Antonio Vivaldi (1678-1741) fue un virtuoso violinista y compositor italiano de música barroca (1600-1750). Conocido sobre todo por sus conciertos para violín, entre los que destacan Las cuatro estaciones, Vivaldi contribuyó significativamente a la evolución de la música instrumental e influyó en Johann Sebastian Bach (1685-1750), entre muchos otros, especialmente en la forma de concierto.
Primeros años
Antonio Lucio Vivaldi nació en Venecia el 4 de marzo de 1678. Su padre era violinista profesional (aunque antes había sido panadero) y miembro de la orquesta de San Marcos de Venecia. Antonio, el mayor de seis hermanos, aprendió de su padre a tocar el mismo instrumento. La casa familiar sigue en pie hoy en día, en el canal Fondamenta del Dose. Antonio también estudió para sacerdote desde 1693 y fue ordenado como tal en 1703. Era pelirrojo, lo que le valió el apodo de il prete rosso («el cura rojo»). La decisión de ingresar en el sacerdocio no perjudicó a su carrera musical, ya que, a partir de 1709, Vivaldi trabajó también como profesor de violín en el conservatorio de un orfanato veneciano para niñas, el Ospedale della Pietà. El conservatorio atraía a músicos solistas de talento a su orquesta y coro, para los que Vivaldi componía piezas destinadas a ser interpretadas en servicios especiales como la Cuaresma. Vivaldi ganó más tiempo para componer cuando fue eximido de asistir a misa por motivos médicos; padecía lo que él llamaba stretezza di petto («opresión en el pecho»), una dolencia que nunca desapareció. Vivaldi regresó con frecuencia al conservatorio a lo largo de su carrera y fue nombrado su director de conciertos en 1735.
Primeras obras
Vivaldi tuvo que ocuparse de los instrumentos además de sus obligaciones docentes en el conservatorio en Venecia, pero encontró tiempo durante los seis años siguientes para escribir un grupo de sonatas para violín solo y 12 sonate di camera para trío. Sin embargo, fue el formato de concierto el que más atrajo a Vivaldi, y aquí se vio influido por la obra de Arcangelo Corelli (1653-1713), otro compositor que dio gran protagonismo a los solos de violines.
La primera obra importante de Vivaldi fueron sus 12 conciertos, publicados en Ámsterdam en 1711 por Estienne Roger. Se conocen colectivamente como L'estro armonico («La inspiración armónica»), y tuvieron un gran éxito. Vivaldi dedicó la obra al Gran Duque de Toscana. En 1716, el compositor creo 12 conciertos más, titulados en conjunto La stravaganza («La Extravaganza»), un título indicativo de su variedad e inventiva. La reputación de Vivaldi se había consolidado como la de un compositor de referencia en toda Europa. De 1718 a 1720, trabajó como maestro di capella da camera (maestro de capilla) en la corte ducal de Mantua. En 1729, demostró su versatilidad y compuso doce conciertos para flauta.
Vivaldi, que volvía de forma intermitente a su antiguo conservatorio (tenía un contrato para conciertos que se le aplicaba cada vez que estaba en Venecia), siguió escribiendo también música sacra, como su bien recibido Gloria. Vivaldi escribió unos 60 concerti grossi que «se caracterizan por la interacción entre un grupo grande y otro pequeño de instrumentos» (Wade-Matthews, 44). El grupo más grande se denomina ripieno y el más pequeño (o incluso el solista), concertino. Los concerti grossi de Vivaldi emplean cuerdas y bajo y son los precursores del posterior concierto clásico.
la forma de tocar el violín que tenía Vivaldi era tan lúdica e innovadora como sus composiciones: explotaba al máximo las posibilidades del instrumento y del arco. A menudo asombraba a su público, como recuerda un testigo:
Vivaldi interpretaba admirablemente un solo de acompañamiento, y al final improvisaba una fantasía que me dejó perplejo, porque no se había oído antes una interpretación semejante y nunca se podrá igualar, tocaba con los dedos a un pelo del puente, de modo que apenas había espacio para el arco. Tocaba así las cuatro cuerdas, con imitaciones a una velocidad increíble.
(Arnold, 1937-8)
Vida personal y carácter
En 1725, Vivaldi inició una relación sentimental con Anna Giraud (también conocida como Girò), una de sus alumnas de canto. Esto ocurrió a pesar de ser todavía miembro del sacerdocio, y la relación fue fuente de muchas habladurías. Vivaldi escribió a menudo partes de sus óperas (véase más adelante) pensando específicamente en Anna. En 1737, fue censurado formalmente por la Iglesia debido a su conducta.
«Su arrogancia y egotismo le habían granjeado muchos enemigos», afirma un historiador (Wade-Matthews, 53). «Vanidoso y engreído», dice otro (Steen, 27). Ciertamente, Vivaldi no carecía de confianza en sus habilidades, y en una ocasión afirmó que podía «componer un concierto con todas sus partes más rápidamente de lo que un copista podría escribirlas» (Stegemann). Es posible que no fuera un alarde vacío, ya que una nota manuscrita en una de sus partituras completas de ópera, una especialmente larga, dice: «Música de Vivaldi, hecha en 5 días» (ibid).
Las Cuatro Estaciones
Le quattro stagione o «Las cuatro estaciones» es sin duda la composición más popular de Vivaldi. Publicadas hacia 1725 en Ámsterdam, «Las cuatro estaciones» son en realidad solo los cuatro primeros conciertos de los doce que componen Il cemento dell'armonia e dell'inventione («La prueba de la armonía y la invención»). La obra fue dedicada a Wenzel von Morzin, un conde bohemio. A Vivaldi le gustaba poner títulos descriptivos a sus obras para ayudar al oyente a identificar el estado de ánimo y las escenas que quería sugerir con su música. La «Primavera» de Vivaldi, en mi mayor, recuerda el canto de los pájaros; el «Verano», en sol menor, los vientos suaves; el «Otoño», en fa mayor, la caza; y el «Invierno», en fa menor, los paseos por la nieve y el hielo. Cada sección de cada «estación» lleva un subtítulo adicional, como: Scorrono ifonti («Los manantiales brotan»), Tuoni («Truenos»), Il capraro che dorme («El pastor que duerme») y Mormorio di fronde epiante («Murmullo de follaje y plantas»).
Óperas de Vivaldi
Vivaldi escribió unas 45 óperas (aunque él mismo puso la cifra en 94), pero hoy solo se conservan 16. La ópera fue creada como género del repertorio musical a finales del siglo XVI por un grupo de músicos conocido como la Camerata. Con sede en Florencia, entre sus miembros se encontraban Jacopo Peri (1561-1633) y Giulio Caccini (1550-1618). Claudio Monteverdi (1567-1643) desarrolló aún más este nuevo formato de drama musical, que llegó a dividirse en dos tipos distintos: el oratorio, basado en temas bíblicos, y las historias profanas basadas en acontecimientos históricos antiguos y figuras de la mitología.
La primera ópera de Vivaldi, Ottone in Villa, se escribió en 1713 y se estrenó en Vicenza. Viajó por Italia representando más óperas en diversas cortes ducales y teatros de ópera de ciudades como Roma, Venecia y Mantua. Venecia parece ser la ciudad que más atrajo su atención, y allí pasó algún tiempo como director musical del Teatro San Angelo. Una ciudad fuera de Italia en la que se representaron sus óperas durante su vida fue Praga, la capital de Bohemia. Las óperas de Vivaldi, tan diferentes de los estilos populares alemán e italiano, rara vez se representan hoy en día, a pesar de que «están generosamente dotadas de melodías seductoras y oportunidades para el lucimiento vocal» (Sadie, 145).
Las obras más famosas de Vivaldi
Vivaldi compuso música en un periodo en el que las obras musicales se clasifican vagamente en lo que hoy llamamos música barroca, es decir, muchas variedades de música pero con una identidad colectiva de «misticismo, exuberancia, complejidad, decoración, alegoría, distorsión, explotación de lo sobrenatural o grandioso... movimiento, perturbación, duda» (Schonberg, 30).
Autor musical prolífico, entre las principales obras de Antonio Vivaldi figuran:
- 3 conciertos para flautín
- 12 conciertos para flauta
- 20 conciertos para oboe
- 27 conciertos para violonchelo
- 29 conciertos para fagot
- Más de 250 conciertos para violín
Entre las obras individuales o grupos con títulos específicos destacan:
- Concierto en mi menor para cuatro violines, Op. 3 nº 4
- L'estro armonico (1711)
- La Stravaganza (1716)
- Cantata Juditha Triumphans (1716)
- Il cemento dell'armonia e dell'inventione que incluye Le quattro stagioni (1725)
- La Cetra (1727)
Muerte y legado
En 1739, Vivaldi fue invitado a componer música para el gran festival de ese año en Venecia; estaba en la cima de su fama, pero solo dos años después todo llegó a su fin. Antonio Vivaldi murió por causas desconocidas en Viena el 28 de julio de 1741. El compositor llevaba apenas un mes en la ciudad, y el motivo de su visita no está claro; es posible que acompañara a su amante Anna mientras actuaba en una ópera. Vivaldi, al parecer sin dinero, fue enterrado en una sencilla tumba en Viena. Fue un triste final para un hombre que había sido aclamado como «el Maestrissimo de Venecia».
La influencia de Vivaldi fue mucho más allá de su vida. Desarrolló el formato del concierto hacia sus tres movimientos más familiares (rápido-lento-rápido) de la música clásica, dando a los solistas (incluso cuando hay más de uno) una exposición completa en la que la orquesta se utiliza con moderación para proporcionar introducciones y apoyo armónico (Armold, 1938). Además, Vivaldi proporcionaba una fuerza impulsora basada en un tema introductorio que volvía una y otra vez a lo largo del concierto (ritornello). La música de Vivaldi fue muy admirada e influyó en Johann Sebastian Bach (1685-1750). Bach transcribió diez de los conciertos para violín de Vivaldi para teclado, y la influencia de Vivaldi puede escucharse en sus Conciertos de Brandemburgo. De hecho, como señala el célebre historiador de la música D. Arnold sobre la poderosa influencia de Vivaldi: «pocos compositores instrumentales de principios del siglo XVIII pudieron evitarla» (ibid).
