y Alsviðr, «presuroso», los cuales poseen una especie de fuelle con el que se mantienen frescos. Sin embargo, la Balada de Vafthrudnir menciona que Skinfaxi, crin que brilla, trae al deslumbrante día, mientras Hrimfaxi, crin de escarcha, transporta la noche y el rocío que emana de su espuma. El otro personaje, Máni, guía el curso de la luna y determina sus fases. Para ejecutar la tarea se hace acompañar de dos ayudantes, los niños Bil y Hjúki, a quienes puede verse desde la tierra acarreando en sus hombros un tonel y una pértiga. Por desdicha, lo que quiso significar Snorri con esta reseña resulta bastante enigmático.

Además, Snorri habla acerca del desenlace del sol y de la luna. El rey sueco destaca que el personaje femenino del sol marcha deprisa como si sintiera temor y la persiguiera un inminente y funesto destino. Otra deidad confirma que, en efecto, anda en furioso apuro, aunque no tiene escapatoria a causa de lo que va tras ella:

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Son dos lobos, y Skoll es el nombre del que la persigue. Ella le teme, y él la atrapará; quien salta delante de ella se nombra Hati, hijo de Hrodvitnir [probablemente Fenrir], y será el que tome a la luna, tal cual debe ser. (Faulkes, 2005)

Según Snorri, quien también ofrece consejos a los poetas en su sección Skáldskaparmál, parece existir un vínculo entre los escudos y el sol o la luna, que trae a la memoria los escudos rituales utilizados en la Edad del Bronce. Snorri sugiere que los escudos pueden llamarse sol, luna, hoja o «recinto de la nave» (garth of the ship), y que era común dibujar un círculo, denominado anillo, en los escudos de la antigüedad. En el mismo texto, Snorri insta a los poetas a llamar al sol «fuego de los cielos y el aire». Otras frases figurativas que se encuentran en la Edda poética se centran en el dorado de su brillo. El sol y la luna, en calidad de objetos de gran importancia y no necesariamente en su carácter de deidades, se podían solicitar como recompensa por una hazaña. Entre los relatos del Gylfaginning, uno describe una ocasión en que los Æsir, la familia divina residente en Asgard, necesita una ciudadela fortificada para defenderse de los enemigos. La tarea de erigirla se le asigna a un gigante cuyo oficio era el de herrero, y a cambio el coloso exige la entrega de la diosa Freyja, dama del amor, la fertilidad y la batalla, y además, de la luna y el sol.

Imágenes del Sol

Las informaciones disponibles acerca del mito nórdico sobre el sol son en extremo exiguas, a pesar de los abundantes hallazgos arqueológicos que apuntan a la inmensa relevancia que guardaba para los pueblos de la Edad de Bronce. La causa puede ser la pérdida de materiales, o el olvido del significado de estos, o su evolución hacia otras deidades que se adueñaron de sus atributos. Entre las evidencias que apuntan en esa dirección se encuentra el tema de la carroza del sol. El recorrido del sol en carruaje durante el día, y en navío, bajo el mar, durante la noche, era un patrón casi universal de las primeras civilizaciones de Europa. Por otra parte, en los mitos nórdicos existen algunas imágenes de los dioses de la fertilidad Freyja y Freyr, así como de Njord, las cuales se asocian de manera imprecisa con el sol. Por demás, el movimiento del sol a través del cielo está vinculado a los cambios de estaciones y al crecimiento de la vegetación.

En la Escandinavia prehistórica las imágenes del sol sostenido por hombres dispuestas en navíos o en carruajes, aparecen dibujadas en losas colocadas en el interior de tumbas, en escudos con silueta de sol, y en placas de cinturones. También en el famoso carruaje solar de Trundholm, del año 1400 a.C., se representa en su eterno recorrido, colocado sobre un carro tirado por un caballo, ambos, carruaje y caballo, asentados sobre una estructura soportada por ruedas que sugieren un movimiento continuo. Como se ha visto, la Edda también narra que el sol en su travesía por los cielos es halado por dos caballos, lo cual insinúa la unificación de los dos temas, el del mito del sol y el de un dios o diosa sobre una carroza. El caldero celta de Gundestrup, de la Edad de Hierro, presenta a una deidad viajera similar acompañada de varios animales y decoraciones de gran riqueza en todos sus paneles, algunas de las cuales muestran complicadas escenas, como una procesión de guerreros y un dios con cornamenta. En las piedras talladas de Gotland se pueden encontrar imágenes de discos giratorios en Hablingbo, Sanda, Ire y Garda, y además jinetes y cuernos para libar, muy populares en la época vikinga. Asimismo, los descubrimientos realizados en Kraghede, Vendsyssel y Langå, en la isla de Funen, dan fe del hecho que a los poderosos se los acompañaba a sus tumbas con carros rituales.

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The Trundholm Sun Chariot
La carroza del sol de Trundholm
Nationalmuseet (CC BY)

Al hablar acerca de la tribu germánica de los suevos, el autor romano del siglo I d.C., Tácito, describe en su obra etnográfica Germania la carroza sagrada de la diosa Nerthus, Madre de la Tierra, ubicada en los bosques de una isla donde se realizaban sacrificios. Relata que el carruaje consagrado estaba vestido con telas, solo podía tocarse por un sacerdote, se prohibía el uso de armas durante su contacto con la sociedad humana, y los días transcurrían en regocijo hasta que se lavaba a la diosa en un lago oculto. De hecho, Nerthus, el nombre de la diosa, equivale a Njord en nórdico antiguo, deidad masculina, patriarca de la familia de dioses Vanir. La cuestión plantea la pregunta de si en sus orígenes habrían sido dos deidades que a la postre terminaron en una sola, las cuales en algún momento posterior compartieron sus características con sus hijos Freyr y Freyja. La presencia de hombres en calidad de sacerdotes en el culto a Nerthus y de sacerdotisas en el de Freyr, podría además sugerir la existencia de contrapartidas. No obstante, la mitología nórdica le depara una esposa distinta a Njord, de nombre Skadi, vinculada al esquiaje y al invierno.

las deidades que viajaban en carromatos, portadoras de vegetación y crecimiento, podrían haber integrado el rol de dioses solares.

En la Saga Ynglinga de Snorri, una epopeya legendaria que da inicio a su crónica acerca de los reyes de Noruega donde se humaniza a los dioses, Freyr gobierna como rey de Suecia tras suceder a Njord. Debido a que durante su mandato los días venían acompañados de paz y las estaciones transcurrían de manera favorable, después de su muerte se venera como dios de las cosechas. Estas deidades, que viajaban en carretas y que traían consigo la vegetación y el crecimiento pudieron haber integrado el rol de dioses solares.

Aparte de la obvia conexión entre la fertilidad de la tierra y su anual renacimiento, la caída del sol frente a un navío también podía relacionarse con la muerte y el inframundo. Es probable que los grabados en que figuraban carrozas y pájaros que se colocaban en las tumbas estuvieran dirigidos a guiar o a proteger a los muertos. Asimismo, en las practicas funerales de los vikingos el caballo tenía una importancia especial como medio de comunicación entre los dos mundos; en consecuencia, el significado de un sol tirado por caballos puede que abarcara mucho más que el simple movimiento solar. En cuanto a las figuras de pájaro o de mujeres con siluetas de pájaros, podrían ser portadoras de vagos recuerdos de valkirias que conducían hacia el Valhalla a la mitad de los guerreros muertos, mientras la otra mitad iba a Fólkvangr, el hogar de Freyja. Por otra parte, Odín, el dios con cualidades de líder y la habilidad de incitar guerras, podía transmutarse en águila, símbolo de poder y fuerza. Así, de alguna manera todos estos elementos, el carro, la rueda, el pájaro, el caballo, se unen en el tema de un inframundo insinuado además por el movimiento de la carroza solar.

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La otra imagen que alcanzó popularidad en la Edad de Bronce, la del sol en un barco, puede con facilidad paralelarse con las tradiciones de otros lugares, como la del dios solar egipcio Ra, o la del Apolo de la mitología griega que ofrecía protección a la navegación. La imagen se emplea para describir los escudos: en las enseñanzas poéticas de Snorri el escudo puede ser un skipsól, de manera literal un navío-sol, o un hlýrtungl, una proa-luna.

¿Deidades solares transformadas?

La cuestión de si pueden considerarse dioses solares cada uno de los miembros de la pareja Freyr y Freyja no da cabida a una respuesta sencilla. La conexión de Freyja con el sol solo puede derivarse de manera muy indirecta a partir de sus cualidades, entre ellas la de su clara y refulgente fisonomía, y la de poseer tesoros como Brisingamen, el collar que brilla como el fuego. Se ha expresado que en su carácter de poseedora de los occisos que lleva a su salón de Sessrúmnir a los guerreros caídos, funciona como modelo de las valkirias, doncellas cabalgadoras que portan escudos. De aceptarse la asociación de los escudos con el sol y tomarse en cuenta los hechos de que Freyja viaja en carroza, posee refulgentes tesoros, y rasgos como el de llorar lágrimas de oro rojizo, podría cobrar sentido una conexión solar.

Freyr
Freyr
Jacques Reich (Public Domain)

La dimensión solar de Freyr podría inferirse a partir de diversos detalles mitológicos. Su mención en el Gylfaginning especifica que es el más eximio de los dioses y se califica a su hermana como la más gloriosa de las diosas: «Es él quien gobierna la lluvia y el sol, y por lo tanto, los frutos de la tierra, y redunda en beneficios pedirle prosperidad y paz; además rige sobre la afluencia de los hombres» (capítulo 24). En adición al aspecto de fertilidad que se evidencia en la cita, se suman los elementos relativos a la esfera solar: su jabalí es Gullinbursti, el de los pelos dorados, el sirviente es Skirnir, el luminoso, y su nave puede fundirse en una imagen con el sol. Al sobrevenir el fin del mundo Freyr entrará en combate con el gigante de fuego Surt, lo cual podría entenderse como una referencia al aspecto destructivo del sol. En cualquier caso, dadas las cualidades del dios de ofrecer prosperidad y buenas cosechas, puede estar implicado un rol solar.

Sin embargo, no se debería olvidar que los dioses nórdicos con frecuencia desempeñaban múltiples roles, y dado que la información resulta poco concluyente, sería exagerado considerar a Freyr y a Freyja como verdaderos dioses-sol. De manera general, las deidades paganas del sol o de la luna que los escandinavos veneraban antes de la era vikinga, cualesquiera fueran, cayeron en el olvido alrededor de la época en que se escribieron los mitos nórdicos, y cae en el terreno de la especulación decir que quizá algunas de sus características se fundieron con las de otras deidades. Resulta interesante que uno de los hechizos de Merseburger, dos encantamientos escritos en alemán antiguo hallados en un manuscrito del siglo IX, menciona a un personaje nombrado Sunna en el contexto de una invocación a los dioses para sanar la pata de un potro: quizá una tenue pista que apunta a la diosa solar original.

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Bibliografía

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Sobre el traductor

Waldo Reboredo Arroyo
Interesado en el estudio de las migraciones, costumbres, las artes y religiones de distintas culturas; descubrimientos geográficos y científicos. Vive en La Habana. En la actualidad traduce y edita libros y artículos para la web.

Sobre el autor

Irina-Maria Manea
Una mente curiosa y abierta, fascinada por el pasado. Historiadora con un gran interés por los mitos nórdicos y la era vikinga, además de profesora de historia y de idiomas. Oriunda de Bucarest (Rumanía), actualmente reside en Sajonia (Alemania).

Cita este trabajo

Estilo APA

Manea, I. (2022, enero 05). El sol y la luna en los mitos nórdicos [The Sun & the Moon in Norse Myth]. (W. R. Arroyo, Traductor). World History Encyclopedia. Recuperado de https://www.worldhistory.org/trans/es/2-1911/el-sol-y-la-luna-en-los-mitos-nordicos/

Estilo Chicago

Manea, Irina-Maria. "El sol y la luna en los mitos nórdicos." Traducido por Waldo Reboredo Arroyo. World History Encyclopedia. Última modificación enero 05, 2022. https://www.worldhistory.org/trans/es/2-1911/el-sol-y-la-luna-en-los-mitos-nordicos/.

Estilo MLA

Manea, Irina-Maria. "El sol y la luna en los mitos nórdicos." Traducido por Waldo Reboredo Arroyo. World History Encyclopedia. World History Encyclopedia, 05 ene 2022. Web. 20 nov 2024.

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