La era del Barroco, que a grandes rasgos duró entre 1580 y 1780, fue un tiempo de enormes contrastes: opulencia e innovación, por un lado; muerte y crisis, por el otro. Las continuas guerras religiosas y la apertura de redes de comercio internacional condujeron a la migración en masa y al intercambio cultural, pero también hubo hambruna y explotación. Una nueva exposición del Museo Nacional Suizo en Zúrich, «El Barroco, era de contrastes», presenta objetos exquisitos de la arquitectura, cultura o estilo de los jardines, moda y arte barrocos, resaltando el contexto histórico de estos sujetos con el fin de iluminar esta época creativa en toda su gloriosa ambigüedad.
JBW: En nombre de World History Encyclopedia, muchas gracias por conversar conmigo.
Muchos lectores se sorprenderán al saber que arquitectos suizos del cantón del Tesino jugaron un papel primordial durante los últimos años del siglo XV y principios del XVI en darle forma al surgimiento de la arquitectura barroca en Roma.
¿Quiénes eran esas mentes brillantes y cómo se reflejan sus contribuciones al arte del Barroco en esta exposición?
Joya Idermühle: Estaban muy solicitados, particularmente en Roma, gracias a su alto nivel de destreza y por la proximidad de Suiza con Francia. Carlo Maderno, por ejemplo, fue el arquitecto principal de la Basílica de san Pedro. Él diseñó la fachada dinámica y escultural, asimismo extendió la nave del edificio central que Miguel Ángel había diseñado. Los edificios de Francesco Borromini se caracterizan por sus formas cóncavas y convexas oscilantes. En la exposición mostramos dibujos originales de alta calidad del Museo Albertina en Viena, los cuales dan testimonio de su escritura manuscrita única. Para concluir, bajo el pontificado del papa Sixto V, Domenico Fontana fue el responsable de planificar los principales ejes viarios de Roma, así como de erigir los obeliscos en lugares estratégicos pertinentes. En el retrato del papa Sixto V pintado por Pietro Facchetti, que se encuentra en los Museos Vaticanos, se puede ver la plaza de san Pedro con su obelisco. Esto muestra lo importantes que eran estas medidas de planificación urbana en ese período.
JBW: En la década de 1600, al tiempo que el centro neurálgico del poder cambiaba de España a Francia, el arte de los jardines se convirtió en una manera de expresar poder y prestigio. Los jardines del Palacio de Versalles se tomaron como modelo para toda Europa, incluyendo Suiza, donde se incorporaron plantas y diseños franceses con gran entusiasmo.
En particular, ¿qué debemos saber sobre la horticultura y los jardines suizos durante la era del Barroco? Imagino que el interés de los suizos por los jardines también se extendió a los diversos paisajes, los que en la actualidad conforman Suiza.
JI: La cultura de los jardines franceses se difundió rápidamente en Suiza. Los primeros jardines barrocos fueron creados en el cantón de Soleura, que tenía estrechos lazos con Francia. Otras ciudades siguieron con prontitud y diferentes formas locales se desarrollaron, por ejemplo, la avenida bordeada de árboles, la fuente y el área cubierta de césped que se pueden ver en el palacio conocido como Neuschloss Worb [en el cantón de Berna]; o la combinación de jardines de recreo y huertos, como lo muestra otro ejemplo en Basilea. Pero el huerto rural también ha tenido una influencia duradera en el paisaje, como podemos ver en la pintura en acuarela de Albrecht Kauw.
JBW: Una de las piezas destacadas que se muestran en la exposición del Museo Nacional Suizo es el espléndido tapiz de la "Manufacture des Gobelins" en París. Este tapiz muestra el contraste tan impresionante entre la moda española y la francesa alrededor de la mitad del siglo XVII.
¿Qué nos indica este tapiz sobre la preeminencia de Francia en lo que se refiere a moda y buen gusto durante el reinado absolutista de Luis XIV? Por otra parte, ¿cómo esta influencia cultural francesa ayudó a formar la etiqueta y el buen gusto en Suiza?
JI: La base de las manufacturas reales se hizo con el propósito de lograr objetivos artísticos, políticos y económicos. Luis XIV de Francia quiso independizarse de los costosos productos extranjeros y tuvo éxito en hacer de Francia un líder en el sector de productos de lujo hechos a mano. Bajo la dirección del pintor de corte Charles Le Brun, cientos de artistas con talento trabajaron en las manufacturas reales. La revista Mercure Galant, promovida por Luis XIV, hizo una contribución significativa a la diseminación de la moda de la corte francesa a través del material impreso. Toda Europa, al igual que Suiza, aspiraba al modelo francés no solo en el área de la moda, sino también en términos de la cultura de festejos o de mesa. En particular, la parte francófona en Suiza adoptó el estilo de la orfebrería francesa, gracias a los refugiados hugonotes.
JBW: La era barroca no solo se distingue por su esplendor cultural y refinamiento intensificado; también fue una era de tremenda investigación científica y de exploración global.
Cuéntenos sobre aquellos hombres y mujeres suizos que participaron en la era de importantes expediciones científicas y además en el establecimiento de academias y de observatorios. ¿Cómo se dan a conocer sus vidas y obras?
JI: En la exposición presentamos al pintor bernés Albrecht Herport, quien fue un mercenario que trabajó para la Compañía Neerlandesa de las Indias Orientales. Herport hizo informes de sus viajes y también trajo consigo una kris, esto es, una daga javanesa. Estos objetos son coleccionados, investigados y discutidos en bibliotecas. Pero también hemos puesto en exposición muestras en el contexto de Johann Jakob Scheuchzer, quien era miembro del Royal Society en Londres; así como obras de Maria Sibylla Merian, quien viajó a Surinam para hacer su trabajo de investigación. Todo esto muestra cuán entregados estaban estas personalidades a la labor de las redes internacionales de la ciencia.
JBW: El historiador suizo Heinrich Wölffin (1864-1945) fue en realidad uno de los primeros en reevaluar y proponer una nueva definición para el arte barroco. Para la mayoría de las personas, el término «Barroco» evoca imágenes de magníficas iglesias y obras maestra de bellas artes, así como de monarcas extravagantes que vivían en suntuosos palacios. Sin embargo, esta fue una era de contrastes extremos considerables: la majestuosidad y el exceso existían junto a las continuas guerras religiosas, la colonización y la miseria. El «Barroco» puede tener una connotación positiva o negativa dependiendo de cómo se usa la palabra.
Entonces, ¿cómo deberíamos caracterizar el legado del Barroco en Suiza y en otras partes del mundo? Además, ¿por qué es importante que redescubramos esta era?
JI: De hecho, el concepto del Barroco ha cambiado repetidas veces y se mantiene dinámico hasta el día de hoy. Con esta exposición queremos mostrar que el Barroco es mucho más de lo que el esplendor sugiere. Al presentar objetos escogidos de acuerdo a su contexto histórico, en un tiempo de profunda agitación religiosa, política y social, queremos iluminar la época en toda su ambivalencia. Dependiendo del país, la denominación y el tiempo, el arte y la cultura del Barroco diferían enormemente. Esta diferencia, complejidad y también sus contradicciones deben tener su lugar. Por medio de la amplia perspectiva cultural e histórica de nuestra muestra también queremos que se destaquen los lados desconocidos y, ante todo, queremos mostrar la diversidad y la riqueza multifacética del Barroco.
JBW: Nuevamente, muchas gracias por habernos brindado parte de su tiempo y consideración.
«El Barroco, era de contrastes» tiene lugar en el Museo Nacional Suizo en Zúrich, Suiza, del 16/10/2022 al 15/01/2023.
