Diez inventos autóctonos norteamericanos que debes saber

Los pueblos nativos de Norteamérica erigieron ciudades, construyeron caminos y desarrollaron culturas altamente sofisticadas las cuales impulsaron la invención de muchos artículos, que a menudo se dan por sentados o cuyos orígenes se pasan por alto en la actualidad, desde la aspirina hasta la pistola de agua, incluidas la litera, la canoa e, incluso, el sirope de arce.

Muchas innovaciones, tales como el cultivo del maíz, inicialmente llegaron de Suramérica y Centroamérica, pero fueron adoptadas por las naciones norteamericanas y se convirtieron en elementos fundamentales para sus comunidades. Las técnicas de irrigación, el comercio a larga distancia, las ciudades, los cálculos astronómicos, las presas y acueductos, los analgésicos y los complejos de apartamentos fueron todos parte de la vida de los nativos norteamericanos mucho antes de la llegada de los europeos, pero este entendimiento de las diversas culturas ha sido oscurecido por la imagen del nativo americano como el “noble salvaje” que vive el día a día en la naturaleza sin concepto alguno de “civilización” o tecnología. Esta imagen también ha contribuido al concepto inexacto y desviado de los nativos americanos como “anticientíficos" y “antiprogreso" y reacios a adoptar nuevas ideas, como lo señalan las académicas Roxanne Dunbar-Ortiz y Dina Gilio-Whitaker:

Uno de los mayores retos para los pueblos indígenas en Norteamérica (y en otros lugares) es ser vistos por las poblaciones dominantes como pueblos con sistemas de conocimiento legítimos, un problema ocasionado por siglos de supremacía blanca que concibió a los pueblos indígenas como inferiores en todos los sentidos. (Indians, 124)

De hecho, los pueblos indígenas de las Américas tienen una larga historia de innovación, invención y desarrollo tecnológico que sólo fue posible debido a su apertura a nuevas maneras de ver o comprender, su respeto por los dones del mundo natural y el concepto de sostenibilidad y la curiosidad necesaria para cualquier tipo de invención o desarrollo cultural.

Estas invenciones e innovaciones son:

• Aspirina
• Literas
• La canoa
• Sirope de arce
• Mocasines
• Gafas para la nieve
• Pelota con palos o pelota india
• La plantación complementaria de las tres hermanas
• El tipi
• Tabaco

Estas son sólo una pequeña muestra de las numerosas invenciones de los nativos suramericanos, centroamericanos y norteamericanos, y se enfoca sólo en aquellas de Norteamérica. Entre las invenciones que no figuran en esta lista está la jeringuilla, fabricada a partir de un hueso de pájaro hueco y una vejiga de animal, usada para administrar medicinas, como hoy en día. La jeringuilla inspiró la invención, o el desarrollo, de la pistola de agua, por parte de los sioux lakota, como un juguete para niños, uno de los muchos ejemplos del ingenio nativo americano para adaptar un tipo de tecnología para otro propósito y, a diferencia de las pistolas de agua y otros artículos producidos en serie y desechados hoy en día, aquellos de las naciones nativas americanas regresaban a la tierra de la que procedían.

Aspirina

La salicina, extraída de la corteza del sauce, se usaba frecuentemente como un calmante del dolor y se convirtió en la “aspirina” americana nativa, con el ácido salicílico como el ingrediente activo. Una vez ingerida la salicina, ya fuese masticando la corteza reblandecida o consumiéndola en un té, reducía la fiebre y aliviaba los dolores de cabeza, musculares, los causados por la artritis y otros malestares que hoy se abordan con aspirina o diversos medicamentos analgésicos. Este remedio está documentado en los trabajos médicos de las antiguas Egipto, Mesopotamia, Grecia y Roma, pero fue desarrollado independientemente por los nativos americanos mucho antes del contacto con los europeos. El analgésico europeo que llegó a conocerse como aspirina no se desarrolló sino hasta finales del siglo XIX.

Literas

Las literas fueron desarrolladas por las naciones algonquina e iroquesa como una medida para ahorrar espacio en sus hogares comunales. Los armazones de cama se hacían de madera con una lámina de corteza colocada longitudinalmente sobre una serie de travesaños transversales. Las pieles de animales servían como un colchón sobre la corteza y las pieles y los cueros como mantas o cobijas. Las literas solían ser de dos niveles pero podían tener una altura de tres camas, accediendo a la superior mediante una pequeña escalera. En invierno, las literas superiores se usaban, a menudo, para almacenamiento y la gente sólo usaba los niveles bajos para estar más cerca del calor del fuego central. Las literas fueron adoptadas por los europeos y luego por los colonos norteamericanos para usarlas en los barracones militares, dormitorios y hogares.

Canoa

Las canoas se fabricaban usando varias técnicas, pero entre las más populares estaba el uso de fuego controlado y una azuela, creando una canoa tipo piragua. Se derribaba un árbol lo suficientemente grande y se le quitaba la corteza y entonces se producía fuego a lo largo de la parte superior. Una vez que las llamas habían quemado una sección de la madera, se usaba la azuela para raspar los trozos carbonizados y luego se volvía a encender el fuego y el proceso continuaba hasta que el tronco se ahuecaba. Luego, el interior y exterior se alisaban y conformaban mediante la azuela, cuchillos u otras herramientas. El kayak, inventado por las naciones aleut, ainu, inuit and yupik se desarrolló de forma independiente y consistía en un marco de madera o hueso cubierto con pieles de animales e impermeabilizado con grasa de ballena. La canoa y el kayak han permanecido como embarcaciones populares hasta el tiempo actual.

Sirope de arce

Las primeras naciones o naciones originarias de Canadá y los miembros de la Confederación Haudenosaunee fueron de los primeros en sangrar árboles de arce por su savia para transformarla en sirope o jarabe de arce. Aunque se usaban varios tipos de arce, el más popular era el arce azucarero, cuya savia es la más dulce. En primavera, los nativos americanos hacían una pequeña incisión en un árbol para insertar una caña hueca la cual permitía que la savia corriese hasta dentro de una vasija o cuenco de arcilla. Después de dejarla curar, se hervía al fuego y se convertía en sirope, que luego se vertía en otros recipientes. El sirope de arce se usaba como suplemento nutricional, para dar sabor a la carne, en remedios medicinales, y como un endulzante en bebidas, especialmente los brebajes de hierbas amargas, los cuales se consumían tanto como remedios para alguna enfermedad o como un preventivo. El sirope de arce se hizo tan popular entre los colonizadores europeos que, posteriormente, llegó a ser un importante bien comercial.

Mocasines

El mocasín es el calzado más comúnmente asociado con las naciones nativas norteamericanas. Su nombre proviene de mekezin o makasin, la palabra algonquina para “zapato", y se hacía de piel de oso, castor, ciervo o alce, cortada a la medida y cosida, siendo la piel de ciervo la más popular. La forma más común de mocasín es el zapato pero, usando la misma técnica se fabricaban botas hasta el tobillo, la pantorrilla o la rodilla, y tanto los zapatos como las botas solían decorarse con abalorios o flecos. Algunas veces los mocasines se revestían con grasa animal para impermeabilizarlos, pero podían dejarse descubiertos si se usaban exclusivamente dentro del hogar, como las pantuflas en la era moderna. El mocasín se hizo popular entre los comerciantes europeos, comenzando con los franceses en la región del actual Canadá. Se conocían como “zapatos indios" y a menudo se intercambiaban en el comercio.

Gafas para la nieve

Las naciones inuit y/o yupik inventaron las gafas para la nieve para prevenir la ceguera por la nieve y mejorar la visión del usuario. El par de gafas más antiguo encontrado hasta ahora es de fabricación inuit, fechado en torno al siglo XIII. Estaban hechos de cuerno, hueso o, más comúnmente, de madera. Cada par se hacía para que se ajustara perfectamente a la cara de la persona que las usaría, con dos estrechas ranuras cortadas en la madera o el hueso para los ojos. No está claro hasta cuando se remonta el uso de las gafas para la nieve, pero ya se usaban, junto con las raquetas para nieve, por un tiempo considerable antes de que las primeras naciones se encontraran con comerciantes franceses en el siglo XVII. Los inuit y los yupik, en la actualidad, todavía fabrican las gafas para la nieve de acuerdo a las técnicas tradicionales.

Pelota con palos o pelota del palo

La pelota con palos o pelota del palo era un deporte de equipos popular entre las naciones nativas americanas de las regiones de los modernos Canadá y los Estados Unidos septentrionales y, en la actualidad, se sigue jugando. El juego es similar al lacrosse, el cual surge a partir de él pero se diferencia en las reglas y el equipamiento. También es similar al juego de pelota de Mesoamérica en que los jugadores no pueden sostener o lanzar la pelota con sus manos. Los equipos anotan puntos al enviar la pelota de cuero dentro de la portería o meta del oponente usando sus palos en vez de sus manos o pies. El juego frecuentemente se usaba para solventar disputas entre las naciones tribales. Si el resultado del encuentro resultaba satisfactorio a ambas partes, no se iba a la guerra; si no, se declaraba la guerra. Tanto los colonos franceses como ingleses llegaron a apreciar el juego y, en el siglo XIX, los franceses desarrollaron las reglas del juego para convertirlo en lacrosse.

Plantación complementaria de las tres hermanas

El método agrícola de la “plantación o siembra conjunta de las tres hermanas” fue inventado por los nativos norteamericanos hace cientos de años, aunque se desconoce la fecha precisa. Las “tres hermanas” (el maíz, las judías o frijoles y la calabaza) se plantan juntas, beneficiando cada una a las otras. Se siembra primero el maíz y luego, una vez que se forma el tallo, los frijoles, los cuales envuelven al maíz y después la calabaza. Los frijoles ayudan a apuntalar el tallo de maíz y a fertilizar el suelo, el tallo de maíz actúa como un enrejado para las judías, y las grandes hojas de la calabaza le dan sombra a las raíces tanto de las judías como del maíz para mantener el suelo húmedo y prevenir malezas no deseadas. Este método, practicado extensamente a través de Norteamérica por las naciones americanas nativas, sigue usándose hoy en día.

Tipi

El tipi es la imagen icónica asociada históricamente a la cultura de los indios de las praderas: una tienda de campaña con postes sobresalientes de una parte superior abierta. Aunque el tipi, normalmente representado en imágenes de la pradera abierta, ha impulsado la visión no nativa de los nativos americanos como vagabundos, sin arraigo, que rechazan una vivienda “civilizada”, la estructura es en realidad un ejemplo de sofisticación tecnológica. Dunbar-Ortiz y Gilio-Whitaker citan al ingeniero y educador cheroqui George Thomas sobre el tipi, quien apunta: “es una forma tan aerodinámica que puede resistir fuertes vientos y el peso de la nieve, con sólidas propiedades de calentamiento y refrigeración por convección” (Indians, 128).

El tipi histórico estaba hecho de pieles de animales cosidas y enrolladas alrededor de los postes equilibrados en círculo y anclados al suelo. La solapa que sirve como entrada y salida usualmente estaba direccionada hacia el este para saludar al amanecer y la estructura completa podía ser levantada y desmontada rápidamente si la gente necesitaba, repentinamente, moverse a un nuevo lugar. El levantamiento y desmontaje del tipi era responsabilidad de la mujer de la familia que lo habitaba y, también, se consideraba que era la dueña de todo lo que estaba adentro que no era propiedad personal de su marido.

El tipi, a menudo, se confunde con la choza, que no se le parece en nada. La choza es una estructura abovedada, más corta, históricamente fabricada con madera y cubierta de corteza. El tipi inspiró a Henry Hopkins Sibley (1816-1886), en aquel entonces un oficial en el ejército norteamericano, a crear su famosa tienda Sibley en 1856. Sibley modeló cuidadosamente su tienda basándose en el tipi y demostró ser una gran mejora con respecto a las tiendas de campana que el ejército había estado usando. La tienda Sibley, luego, inspiró otros desarrollos en la fabricación de tiendas y el modelo tipi sigue siendo muy respetado por los campistas no nativos, además de continuar como un potente símbolo de tradición y unidad cultural para los nativos norteamericanos.

Tabaco

El tabaco se cultivó en Suramérica, América Central y Norteamérica durante siglos antes de que Cristóbal Colón lo introdujera en Europa después de 1492 y, posteriormente, John Rolfe, de la colonia de Jamestown, en 1611. Para los europeos y posteriormente los americanos el tabaco era un cultivo comercial lucrativo, pero para los nativos americanos era y, todavía es, un don sagrado del Gran Espíritu que se utilizaba como medio de comunión con lo divino. El humo de tabaco se llevaba a la boca y luego se liberaba, transportando las plegarias hacia el reino del dios creador y el mundo espiritual. El tabaco también se fumaba como una hierba medicinal, se usaba ceremonialmente (como en los Siete ritos sagrados de los sioux lakota) y se llevaba en el “bolso para las medicinas" para uso social. Según la tradición sioux, la entidad sobrenatural conocida como la Mujer Búfalo Blanco le proporcionó a la gente la pipa ceremonial sioux para usarla con tabaco y así mantener su relación con el Gran Espíritu. Otras naciones tribales tienen su propia tradición respecto al tabaco y sus usos, pero todas lo consideran sagrado y rechazan su comercialización y los aditivos adictivos que ahora se asocian a él. Aunque hoy en día el uso del tabaco se reconoce como un peligro para la salud, se consideraba, antes de su cultivo por parte de europeos como John Rolfe, como una potente ayuda espiritual y medicinal.

Conclusión

El tabaco se consideraba un poderoso anestésico, pero también lo era la planta datura (también usada para elevar la conciencia en las ceremonias) y otras flores y hierbas. El apocináceo y la borraja silvestre se usaban como contraceptivos orales y el aceite de girasol, el aloe y los aceites de pescado como protectores solares. Los nativos americanos también inventaron la fórmula para bebé y el biberón, que otras civilizaciones también habían desarrollado independientemente, los juguetes infantiles, el uso de efedra en el tratamiento de resfriados, y el popular juego de la canilla, el cual influyó en el desarrollo tanto del hockey sobre hielo como del hockey sobre césped.

Los nativos americanos, lejos de la imagen de pueblos “atrasados” o “incivilizados" que estimularon los escritores norteamericanos y europeos entre los siglos XVII y XX, desarrollaron una cultura sofisticada por igual, y en muchas formas superior, a aquella de los europeos que se burlaban de ellos por considerarlos “antiprogreso" o “anticiencia”. Dunbar-Ortiz y Gilio-Whitaker comentan:

La palabra “ciencia”, como es usada corrientemente, se refiere específicamente a sistemas de medición mecanicistas, especializados y complejos para entender lo que se llama realidad. Sin embargo, ciencia, al traducirse literalmente, se refiere simplemente a conocimiento sistematizado. En este sentido, todos los pueblos nativos tienen sus propias estructuras de conocimiento empírico. Ellos desarrollaron, a partir de sus observaciones, tecnologías que hicieron sus vidas más fáciles en formas característicamente sostenibles. (Indians, 124)

La sostenibilidad, un concepto que está ganando mayor atención en la era moderna, junto con el de “sin residuos”, era y es, simplemente, de sentido común para los pueblos indígenas de Norteamérica. Todo aquello que se tomaba de la tierra para el beneficio del pueblo se retornaba a la tierra, del mismo modo que se entendía que, cuando se moría, el cuerpo se descomponía y también regresaba a la tierra de la que provenía y en la que había vivido.

La importancia de la sostenibilidad fue reconocida por los nativos americanos siglos antes de la era moderna en la cual se ha convertido en un tema de debate divisivo. En la Confederación Haudenosaunee, al menos tan atrás como en torno a 1500, si no antes, era obligatorio el “principio de la séptima generación” en cualquier decisión que las naciones tomaran: cualquier resolución concerniente a los recursos naturales tenía que ser sostenible por siete generaciones futuras para asegurar que habría un futuro para los descendientes del pueblo. Muchas de las invenciones listadas arriba, y muchas más que no aparecen aquí, fueron desarrolladas más tarde por europeos y otros americanos no nativos, pero este concepto, desafortunadamente, fue y continúa siendo ignorado.